[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Illya Novak | Nave Industrial, Apartamento de Illya
[color=#81BEF7]MAÑANA[/SIZE][/color][/font][/b]
Uno de los placeres que había olvidado después de que me convirtiese en lo que era, había sido el de despertarme con los primeros rayos de sol. Gracias a la constructora de Fenris y a los miembros del grupo, podía disfrutar de su calidez sin temer por mi vida, pero no había palabras ni hechos en este mundo lo bastante grandes como para expresar el agradecimiento que sentía.
Por eso, una vez terminé de limpiar un poco y de desayunar (costumbre que extrañamente todavía mantenía, porque el desayuno es la comida más importante del día), saqué la esterilla de hacer yoga, me puse unos leggins y un top, encendí la radio y aprovechando los rayos de sol, me dejé llevar.
La ventaja de que a esas horas no hubiese nadie, es que Ed no podía burlarse de mis gustos musicales, por lo que en ese momento, en la radio sonaba ‘Yellow’ de Coldplay tan fuerte, que retumbaban los pasillos de la nave industrial. El yoga, además de ayudarme a mantenerme en forma (otra costumbre absurda porque los muertos no engordan, ni tienen colesterol), me servía para mantener a Lillith bajo la superficie. Aún no me había perdonado lo ocurrido y todavía me costaba estar en la misma habitación que Ed, sobre todo, porque normalmente, cuando muerdes a alguien es que una parte de ti se siente atraída por esa persona y en eso, prefería no pensar, primero porque Ed era mi amigo, segundo porque él estaba (o pretendía estar) con Kaylee y tercero, porque los muertos no tienen relaciones con los vivos. Esto no es ‘Crepúsculo’. Gracias al Cielo.
Dejé la mente en blanco, evitando pensar en Ed y en mordiscos, por lo que decidí pasar de la postura de “El perro mirando para abajo” (Adho Mukha Svanasana) a la de “Camatkarasana” (Kamasutra para Diana) llevando el peso a una de mis manos rodando hacia el borde externo del pie, pero la canción se interrumpió de pronto, cambiando al anuncio que hizo que perdiese el equilibrio y me cayera de bruces sobre la esterilla.
Cuando terminó el anuncio, estuve a punto de coger el teléfono para llamar a Sarah, pero alguien empezó a llamar de manera insistente a la ventana, era una chica bajita y rubia, que parecía estar escribiendo algo en una libreta. Una vez terminó, puso la hoja sobre la ventana para que pudiera leer: [b]”No te asustes, solo he venido a ayudarte. Soy la Cazadora, pero no vengo a matarte, me han dicho que eres buena y me gustaría hablar contigo.”[/b].
En mi cabeza, debió aparecer una expresión de pánico, porque casi sin pensarlo, fui hasta la mesa de la cocina, cogí la libreta de los apuntes y escribí, en una de las últimas hojas lo siguiente: [i]”VETE”[/i]
[i]Necesitarás ayuda, podemos ayudarte.[/i] – Me devolvió la chica el mensaje a los pocos segundos y yo, señalé de nuevo a mi cartel: [i]”VETE”[/i]. Había pensado en añadirle un “por favor”, pero no quería que sonase demasiado blanda.
– [b]Como quieras, pero sólo queremos ayudarte.[/b] – La chica era más terca que yo.
Fruncí el ceño a la par que escribía y volví a pegar la libreta contra el cristal- [i]No necesito tu ayuda[/i].
– [b]¿No te cuesta controlar la sed? ¿No te amenazan los demás vampiros? ¿No estás sola?[/b] – Volvió a la carga.
– [i]No[/i]- Escribí en letras grandes con un par de exclamaciones.
– [b]Hemos oído de ti por un informador, los vampiros te quieren muerta y nadie puede protegerte mejor que la Cazadora.[/b]- Desde luego, la chica era vehemente.
Suspiré algo cansada.- [i]Prefiero morir[/i].- Sentencié.
– [b]Está bien, pero si necesitas ayuda, estaremos en la biblioteca de la Universidad.[/b] – Garabateó por última vez y se dio la vuelta, pero aún así, le puse.-[i]Que te vaya bien[/i].
La chica, me había hecho olvidarme de que quería llamar a Sarah, por lo que aprovechando que en la radio sonaba otra canción melódica (esta vez de James Blunt), volví a intentar la postura de “El perro mirando para abajo”, pero una vez más, en pleno clímax de la relajación, un ruido atronador para un vampiro, pero casi imperceptible para una persona, que provenía desde la zona que usábamos como salón, pero que en realidad, todavía casi no tenía muros, porque los obreros se los estaban tomando con calma.
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Quién anda ahí?[/SIZE] [/i] [/b]- Pregunté armándome con un ladrillo.
– [b] [color=#8B312E] Frank, Frank Umbra, el fumador de Merelia.[/color] [/b] – De las sombras, apareció el vampiro que conocí durante las vacaciones. Instintivamente, solté el ladrillo que hizo un sonoro «crack» al romperse y me aproximé a él. – [b] [color=#8B312E] Lo siento, parece el nombre de un asesino en serie[/color] [/b]
La luz, me iluminó durante un segundo, que fue el tiempo que tardé en percatarme de que seguía llevando unos leggins y un top como único atuendo. Frank, que también se había dado cuenta, vio cómo en su cara aparecía el ceño durante un momento y se giró para no mirarme directamente. Un vampiro sabía lo que significaban esas cosas. Por alguna extraña razón, cuando Frank se giró, esbocé una sonrisa tímida.- [b] [i] [color=#EE5159]¿Cómo has entrado?[/color] [/i] [/b]- Le escruté con la mirada.
