Amy – Selas
Tarde
Cuando terminamos de comer las lechugas, decidimos adentrarnos en el bosque. Mi estómago rugía por la falta de proteínas. Por más que lo intentara, el vegetarianismo se me resistía.
Caminábamos con desgana, quizás por el hambre. El día se había ido nublando de manera progresiva y, aunque no iba a llover, estábamos en el clima perfecto. A mi lado iba Leo, callado y con cara de haba, como siempre. Mientras que el resto, formaban pequeños grupos un poco más atrás.- [Leo]No me gusta la idea de meternos en territorio de lobos[/Leo].- comentó para romper el hielo.
El habernos encontrado a los héroes y heroínas era una ventaja, pero implicaba tener que atravesar un bosque lleno de licans para dar con el Daë y eso sacaba de quicio al que había sido mi mejor amigo.- [Amy]Tranquilo. No hace falta que te transformes si no te resulta cómodo[/Amy].- le expliqué con paciencia. Aún a día de hoy me dolía que no le gustase el que yo creía que era un regalo para alguien que no encontraba su sitio.
– [Leo]Me preocupa el resto[/Leo]. – señaló. – [Leo]Muchos jóvenes, para Dante sería mortal…[/Leo]- miré de reojo al susodicho, que estaba cerca de Chloe, como venía siendo habitual.
– [Amy]Ya[/Amy].- no sabía qué decirle. Si hubiera aceptado su condición, podríamos haber protegido al resto porque juntos seríamos más fuertes.
Esquivé una rama y me concentré en el crujido de los guijarros bajo mis pies.- [Leo]También me preocupo por tu hermana[/Leo].
Carraspeé incómoda. No me molestaba que estuviera enamorado de ella, ni mucho menos. Me ponía nerviosa ese resquicio de masculinidad con pinceladas caducadas que veía en él. Lo más probable es que fuera inconsciente y que se hubiera preocupado por ella con independencia de su género, pero no me gustaba.- [Amy]Mi hermana es una hechicera[/Amy].- mis ojos se cruzaron con los suyos.- [Amy]Deberías tener más miedo tú[/Amy].
– [Leo]Precisamente por ser fuerte les llamaría la atención para hacerla una de ellos[/Leo].- replicó y me sentí mal por haber juzgado sus intenciones.
– [Amy]No puedes vivir con miedo[/Amy].
– [Leo]No soy el único que lo hace[/Leo]. – movió la cabeza en dirección a Ezra. -[Leo]Está muy callado desde que llegamos[/Leo].
– [Amy]Sí, es como si no estuviera aquí en realidad[/Amy].- muy a mi pesar, le di la razón. Aunque jamás lo expresara en voz alta, desde que Ezra llegó había buscado en él la amistad que perdí con Leo, pero era como si cada vez se fuera perdiendo más en las secuelas de su trauma o tal vez, no quisiera estar aquí.- [Amy]Como si su cuerpo estuviera presente, pero su cabeza…[/Amy]
– [Leo]Puede que su cabeza esté con el grupo de Elle[/Leo].
– [Amy]No lo parece[/Amy].
Cuando nos volvimos a quedar en silencio, estuve a punto de acercarme a Ezra. Pese a esto, al final no lo hice, porque no quería molestar.
Los ruidos de los licans cada vez resonaban de una manera más intensa.- [Leo]Están cerca, y son más salvajes[/Leo].- confirmó Leo.
– [Amy]Puedo intentar someterlos a mi liderazgo[/Amy].- propuse en un arrebato.- [Amy]A veces, ser líder es más cuestión de actitud que de aptitud[/Amy].- me imaginé liderando a una manada en Selas. Podría acostumbrarme a esa vida con rapidez.
– [Leo]Si es como en otros mundos, puede que su líder sea una parte del compendio. Su magia le protegería[/Leo].- fruncí el ceño al escucharle.
– [Amy]Para una vez que tengo una idea…[/Amy]- me quejé.
– [Leo]Tú eres la de las buenas ideas, pero para esto creo que hace falta una de mis malas[/Leo].- guiñó un ojo para decirlo y volvió a ser como si nunca hubiera pasado nada.
– [Amy]¿Tu mala idea consiste en que te quitas la camiseta?[/Amy]- bromeé.
– [Leo]No, en correr[/Leo].- lo dijo en un susurro y recordé todas esas veces las que habíamos sido inseparables.
– [Amy]Prefiero esperar a que la muerte me lleve con dignidad[/Amy].- esbocé una sonrisa socarrona.
– [Leo]Son decenas, Amy[/Leo].
– [Amy]Me da igual. Déjame morirme en paz[/Amy].- en el fondo, me encantaba sacarle de quicio.
Leo iba a responderme, pero unos aullidos nos interrumpieron. – [Leo]¿También te dan igual tus hermanas?[/Leo]- vi en sus ojos una chispa de rebeldía. Sabía lo que me estaba preguntando. Mis hermanas eran las personas más importantes de mi vida.
– [Amy]No quiero correr[/Amy].- le pedí.- [Amy]Te recuerdo que cuando tenía diecisiete años fumaba y eso se paga[/Amy].
– [Leo]Te he visto correr como loba. Eres la más rápida[/Leo].
Sonreí.- [Amy]Eso, tú hazme bien la pelota[/Amy].
– [Leo]Lo haré cuando hables con la mitad y echemos a correr[/Leo].
– [Amy]Así vas mal como líder[/Amy].- me adentré en el bosque lejos del grupo, me quité la ropa y tomé aire. Los huesos empezaron a partirse y grité con fuerza. Hay gente que dice que el dolor de una transformación es insoportable, pero os voy a decir una cosa: duele más perder a tu mejor amigo.
this pain wouldn’t be for evermore
(Evermore, Taylor Swift)
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.