[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Manicomio abandonado
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
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La noche había empezado bastante movida, pero por desgracia para nosotros, no iba a ser la última sorpresa del día.
Mientras volvíamos a colocar la mesa y las sillas en su sitio, que se habían caído en la refriega con los licántropos, Diana permanecía frente a la puerta de la «habitación» de Christopher, acompañada de Sarah, que estaba hablando con ella para que se mantuviese distraída y no continuase preocupándose por las dos noches de transformaciones que nos quedaban y en las que los licántropos quizá lo siguiesen intentando, pese a haberlos repelido esa noche.
Dominic quería agilizar la tarea levantando la mesa y las sillas una a una con la telekinesis, pero después del esfuerzo que ya había tenido que hacer y sin estar seguros de que pudiese repetirse, le dije que sería mejor que guardase las fuerzas. Entre todos volvimos a colocarlo todo en un momento, pero en cuanto terminamos imperó el silencio, solo roto por la conversación de Sarah con su hermana.
La miré preocupado, tanto por la preocupación que sabía que ella misma acarreaba al ver a su hermana así y tras el susto de la inesperada lucha, como por la forma en la que el licántropo alfa la había agarrado por el gorro de la sudadera cortándole la respiración. En parte deseaba que volviesen, para verme cara a cara con el líder de la manada y ajustar cuentas pendientes, pero por otra parte, prefería que se quedasen en su guarida lamiéndose las heridas para evitar que pudieran hacerle daño a alguien más.
Me paré a pensar lo mucho que habían cambiado las cosas, en otro tiempo no habría tardado en salir detrás de ellos, deseoso de acabar con el licántropo, porque si bien normalmente habría tenido cuidado, él no era inocente, había cambiado a forma humana a voluntad y tenía el mismo propósito, así que no habría tenido piedad con él. Pero ahora había cosas más importantes.
Crucé la sala para recoger las cartas que el viento había arrastrado hasta la otra punta y de la que pasaba al lado de Sarah le di un beso en la cabeza, sintiendo el aroma fresco de su pelo y la suavidad de sus labios cuando se giró para darme un beso en la cara, sonriente para animar a su hermana pero preocupada, había aprendido mucho de su hermana y trataba de devolverle lo mucho que había cuidado de ella siempre. Pero Diana tampoco se quedaba atrás y bromeaba con su hermana, intentando que ella tampoco se preocupase, y así podrían seguir toda la noche.
Mientras recogía las cartas sentí algo a mi espalda, la típica sensación de que algo te está observando, pero decidí no girarme, no quería parecer un paranoico ni mostrar miedo en ese preciso momento y lugar. La sensación desapareció al rato, pero a continuación lo que percibí era distinto, una gran sombra contra la pared. Me giré para ver lo que era, dispuesto a encontrarme con cualquier cosa, y a quien vi fue a Daakka.
– [b] [i] [color=#c2a765] Daakka ayuda Daniel.[/SIZE] [/i] [/b] – explicó con una extraña sonrisa, todavía estaba acostumbrándose a eso de sonreír.
Asentí con la cabeza y continué recogiendo el desastre causado por el viento mientras Daakka se unía a mí. – [b] [i] [color=#4F5360]Gracias.[/color] [/i] [/b] – le dije mientras recogíamos. No era solo por ayudarme a recoger, si no por ayudarnos con los licántropos, Daakka se había arriesgado sin titubear con los licántropos, igual que los demás, y entre todos habíamos podidos salir indemnes. A mi hermano le daría un ataque al corazón al enterarse de lo que había pasado y de que casi había salido de su…sitio.
La sensación en la nuca volvió y esta vez me giré, justo en el momento adecuado para ver una sombra moverse rápidamente frente a la ventana rota.