– [b] [color=#8B312E] Un mago nunca revela sus secretos. Y en esta parte de la nave no vive nadie.[/color] [/b] – Era demasiado cortés para añadir que en realidad, no “vivía” nadie en esta nave – [b] [color=#8B312E] He venido a verte.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Podías haber llamado a la puerta como todo el mundo[/color] [/i] [/b].- Al darme cuenta de que iba a sonreír de nuevo, me puse a la defensiva. Era una costumbre extraña que había adoptado después de estar tanto tiempo sola.
– [b] [color=#8B312E] Lo siento, viejas y malas costumbres.[/color] [/b] – Se disculpó agachando la cabeza para esbozar una sonrisa tímida- [b] [color=#8B312E] Necesito preguntarte algo…espero que no te moleste.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Normalmente, cuando pides perdón antes de preguntar, lo que vas a decir no es agradable, pero puedes decirlo[/color] [/i] [/b].- Le invité a hablar con un gesto con las manos.
– [b] [color=#8B312E] ¿Te alimentas de humanos?[/color] [/b] – Me quedé helada un par de segundos, no me esperaba ese tipo de pregunta.
– [b] [i] [color=#EE5159]No[/color] [/i] [/b].- Lo justo habría sido añadirle “habitualmente”.
– [b] [color=#8B312E] ¿Por qué?[/color] [/b] – Parecía intrigado.
– [b] [i] [color=#EE5159]No lo sé[/color] [/i] [/b].- Admití.
– [b] [color=#8B312E] ¿Cuánto hace que te convertiste?[/color] [/b] – Me apoyé contra la mesa de billar, un poco incómoda. Nadie me había preguntado eso. Ni siquiera Sarah.
– [b] [i] [color=#EE5159]No sé hacia dónde te diriges con esto…[/color] [/i] [/b]- Expresé mi incomodidad.- [b] [i] [color=#EE5159]Pero hace unos años…pocos[/color] [/i] [/b].
[b] [color=#8B312E] Yo llevo desde los 60 y solo llevo sin beber desde principios de este milenio.[/color] [/b]- Sabía que me lo contaba, en parte, para que me sintiera cómoda.
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Eres de los de Woodstock?[/color] [/i] [/b]- Sonreí imaginándome a Frank en aquella bacanal de sexo, drogas y rock and roll en la que fallecieron tres personal.- [b] [i] [color=#EE5159]¿Cuándo fue la última vez que te alimentaste de alguien?[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#8B312E] Tuve una recaída hace unos pocos años, pero prácticamente desde 2001.[/color] [/b] – Asentí para demostrar que le escuchaba – [b] [color=#8B312E] Tuve gran parte de la culpa de lo de Woodstock, tengo bastante de lo que arrepentirme.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Mi recaída es más reciente….sólo hace un mes[/color] [/i] [/b].- Agaché la cabeza avergonzada. Si aquello era una especie de cita en el mundo vampírico, no era muy normal hablar de la última vez que…
– [b] [color=#8B312E] A veces el hambre es…demasiado.[/color] [/b] – Se apoyó contra la pared – [b] [color=#8B312E] Se supone que hay un par de vampiros que consiguieron su alma de nuevo y controlaban mejor la sed.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]No soy una de ellos[/color] [/i] [/b].- Lo mío, por suerte o por desgracia, no tenía nada que ver con lo de Angelus y William the Bloody, alias Spike.- [b] [i] [color=#EE5159]Si ahora mismo me dejase llevar, la población de Moondale descendería significativamente[/color] [/i] [/b].
– [b] [color=#8B312E] Tenemos encima la perpetua.[/color] [/b] – Murmuró. – [b] [color=#8B312E] ¿Lo llevas sola?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Antes sí, ahora…no tanto[/color] [/i] [/b].- Me expliqué como pude, evitando hablar más de la cuenta, pero con Frank era difícil. Algo en él me atraía de una forma extraña…vampírica, quizás.- [b] [i] [color=#EE5159]Aunque después de lo que pasó, prefiero mantener las distancias, por si acaso[/color] [/i] [/b].
– [b] [color=#8B312E] Es mejor que no estés sola, créeme, llevo muchos años solo.[/color] [/b] – Me dijo. – [b] [color=#8B312E] Si no tienes nadie que te distraiga, la sed es peor. El latido de los corazones de la gente es tentador, pero lo contrario es mucho peor.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Y tú? ¿Estás…solo?[/color] [/i] [/b]- Mientras le preguntaba, me solté el coletero que mantenía atada mi melena.
– [b] [color=#8B312E] Sí.[/color] [/b] – Sentenció sin apartar la vista de mí.
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Por eso has venido?[/color] [/i] [/b]- Pregunté con perspicacia.
– [b] [color=#8B312E] Quizá[/color] [/b].- Concedió.- [b] [color=#8B312E] La soledad es dura, y estar solo eternamente aún más.[/color] [/b]
Cuando dijo aquello, en mi cara apareció durante un segundo el ceño vampírico. No hacía falta que dijera nada. Un vampiro sabe lo que significa eso.- [b] [i] [color=#EE5159]Si quieres acompañarme…creo que todavía me queda café[/color] [/i] [/b].- Puse una excusa absurda, no creía que a Frank le gustase el café, pero necesitaba que estuviese un poco más conmigo. Algo dentro de mí me empujaba a hacerlo.
– [b] [color=#8B312E] Sería un placer.[/color] [/b]
[i]“No Frank, el placer es mío”[/i].- Pensé mientras le guiaba hasta la cocina.
Porque esto no era ‘Crepúsculo’. Gracias al Cielo.
[spoiler]Ills, como diría mi abuela, es “la niña de los veinte novios”[/spoiler]
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