[align=center][SIZE=3][b]Cecil Anwalt | Biblioteca de la Universidad[/b][/SIZE]
[SIZE=2]Había pasado todo muy rápido, demasiado. Nada es lo que parece, todo parecía una mentira, un engaño. ¿Y sí no habíamos despertado de aquella pesadilla? ¿Y sí continuábamos aguantando contra ese demonio del miedo, y todo esto no era más que ilusión para asegurarse de que caemos y no volvemos a levantarnos? Sí, podía ser así, desde luego. En este mundo donde la línea entre lo que es de verdad y la fantasía es tan delgada, cualquier cosa puede ocurrir. ¿Pero esto?[/SIZE]
[QUOTE][color=black][SIZE=2]
– [b]Habéis sido cautivos del demonio del miedo.[/b] – había explicador Wasz en el pasado. – [b]De hecho aún seguís sumidos en el sueño que os ha inducido para acabar con vosotros desde dentro, con vuestras pesadillas, vuestros miedos, vuestras inseguridades.[/b]
[/SIZE][/color][/QUOTE]
[SIZE=2]Aquel sueño había sido real, muy real. Pero esto también lo era. Había dolor, mucho sufrimiento, pero sobre todo, miedo. ¿Acaso sería este una especie de castigo por llevar estas vidas? ¿Había vuelto este demonio o vino otro similar para separarnos, como siempre intentan hacer?
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Por qué ocurre esto… ¡POR QUÉ![/SIZE] [/i] [/b] – exclamé sin importarme lo que pudiera pasar si me escuchaban.
Estaba cansado de todo esto, de sentirme mal, indefenso. De notar cómo la sangre en mis venas se estremecía con cada gota de dolor y celos que mi cuerpo almacenaba. No podía, ya no… Lo había intentado, de verdad había intentado continuar hacia adelante, pasar página, ser feliz, pero todo salía mal.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] No valgo para esto.[/color] [/i] [/b] – susurré mientras palpaba mi colgante debajo de la ropa. Fui a sacarlo para arrancármelo y tirarlo muy lejos, pues no me lo merecía, pero algo me detuvo. Alguien…[/color]
[QUOTE][color=black][SIZE=2][b][u]Flashback, hace una semana…[/u][/b]
[i]“A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas.” (Plutarco)[/i]
No hacía muchos días que nos vimos. Tampoco pasó mucho tiempo desde que la avisé para que saliéramos. Quizás por eso había dormido inquieto durante la noche. Eso o que la patrulla que hicimos me dejó con más mal cuerpo del que esperaba.
“Hagamos una cosa, salgamos un día, ¿vale? Salgamos un día, hablemos y preguntémonos todas las cosas que queramos saber del otro y después, la próxima vez que nos encontremos, tocaremos ese tema.”
Esas mismas palabras resonaban en mi cabeza cada vez que pensaba en ella. La residencia se encontraba desierta, muy silenciosa, pero sabía que si llamaba, ella saldría por esa puerta. En parte, con mantener ese pensamiento durante unos segundos, conseguía ignorar los nervios que vendrían después.
La puerta se abrió a los pocos y allí estaba. De pie, descalza, vestida con un pijama de infierno en el que al parecer, tenía dibujado perritos por todos lados. Se mostraba adormilada, como si se hubiera olvidado de que hoy era el día, pero verla así no me molestó lo más menos. Simplemente sonreí al verla de aquella manera, al ver su cabello un tanto revuelto, quizás por alguna postura no muy recomendable a la hora de dormir, y sonreí, sorprendido, al ver su cara de sorpresa al tenerme en frente de su puerta.
– [b] [color=#CC858A] ¿Cecil?[/SIZE] [/b]
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Vaya, no me esperaba tener ese efecto por las mañanas.[/color] [/i] [/b] – dije mientras la miraba. –[b] [i] [color=#3B7B6E] Habíamos quedado hoy, ¿recuerdas?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] No[/color] [/b].- contestó, muy convencida.- [b] [color=#CC858A] Espera aquí que voy a vestirme[/color] [/b].
Cerró la puerta sin darme tiempo a decirla algo, pero escuché ruido en el dormitorio, movimiento. Negué levemente con la cabeza y, mientras esperaba, me apoyé en el marco de la puerta. Nunca cambiaría, desde luego que no.
