[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios [s]de Destino[/s] del Doctor | Condado de Ripper
[color=orange]Tarde[/SIZE][/color][/font][/b]
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Mientras tanto, en el presente, el Detective Jean Cordot, no se encontraba demasiado bien.
Estaba sentado en su mesa, repasando algunos archivos viejos y tratando de encontrar el enlace perdido con la muerte del muchacho vagabundo y, sobre todo, tratando de llegar a una conclusión de por qué había visto una especie de fogonazo del pasado, como si él mismo hubiese estado allí, cómo si él lo hubiese hecho.
Su estómago parecía dar vueltas y vueltas y un sudor frío le recorría la espalda. Sintió que iba a vomitar, así que se levantó rápidamente para ir al baño. Se metió en uno de los compartimentos y se dobló apuntando hacia el inodoro, tosió, pero no vomitó. Aun así, todavía sentía el estómago dando vueltas y más vueltas.
Se acercó hasta el lavamanos y se echó un poco de agua fría en la cara y la nuca. No entendía qué le estaba pasando, pero entendió menos aún cuando abrió los ojos y vio que otro rostro le devolvía la mirada desde el espejo.
Era algo más joven, con el pelo algo alborotado y vestía un traje de color azul, pero lo que más le llamó la atención fueron sus ojos, unos ojos que centelleaban sabiduría, y locura.
Se movió y gesticuló, pero el reflejo le imitó a la perfección, hasta que las cosas se invirtieron. De un instante a otro el reflejo era el que se movía y él el que parecía imitarlo, como si su cuerpo no fuese suyo, incluso cuando habló, y de la voz del detective salió una voz que no era la suya.
– [b][i][color=#17173E]Eres parte de mí.[/SIZE][/i][/b] – aseguró la voz que salía de su boca. Quiso preguntarle quién era, pero no tenía el control, aun así, la voz respondió, como si hubiese leído su mente. – [b][i][color=#17173E]Algunos me llaman El Doctor.[/color][/i][/b] – respondió.
Esa respuesta no decía nada, pero para él, por alguna razón, sí, conocía ese nombre, conocía ese rostro.
En el espejo empezaron a surgir una serie de letras, formando el nombre «DOCTOR», pero a continuación las letras empezaron a intercambiarse hasta formar algo distinto, pero aún más conocido «CORDOT», su apellido.
En ese instante su estómago pareció dar un salto y apenas tuvo tiempo a echarse hacia el lavamanos antes de recibir una profunda arcada. Sintió algo en su garganta y tiró, hasta sacar un pelo de un color rojo intenso.
Pero Cordot no era el único al que le estaba ocurriendo, en el Condado de Ripper había más gente sufriendo lo mismo, viendo en su reflejo a un hombre con mirada de loco, un hombre con muchos nombres.
La actriz Billie Ramset, que interpretaba a la cazadora Samantha Parker en la nueva y popular serie sobrenatural, conocía en el espejo a un hombre conocido como ‘El Maestro’ (The Master) mientras un pelo rojo decoraba la meseta de mármol de su camerino.
La enfermera Maggie Craane, del Hospital de Moondale, no había tenido bastante con el extraño fenómeno atmosférico de una nube negra que había dejado inconscientes a muchas personas y había incluso matado a algunas de un paro cardíaco, no, ahora veía frente a sí a un hombre que se apodaba ‘El Arcano’ (The Arcane) que le decía que era parte de ella, por no hablar del pelo rojo.
Catherine Greenvois, gestora en Construcciones Fenris, hacía frente a su propio reflejo, que se hacía llamar ‘El Soberano’ (The Sovereign). No entendía de dónde había salido ese pelo, porque aunque ella era pelirroja, ese rojo intenso no podía ser suyo, y algo le hacía dudar de que fuese incluso de ese mundo.
Eran ‘El Compendio’, a todos les unía lo mismo, todos venían del mismo lugar, eran parte de otro ser, un ser increíblemente poderoso al que una mujer con el pelo rojo había forzado a cruzar la puerta de la locura para protegerse, y cuando mezclas poder y locura, nunca sabes lo que te puedes encontrar.
Eran poco más que manifestaciones de personalidad múltiple de un ser con un control sobre la magia llegaba hasta la raíz, y ese mismo control les había dado un cuerpo. Pero ahora tenían que volver, ‘Él’, Doctor, Maestro, Soberano y Arcano, necesitaba concentrarse para el final.
[spoiler]El Doctor también está haciendo cosas. Y ahora queda explicada la razón de las apariciones de Rose, Martha, Donna y Nine, era todo por una razón.
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