[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Rebecca Lee | La Iniciativa
[color=#81BEF7]MaÑana[/SIZE][/color][/font][/b]
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Supe que no estaba muerta porque el dolor punzante que se extendía desde el hombro hasta la yema de los dedos, no podía ser producto de mi imaginación. Casi no podía abrir los ojos por culpa del sedante, pero aún así sabía que estaba en una habitación muy blanca, con una luz potente que me hacía arder las pupilas, todavía excesivamente sensibles.
Estaba tumbada en una camilla, con correas alrededor de mi cuerpo que me impedían moverme y acrecentaban el dolor del brazo. Tenía la boca pastosa por culpa del sedante y notaba cómo el labio seguía hinchado y partido.
Aunque no veía nada, notaba a mucha gente a mi alrededor y cómo mi dedo derecho tenía puesto un medidor de pulso que reflejaba los latidos de mi corazón en la pantalla.
– [b] [color=#0E2936]Usa el P-03375P.[/SIZE] [/b] – Escuché decir al General Preston, a mi padre.
– [b] [color=#CC858A]¿Pa…pá?[/color] [/b]- Articulé con dificultad. Nunca le había llamado así, pero estaba demasiado sedada como para procesarlo: ¿Qué me estaban haciendo?
– [b] [color=#737337]Sí, señor…[/color] [/b]- Le respondió una voz femenina con cierto deje de miedo en la voz.
Al sentir que alguien tomaba mi brazo y comenzaba a darle con un algodón empapado en algo que debía ser alcohol, me revolví como pude.
– [b] [color=#CC858A]Dom..[/color] [/b]- Balbuceé luchando con las escasas fuerzas que me quedaban.
– [b] [color=#0E2936]Comprueba el efecto y después envíala a la silla para que le hagan una extracción.[/color] [/b] – Cuando pronunció la palabra “extracción” la sala quedó en silencio. Un silencio roto por los violentos movimientos que hacía para escapar. El brazo me dolía horrores, pero tenía que salir de allí como fuera. – [b] [color=#0E2936]Voy a encargarme de los intrusos, sigue con la operación pase lo que pase.[/color] [/b]
– [b] [color=#737337]S-señor, me parece excesivo…[/color] [/b]- La mujer, con más fuerza de la que esperaba, tensó mi brazo, dio dos toques con los dedos en el antebrazo para buscar la vena y me pinchó con una aguja.
Un dolor inimaginable se extendió por el brazo que no tenía dolorido y me atravesó el cuerpo entero, hasta la espina dorsal. Me convulsioné violentamente un par de veces y escuché cómo mi ritmo cardíaco aumentaba.
De mi boca empezaron a salir gritos de dolor. Me estaba desgarrando por dentro. No podía soportarlo, quería morirme. – [b] [color=#CC858A]Papá, por favor…tengo miedo…Dom…[/color] [/b]- Le rogué llorando como nunca había hecho.
– [b] [color=#0E2936] Aquí soy yo el que da las órdenes.[/color] [/b] – Sentenció el General Preston haciendo caso omiso a mis gritos y sacudidas. Tras ello, cerró la puerta dando un fuerte golpe.[/color]
[QUOTE=***FLASHBACK*** Una semana después de volver de Escocia***]
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Aquella mañana, estaba en mi habitación, intentando asimilar que me habían puesto un cinco en el trabajo sobre ‘Orgullo y prejuicio’, cuando de pronto, escuché que alguien llamaba a la puerta.
– [b] [color=#CC858A]¿Dom, eres tú?[/SIZE] [/b]-Pregunté levantándome de un salto, con una alegría impropia de una persona que acaba de jorobar su media.- [b] [color=#CC858A]Sabes de sobra que no me hacen gracia ese tipo de bromas[/color] [/b].- Me quejé al ver que había puesto el dedo en la mirilla.
Al ver que no me respondía, desabroché unos cuantos botones de mi camisa de cuadros que me hacía parecer, según él, una leñadora sexy y me solté el pelo: Al fin y al cabo, un cinco era un aprobado, ¿verdad? Había que celebrarlo.
Abría la puerta y sin mirarle, caminé en dirección a la habitación.- [b] [color=#CC858A]Eres peor que un crío…[/color] [/b]- Protesté y al ver que no me contestaba, me giré.
