Moondale

UN PACTO TÁCITO CON EL DESTINO

Elizabeth Echolls | Casa de Jaime Darcy, Escocia

MADRUGADA – (2.am hora local)

elizabethniña2

 

– [Kaylee]¿Mamá?[/Kaylee]- Kaylee me estaba llamando, seguramente no pudiera dormir y necesitaba que le prepara una infusión.

– [Elizabeth]Voy, cariño[/Elizabeth].- Susurré para no despertar a nadie y me puse en pie. Mientras me ponía la bata, observé a la persona que dormía a mi lado y me di cuenta de que, una vez más, había soñado con la voz de mi hija, que había muerto tres meses antes.

– [Jaime]¿Estás bien?[/Jaime] – Me preguntó Jaime encendiendo a tientas la luz de su mesita.

– [Elizabeth]Voy a la cocina a beber agua, ahora vuelvo[/Elizabeth].- Mentí agarrando el pomo de la puerta para salir de la habitación.

– [Jaime]Te esperaré, si necesitas algo, llámame.[/Jaime] – Se incorporó en la cama y se puso las gafas para releer, una vez más, las anotaciones de ese best seller que le haría millonario, el Stephen King de Escocia.

Caminando hacia la cocina,con los pies descalzos pisando el suelo de parqué, intenté procesar, una vez más, por qué mi hija tenía que estar muerta, si las leyes de la vida dictaban lo contrario. Había una especie de pacto tácito con el destino: tú le dabas vida al amor  más puro y absoluto que tendrías jamás y éste no se iría hasta que tú llevases, como mínimo, veinte años bajo tierra . Una vez, leyendo algún libro o quizás fue en una serie o película, quién sabe, apareció una frase que venía a decir que en ningún idioma había una palabra para nombrar a los padres o madre que pierden a sus hijos/as, porque es tan horrible y antinatural, que nadie se atreve, ni siquiera, a nombrarlo.

Pero mi hija mediana había muerto, porque era «un montón de energía» que había venido al mundo a librarnos de un gran mal o eso habían intentado explicarme, «porque era una heroína» y eso tendría que consolarme, pero no lo hacía. Es cierto que no recordaba su embarazo como los otros, que esos nueve meses los tenía difusos, como si fueran parte de un sueño y creo que no tuve ni un síntoma, sino que, simplemente, un día fui al hospital con la barriga hinchada y al poco, tenía a un bebé entre mis brazos. Una niña, la segunda, a la que le puse Kaylee porque era un nombre que había estado en mi familia durante generaciones. Siempre supe que era distinta, más tranquila y reflexiva que Diana, mucho menos cariñosa que Sarah, conseguir que sonriera era casi un milagro y siempre había dormido poco y mal, quizás porque sabía que venía con poco tiempo y necesitaba aprovecharlo.

Ya en la cocina, abrí los armarios y me preparé una tila con movimientos mecánicos. Me había negado a ir al psiquiatra a que me recetase pastillas para que el dolor quedase encerrado en algún punto indeterminado de mi cerebro. Nunca iba a superarlo, tendría que vivir con ese dolor constante y aprender a vivir con él, por muy duro que fuese. No podía seguir escondiéndome en casa de Jaime, entre otras cosas, porque mi baja por «depresión» no podía eternizase salvo que quisiera que me echasen del trabajo, ahora que había conseguido que me pagasen por algo más que fregar platos y atender mesas.

Pero lo más importante, era que mis hijas me necesitaban. Diana estaba embarazada y no quería que se sintiese como yo me sentí cuando mi madre no se dignó a aparecer en los nueve meses de gestación de mis tres hijas, pero también estaba Sarah, que estaba sufriendo lo inimaginable, porque no sólo había perdido a su hermana, sino a su madre y a su mejor amigo. Tenía que ser fuerte, volver a tomar las riendas de mi vida por mucho que ahora mismo la odiase y volver a mi casa, para cuidar de Daakka y de Cara, para volver a ser la mujer que no debería haber dejado de ser tres meses antes.

– [Jaime]¿Beth?[/Jaime] – La puerta de la cocina se abrió y me encontré con Jaime, que llevaba un pijama de franela, porque a diferencia de mí, él no tenía frío, a pesar de que fuera llovía a cántaros.

Di un trago de la tila, que sabía a hierbajos y miré a Jaime.- [Elizabeth]Quiero volver a Moondale y que tú vengas conmigo, pero antes, necesito que sientes, porque hay algo sobre mí que necesitas saber[/Elizabeth].-Le miré tomando aire. No quería un numerito como el de Robert, ni tampoco un nuevo Luke.