– [b] [color=#CC858A] Vuelve a llamar a la puerta[/color] [/b]. – escuché cómo decía desde el otro lado, consiguiendo que soltase una carcajada mientras me acercaba.- [b] [color=#CC858A] Hola Cecil, recordaba perfectamente nuestra cita, así que ya estoy vestida[/color] [/b].
Aquellas palabras las había dicho con rapidez, de carrerilla, como si las hubiera estado meditando en el poco tiempo que tuvo mientras se cambiaba. Pero poco escuchaba, no enteramente. Tardó poco tiempo en salir, pero igualmente, tuve que reprimir algún sonidito de admiración cuando pude verla. Anonadado.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Estas lista entonces? Si necesitas hacer algo más, no me importa esperarte.[/color] [/i] [/b] – sonreí. –[b] [i] [color=#3B7B6E] Todavía es pronto, así que no habría problema con eso.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Estoy lista[/color] [/b].- salió, cerró la puerta y se quedó esperando junto a mí, mirándome con su habitual mirada. – [b] [color=#CC858A] ¿Dónde vamos?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#3B7B6E] A muchos sitios. Ya verás.[/color] [/i] [/b] – dije mientras la sonreía e incitaba a que saliéramos.
[/color][/color][/QUOTE]
[QUOTE][color=black][SIZE=2]La primera parada fue desayunar. Parecía una tontería, pero después de verla en pijama y vestirse a todo correr, no podía olvidarme de algo como esto. Pronto, nos vimos sentados una mesa alta con taburetes, ella tomando té, yo bebiendo leche con chocolate y picando alguna que otra cosilla, como cruasanes o tostadas.
– [b] [color=#CC858A] ¿Esto es una cita?[/SIZE] [/b] – preguntó mientras comía. Directa al grano, [i]yeah[/i]. Si hubiera sido Christopher, habría conseguido que me atragantase mientras bebía, pero no. Desde luego, algo por sorpresa me había pillado, pero era parte de su encanto, ¿no?
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Bueno, ya te lo dije ayer.[/color] [/i] [/b] – me encogí de hombros. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Un día en el que saldríamos, en el que hablaríamos y nos preguntaríamos cosas que en un día normal no se nos ocurriría. ¿Consideras eso una cita?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Sí[/color] [/b].- se encogió de hombros y continuó con su desayuno.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Supondría algún problema entonces?[/color] [/i] [/b] – dije sin apartarle la mirada.
– [b] [color=#CC858A] No, siempre y cuando mantengas tus manos donde pueda verlas[/color] [/b].- contestó seria para después sonreír. Desde luego, su sentido del humor era único. Sí fuera otra persona, me lo hubiera tomado de otra manera, pero con ella…
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Creo que me conoces lo suficiente como para saber que no soy de esos.[/color] [/i] [/b] – dije mientras le devolvía el gesto.
– [b] [color=#CC858A] Sólo te lo recordaba, por si acaso[/color] [/b].- siguió comiendo y por supuesto, continuando con la broma.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Mi mala memoria y yo, ya me conoces.[/color] [/i] [/b] – dije mientras me tocaba varias veces la cabeza con un dedo. Mala memoria para algunas cosas, claro…
Después de ese momento que algunos calificarían como raro, mientras otros, como yo, lo calificarían de curioso y dulce, salimos de la cafetería antes de lo esperado.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Escoge uno de ellos.[/color] [/i] [/b] – dije mientras conducía, entregándole dos pequeños sobres.- [b] [i] [color=#3B7B6E] El otro se reservará para esta tarde.[/color] [/i] [/b] – la miré de reojo durante unos pocos segundos y pude percibir como me lanzaba una sonrisa sorprendida, incluso divertida. Aunque quizás sólo yo lo apreciase así.
