Mia | Calles de Moondale
MAÑANA
Llevábamos tres días de obras en el local viejo y feo que Lucy había conseguido alquilar con ayuda de Elizabeth. Hacía muchos años, había sido una librería, pero llevaba casi treinta años cerrada, así que había polvo, cucarachas, ratas y telarañas. Todas esas cosas me daban mucho asco, pero Lucy me había prometido que sería su modelo y que no tendría que esconder las alas para que no pareciera que estaba promocionando Victoria’s Secret disimuladamente, así que le ayudaba todo lo que podía, pero cuanto más limpiábamos más polvo, ratas, cucarachas y telarañas salían. Era horrible 🙁
Sarah se había ofrecido a ayudarnos para conocer mejor a Lucy y yo di saltos de alegría cuando me lo dijo, porque era fuerte y seguro que no le daban miedo las telarañas que se enredaban en el pelo. Así que aquella mañana, después de desayunar, nos fuimos las dos juntas dando un paseo hasta la futura tienda de Lucy, que había madrugado más que nosotras porque había quedado para desayunar con Ed algo elegante, como magdalenas pijas o crochimbuchi.
A veces, me daba un poco de envidia ver a las chicas como Lucy y Sarah, porque eran tan delgadas que parecían zanahorias y yo era más bien una manzana. Ese día, Sarah llevaba unos vaqueros oscuros y un jersey calentito con un búho estampado. Mientras que yo me había puesto un peto vaquero con un top de cuello subido. Por suerte, llevaba abrigo o me habría muerto de frío con la tripa al aire, además del hecho de que me cubría las alas. Parecíamos una Barbie y un Nenuco de paseo.
Todavía no me había acostumbrado a las calles de Moondale y todo me resultaba extraño, pero bonito, aunque el día estaba gris. Estábamos en esa época del año en la que están quitando los escaparates de Halloween para poner los de Navidad y me hacía gracia ver cómo unos tenían calabazas y otros, espumillón, así que Sarah tenía que tirar de mí para que no me quedase embobada mirándolos.
– [Wing]Van a ser las primeras Navidades que pase sin Seraph[/Wing].- murmuré con pesar.
– [Sarah]Pero nos tienes a nosotros[/Sarah].- apuntó pasándome el brazo por el hombro y dándome un beso en la frente. A nuestro lado pasó un señor de mediana edad que nos miró, mientras murmuraba «cada día las lesbianas están más buenas».
Sarah le dedicó una mirada extrañada y continuamos caminando, hasta que vimos a un chico con sombrero de cowboy, que se estaba bebiendo una cerveza apoyado en una farola, como si no supiera que hay un montón de leyes que prohíben hacerlo. Era un malote.- [Logan]Vaya, vaya, dichosos los ojos. [/Logan] – comentó cuando pasamos, levantando ligeramente el ala del sombrero.
Él guardó silencio y se despidió. – [Logan]Nos vemos esta noche, preciosa.[/Logan] – se colocó el sombrero. – [Logan]Cazadora.[/Logan] – y se marchó en dirección contraria.
Sarah y yo volvimos a andar.- [Sarah]No es tan malo como parece. Quizás os llevéis bien[/Sarah].- apuntó y una gota de lluvia le cayó en la nariz, por lo que saqué un paraguas de pingüinos amorosos de mi bolso para taparnos.
– [Wing]Tiene un buen culo[/Wing].- le recordé mientras me agarraba su brazo para caminar bajo la lluvia.
Ella, al oírme, se tapó los oídos.- [Sarah]Lalalala no oigo nadaaaa[/Sarah].- y yo intenté destapárselos para volver a decírselo.
– [Wing]¡LOGAN TIENE UN BUEN CULO![/Wing] -grité para hacerla rabiar mientras me moría de risa.
– [Logan]GRACIAS, ÁNGEL[/Logan].- escuché a lo lejos y me dio un ataque de risa.
Sarah se quitó las manos de las orejas y empezó a reírse conmigo.- [Sarah]Eso te pasa por bocazas[/Sarah].- me recordó negando con la cabeza y me aferré con fuerza a su brazo.
Sin ella, no habría salido jamás del Palacio y no quería imaginar lo que habría sido de mí.
Nunca podría agradecérselo lo suficiente. Esperaba que le bastase con mi amistad.
¿Qué sería una crochimbuchi?
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.