[align=center][b][SIZE=3][color=black]Christopher McLeod | Escocia[/SIZE][/color][/b]

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El teléfono dio cuatro tonos y cuando ya estaba a punto de colgar se escuchó la horrible y nasal voz de la secretaría, Janice. – [b]Universidad de Moondale, ¿digamelóooon?[/b]- preguntó con una risita.

– [b] [i] [color=#457238] Janice soy McLeod, necesito que me pases con la rectora Sheppard.[/SIZE] [/i] [/b] – aclaré de forma rápida para evitar que se fuese por las ramas como solía hacer.

– [b]OH-DIOS-MÍIIO, McLance. ¡Cuánto tiempo![/b].- respondió emocionada, aunque la verdad es que solía emocionarse por muchas cosas, lo más probable era que ni siquiera supiese quién era.- [b]¿Qué tal te va todo? ¿Y tu mujer Sophia cómo está?[/b]- al otro lado de la línea se escuchó como algo caía al suelo.

– [b] [i] [color=#457238]Janice, no estoy casado, y soy McLeod.[/color] [/i] [/b] – suspiré.- [b] [i] [color=#457238]Es urgente.[/color] [/i] [/b] – añadí para ver si dejaba de probar suerte con mi apellido, si seguía así lo próximo sería llamarme McTaggert, Barbara McTaggert, como la hija de mi tía Violet, la hermana de mi padre. Me recordaba a la tía Charisma, que para dar con mi nombre podía pasar en los cinco segundos anteriores por Ewan, Zack, Anne e incluso el mío y pasar de largo.

– [b]Siempre con prisas[/b].- comentó poniéndome un poco nervioso. Si fuera para algún otro asunto podría esperar, pero este era apremiante.- [b]McGrath, un día te vas a morir de un ataque al corazón y ¿quién crees que irá a tu funeral? Nadie, porque eres un viejo chocho.[/b] – hice caso omiso y «contraataqué».

– [b] [i] [color=#457238]Yo también me alegro de verte, Clarice.[/color] [/i] [/b] – respondí enfatizando el nombre.

– [b]Qué raro eres, McDonald[/b].- añadió justo antes de que empezase a escuchar un par de tonos y después la voz de la rectora al otro lado.

– [b] [i] [color=#457238]Mercy, soy McLeod, tengo algo que decirte.[/color] [/i] [/b] – dije precipitadamente.

– [b] [color=#6A9145]Buenas tardes, Christopher. Me alegra oírte[/color] [/b].- respondió de forma seria como de costumbre, pero sin duda agradable.

– [b] [i] [color=#457238]Buenas tardes y perdona las prisas, yo también me alegro de hablar contigo.[/color] [/i] [/b] – me disculpé.

– [b] [color=#6A9145]¿Me llamabas para…?[/color] [/b]- preguntó yendo al grano, algo que le agradecí sobremanera.

– [b] [i] [color=#457238]El bosque está lleno de cuervos.[/color] [/i] [/b] – recité para después callarme y escuchar la respuesta, si es que tenía razón en mis sospechas.

– [b] [color=#6A9145]Pero todavía quedan búhos[/color] [/b].- no la estaba viendo en ese preciso instante, pero habría podido apostar a que sonreía.

– [b] [i] [color=#457238]Siempre vigilando.[/color] [/i] [/b] – continué para terminar. Mis sospechas ya estaban confirmadas, solo faltaba poder hablar claro del tema, pero por teléfono no iba a ser posible.

– [b] [color=#6A9145]Interesante…[/color] [/b]- meditó en voz alta. Descubrir todo esto no había sido difícil después de que ella me pusiese en la pista.

– [b] [i] [color=#457238]Creo que eso implica que tendremos que hablar cuando vuelva a Moondale.[/color] [/i] [/b] – respondí al cabo de unos segundos en silencio, sin atreverme a dar más pistas por los oídos indiscretos que pudiesen estar escuchando, hasta la irritante Janice podía ser uno de ellos incluso sin saberlo ella misma.

Después de lo visto en la Iniciativa, de conocer lo que eran los Activos, era difícil confiar en alguien que no conocieses lo suficiente. Solo podía estar seguro de las personas con las que me había criado y de los que habíamos huido de la Iniciativa, pero incluso dentro de estos últimos podía haber colado alguno de los suyos. Las vacaciones habían conseguido que aclarase dudas respecto a la mayoría, pero aún así mantendría la cautela.

– [b] [color=#6A9145]En cuanto vuelvas te quiero en mi despacho. Me da igual la hora.[/color] [/b]- Mercy podía resultar un poco «mandona», pero después de hablar con ella unas cuantas veces la respetaba y me parecía justa.

– [b] [i] [color=#457238]El día quince llega nuestro avión. Tengo muchas cosas que preguntar y quizá algunas que pedir.[/color] [/i] [/b] – tras descubrir más de «Los Búhos» me di cuenta de que quizá podrían ayudarme en un problema importante y que necesitaba solucionar rápidamente.

– [b] [color=#6A9145]Hablamos entonces[/color] [/b].- dijo haciendo una pausa, para después añadir.- [b] [color=#6A9145]Ten un buen viaje[/color] [/b]

– [b] [i] [color=#457238]Gracias.[/color] [/i] [/b] – respondí. – [b] [i] [color=#457238]Y cuídate, los cuervos tienen la vista muy aguda.[/color] [/i] [/b] – añadí.

– [b] [color=#6A9145]Lo haré[/color] [/b].- finalizó justo antes de colgar.
Mientras bloqueaba el teléfono y lo guardaba en el bolsillo de la chaqueta pensé en lo que me quedaba por delante si conseguía que aceptasen lo que me proponía. Desde el día M supe que las cosas tenían que cambiar, pero no sólo respecto a Diana, si no a cosas que debía hacer, a enemigos que debía evitar antes de que se volviesen más fuertes y acabasen con nosotros antes siquiera de enfrentarnos al propio Mason.

Lo que más «miedo» me daba era no poder confiárselo a nadie más, si las cosas salían como planeaba, de todos nosotros sólo yo debía saber lo que iba a hacer, porque de lo contrario querrían acompañarme, y eso no era posible.

Pero todavía quedaba un día de vacaciones y tenía que aprovecharlo junto a los demás, algo más aliviado ahora que sabía que tendría la oportunidad y la ayuda para hacer lo que tenía pensado. El Vigilante se uniría a los búhos para hacer honor a su nombre.

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[spoiler]Ahí va un post express para abrir boca de cara al capítulo siguiente.

McLeod controlado por mí y Mercy y Janice por Stefy[/spoiler]