– [Jaime]S-sí, claro. ¿Pasa algo?[/Jaime] – Asentí sin saber cómo empezar. Luke y Robert. Luke, que acabó convertido en un engendro y Robert, que ya lo era. No quería que Jaime pasase por algo así.- [Jaime]Quiero ir contigo, Elizabeth. Pensé que estar aquí te ayudaría, pero necesitas estar con tus hijas.[/Jaime] – Puso una mano sobre la mía y entonces, supe cómo hacerlo. Ni siquiera sabía por dónde empezar. Para algunas mujeres separadas, lo más complicado es explicarle a su nueva pareja que sus hijos forman parte del pack, pero en mi vida eso era la parte sencilla, lo más difícil era que entendiese que en mi familia, casi todas las mujeres éramos brujas y que eso era tan natural como respirar, al menos para nosotras. Llevé la mano a la taza de tila y me concentré. Era más complicado de lo que Diana decía, pero pensé en el calor de mi cuerpo, en el de la habitación, incluso en el que emanaba Jaime (sin bromitas sexuales, por favor) y dejé que pasara a través de mi brazo, hasta que hice que hirviera la infusión. Sólo un poco, lo suficiente para que volviese a humear, como si acabase de salir del microondas.- [Jaime]Esa taza acaba…de…[/Jaime]- Asentí con timidez. Si se asustaba, si no me comprendía, no sabría qué hacer.

Se hizo el silencio en la cocina y observé el reloj de pared que había hecho su hermana, Veronica, la madre de Rebecca, con punto de cruz y n el que se podía leer ‘Every time is tea time’. – [Jaime]Q-quiero estar contigo aunque no seas de este planeta. Y q-querré a tus hijas como si fueran mías.[/Jaime] -Titubeó pasándose la mano por el pelo.

A pesar de que estaba destrozada, porque echaba de menos a mis hijas y a una de ellas no la recuperaría jamás, dejé escapar una carcajada.- [Elizabeth]¡No soy un extraterrestre![/Elizabeth]- Exclamé dándole un manotazo en el hombro.

– [Jaime]Ah, bueno…mejor…no es que me importara pero…¿Y entonces?[/Jaime] – Parecía confuso y eso me hacía sonreír. Me sentía como una adolescente.

– [Elizabeth]Soy una bruja…pero de las buenas. O mejor dicho, lo era[/Elizabeth].- Alcé la vista y le miré a los ojos.

– [Jaime]¿M-magia? ¿Cómo con nombres de las cosas, hechizos…?[/Jaime] – La primera parte me sonó a chino, la segunda, la entendí mejor.

– [Elizabeth]Hechizos que parten de la idea de que nada se crea ni se destruye, sólo se transforma[/Elizabeth].- Simplifiqué. No quería que se obsesionase con el tema. La delicada línea entre el entusiasmo y la adicción era tentadora.- [Elizabeth]Necesitaba que lo supieras[/Elizabeth].- Admití acercando mi mano a la suya para acariciarla.

– [Jaime]¿Tus hijas entonces…?[/Jaime] – Asentí sonriendo, no hacía falta que se enterase todavía de que Sarah era la Elegida, ni de que el hijo de sus vecinos, era un licántropo. Tiempo al tiempo.

– [Jaime]Eh…espe…espérame…solo….solo un segundo.[/Jaime] – Se levantó de sopetón y salió de la cocina, dejándome hecha un mar de dudas. Al poco, volvió con algo entre las manos y el corazón empezó a latirme a toda velocidad.
Sujetó mi mano y se arrodilló. No se parecía en nada a la opulenta pedida de mano que había organizado Robert para demostrarle a todo el mundo que podía ser la mujer trofeo que esperaba, ésta era simplemente perfecta. Sólo estábamos nosotros dos, en pijama, en plena noche de insomnio y, a pesar de la tristeza infinita, Jaime me entendía y me hacía feliz. Se preocupaba por mí y por mis hijas. Era, en definitiva, un buen hombre.- [Jaime]N-no sabía sí…ni siquiera estoy seguro de…p-pero quiero que sepas que…te quiero como eres.[/Jaime] – Me quedé en silencio. Intentando procesarlo. ¡Iba a ser abuela, por Dios Santo! ¿Una abuela que se casa, eso era posible?- [Jaime]Si…si es pronto…bueno. En los libros siempre salen mejor las cosas[/Jaime].- Se quejó, todavía con la rodilla en el suelo. Me quería, me quería por cómo era, no por mi apariencia, ni tampoco por otras razones que no voy a decir aquí por si mis hijas lo leen.
– [Elizabeth]¿Y qué va a pensar tu sobrina? ¿Y mis hijas?[/Elizabeth]- Pregunté notando cómo las lágrimas recorrían mis mejillas. Me sentía mal, pero eran lágrimas de felicidad.
– [Jaime]¿Qué…te…quiero?[/Jaime]- Preguntó sin saber muy bien cuál era la respuesta correcta.
Entonces, sujeté mi cara entre sus manos y le besé, porque ésa era la respuesta correcta.

