Lucy| Hotel | FLASHBACK
MAÑANA

Hace tres días…
Me desperté a ritmo de ‘Hot Stuff’, de Donna Summer, que sonaba a través de los altavoces que tenía conectados al móvil. Salté de la cama y empecé a bailar mientras descorría las cortinas, porque me esperaba un día movido y quería empezar con los ánimos por las nubes para no darme opción a deprimirme.
Lookin’ for some hot stuff, baby this evenin’
I need some hot stuff, baby tonight
Cogí el peine y me subí encima de la cama: tenía mi propio negocio en un local de lo más coqueto -en proceso-, una socia -o algo así- y pronto me compraría una casa pintada de rosa en la que vivir con Sky -esto era lo más difícil-, porque visto lo visto, me iba a quedar de Single Lady para siempre. Todo iba sobre ruedas.
I want some hot stuff, baby this evenin’
Gotta have some hot stuff
Gotta have some love tonight
Me pareció escuchar cómo llamaban a la puerta, pero creía recordar haber puesto el cartel de «por favor, no molesten», así que lo ignoré, hasta que volvieron a llamar con más fuerza y me bajé de la cama sin perder la sonrisa que me provocaba la música disco. Giré el pomo de la puerta y abrí sin pararme a pensar en que llevaba un pijama gris con unicornios estampados.
Frente a mí estaba Ed, mucho más ojeroso y cansado que de costumbre (y eso ya era decir), con un jersey azul de rayas en distintos tonos -tenía un problema grave con los colores-, unos vaqueros y esa bandolera que el día menos pensado se le haría trizas, porque era más vieja que el hilo negro. Lo primero que hice fue gritar y luego intentar cerrarle la puerta en las narices, pero él me detuvo.- [Lucy]¿Ed, qué haces aquí?[/Lucy]- le pregunté intentando taparme el unicornio. Mi corazón estaba ahora mismo en mi boca y quería salir de mi cuerpo para salir corriendo por el pasillo.
– [Ed]He… he venido a verte. ¿Te apetece desayunar?[/Ed]- levantó la tapa de la caja, en la que había cuatro cupcakes en los que podía leerse «lo siento mucho, Lucy». Señaló también la bandolera, en la que supuse que debía haber cafés.
– [Lucy]Sí, claro. Pasa[/Lucy].- me hice a un lado y dejé que pasara. Apagué la música, temiendo que se oyera «La Macarena» que estaba sonando en mi corazón y pensé en si se notaría mucho si me escabullía al baño para ponerme algo menos…ridículo. ¿Un vestido corto en pleno otoño y sin medias para hacer un «Instinto Básico»? ¿Una camiseta blanca sin sujetador? Como si esto fuera un libro erótico.
– [Ed]Christopher me dijo dónde encontrarte[/Ed].- empezó diciendo mientras colocaba el desayuno encima de la cama sobre un mantel que él mismo había traído, porque no había nada mejor. La habitación de hotel era pequeña (una cama, dos mesitas, un baño y una televisión vieja) y, aunque estaba limpia, no dejaba de ser…extraña.- [Ed]Quería…quería…que supieras que ya ha terminado todo[/Ed].- carraspeó y me miró.- [Ed]Sarah a vuelto y esta bien[/Ed].- añadió tendiéndome un chai latte con desnatada. Me senté a su lado, le di las gracias y sonreí. No entendía cómo podía recordar cosas que ni siquiera estaba segura de haberle dicho.
– [Lucy]Me alegro[/Lucy].-sonreí y le tendí un cupcake. En el suyo ponía «Lucy» y el mío, «mucho». Evité que nuestras manos se rozaran más de la cuenta, porque seguía dolida con él, pero otra parte de mí quería aprovechar esa cama para algo mejor que desayunar. [Lucy]¿Qué tal en el Palacio?[/Lucy]- cambié de tercio.
– [Ed]Demasiada gente[/Ed].- esbozó una sonrisa triste y le dio un mordisco a la magdalena.- [Ed]¿Y tú, cómo…cómo estás?[/Ed]- se aventuró a preguntar.
Me quedé en silencio, jugueteando con la cucharilla sobre el glaseado de mi magdalena, mientras él daba un sorbo de su leche con cacao. Lo de «los cafés» que llevaba en la bolsa era un recurso literario, sí.- [Lucy]Bien, salvo por el hecho de que te fuiste sin dar explicaciones y me dejaste sola en una ciudad extraña[/Lucy].- le solté intentando sonreír.
– [Ed]No fue lo más inteligente, lo sé. Pero tenía que ayudar a Sarah y ahora yo…[/Ed]- su mano avanzó por el mantel, intentando que el hueco que nos separaba fuera menor, pero me eché hacia atrás.
– [Lucy]Tranquilo, si entiendo que tuvieras que irte. Al fin y al cabo, ella es una de tus mejores amigas y a mí casi no me conoces[/Lucy].- me encogí de hombros y me levanté para poner música sin soltar el desayuno, porque el mantel no era muy estable.
Abrí la aplicación de música y dejé que sonara en aleatorio. Lo que no esperaba es que empezase a sonar ‘Somethin’ stupid’ de Nicole Kidman y Robbie Williams. Debía ser la única persona del mundo a que semejante ñoñez le ponía de mala leche, pero así era. – [Lucy]¿No odias esta canción?[/Lucy]- comenté intentando que no se me notara mucho el enfado.- [Lucy]¿Por qué vas a estropearlo todo diciendo «te quiero», no es peor no decirlo y…no sé, irte sin más?[/Lucy]- farfullé.
– [Ed]Sí te conozco y esperaba que pudieras llegar a conocerme, es-dec…decirte «te quiero» no sería una estupidez[/Ed].- ¿HABÍA DICHO QUE PODÍA LLEGAR A QUERERME?
Me puse una mano en la cadera y moví la cabeza, esperando a que dijera algo más. Ya que estábamos, a nadie le amarga un dulce.- [Ed]Te debo noventa y ochocafés y esperaba que en ese tiempo pudieras llegar conocerme… mejor[/Ed].- ¿Conocerme mejor implicaba conocerme a FONDO?
– [Lucy]También puedes ayudarme a pintar, limpiar y decorar mi nuevo negocio en Moondale[/Lucy].- apunté moviendo la mano. Rincones oscuros en los que meteeeerse maaaanoooo.
– [Ed]Sí, puedes contar conmigo. Puede que Mia llegue a ser una buena modelo, pero el bricolaje no es lo suyo[/Ed].- Mia era un desastre en el 99% de lo que se proponía que no fuera posar para una cámara, pero juntas nos haríamos ricas. Casi podía oler lo que fuera con la cajita verde mente de Tiffany & Co. que me compraría con mi primer sueldo.
– [Lucy]Pues vamos, porque ya llego tarde[/Lucy].- sujeté su mano y tiré de él- [Lucy]Puedes empezar a contarme tu historia[/Lucy].- le animé encaminándome a la puerta.
– [Ed]Eh…[/Ed]- me señaló y me acordé del pijama de unicornios.
– [Lucy]Espera aquí, que en dos minutos estoy lista[/Lucy].- le di un beso en la mejilla y me fui hasta el baño para ducharme y vestirme.
Lo malo es que no fueron dos minutos, sino una hora y media, pero fue por una buena causa.
***
Hoy…
De: Lucy
Para: Ed <3
El pijama de unicornios y yo te deseamos mucha suerte con la fierecilla pelirroja.
P.D.- Los sms son muy caros. XoXo.
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