[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Cara Arkkan | CabaÑa de la señora Tottenkinder
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
La oscuridad estuvo a punto de engullirla, pero se detuvo, rodeándola, cercándola, y empezando a tomar forma de las personas que recordaba, las que creía haber conocido, su hermano, Elizabeth, Sarah, Diana, Ed, Daakka, Vincent, Dom, Illya, pero también la familia de McLeod, al menos a los que conocía, sus padres, su abuelo, todos empezaban a formarse y la miraban con ojos oscuros.
– [b]No deberías estar aquí. No deberías existir.[/b] -gritaron a la vez, junto antes de abalanzarse sobre ella. Se encogió y cerró los ojos, preparada, pero las sombras se desvanecieron antes de tocarla. No quería volver a verlas, no quería pensar, solo seguir, salir de allí.
El frío volvía a azotar sus mejillas de forma implacable y sus piernas amenazaban con no ser capaces de seguir, tenía los pies helados, aunque esperaba que no lo suficiente para que tuvieran que cortárselos, pero además se clavaba todas las rocas del camino. Hacia poco que una de esas rocas le había hecho una herida en la planta del pie, añadiendo unas huellas de sangre al goteo que ya dejaban los tiros de su pierna y su brazo.
Más de una vez trató de mirar atrás y dar la vuelta al bosque en el que estaba el chico raro, pero ya no estaba a la vista, tenía que seguir adelante, pero tenía mucho frío, demasiado, y escuchaba a los cazadores reírse tras ella, hablando de lo que le harían, como si fuese un animal, como si ni siquiera pudiera entenderles.
Llegó un punto en el que el frío le quemaba y se detuvo cerca de un árbol para resguardarse de la tormenta polar que parecía a punto de arrollarla. Se arropó con sus propios brazos, tratando de mantener el calor. Intentó no dormirse, había escuchado a los demás hablar de que era una suerte que no se hubiera dormido en la nieve, pero no lo consiguió, el sueño la llamaba, quizá al despertar volviese a revolverse en las sábanas.
Despertó en una cama, pero no era la suya era mucho más dura. Se levantó deprisa y comprobó que alguien la había vestido. Se encontraba en una pequeña casa de piedra, muy parecida a aquella en la que recordaba que vivía la mujer del bosque la había encontrado. La buscó con la mirada, esperando que la hubiese encontrado de nuevo, y así fue.
Miró a la mujer y vio el rostro que recordaba, pero había algo en ella que la asustaba, que la hacía querer huir, pronto ese rostro se transformó en una máscara de locura. Mientras se acercaba hasta ella vio destellos de color rojizo en su pelo.
[/SIZE]
[spoiler]Nota: Alph va a llevar a la señora Tottenkinder. Cuando llegue el momento me lo decís y le doy las indicaciones.[/spoiler]
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daakka | Recuerdos.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Daakka observó impotente a los médicos, preparando algún tipo de prueba o medicamento que probar en él. Estaba listo para volver a utilizar la misma táctica de antes, aunque no estaba seguro de si ese grupo sabría impedírselo, aunque algo le decía que sí, que lo estaban y que eso explicaba porqué esta vez sentía su cuerpo más abatido por las drogas, casi se sentía separado de su cuerpo, como si alguien hubiese cortado su cabeza y se la hubiese llevado a otro lugar. La sensación era extraña y agobiante y duró demasiado tiempo.
Duró hasta que la sensación se transmitió también a su cabeza, y no fue capaz de luchar durante más tiempo contra el sueño que le abatía, al final el mundo onírico venció y lo arrastró con él. Cerró los ojos y los abrió en un lugar alejado de toda civilización humana. Miró alrededor y no vio signos de ninguna forma de vida, eso estaba bien por la parte de no tener doctores cerca y estar «libre», pero tenía la profunda sensación de que seguía en la cápsula, que estaba dentro de su cabeza.
La sensación se confirmó cuando alguien se presentó frente a él. Era uno de los suyos, un demonio Rakkthathor, y lo observaba con cautela. Pero no era un Rakkthathor cualquiera, lo sabía gracias a su memoria genética. Lo había visto más de una vez gracias a los ojos de otros antepasados, a juzgar por la cicatriz del ojo derecho, era ya líder de la tribu, el Kor. Se llamaba Asekk, y era su padre.
