Diarios de Destino | Subterraneo tres, Bloque Epsilon

Por tercera vez en el mismo día Preston, Saunders y el resto de investigadores y guardias salieron del ascensor en dirección a la zona de experimentación.

El ambiente estaba tenso tanto entre los cautivos como los captores. Entre los prisioneros se palpaba el miedo a ser sujeto de experimentos, a que algo saliese mal y acabasen muertos en esa fría mesa sin nada más que aportar al mundo. Por su parte entre el equipo de la Iniciativa Despertar reinaba el cansancio, sobre todo entre los investigadores.

– [b][i]No es bueno que experimentemos con otro tan pronto. El equipo está cansado y pueden cometer errores.[/b][/i] – afirmó Saunders ante un Preston inflexible.

– [b]Tenemos el lugar repleto, no permitiré que mantengamos a esta escoria eternizándonos con tu método de sólo uno al día.[/b] – el rostro de Preston dejaba claro que no iba a ceder ni un ápice. Saunders por su parte no dijo nada, pasó la mirada a su cuaderno y durante varios minutos se quedó así.

Mientras se preparaban para una nueva investigación, al fondo del largo pasillo las puertas del ascensor se abrieron, mostrando a un par de guardias llevando lo que parecía un nuevo cautivo. A medida que se acercaban se pudo distinguir que era una chica joven y delgada. Estaba inconsciente, pero despertaría al cabo de un par de horas, lo mismo que les había pasado a todos los que ahora llenaban la gran cantidad de celdas del subterráneo tres, muchos de los cuales deseaban no haber despertado.

Los guardias metieron a la chica en una de las celdas del bloque Epsilon y después volvieron hacia el ascensor. Preston dirigió una leve mirada a la chica mientras la dejaban allí y después se volvió hacia Saunders.

– [b]¿Has decidido quién será?[/b] – preguntó con voz seria pero a la vez ansiosa.

– [b][i]El número 2365341529, de la celda Epsilon-3. Si no tiene alguna objeción.[/b][/i] – respondió con cierta molestia.

– [b]La verdad es que tengo algo que añadir, pero primero háblame del sujeto.[/b] – replicó Preston.

– [b][i]Capacidades mágicas. Capaz de detectar habilidades sobrehumanas.[/b][/i] – respondió Saunders secamente.

– [b]Bien. Vosotros dos, sacad al de la Epsilon tres.[/b] – dijo a un par de guardias cercanos. – [b]Respecto a mi objeción. Ya que el equipo está cansado haremos que sea más rápido. Sacad al de la Epsilon…veamos…[/b] – echó un vistazo a las celdas cercanas y añadió. – [b]doce.[/b]– tras esto, los guardias a los que se había hablado esta vez se dirigieron a la celda Epsilon-12.

– [b][i]Es demasiado…acabará provocando un desastre…siguen siendo personas.[/b][/i] – la serenidad de Saunders parecía haberse quebrado al fin, pero la frialdad de Preston no desapareció ni por un momento.

– [b]Será mejor que se calme doctora. Le recuerdo que perder la vida no es lo peor que puede suceder aquí.[/b] – la gélida amenaza de Preston tuvo efecto sobre la doctora Saunders, que dio media vuelta y entró a la zona de experimentación sin decir una palabra.

[spoiler]
Aquí os dejamos la situación de las celdas después de situar a Arizona.

[/spoiler]