Moondale

VOLVIENDOSE PERSONAL

Daniel Arkkan | Universidad de Moondale

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Giré la última curva y llegué al aparcamiento de la Universidad, dejé el coche, salí y tras cerrarlo con llave eché un vistazo al cielo, parecía de una dimensión completamente opuesta, estaba totalmente despejado…calmado, ajeno al tenso ambiente en Moondale, al caos que se había liberado.

Bajé la mirada y vi como los estudiantes caminaban por el campus, la mayoría parecían tranquilos, otros quizá no tanto, tal vez preocupados por el supuesto asesino en serie que acechaba en Moondale. [i]Todos estarían más preocupados si supieran la verdad que se esconde tras las muertes.[/i] Incluso yo mismo lo estaba.

Hacía ya varias noches que dormía menos, tras el aumento de la actividad de Mason decidí volver a patrullar por las noches la residencia Hexe. Sarah había mejorado mucho, pero no lo suficiente para que supusiéramos una amenaza para Mason, ni siquiera los dos juntos…

Me despejé un poco, me había distraído completamente y seguía parado al lado del coche. Comencé a caminar hacia el edificio principal, sin duda Sarah o McLeod estarían en la cafetería. Mientras caminaba me sumergí de nuevo en mis pensamientos.

Todo el tema de Mason se estaba volviendo aún más personal, por varias razones: una de ellas era el peligro que suponía para Sarah, las antiguas profecías y los rumores corren rápido en el mundo sobrenatural, quizá Mason se interesara demasiado; otra de ellas era un tema familiar, la piedra de [i]Deorc[/i], el colgante que concedía ese enorme poder a Mason, había sido custodiada por mi familia, hasta que Mason asesinó a su guardián y comenzó su imparable aumento de poder, era mi deber familiar, mi deber como aesir; esas eran dos de las más importantes, aunque había otra razón más, una razón más…oculta en mi interior.

Sin darme cuenta ya estaba casi al lado de la cafetería, entré y vi que la sala estaba repleta, me interné en ella y busqué con la mirada a Sarah o McLeod, no los encontraba por ninguna parte.

[i]Justo hoy no tienen el mono de café…[/i] Vi una mano alzarse a lo lejos, era Sarah, que estaba sentada con otra estudiante. Sonreí y me acerqué hacia ella.

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