[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Hiroshi Sato | Alcantarillas bajo el bosque.

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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Me levante del suelo comprobando que no tuviese nada roto. La alcantarilla estaba tan oscura que no note que había llegado al final de ella, cayendo a una zona más amplia, pero aun dentro e igual de oscuro.

Note como las piernas se me empezaban a quedar frías, intente frotarlas con las manos para entrar en calor, pero de poco sirvió. Por si fuera poco, el olor era nauseabundo, el cual no dejaba de producirme arcadas.

Me pase el antebrazo por la frente quitándome el sudor, o el agua sucia de las cloacas, una de dos. Mire a mi alrededor pero todo estaba demasiado oscuro, solo me que daba seguir hacia delante hasta dar con una salida, pero un grito desgarrador me freno en seco.

Me gire para ver de donde provenía, y un nuevo grito me confirmo que era de donde yo venia. Era un grito demasiado agudo para tratarse de esa cosa. Parecía más bien el de una chica y podía ser perfectamente aquella chica a la que le dije que se alejara.

Me acerque hasta la tubería por la que había salido e intente alcanzarla, pero estaba demasiado alto, a parte, el constate caer del agua me impedía agarrarme a la pared para trepar. Podía avanzar por la alcantarilla hasta dar con una salida y volver a subir por algún camino, pero nada me aseguraba que hubiese alguno, o incluso una salida.

– [b] ¿Ya te has dado por vencido?.-[/b] Pregunto una voz conocida a mi espalda, me gire pero la oscuridad me impedía ver con claridad. –[b] Sin duda entrene a un cobarde.- [/b] Esas palabras hicieron que se me formara un nudo en el estomago, no podía ser él, estaba muerto. Podía escuchar como cada vez se iba acercando más y más.[/SIZE]

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– [b][color=#2E2E83] ¿Sen-Sensei?.-[/b][/SIZE][/color] [SIZE=2]Pregunte con un hilo de voz al aire mientras mi cuerpo temblaba ligeramente, no sabía si era el frío, el odio en sus palabras o la emoción por encontrarme con él de nuevo.

– [b] No. Tu ya no eres mi discípulo, eres un cobarde.- [/b] Dijo con desprecio parándose a un par de pasos de donde me encontraba.

– [b][color=#2E2E83] Yo… yo… lo siento.-[/b][/SIZE][/color] [SIZE=2] Dije arrodillándome inclinándome hacia delante.

– [b]¿Lo sientes? El sentirlo no me salvo la vida. Y tampoco va a salvar a esa chica.-[/b] Por mi cabeza pasaron fogonazos con ese momento. Estábamos rodeados por unos demonios en casa, yo me quede petrificado, y algo me empujo por la ventana, me levante y huí como un cobarde.

– [b][color=#2E2E83] Debería haber vuelto a entrar. Debería haberle ayudado.- [/b][/SIZE][/color] [SIZE=2]Dije inclinándome más hacia delante hasta tocar la cabeza con el suelo.

– [b] Deberías haber muerto como yo.-[/b] Note como agarraba mi camisa por el hombro y tiraba hacia arriba, seguido de un empujón que me hizo quedarme sentado en el suelo.

– [b][color=#2E2E83] Si… tal vez… –[/b][/SIZE][/color][SIZE=2] Añadí con la mirada fija en esa figura oculta por las sombras. El grito de la chica se diluía en mi cabeza.

– [b] Es lo más cierto que has dicho hasta ahora.- [/b] Dijo desenvainando su katana de la cintura, la cual a pesar de la oscuridad conseguía brillar – [b] Que así sea.-[/b]

Dio un par de pasos hasta donde me encontraba y levanto su katana por los aires. Le mire fijamente, esta vez sin temer a lo que estaba a punto de ocurrir.

El brazo cayo con fuerza hacia mi rostro, pero por algún motivo se freno en seco. Me fije en la figura de mi sensei y la punta de una katana sobresalía por su pecho. Acto seguido se desvaneció en numerosas sombras y desapareció.

– [b] [i] [color=#383A72] Nunca te rindas a tus miedos.-[/SIZE] [/i] [/b] Dijo la nueva figura que había aparecido ante mi, con una voz que me resultaba conocida.

-[b][color=#2E2E83] ¿Quién… quien eres?.-[/b][/color][/color][SIZE=2] Pregunte temeroso.

– [b] [i] [color=#383A72] Oh. Tu ya sabes quien soy…- [/SIZE] [/i] [/b] Dijo acercándose hasta mi y tendiéndome su mano para que me levantara del suelo – [b][i][color=#383A72]…Primo.[/color][/i][/b]

fin de capitulo