– [b] [i] [color=#4F5360]Hay algo fuera.[/color] [/i] [/b] – dije más alto de lo que estaba acostumbrado a hablar, para que todos se enterasen. Vi como se giraban en dirección a la ventana, justo para ver como un grupo de casi una docena de vampiros y vampiresas entraba por ella.
– [b] [i] [color=#BB609C] Tened cuidado.[/color] [/i] [/b] – nos indicó Sarah preocupada mientras se dirigía a toda velocidad hacia ellos con la Lágrima de Freya en una mano.
Daakka y yo avanzamos lo más rápido que pudimos desde nuestra posición, más alejada del resto, pero ayuda necesitaban. Dominic había lanzando al último que entró por la ventana de nuevo fuera de ella, y cuando volvió a entrar le clavó la estaca de su muñeca.
Diana conjuró algo en voz baja, y una especie de esfera verdosa salió disparada hacia una vampiresa, cubriéndola de una sustancia verdosa, a continuación le lanzó una bola de fuego, que al impactar con la sustancia verdosa hizo que se propagase, cubriendo a la vampiresa en llamas.
Otro de ellos tenía el cuerpo lleno de quemaduras casi con aspecto de cenizas, provocadas por los wisp de Ed que le tenían rodeado y de los que trataba de zafarse como si fuesen moscas sin conseguir nada.
No sabía cómo Cara se las había apañado para sujetar a uno por la espalda, mientras Rebecca le incapacitaba con su poder e Illya terminaba por atravesarle con una estaca improvisada sacada de una silla que se había partido en la pelea anterior.
Sarah mientras tanto hacía igual que en la cocina, cuando había que freír, amasar o cualquier otra cosa, quería hacerlo todo ella, por eso en ese instantes estaba peleando a la vez con dos vampiros, dio un salto en el aire para golpear a uno en el pecho con las dos piernas y se impulsó para colocarse entre otros dos, estacando al que tenía de frente mientras el otro se giraba hacia ella. Vi mi oportunidad de aportar algo, aunque sabía que ella se zafaría de él sin problemas, y canalicé mi poder en un rayo de luz orientado hacia el vampiro, que ni siquiera lo sintió, simplemente me miró desorientado y trató de atacar a Sarah, que se agachó, le golpeó un par de veces y le clavó la estaca para terminar.
Daakka había conseguido coger al último, que escapaba por la ventana, y le había sometido a una terapia de…choque. Pero algo raro ocurría, mi poder no le había hecho nada. Por un momento me invadió una sensación de angustia, no sabía que hacer sin mi poder, siempre me había acompañado, me había acostumbrado a luchar con él y últimamente me estaba acostumbrando aún más a curar con él, Illya me estaba enseñando lo que podía sobre medicina para poder aplicarlo mejor, para poder salvar a los que quería, si perdía eso no sabía que sería de mí.
Pero la angustia no duró demasiado, cuando vi que no todos los vampiros se habían convertido en cenizas, entre ellos, el último que había matado Sarah, sobre el que había utilizado mi poder sin que se inmutase. Me acerqué hasta Sarah, que lo miraba angustiada por la sangre oscura que salía de él y vi que aún estaba vivo. Mientras me ponía al lado de Sarah y sentía como los demás se reunían a nuestro alrededor, el «vampiro» comenzó a cambiar de forma delante de nuestros ojos, dejando ver a un ser humanoide con aspecto de zorro, que sangraba por la herida del pecho.
– [b] [i] [color=#BB609C] ¿Quiénes sois? ¿Por qué os habéis hecho pasar por vampiros?[/color] [/i] [/b] – preguntó Sarah intentando no titubear, con miedo y pena percibiéndose en su voz, pero haciendo un esfuerzo porque era su deber.
– [b]Nunca traicionaré a mi señor.[/b] – respondió respirando con dificultad.
– [b] [i] [color=#843181]Me parece que a tu señor Tod no le importa mucho lo que te pase.[/color] [/i] [/b] – sentenció Diana haciendo una referencia a la película de Disney Tod y Toby, en la que Tod era un zorro, aunque no con ansias asesinas.