– [b] [color=#CC858A] El de la derecha[/color] [/b]. – dijo muy seria, después de estar pensándoselo un poco.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Ábrelo.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] ¿Me vas a llevar al zoo?[/color] [/b].- preguntó, sonriendo abiertamente, contenta por saber nuestra siguiente parada. Te llevaría las veces que quieras si vuelves a sonreír así, en serio. – [b] [color=#CC858A] Te daría un abrazo, pero no es mi estilo[/color] [/b].- admitió. Bueno, y por el “intento de gesto” también.- [b] [color=#CC858A] Aunque siempre puedes cerrar los ojos e imaginártelo, en la imaginación de la gente suelo ser más cariñosa[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#3B7B6E] No tengo que imaginarte de ninguna manera.[/color] [/i] [/b] – dije, para luego añadir. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Me gustas tal como eres, así que no te infravalores.[/color] [/i] [/b] – paré de hablar durante unos segundos, consiguiendo tener un momento un tanto incómodo. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Ehh bueno, ¿tienes alguna zona del zoo que te guste más que las otras? Lo digo por si quieres que la veamos antes.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Gracias, tú también estás…bien cómo estás. Eres muy simpático[/color] [/b].- dijo con cierta dificultad. Bueno, al menos algo es algo, ¿no?- [b] [color=#CC858A] Me gusta el orden, así que empecemos por el principio[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Claro, me parece un buen comienzo.[/color] [/i] [/b]
No tuvimos que esperar mucha cola para comprar las entradas. De hecho, tampoco tuvimos ninguna clase de problema con la gente. Había, por su puesto, sobre todo padres que llevaban a sus hijos, pero por el resto, todo estaba excepcionalmente tranquilo, como si el sol se hubiera puesto de nuestro lado, como si quisiese que no nos lloviera ni hiciese mucho frío. Tenía la cámara digital de Liad (¡Saca muchas MUCHAS fotos! Dijo cuándo me la dejó) aunque en realidad, no estuve utilizándola mucho. Prefería estar viendo lo que tenía delante con mis ojos, que a través de la cámara, o al menos, esta vez.
El zoo era grande, espacioso y aunque vimos muchas de las zonas, no pudimos ver todo de forma completa y lenta. Vimos leones y tigres (aunque los condenados bengalas no se dignaban a aparecer), reptiles, koalas y muchos más. Paramos durante un buen rato en “la sección acuática”, sobre todo con los delfines, lugar donde, aunque podía llegar a ser un poco agobiante por su reducido tamaño, había cosas por las que valía la pena estar allí todo el tiempo necesario.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Venga, ¿nos hacemos algunas fotos?[/color] [/i] [/b] – le dije al rato, señalando unas cabinas de fotomatón. No había querido ponerse el gorrito de delfín junto al mío de koala que habíamos comprado, ¡tenía que convencerla para esto!
– [b] [color=#CC858A] Seremos un cliché andante, pero…[/color] [/b]- aparté la cortinita de la cabina para que pudiera pasar.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Algunos clichés merecen la pena hacerlos.[/color] [/i] [/b] – añadí mientras me metía yo también.
Desde luego, era algo que todos, en momentos puntuales o que considerásemos importante, lo habíamos hecho. Daba igual si era con familia, con amigos o con personas que también te importen, era como una especie de ritual meterse en esa camina y sonreír, hacer muecas y cualquier otra cosa que sucediese. A Rebecca eso le costaba, el “soltarse” de esa manera, pero no lo hizo nada mal, la verdad. Mientras yo hacía todo tipo de cosas, poses y muecas, ella intentaba seguirme el ritmo, mirándome a veces, alucinada y sorprendida, cuando en otras miraba al foco. Finalmente, cuando salieron las fotos, sonreí satisfecho, porque el resultado no había sido malo.
Y aunque lo fuera, poco me importaría.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Una para cada uno. Así tendrás nuevo separador de libros, ¿no?[/color] [/i] [/b] – sonreí.
– [b] [color=#CC858A] Supongo que tendré que plastificarlo para que no se estropee, pero no es mala idea[/color] [/b].- comentó con una sonrisita mientras miraba las fotos.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Quieres que volvamos al campus a comer allí? Por si quieres cambiarte de ropa y calzado para esta tarde. Luego nos tocará andar un poco.[/color] [/i] [/b] – le expliqué mientras continuábamos andando.
– [b] [color=#CC858A] De acuerdo[/color] [/b].- asintió.- [b] [color=#CC858A] Ha sido estupenda la visita al zoo, no creo que nada pueda superarla[/color] [/b].