No estaba preparada para encontrarme con el General Preston, es decir, con mi padre, en la puerta de mi habitación de la Residencia. Instintivamente, fui a cerrar la puerta, pero él colocó su bota en medio y entró dando un portazo tras él.- [b] [color=#0E2936]Has cambiado mucho. Quizá demasiado[/color] [/b] .– Espetó con desprecio, mirándome de arriba abajo.
– [b] [color=#CC858A]¿Qué haces aquí?[/color] [/b]- Le pregunté, impertérrita, abotonándome la camisa con rapidez.- [b] [color=#CC858A]Vete[/color] [/b].
– [b] [color=#0E2936]Vengo a hablar de tu futuro y de ese tal Dominic.[/color] [/b] – Echó un vistazo rápido a la habitación y reparó en la mesita de noche sobre la que había un marco con varias fotos nuestras.
– [b] [color=#CC858A]Mi futuro no es algo de tu incumbencia[/color] [/b].- En vez de hablar, parecía que estaba escupiendo cada una de las palabras que le decía.
– [b] [color=#0E2936]Eres mi hija, lo quieras o no. No pienso permitir que andes con cierto tipo de…»gente».[/color] [/b]- Apuntó con cara de asco, mirando ahora una foto que había clavada en la pared en la que salíamos todos. La habíamos hecho el día de Nochebuena, mientras bailábamos ‘Los Pajaritos’.
– [b] [color=#CC858A]Seré tu hija, pero tú no eres mi padre[/color] [/b].- Le recordé. Mi padre era el marido de mi madre, no él.
– [b] [color=#0E2936]Lo seré quieras o no. ¿Sabes con qué clase de «gente» te relacionas?[/color] [/b] – Me preguntó mirándome directamente a la cara.
– [b] [color=#CC858A]Sí[/color] [/b].- Me crucé de brazos, rezando porque Dominic no apareciera en ese preciso instante.
– [b] [color=#0E2936]¿Sabes que no es humano? ¿Y que sabiendo su naturaleza se ha negado a aportar lo único que su existencia podía aportar?[/color] [/b] – Añadió. Noté cómo un escalofrío me recorría de arriba abajo. Acababa de reducir a mi novio a un trozo de carne con la que se podía experimentar.
– [b] [color=#CC858A]Sí es humano[/color] [/b].- Recalqué cada palabra.- [b] [color=#CC858A]Mucho más que tú[/color] [/b].
– [b] [color=#0E2936]Su genética no dice lo mismo.[/color] [/b] – Me recordó. – [b] [color=#0E2936]Es una abominación y no permitiré que sigas relacionándote con él ni con el resto de abominaciones con las que te relacionas.[/color] [/b]
– [b] [color=#CC858A]No puedes hacer nada para impedírmelo[/color] [/b].- Di un paso hacia adelante, con bravuconería.- [b] [color=#CC858A]Ya no tienes ningún poder sobre mí, ni siquiera llevo tu apellido[/color] [/b].
– [b] [color=#0E2936]Tengo más poder del que piensas. Con una simple orden puedo hacer que te separes de todos ellos aunque no quieras, no me obligues a hacerlo.[/color] [/b]- Al decirlo, me tuve que llevar la mano a los brazos, porque de pronto, noté cómo la habitación se helaba.
– [b] [color=#CC858A]No me das miedo[/color] [/b].- Apreté la mandíbula para que no notase que estaba temblando.- [b] [color=#CC858A]No conseguirás separarme de él: Le quiero[/color] [/b].-Los nervios no me dejaron decirle lo mucho que apreciaba a todos los del grupo, que me trataban como a una más, pese a ser una mujer florero.
– [b] [color=#0E2936]¿Vas a poner a un grupo de monstruos por encima de tu propia familia?[/color] [/b]- Me preguntó, con la vena de la sien a punto de estallarle.
– [b] [color=#CC858A]Él y mi tío Jaime son la familia que me queda[/color] [/b].- Le recordé, con un nudo en la garganta. Cerré los ojos un momento, para evitar que me cayesen las lágrimas y pensé en las vacaciones en Escocia, cuando Sarah y Diana cantaron conmigo ‘I’m so excited’, de The Pointer Sisters.
– [b] [color=#0E2936]Es tu decisión, entonces. Aprovecha el tiempo que te queda con ellos.[/color] [/b]- Sentenció apretando la mandíbula y tras decir eso, se giró sobre sus talones dispuesto a irse.