Comentarios

4 respuestas a «UN PACTO TÁCITO CON EL DESTINO»

  1. Avatar de dracon
    dracon

    Post de Elizabeth, vuelveeeeeee T_T

    – Qué realismo crudo, despertarse recordando como te llama la persona que acabas de perder, pero al ver que está al lado de Jaime se acuerda y sale de la habitación dejando al otro repasando su ‘best seller’ XD

    – Nada, ninguna frase, palabra, libro, nada, puede compararse con la sensación de un padre/madre al perder a su hijo/a, es sencillamente horrible e inexplicable. Maravilloso lo del pacto tácito.

    – Ay, menudo dolor cuando empieza a pensar en Kaylee, en que era energía, una heroína, y como eso no la hace sentir mejor porque es su hija aunque tenga su embarazo difuso y siempre la sintiese diferente, difícil hacerla reír, dormía poco porque tenía poco tiempo, joss, que duro.

    – Elizabeth empieza a pensar en que no puede seguir así, lo de Kaylee no lo va a superar, simplemente tiene que vivir con ello y no esconderlo con unas pastillas. Llega el momento de coger el toro por los cuernos y recuperar la vida que tanto se esforzó por conseguir T_T

    – Esa forma de pensar en todos, en como no quiere que Diana se sienta como ella respecto a su madre, en que Sarah está pasando por demasiadas cosas y es un momento muy duro para ella, en Cara y Daakka, y saca fuerzas para recuperar la vida que no quiere haber dejado atrás.

    – Elizabeth se nos hiela en Escocia y Jaime va con un pijama de franela tan tranquilo.

    – No le gusta la tila, y saca fuerzas de la nada para plantarse y decirle a Jaime una verdad mucho tiempo oculta. El padre de las Echolls sabemos que no reaccionó muy bien, pero ¿Luke? eso es nuevo.

    – Luke acabó convertido un engendro, ¿un novio que se pasó con la magia? y Robert lo contrario, ya no era trigo limpio desde el principio.

    – Y llega el momento, muy bueno lo de pararse a pensar en que para la mayoría de mujeres divorciadas lo difícil es explicar que sus hijos van en el pack, pero para ella hay algo más difícil, y es lo sobrenatural que la rodea, la magia y…bueno, cuando conozca lo del resto xDDDDD

    – La pobre mujer usa la magia como puede (lo de Diana ya es de otro nivel xD) y reza para que no le parezca mal, para que lo entienda.

    – Ése reloj, que grande xD, y qué recuerdo de la pobre madre de Rebecca xDD

    – XDDDDD, incluso en un momento malo, no se puede remediar reírse con ciertas cosas xD. Claramente Jaime no es un lince captando lo sobrenatural, no hay más que ver que lleva años viviendo al lado de los MacLeod y no sabe nada xD

    – Se siente como una adolescente <3, shippeo.

    – Jaime es un hombre entendido en esas cosas pero en los libros que lee para inspirarse xD. Elizabeth no es nominadora xDDD

    – Elizabeth va con extrema cautela, no quiere que a Jaime le guste tampoco demasiado la idea y se convierta en un adicto.

    – XDDDD Elizabeth va poco a poco y de momento deja a un lado tema de Elegida, el hijo del vecino es un licántropo, sus vecinos vigilantes xDDD

    – Se va y ella se nos queda llena de dudas, pero llega enseguida con algo entre manos.

    – La comparación entre la opulencia de Robert y la sencillez de esta pedida, los sentimientos de Elizabeth hacia Jaime <333 otp

    – Una abuela que se casa XD, mola. Elizabeth pensando que la quiere por como es, no por el físico ni por….eh…bueno….cof cof…

    – Pobre mujer, llora, se alegra, se siente bien, mal, qué realismo por joss.

    – La respuesta correcta <3

    Resumiendo, POSTAZO, es una maravilla y me ha encantado, Elizabeth es mi madre favorita de toda la ficción, es sencillamente perfecta <333 (Diana todavía no lo es, luego competirán todas las Echolls seguro porque todas serán maravillosas). Me ha encantado muchísimo y le has dado una chispa al Elizabeth/Jaime que al principio surgió de apaño y ahora saca mi vena shipper. Me quito el sombrero ante tu maestría.

    1. Avatar de Stefy

      Oh, muchas gracias por el comentario <3
      La verdad es que sí, Elizabeth y Jaime eran una «pareja para hacer un apaño» y ahora resulta que pegan y todo.
      La verdad, es que me alegro y también me gusta que vuelvan, porque, a pesar de ser improvisado, parece que tiene sentido.

