Dominic Williams | La Nave, Moondale
MAÑANA
La luz de un nuevo día comenzaba a filtrarse por las ventanas del gimnasio de la nave, no quería regresar solo a una casa vacía, no podía ir a casa de Elizabeth, Jaime estaría allí y no quería seguir debatiendo la opción que tomo Rebecca. Así que pase la noche en el gimnasio aporreando el saco de boxeo, mentiría si dijera que no imagine la cara de Z en el, al final lo golpee con tal fuerza que el saco salio volando un par de metros.
Me quite los guantes, me seque el sudor de la cara con la toalla y me la colgué al hombro, recogí el móvil que deje encima de la cinta de correr para ver si había alguna novedad en los planes, pero no había nada. Entre en la galería y me quede absorto mirando un par de fotos. No podía ponerme en contacto con ella, no era que no quisiera, simplemente no podía por el simple echo de que no se llevo el móvil, podían quitárselo para buscar información y encontrar que Rebecca estaba vinculado a nosotros y a Sarah.
Lance un puñetazo al aire esperando encontrar el saco, el cual se encontraba en el suelo desparramando toda su arena del interior. Me acerque hasta una pared y comencé a golpear el hormigón furioso, las bebidas de la noche anterior estaban resultado ser un potente analgésico contra el dolor físico, pero no contra el mental, no podía olvidar lo sucedido, no podía olvidar que Rebecca ya no estaba a mi lado.
Entre en el bar de Lorne arrastrando los pies, como si me costara cargar conmigo mismo, me senté en un taburete cerca de la barra de espaldas al escenario. Por el espejo que tenía Lorne tras la barra puede ver como un demonio cantaba I Kiss a Girl, lo que resultaba bastante improbable teniendo en cuenta el aspecto del demonio. Percibí también un par de miradas de odio, pero opte por no darle importancia, aunque no pudiésemos pelear allí dentro podía acabar con todo el cristal del establecimiento como no me calmara.
– [Dom] Hola Lorne, ponme lo más fuerte que tengas.-[/Dom] Desde que Mara y Ed se marcharon Lorne se encargaba de todo, aunque de vez en cuando le echaba una mano aquel mediodemonio que cruzo el portal con el Doctor.
– [Lorne]Conozco un par de obreros con unos brazos que parecen vigas…pero creo que te vendrá mejor esto, guapo.[/Lorne] – En otra situación probablemente me hubiese reído con la broma de Lorne, pero no estaba especialmente animado en ese momento.
– [Dom] Gracias Lorne.-[/Dom] Añadí soplando para apagar el fuego que salía del vaso y le di un pequeño sorbo notando una ligera quemazón en la garganta y un sabor que parecía frambuesa.
– [Lorne]Cariño, no hacía falta que vinieses esta noche. Tómate un descanso.[/Lorne] – Dijo Lorne apoyando las manos contra la barra.
– [Natalie]Tu negocio me necesita[/Natalie].- Añadió una mujer con un poco de acento ruso, pelirroja y unos marcados labios rojos que conseguían acentuar más su pelo. Llevaba un vestido negro con los hombros al aire y que le quedaba prácticamente ajustado.
– [Lorne]Creo que podíamos arreglarnos un poco más sin tu preciosa voz tesoro.[/Lorne] – Le lanzo una sonrisa y le sirvió una bebida, probablemente algo suave, si era cantante acabaría irritándose la garganta con algo fuerte, aunque tenía una voz ligeramente grave.
– [Natalie]No es necesario, Nikolai se ha quedado al carrgo de una…¿cangura?[/Natalie]- Observe por el espejo como se giraba hacia mi y se recolocaba el escote.
– [Dom]Niñera.-[/Dom] Añadí corrigiéndola, lo que me recordó a Rebecca. Me gire un poco hacia ella y vi como enarcaba las cejas. Sin duda podías estar seguro de que había cambiado cuando me fije más en eso que en el generoso escote que iba enseñando.