– [b] [color=#CC858A]Eres un monstruo[/color] [/b].- Fue lo último que le dije antes diese un portazo y me dejase sola en mi habitación, con más miedo del que había tenido jamás, aunque intentase disimularlo. [/QUOTE]
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Las convulsiones eran cada vez más violentas. Mi cuerpo se movía con rapidez, como si quisiera librarse de lo que fuera que me hubiesen hecho, pero no se veía capaz. Pero por si eso no fuera suficiente, de la boca empezó a salirme una espuma blanquecina, que indicaba que las cosas se estaban poniendo peor aún.
Me estaba muriendo y cuanto antes lo asimilase, mejor. Y aunque tenía miedo a la muerte, como casi todo el mundo, lo que más miedo me daba era perder a Dom por no haberle dicho la verdad a tiempo.[/SIZE]
[QUOTE= ***FLASHBACK***Ese mismo día, unas horas después]
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Era casi mediodía, el General hacía casi una hora que se había ido, pero aún así, no había sido capaz de moverme del sitio en el que me había quedado cuando se marchó.
Escuché a alguien tocar a la puerta, pero estaba en shock, ni siquiera podía moverme, así que al poco, ese alguien comenzó a trastear con una llave en la cerradura y al final, entró.
– [b] [i] [color=#383A72] Algún día te arrepentirás de haberme dado una llave.-[/SIZE] [/i] [/b] Dijo Dom a modo de saludo, con una enorme sonrisa en la boca.-[b] [i] [color=#383A72] ¿Te encuentras bien?[/color] [/i] [/b]- Preguntó al verme en mitad de la estancia, sin mover un músculo.
– [b] [color=#CC858A]¿Qué? Sí, sí…[/color] [/b]- Le respondí de forma automática.
– [b] [i] [color=#383A72] ¿Seguro? Tienes cara de haber visto un fantasma.[/color] [/i] [/b]- Se acercó hasta mí y me cogió la cara entre las manos para besarme.
– [b] [color=#CC858A]No, en serio, estoy bien[/color] [/b].- Asentí algo mejor. Su presencia me reconfortaba.
Dom se separó de mí para dejarme espacio y sacó algo del bolsillo interior de su cazadora, parecían dos entradas.- [b] [i] [color=#383A72] Tengo las entradas para… esa cosa que querías ir a ver.[/color] [/i] [/b]- Me explicó componiendo una mueca.
– [b] [color=#CC858A]¿Para ‘El cascanueces’, interpretado por el Ballet Imperial Ruso?[/color] [/b] – Esbocé una especie de sonrisa, que no expresaba ni la mínima parte de lo que sentía, pero todavía seguía preocupada.
[b] [i] [color=#383A72] Así es.[/color] [/i] [/b] – Aireó las entradas y me sentí extrañamente feliz.
– [b] [color=#CC858A]¿Qué pretendes conseguir con eso?[/color] [/b]- Le pregunté, jugueteando con mi pelo.
– [b] [i] [color=#383A72] ¿Yo? Nada. Solo te escuché decir que querías ir a verla y eso estoy haciendo.[/color] [/i] [/b]- Puso cara de bueno y de pronto, tuve unas ganas inmensas de abrazarle. Tantas, que di un salto y le rodeé la con mis piernas. Él, para que no me cayera, me sujetó por la cintura y me di un beso.
– [b] [i] [color=#383A72] Te recogeré a las siete[/color] [/i] [/b] – Me posó en el suelo con delicadeza en el suelo y me besó nuevamente.
En ese momento, supe que debía haberle dicho la verdad, pero tenía miedo de que no me aceptase por la persona que realmente era: Rebecca Preston. [/color] [/QUOTE]
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– [b] [i] [color=#383A72] Dom…[/SIZE] [/i] [/b]- Balbuceé nuevamente y noté, cómo mi corazón latía desesperadamente, taladrándome los oídos.
Latía a tanta velocidad, que el medidor hacía un ruido ensordecedor que al poco, cesó y ya no se oía nada. Noté cómo poco a poco, me iba perdiendo en la negrura.
– [b] [color=#737337]Está entrando en parada: ¡Desfibrilador![/color] [/b]- Fue lo último que escuché antes de [i]dormirme[/i].
Ojalá hubiese dicho la verdad a tiempo.
[spoiler]A ver si os gusta. A mí esta niña me da cada día más pena, angelico mío *la achucha*[/spoiler]
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