[/SIZE]
[spoiler]Nota: Stefy me va a llevar a la madre de Daakka.[/spoiler]
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Bill Parker | Su vieja casa.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
La pistola se encasquilló y Klara siguió avanzando, impasible. Bill comprobó varias veces la pistola y ajustó la corredera hasta que la bala que la obstruía salió. Cuando lo consiguió, su hija ya estaba a punto de abalanzarse sobre él, así que sin tiempo a meditarlo, disparó, deseando que todo fuese un mal sueño, una pesadilla que desapareciera cuando el se levantase sobresaltado en la comisaría, como si solo hubiera pasado un minuto, con cosas que explicar a sus compañeros pero con su hija a salvo.
El cuerpo de Klara cayó inerte al suelo, y allí se quedó. Pasaba el tiempo, pero el sueño no se desvanecía, ni el cuerpo de la que una vez había sido su hija. Bill esperó durante un tiempo que se hizo interminable, lo único que rompió el silencio fueron unos pasos en el pasillo. Asió con fuerza la pistola, tratando de evitar pensar en la posibilidad de que todo eso fuese real, y apuntó. Bajo el marco de la puerta apareció una figura que conocía perfectamente, una figura que conocía y odiaba, su padre.
– [b]A Samantha no le gustará cuando sepa que has matado a su pequeña.[/b] – comentó con una oscura sonrisa. A su lado apareció una figura que también conocía a la perfección, pero que nunca habría esperado ver al lado de ese hombre, su mujer, Samantha, pero con un halo de oscuridad a su alrededor y una malicia en sus ojos que le dejaron claro que algo iba mal en ella.
[/SIZE]
[spoiler]Nota: Igual que con Cara, Samantha oscura es Stefy.[/spoiler]
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Logan Villiers | Casa de sus padres.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Logan se detuvo unos pasos antes de abandonar el hospital, confuso al escuchar el eco de una voz que le llamaba, a lo lejos, una voz que le recordaba a la de Illya. Miró a lo lejos y esperó todo lo que pudo, pero no volvió a escuchar la voz, era un simple eco, un truco de quien fuera que estuviese haciendo eso, allí no quedaba nada salvo las cenizas de unas vidas consumidas mucho tiempo atrás.
Continuó caminando hasta salir al exterior. Fuera, miró hacia el cielo y la luz del sol le impactó de lleno, cegándolo ligeramente. En ese momento una lengua de fuego salida del hospital pareció engullirle, Logan cerró los ojos, sorprendido, pero algo le hizo abrirlos al poco.
– [b]¡Abre los ojos, monstruo![/b] – los abrió, pero estaban encendidos de ira. Sabía quien era antes de abrirlos, su padre, ese sucio paleto borracho que le miraba en ese mismo instante con una barra de metal en las manos y su pistola en el cinto. A su lado su madre permanecía impasible, como si no le importase que le abriese la cabeza con ello, para ella también era un monstruo.
[/SIZE]
[spoiler]Nota: Alph me va a llevar a Nathan Pet…al padre borracho de Logan.[/spoiler]
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Hiroshi Sato | Alcantarillas bajo el bosque.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Hiroshi observó la celda, tratando de encontrar un lugar por el que escapar. Había poco que mirar, excepto las paredes de piedra y la puerta de metal que parecía imposible de forzar. Observó en su lugar el suelo, para ver si encontraba algún respiradero, o cualquier resquicio de una piedra suelta, pero no fue así, en lugar de ello la suerte le deparó otra cosa. Bajo una alfombra de un color marrón mugriento, vio una reja de metal. Se acercó hasta ella y levantó la alfombra, debajo, había una reja que conducía a una alcantarilla, probablemente el conducto diese a algún lugar, cualquiera era mejor que en el que se encontraba, pero no sabía lo que le esperaba.
Un gruñido gutural al otro lado del bosque y unas pisadas gigantescas acercándose le hicieron decidirse, golpeó con fuerza la reja hasta forzarla y se tiró. Cayó a un agua apestosa que le cubrió hasta la cintura, y empezó a caminar, tanteando las paredes porque la oscuridad no le dejaba ver. Escuchó un fuerte ruido arriba, el monstruo acababa de derribar la puerta, y justo después emitió un grito que helaba la sangre.