– [Lorne]Puedes traerlo cuando quieras, estoy deseando volver a ver a ese pequeño monstruito.[/Lorne] – No me parecía buena idea llevar a un niño a un bar repleto de demonios, pero Lorne era buen tipo, no creo que le pasara nada. – [Lorne]Si pillo a su padre por aquí, se va a enterar de lo que es un verde.[/Lorne]
Natalie sonrió sarcástica mientras se atusaba el pelo mirándose al espejo.- [Natalie]Si alguna vez os encontrrais con Logan Villiers, dile que tiene un hijo[/Natalie].
– [Dom]¡Logan Villiers!.-[/Dom] Exclame casi atragantándome y notando como la garganta me ardía tras beber casi toda la bebida de un trago. – [Dom]Logan Villiers es padre. No creo que vuelvas a verle el pelo se marcho hace uno meses y dudo que vuelva por aquí.[/Dom]
– [Natalie]Si él es padre, tú también puedes serrlo[/Natalie].- Le dio un trago a su copa y se marcho hacia el escenario dispuesta a cantar para esa panda de demonios alcoholizados.
– [Dom]Quizás algún día…-[/Dom] Susurre tan bajo que ni siquiera Lorne me escuche mientras le hacia un gesto para que recargara el vaso.
Frene los golpes contra el hormigón en cuanto vi la sangre en la pared, me eche un vistazo a los nudillos los cuales estaban entumecidos y el vendaje estaba casi destrozado. No podía pensar en hijos cuando Rebecca podía encontrarse en un peligro constante en el palacio de Z, no podía hacer nada salvo intentar acelerar las cosas. Recogí el móvil y busque entre los contactos a Hiroshi.
– [Hiro]¿Dom?¿Va todo bien?.-[/Hiro] Pregunto nada más descolgar el teléfono.
– [Dom]¿No soy yo el que debería de preguntar eso?. Hace semanas que no se nada de ti.-[/Dom] Le pregunte evitando su pregunta, no tenía ganas de contarle todas mis penas.
– [Hiro] Si, eso. Estuve un poco, más bien bastante, incomunicado.-[/Hiro] Respondió riendo un poco – [Hiro]Pero no me has llamado para ver como me iba ¿Verdad?.-[/Hiro] Nos habíamos estado comunicando a base de mensajes, las llamadas eran para motivos especiales e importantes, estaba bastante acertado en que no era una llamada familiar para ponernos al día.
– [Dom]Verdad.-[/Dom] Suspire y sopese como contárselo todo, pero al final opte por soltarlo de golpe. – [Dom]Se avecina una guerra. Estamos reuniendo de nuevo a la banda y nos vendría bien contar con tu ayuda.-[/Dom] Hice una pausa meditando lo que estaba pidiéndolo, volver a ponerse en la línea de fuego, no sabía que había estado haciendo, pero podía estar perfectamente asentado viviendo su vida, con alguien, no podía pedirle que abandonara todo eso por nosotros y sobre todo por mi – [Dom]Olvídalo, lamento… [/Dom]
-[Hiro]Cuenta conmigo.-[/Hiro] Me interrumpió.
– [Dom]No, no puedo pedirte que abandones todo para que…-[/Dom] No pude continuar ya que me interrumpió de nuevo.
– [Hiro]Somos familia ¿no?.-[/Hiro] Pregunto pero no me dejo tiempo para contestar – [Hiro]Necesitas mi ayuda, la tienes.[/Hiro]
– [Dom]Gracias.-[/Dom] No supe que más añadir, me prometí hacer todo lo posible para evitar que saliera lastimado y así volver a su vida. – [Dom]Una cosa más, antes de que vuelves necesitaríamos que localizaras a alguien y le trajeras contigo. Logan. ¿Le recuerdas?.-[/Dom]
– [Hiro]Si, pero no se como esperáis que le convenza. No creo que me recuerde, y no parecía tener muy buen trato con la gente en general.-[/Hiro] Fue un comentario bastante acertado, Logan no era precisamente de los que jugaran en equipo, pero nos vendría bien su ayuda.
– [Dom]Por eso no te preocupes, le vas a decir exactamente lo siguiente y no pondrá ninguna pega a volver.-[/Dom] Añadí contándole parte de los sucesos ocurridos hace escasas horas que harían a Logan plantearse como querría ser el resto de su vida.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.