Y de verdad, mientras salíamos de allí, mientras hablábamos en el coche o comíamos en la cafetería, esperaba que fuera así, uno de esos días que al principio quizás uno no pensase que se desarrollasen de la manera en que iban. Era algo extraño, hacía bastante tiempo que no me sentía de esta manera, contento pero nervioso, inquieto pero tranquilo. Sí, muy contradictorio, desde luego…
Nos dimos un tiempo después de comer. No nos fuimos de la universidad tan rápido, más bien nos quedamos sentados, al principio en la cafetería, simplemente charlando. Luego, dimos un breve paseo por el campus hasta que finalmente, comenzamos a dirigirnos hacia nuestra última parada. Las horas empezaban a notarse, la temperatura también, y era comprensible que después de un día de caminata, de ver animales, de charlar y de muchas más cosas, como cualquier otro humano, también estábamos cansados. Pero no dejábamos que el cansancio ganase, y como si estuviéramos siendo movidos por una extraña y desconocida energía, continuábamos nuestro camino con decisión. [/color][/color][/QUOTE]
[QUOTE][SIZE=2][color=black]
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Hay una zona por aquí, algo alejada, que te permite ver bien Moondale.[/SIZE] [/i] [/b] – le dije, indicándole el camino con el brazo.
Al fin y al cabo, había investigado lo suficiente todo esto como para conocerme estos sitios.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿No quieres preguntarme nada?[/color] [/i] [/b] – dije después de un rato mientras caminábamos. – [b] [i] [color=#3B7B6E] No sé, tendrás curiosidad por saber algo, ¿no?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Tengo demasiadas preguntas, así que finjamos que te las he hecho y respóndeme[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Vale, pero luego me toca a mí, ¿eh?[/color] [/i] [/b] – contesté, sonriéndola levemente. Tan directa como siempre, eso nunca falla. O casi nunca. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Aunque sería un poco repetitivo hablar de mi color, comida, peli o canción favorita, ¿no? ¿Quizás algo más en concreto?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Primero eso y después una explicación de por qué me has invitado a pasar este día[/color] [/b].- dijo bastante seria, aunque con buenas intenciones, claro.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Mm bueno, veamos…[/color] [/i] [/b] – dije, pensativo. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Mi película favorita es Push. No es que sea muy buena pero me entretiene bastante, y eso es lo que cuenta. Color… rojo y negro me gustan, aunque el azul es bonito. Canciones tengo muchas, aunque últimamente me ha dado con Sum 41. La pasta me encanta, aunque la tarta de chocolate también me gusta mucho. Y… creo que ya está, vaya.[/color] [/i] [/b] – pausa. –[b] [i] [color=#3B7B6E] Y sobre lo segundo… Por simple que pueda parecer, me apetecía.[/color] [/i] [/b] – me encogí de hombros. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Llevaba algo de tiempo meditándolo, pensando que tanto a ti como a mí nos vendría bien salir un poco, despejarnos y bueno, pasar un rato agradable, ¿no? Uno necesita airearse de vez en cuando y no me pareció mala idea.[/color] [/i] [/b] – contesté serio mientras proseguíamos en el camino. Desde luego, habría que pensar algo para Liad para que no se viera tan apartado… – [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Por qué lo preguntas? ¿Te esperabas alguna otra cosa?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] No[/color][/b].- negó con la cabeza.- [b] [color=#CC858A] Si esto fuera una serie de adolescentes quizás, pero en la vida real todo siempre es más sencillo o más complicado, según se mire[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Las series de adolescentes siempre son lo mismo. Los más populares acaban juntos, la chica se enamora del chico malo o cosas así. Nada real, la verdad…[/color] [/i] [/b] – silencio. –[b] [i] [color=#3B7B6E] Ahora te toca a ti, ¿eh?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A]El Rey León porque me trae buenos recuerdos. Verde como el de los campos de Escocia. Cualquiera de The Beatles y tú no lo has dicho, pero mi serie favorita es Friends, probablemente porque es la única que he visto entera, además mi madre y yo la veíamos juntas todos los jueves[/color][/b].
Le sonreí sin saber muy bien qué decir. Aquello último que había dicho era importante, mucho. Seguramente, tanto que no a cualquiera se lo habría contado, ni siquiera de la manera en que lo había hecho. Ella me devolvió la sonrisa cuando me vio, una sonrisa un poco triste, pero igualmente sincera.
– [b] [color=#CC858A] Gracias[/color][/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Por qué?[/color][/i][/b] – dije mientras le señalaba a dónde íbamos. ¡Ya estábamos muy cerca!