Caminó más aprisa, hasta que su pie se topó con una zona desnivelada y cayó por una especie de rampa. Se puso en pie y mientras comprobaba que estaba bien escuchó de nuevo al ser arriba, pero esta vez le acompañaban unos gritos de mujer. Pudo reconocer la voz al instante, era «Daenerys», y no tenía posibilidad de volver a subir por la rampa.
[/SIZE]
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Vincent C. Solo| Departamento de Policia de Moondale.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Vincent abrió los ojos y se llevó una mano a la cabeza, que le dolía como si se hubiese dado un golpe. Al abrir los ojos entendió el dolor, estaba sentado en su escritorio del Departamento, y por la posición de unas cuantas cosas de encima de la mesa y las marcas que notaba en la frente, debía haber caído fulminado contra la mesa.
Así que era eso, todo un simple sueño, o más bien un mal sueño, pero así debía ser si lo que recordaba era el pasado, pocos buenos recuerdos podía traerle su mundo natal, excepto el tiempo que pasó con su mujer, el tiempo en el que creyó que podía cambiar el mundo y ajusticiar a los que habían asesinado a sus padres. Al final hubo justicia, pero no tenía lugar allí, había perdido ese camino.
No tardó en ser consciente de que le observaban y se giró para verles. Sus compañeros del Departamento parecían tener una mueca divertida, como si les resultase gracioso que se hubiese dormido así, desmayado diría.
– [b] [color=#8F532C] Lo siento, estaba teniendo una pesadilla con la realidad alternativa de la que vengo.[/SIZE] [/b] – se escuchó decir sin ningún control. No entendía como, no podía mentir pero tampoco necesitaba decir lo que pensaba a la primera de cambio, podía, simplemente no hablar, esto era extraño.
– [b]¡Entrega tu placa y todo lo que llevas encima! No queremos alienígenas aquí.[/b] – dijo el Jefe vitoreado por todos.
– [b] [color=#8F532C] No soy alienígena, vengo de una realidad alternativa, estoy infiltrado aquí para que no os déis cuenta de los casos sobrenaturales.[/color] [/b] – volvió a escucharse. En ese momento la marea de policías se lo llevó. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba en la calle, vestido con una túnica y unos pantalones de arpillera, se había convertido en un mendigo, un paria de ese mundo, y recordaba lo que ocurría en Aihalia con los mendigos.
[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Illya Novak | Calles de Velze.
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Illya retrocedió, levantándose como pudo por el dolor que punzaba todo su costado, y por la sangre que no paraba de perder y que empezaba a entumecerla. Escuchó un ruido al fondo del pasillo, como de alguien tropezando contra algo de metal, probablemente una silla, así que hizo acopio de fuerzas y pasó al lado del cuerpo.
Pudo ver que el cuerpo estaba irreconocible, porque estaba completamente quemado. Parecía más una víctima de lo que hubiese hecho cerrar ese lugar que del loco que iba tras ella, pero también parecía reciente, demasiado para ser normal.
En ese momento sintió calor y giró la cabeza instintivamente, en las paredes, antes oscuras y cubiertas de las marcas del fuego, empezaban a crepitar llamas. Miró a su alrededor y vio que el fuego estaba renaciendo de nuevo en las paredes, volviendo a devorar el lugar.
Se puso en pie a duras penas y comenzó a caminar lo más rápido que pudo, tratando de dejar atrás el fuego. Parecía que no llegaría nunca, pero al final encontró la puerta de salida. Los ruidos del lunático habían sido acallados por el intenso crepitar de las llamas, pero aún así se giró para mirar, y al fondo del pasillo vio una figura que conocía, era Logan Villiers, y caminaba internándose cada vez más en el fuego. Lo llamó, pero no la escuchó y se perdió entre las llamas.
Sin poder hacer nada más salió al exterior. Sintió un intenso mareo y cuando abrió los ojos el hospital era una figura en la distancia, no sabía como había avanzado tanto, pero el costado aún le sangraba, y tras ella una figura caminaba tras ella, tenía apariencia humana, pero con la luz en su contra parecía forjada a partir de la misma oscuridad.
[/SIZE]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.