Laura – Casa de Los Williams
Noche
No me costó mucho convencer a Henry para ir a la fiesta. Nos conocíamos desde hacía tanto tiempo, que con él todo era fácil. Eso sí, cuando le propuse ir a un sitio con un montón de gente desconocida, puso cara de estar a punto de colapsar, pero acabó accediendo. Lo que no esperábamos era ver a dos personas medio desnudas salir volando desde la ventana del segundo piso.
Las colonias se hicieron añicos y nuestra ropa era demasiado formal, pero ya era tarde para volver a la residencia. El problema del mundo fuera de la isla era que nada parecía tener sentido. En casa, una fiesta era una fiesta y había que vestirse acorde. Aquí, una fiesta podía ser una barbacoa con todo el mundo en ropa de baño sin que nadie se extrañase. Pero el problema no era solo eso, sino todo: el clima de Moondale era tan agradable como un bofetón en la cara. Atrás quedaban mi hogar y su temperatura ideal durante todo el año.
Echaba de menos mi casa y a mi familia. Ni siquiera el ambiente universitario conseguía que me sintiese más integrada. Aquí solo tenía a Sophie y a Henry como recordatorio de que éramos del mejor lugar del mundo, «La isla perdida de Z».– [Dante]Menudao show, ¿eh?[/Dante] – me preguntó el guaperas de las alas, cuando yo estaba saboreando una hamburguesa con extra de queso.
– [Laura]No es para tanto[/Laura].- le miré intentando mantener una pose sexy o todo lo sexy que se puede entre bocado y bocado.- [Laura]Estoy acostumbrada[/Laura].- el vestido rojo y ceñido, más propio de una entrega de premios que de aquella fiesta me daba un aspecto ridículo si me veías al lado del Adonis alado que había a mi lado.- [Laura]Eres el hijo de ‘Wing’, ¿verdad?[/Laura]- al ver la cara que ponía al escuchar su apodo de la isla, enarqué una ceja y por mi mente se cruzaron unas cuantas palabrotas en ruso.
Él asintió. – [Dante]Mia.[/Dante] – y no dejó escapar la oportunidad de rectificar.- [Dante]Eres de la isla, ¿no?[/Dante]
– [Laura]Soy la hija de ‘Petra'[/Laura].- continué utilizando la nomenclatura de la isla.- [Laura]Laura[/Laura].
– [Dante]No me suena a ninguno de los nombres malos, así que debía ser de las buenas.[/Dante] – comentó con una sonrisa de medio lado. Quise darle las gracias a JJ por invitarme, pero estaba concentrada torturándonos con su gusto musical- [Dante]Soy Dante[/Dante].
– [Laura]Era la Torre Blanca y ahora es ‘The Soul'[/Laura].- le expliqué con orgullo.
– [Dante]Ya[/Dante].- soltó con cierto desdén.-[Dante] ¿Y qué, te gusta esto?[/Dante]
– [Laura]No mucho[/Laura].- suspiré.- [Laura]Me siento como ‘Teach’ sin agua[/Laura].- utilicé un refrán que aquí quizás no tuviera sentido.
– [Dante]¿De qué conoces a los cumpleañeros?[/Dante] – terció.
– [Laura]Solo conozco a JJ de la Universidad[/Laura].- nos habíamos hecho amigas después de que un día se me colapsase uno de los ordenadores de la biblioteca cuando intentaba hacer un trabajo.
– [Dante]¿Os lleváis bien?[/Dante] – parecía sorprendido.
– [Laura]A veces le digo que tendría que salir más, pero sí[/Laura].- JJ me caía bien. Todavía no se podía decir que fuéramos íntimas amigas, pero entre nosotras había muy buen rollo.
– [Dante]También tienes poderes o algo imagino, si te ha invitado.[/Dante] – comentó de pasada.
– [Laura]Seismokinesis, pero no la controlo[/Laura].- le mostré los brazaletes plateados que llevaba. El diseño era cosa de la isla. Aquí pasaban tan desapercibidos como cualquier pulsera.
Nos quedamos en silencio mientras empezaban a sonar las primeras notas de una canción que no conocía. Más tarde descubrí que se trataba de «La revolución sexual» de «La casa azul». El gusto musical de JJ era una mezcla entre brillante y ridículo.
– [Dante]¿Hace un baile?[/Dante] – me preguntó tendiéndome la mano.
– [Laura]Pensaba que no me lo ibas a pedir nunca[/Laura].- dejé el plato por ahí y le seguí a la improvisada pista de baile.
Tú que decidiste que tu vida no valía
Que te inclinaste por sentirte siempre mal
Que anticipabas un futuro catastrófico
Hoy pronosticas la revolución sexual
Dante bailaba muy bien y me hacía girar a cada segundo. Me lo estaba pasando en grande.- [Dante]Creo que tu amigo el trajeado quiere darse unas vueltas.[/Dante] -me susurró al oído. Ya podía haber sido otra cosa.
– [Laura]Ni en sueños[/Laura].- me reí y vi que Henry hablaba con un tipo de raza negra muy atractivo.- [Laura]Henry no baila[/Laura].
– [Dante]¿Apuestas algo?[/Dante] – volvió a susurrarme. Un susurro más y no me responsabilizaba de mis actos.
– [Laura]Viene hacia aquí[/Laura].- no fue como en las películas y la multitud se apartó para que pasase. Henry llegó a donde yo estaba cuando la canción cambió.
– [Dante]Ha sido más fácil de lo que pensaba[/Dante].- Dante me soltó la mano y se fue a bailar con otra persona.
– [Laura]¡Pero si tú no bailas![/Laura] – pregunté cuando Dante se alejó.
– [Henry]Me han mandadoo[/Henry].- bromeó levantando las manos y vi que intentaba mover los pies, pero lejos de la gracia natural de Dante estaba mi pobre Henry.
– [Laura]Muévete un poco y le digo a JJ que cambie de canción[/Laura]. – propuse dándole la mano. Empezamos a movernos como dos espantapájaros.
– [Henry]Dime cómo se baila esto y te copio los pasos[/Henry].- se movía de lado a lado y estaba poniéndose rojo de la vergüenza.
– [Owen]El repartidor de cartas, removiendo el cazo, el salero[/Owen].- intervino otro macizo sin camiseta.
Miré a JJ con cara de pena y ella supo lo que hacer. La canción de baile dio paso a ‘Just the way you are‘, de mi amado Bruno Mars.
– [Laura]¿Me concedes este baile?[/Laura]- pregunté entre risas y Henry asintió. Nos conocíamos tanto, que bailar abrazados no tenía importancia para nosotros.
Con Henry todo era fácil. Henry era siempre como volver a casa.
When I see your face
There’s not a thing that I would change ‘cause you’re amazing
Just the way you are
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