Me acerqué para utilizar mi poder ligeramente y cerrar su herida un poco, para que comprendiese que podíamos curarle si nos ayudaba. Pareció pensárselo un rato, hasta que al final cedió. – [b]Teníamos que causar…una guerra entre vosotros y los vampiros…agh…para que el resto de los Kitsune y el conjunto de los Oni pudiera aumentar su poder e influencia.[/b] – explicó con dificultad, la herida podía haber llegado hasta un órgano y poco podría hacer por salvarle, ni siquiera Illya con el material que teníamos allí.
– [b] [i] [color=#383A72]¿Demonios japoneses?[/color] [/i] [/b] – preguntó Dom. Por el momento nunca nos habíamos enfrentado a ninguno, pero por lo visto parecían ser de los que utilizaban planes a largo plazo, debilitarte y luego acabar contigo.
– [b] [i] [color=#BB609C] ¿Quién?[/color] [/i] [/b] – preguntó Sarah directa.
– [b]Lord Kento, señor de los Kitsune y líder de los Oni.[/b] – replicó. Vi su brazo moverse con rapidez para coger la pata de la mesa que se había roto antes e Illya había utilizado y me dispuse a inutilizarlo igual que los demás, pero la dirección del ataque me sorprendió y me impidió actuar, se había apuñalado a sí mismo en la misma herida, quedando muerto al instante. Cuando me puse en pie vi que los demás cuerpos habían desaparecido, no podía distinguir si la ceniza del suelo era la de todos ellos, o algunos se habían esfumado, pero estaba claro que teníamos un nuevo problema, uno que permanecía oculto.
– [b] [i] [color=#266EAC] ¿Queréis que los busque?[/color] [/i] [/b] – preguntó Ed refiriéndose a buscarlos con su poder ahora que los conocía, para ver dónde estaban si es que seguían vivos, y seguirlos.
– [b] [i] [color=#BB609C] No, descansa, ha sido una noche muy larga para todos y lo de los Oni puede ser demasiado grande como para pensarlo en caliente.[/color] [/i] [/b] – meditó Sarah. Sentía como echaba de menos el apoyo de mi hermano para la toma de ese tipo de decisiones, pero se desenvolvía perfectamente.
– [b] [i] [color=#843181]Tengo un mini ‘¿Quién es quién?’, podemos vendarle los ojos a Dom y ganarle todos por turnos.[/color] [/i] [/b] – bromeó Diana para romper el hielo, aunque sacó de una mochila un pequeño juego que colocó encima de la mesa, seguida de un pañuelo para el cuello que estiró mientras los demás nos reíamos.
Por si teníamos poco con el Doctor y la Iniciativa, ahora teníamos una banda de licántropos fanáticos que querían unir a Christopher a sus filas, y un grupo de demonios japoneses que pretendía que iniciasemos una guerra con los vampiros para exterminarnos mutuamente. Pero al menos habíamos resistido y nos teníamos los unos a los otros, lo demás tendría que ir poco a poco, y mientras tanto no había nada mejor que ganar a Dominic en algún juego y pasarlo bien con la familia, salvo que Cara acabase en el hospital con una indigestión porque tenía las galletas que quedaban en la mano y continuaba comiéndoselas ajena a todo lo que había pasado.
Cuando me giré para mirar el cuerpo del demonio, había desaparecido, solo quedaba la mancha de sangre en el suelo.
Una ráfaga de viento atravesó la ventana rota y me pareció escuchar «Tan tan tanuki…» como si el propio viento lo susurrase.
[spoiler]Post breve para avanzar la parte de los Oni que es cortilla. Espero haber llevado bien a los personajes, pero si hay algo que no, podéis editar sin problema.Con esto saltamos al día siguiente y podéis rolear tranquilamente varias combinaciones.[/spoiler]
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