– [b] [color=#CC858A] Porque…sí[/color][/b].- contestó, muy convencida.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] No hace falta que me las des.[/color][/i][/b] – añadí. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Estas cosas a mí no me cuestan. Y además… intuía que no te desagradarían.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Pero igualmente quería agradecértelo[/color][/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E] No tenías que hacerlo, decir que si a pasar el día fuera es suficiente para mí. [/color] [/i] [/b] – sonríe, sintiendo de forma momentánea bastante calor.
– [b][color=#CC858A] ¿Esas frases te las enseñó Edward Cullen?[/color] [/b]- preguntó muy seria, pero luego, al sonreír, me quedé con eso último.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Por favor, ¿de verdad crees tendría un altar con esos libros?[/color] [/i] [/b] – puse los ojos en blanco, riéndome. Desde luego, ¡fue ese intento de vampiro quien se copió de mí, no yo! – [b] [i] [color=#3B7B6E] Bueno, ya estamos aquí.[/color] [/i] [/b] – dije finalmente. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Se pueden ver bastantes partes de la ciudad, quedando todo bastante bonito, para qué negarlo.[/color] [/i] [/b] – añadí, intentando cambiar de tema.
Después de la caminata que nos habíamos pegado a estas horas, aunque no fuera nada “extraordinario”, por fin pudimos respirar algo tranquilos, parar y tomar el aire de esta zona. Estaba un poco apartado el lugar, escuchándose principalmente la naturaleza, aunque se apreciase el movimiento de algunos coches, claro. El día, [i]este[/i] estaba llegando a su fin. Cada vez quedaba menos tiempo para que estuviéramos aquí ambos, como si en el mundo no existiera nada más. Pero por desgracia, las cosas no son así.
– [b] [color=#CC858A] Desde la muerte de mi madre…bueno…[/color] [/b].- admitió después de pasar un buen rato en silencio, admirando el paisaje. Eso era un tema muy delicado, demasiado. Le puse una mano en el hombro en señal de apoyo, procurando no incomodarla.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] ¿Quieres que regresemos a la residencia ya o esperamos un rato más?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Me gustaría ver el atardecer[/color] [/b].- comentó sin apartar la vista del horizonte. Ya faltaba poco tiempo…
– [b] [i] [color=#3B7B6E] De acuerdo.[/color] [/i] [/b] – asentí. -[b] [i] [color=#3B7B6E] Esperemos un rato más entonces.[/color] [/i] [/b]
Dudaba que ocurriera algo mientras regresásemos, pero no importaba. Si algo se acercaba lo suficiente a nosotros como para presentirlo, me encargaría de ello para que no le pasase nada, para que esa puesta del sol, ese paseo o esos delfines haciendo sus jugadas continuasen siendo eso, un día que cualquiera, como yo, recordaría dentro de muchos, muchos años.
El camino estuvo envuelto en un halo de silencio y tranquilidad. No necesitábamos hablar, simplemente continuábamos hacia adelante. Pero el regresar a la universidad, a “la vida” normal consiguió devolverme la tensión y la angustia. Había sido un día largo, pero estaba llegando a su fin.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Ha sido un buen día, ¿no?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] ¿Afirmas o preguntas?[/color][/b].- sonrisa.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Ambas.[/color] [/i] [/b] – sonreí, quedándonos delante de su dormitorio.
– [b] [color=#CC858A] Ha sido un buen día, sí[/color] [/b].- asintió y comenzó a rebuscar dentro de su bolso hasta que finalmente, sacó las llaves. – [b] [color=#CC858A] Pero los mejores están por venir o eso dicen[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Claro, seguro que sí.[/color] [/i] [/b] – contesté, esperando a que entrase en su dormitorio. Mejorar esperar hasta que estuviera dentro para marcharme. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Por cierto, no te olvides.[/color] [/i] [/b] –dije, metiendo la mano en el bolsillo interno de la cazadora y sacando su tira de fotos. –[b] [i] [color=#3B7B6E] Esto es para ti.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A] Gracias una vez más[/color][/b].- Lo cogió y se quedó sin saber qué hacer, pero al final me dio un abrazo.- [b] [color=#CC858A] No sé ni qué decir[/color] [/b].- me dijo al oído a los pocos segundos, aun abrazándonos.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] No te preocupes.[/color][/i][/b] – dije una vez que nos separamos. – [b] [i] [color=#3B7B6E] Ya hablaremos estos días, ¿vale?[/color] [/i] [/b] – arqué las cejas, indicándole a lo que me refería.