  2. Avatar de Alph Lopez
    Alph Lopez

    ¡Elizabeth! Joder, no puedes empezar un post así, con esa foto, que lo mismo es Diana, pero me he imaginado que es Kay y… FEEEEELS.

    – Sueña que Kaylee le esta llamando y se levanta para prepararle un té, hasta que recuerda que Kaylee ya no esta. Seguro que esa bocecita era de niña y ya tenemos más drama, como si no fuera poco esa alucinación y el mal cuerpo que se le queda a Elizabeth. T_T

    – Elizabeth va a beber un poco de agua que se le ha quedado la boca seca del susto, ahora para que salga el espectro de Kaylee. Jaime releyendo las notas de su obra, Elizabeth a dado con el indicado, este se forra, y aqui no ahi escusas, que no conocio antes de estar forrado a billetes xD

    – No exsite palabra para describir la perdida de un hijo, es antinatural. Parafraseando a la peli de Jonh Q, yo no enterrare a mi hijo, mi hijo me enterrara a mi.

    – A Elizabeth no le consuela lo de que es una heroína, ha perdido a su niña, no existe consuelo. El embazaro de Kay esta difuso, Elizabeth estaba preñada y no lo sabía, y fue a hacerse un chequeo y dio a luz, y pum, asi nacio Kay.
    – Marvilloso como Elizabeth diferencia a sus hijas y su caracter, Kay era menso cariñosa que Sarah y más reflexiba que Diana. Oro lo de que dormia poco y mal, tal vez porque fuera consciente de que iba a vivir poco y tenía que aprovechar el tiempo.
    – Elizabeth negandose a ir al psiquiatra para que le recete unas pastillas. Eso es fuerza de voluntad, prefiere seguir viendo con el dolor constante antes que convertirse en un zombie.
    – Oh, Elizabeth va a volver, por sus hijas, no quiere que Diana este sin su madre como ella en sus 3 embarazos, joder con la abuela Echolls, tanto irse de ligues. Y por Sarah, que lo esta pasando fatal, no solo a perdido a su hermana, también a su madre y su mejor amigo. Todavia se convierte Sarah en la chunga de esta temporada y Sasha es la buena.
    – Le llama Beth, viva los diminutivos, ese es amor. Tengo que empezar a llamar a Rebecca, Becca. Aunque a esta tiene pinta de no gustarle los diminutivos. xD

    – Si señor, con decision, mira que me vuelvo a Moondale y tú te vienes conmigo, total, escribir puedes hacerlo en cualquier sitio xD

    – Jaime acepta, sabe que tienen que estar con sus hijas. Va a explicarle lo de la magia, y no tiene muy buen recuerdo de las dos últimas veces.
    – Elizabeth, la controladora de temperaturas en la comida xD Jaime lo flipa y dice que la quiere aunque no sea de este planeta, oh, que bonito. Por favor, la frase del reloj, eso tenemos que emplearlo en Rebecca, Is tea time xDDDD

    – Las cosas ridiculas de Jaime pensando que es un extraterrestre le han hecho sonreir. <3 Si, tiempo al tiempo, no es plan de soltarselo todo de golpe, sobre todo también lo de la sobrina.
    – Mas «oh», por favor, que le esta pidiendo matrimonio, que se nos van a casar, que Sarah y Diana van a ser hermanitas de Rebecca xD Eso es una pedida, ni en restaurantes ni leches, si se quieren, cualquier lugar es bueno, incluso en la cocina a las tantas.
    – Pues que vana pensar los demás, que se quieren. Elizabeth sonriendo de felicidad <3 Venga, que en esta temporada tenemos bebes y bodorrios. Que modernos son los Moondies, que tienen los niños antes de casarse xD

    Postazo. Viva la señora Echolls y viva su roler.

    1. Avatar de Stefy

      Pues…la niña la verdad es que no es «nadie» y a la vez son todas, aunque algunas no sean pelirrojas, porque intenté teñirle el pelo de rubio, pero la hija de Kelly Preston lo tiene castaño, así que no hubo manera XDD
      Pues ahora que lo dices, si hay una pareja que me imagino pasando por el altar antes de procrear (XD) es la de Dom y Rebecca, porque él parece muy «convencional» en ese sentido y, seguramente, quiera casarse con ella, aunque en el pasado no parecía muy por la labor por lo que se pasó a su familia. Me imagino, que llegado el momento, pensará en ello y tomará la decisión que tú veas.
      La verdad es que sí, esta temporada es un poco ñoña en ese aspecto, porque nos ha dado por los bebés y las bodas, pero es que están creciendo y es inevitable, especialmente si todos/as tienen pareja estable.
      Oh, qué efusividad de último párrafo. Me ha llegado a la patata. Muchas gracias *blushes*

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