– [b][color=#CC858A]Cuando quieras[/color][/b].- suspiró. Le hice un gesto con la mano y me dispuse a marcharme, aunque no… Todavía no podía marcharme.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Por cierto, una cosa más.[/color] [/i] [/b] – me apresuré antes de que cerrase la puerta.
– [b] [color=#CC858A] Dime[/color][/b].- se giró.
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Ha sido un gran día y me lo he pasado muy bien pero… Eso no quita que no quiera hacer eso.[/color] [/i] [/b]
Mis palabras habían sonado rápidas, nerviosas, como si me faltase el aire. Acercándome a ella, la agarré de la mano con cuidado, atrayéndola hacia mí para después besarla. Un simple y sencillo beso, en el que ambos estuviéramos juntos, en el que puse todo lo que significaba para mí, aunque fuera por unos segundos. No era mucho pedir, ¿no?
– [b] [i] [color=#3B7B6E] Recuerda esto, ¿vale? Puede que las cosas no siempre salgan como nosotros esperamos, pero recuerda los buenos momentos, como cuando tenías a tu madre al lado. Eso son los que merecen la pena guardar.[/color] [/i] [/b] – paré de hablar, pero continué mirándola. – [b] [i] [color=#3B7B6E] No me arrepiento lo que acabo de hacer, ¿de acuerdo? Tú vales mucho, que no se te olvide.[/color] [/i] [/b]
Cuando finalmente nos separamos, dejando cierta distancia prudencial ambos, nos miramos por unos segundos. Se mostraba sorprendida, no decía nada, pero tampoco hacía falta. Les esbocé un intento de breve sonrisa y después me marché. Escuché la puerta cerrarse y me apresuré para llegar a mi dormitorio.
Quedaba poco para que llegase ese momento… Pero al menos, después de todo este día, había sacado una cosa bastante clara.
No me arrepentiría de eso último que acababa de hacer.[/color]
[/color][/QUOTE]
[SIZE=2]
Esas eran mis palabras, las había dicho yo… Resonaban con fuerza, como si fuesen una enorme campada y en el fondo sabía que tenía razón. Habíamos sido elegidos por alguien aun cuando vieron nuestros peores miedos, todas aquellas heridas que habíamos acumulado a lo largo de nuestras vidas. Y aun así, confiaron en nosotros. Confiaron porque vieron algo en nosotros que nos hacía distintos, por lo que valía la pena luchar. Lo vieron en Daniel, en Sarah, Diana, Christopher, Ed, en Dominic e incluso el día, el menos mágico de todos nosotros.
Eso debía de significar algo, TENÍA que valer algo.
– [i]Las cosas pierden su valor con el tiempo. El tuyo ya ha pasado.[/i]
Cerré los ojos, giré la cabeza procurando respirar, conservar la calma. Esto que estaba viendo, aquí estaba ocurriendo algo malo que empezaba a hacer mella en nosotros. Si estaba en lo cierto, debíamos de ser rápidos y actuar antes de que ganase terreno.
En cambio… ¿y si todo esto era verdad? No, planteármelo sería mucho peor. Nada de lo vivido tendría el valor que todavía tiene para mí. Y si esto no lo fuera, ella tampoco lo sería, y eso es algo que no me permito dejar pensar. Ni si quiera en el peor de los casos…
Todo iría bien, les volvería ver a todos. Y también volvería a verla, aunque sólo fuera una vez. Pero todos ellos, todo lo que significan, deben no darme, sino darnos fuerzas para superar esto.
Siempre y en cualquier situación, por muy complicada que fuese.
Al fin y al cabo, así deberían de actuar los «elegidos», ¿no?[/SIZE]
[spoiler] .____. Despues de un rato intentando dividirlo bien en partes, aquí lo tenéis, un post de 10 paginas bastante fresquito. Rebecca manejada por Stefy (gracias ;D) y Gracias a Alph, Dracon y Stefy por leerme y comentar, porque sé que lo hareis ^^[/spoiler]
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