Moondale

LA DESPEDIDA

EDWARD MACLAY| Subconsciente de Sarah

NUBES Y FUENTES

edbarba

Me levante del suelo sacudiéndome el polvo de encima, aunque en realidad no fue más que un acto reflejo ya que en el subconsciente de Mara no había polvo, o tal vez estaba aun en el subconsciente de Sarah, no estaba del todo seguro. Mire a mi alrededor y agradecí no encontrar ningún punto de luz extraño, no me apetecía acabar en una realidad paralela, aunque en este caso lo mismo terminaba en otro subconsciente.

Resultaba difícil orientarse con tantas nubes a mí alrededor, no podía ver la estación o lo que hubiese más allá de estas vías hasta el subconsciente de Mara. Sopese seguir al tren, pero acabábamos de salir de la estación, sin duda lo más razonable era volver, podría ayudar a Christopher, o él podía ayudarme a encontrar otro modo de llegar hasta los demás.

Avance con cautela por la vía, no me apetecía caer por ella y perderme entre esas nubes en el subconsciente de Sarah, convirtiéndome en un recuerdo que seguramente acabaría por desvanecerse. En mi camino hacia la estación me pareció  volver a ver esa extraña figura de pelo rubio, las nubes la engullían haciéndola desaparecer, así un par de veces. Viendo el paisaje en el que me encontraba era como estar en una película de Tim Burton persiguiendo viejos fantasmas.

La estación seguía repleta de gente que andaba ordenadamente de aquí para allá, no pude evitar fijarme en el tren de Lucy a medio construir, Sarah aun estaba conociéndola y se encontraba a la entrada de la estación, a medida que fuera conociéndola ese tren acabaría por estar completo y posiblemente junto al de los demás.

Una sonrisa me hizo volver a la realidad, o quizás me inducido a un sueño, porque todo a mi alrededor había cambiado, la gente había desaparecido, la fuente que adornaba el centro de la estación era ahora más grande, el agua congelada la había convertido en una enorme pista de patinaje. En su interior dos personas patinaban, una mujer de pelo rubio ligeramente echada hacia delante cogía de las manos a un niño pequeño e iban patinando en círculos entre risas. Me acerque para contemplarlo mejor.

– [Ed]¿Kaylee?.-[/Ed] Pregunte mientras entraba en la fuente con la mala pata de resbalar y caer de espaldas, dolió, dolió de verdad, y juraría que en mi cabeza escuche reírse a Diana. Me levante ayudándome de los bordes de la fuente y me sujete para mantenerme en pie.

– [Kaylee]No te esperaba por aquí tan pronto[/Kaylee].- Añadió sorprendida y eso me hizo estremecerme, no era el frio que sentía recorriéndome la espalda lo que hizo eso, sino sus palabras.

– [Ed]¿Donde es aquí?.-[/Ed] Pregunte nervioso. Había dado por sentado que estaba de nuevo en el subconsciente de Sarah, pero y si no era así, y si la caída del tren había acabado con mi vida, y si nunca había despertado y ahora estaba… muerto.

– [Kaylee]No lo sé. ¿Lo sabes tú?[/Kaylee].- Pregunto mirando a su alrededor mientras el niño se alejaba un poco de ella.

– [Ethan]Mamá, mira[/Ethan].- El niño se alejaba poco a poco con las piernas ligeramente flexionadas y los brazos hacia delante manteniendo el equilibrio.

– [Kaylee]Ethan, te vas a caer[/Kaylee].- Añadió Kaylee llamando la atención del niño, aunque no sonó como ella, se parecía a Elizabeth cuando reñía a Diana por alguna trastada.  Me fije en el pequeño, Ethan, la realidad del Doctor se había desvanecido, y junto con Kaylee, él también había desaparecido.

– [Ed]Sigo en el subconsciente de Sarah… creo.-[/Ed] Añadí mientras mis piernas bailaban en el suelo helado.

– [Kaylee]¿Cómo te va?[/Kaylee]- Me pregunto mientras se acercaba patinando hasta mi. Acto seguido se sento en el borde de la fuente. – [Kaylee]¿Te acuerdas de mí?[/Kaylee]

– [Ed]Estoy… estoy bien.-[/Ed] Me quede perplejo unos segundos observando cómo me miraba, siempre me había perdido en esos ojos oscuros. Respiraba entrecortadamente haciendo que saliera vaho por su boca, parecía tan real.  – [Ed]Por supuesto que me acuerdo de ti.[/Ed]

– [Ethan]¡Pero no me estás mirando! ¡Mamáaaa![/Ethan] Kaylee aparto la vista de mi para fijarse en el niño y aplaudirle.

– [Kaylee]Pero no mucho, porque ahora tienes a Lucy[/Kaylee].-  Esta vez no volvió la mirada hacia mí, sonaba resentida la verdad.

– [Ed]Es precisamente ella la que hará posible que nunca te olvide. Quiero decir… quiero a Lucy, es la forma en la que me mira… o como sonríe, lo que hace que te recuerde.-[/Ed] En efecto, acababa de decirle a mi difunta novia, la cual estaba frente a mi ahora mismo como una especie de recuerdo o sueño, que quería a Lucy, mientras que a Lucy no le había dicho aun esas palabras. Sin duda era un genio a lo que amor se refiere.

– [Kaylee]Yo ya no soy nada, Ed. Ni siquiera me recordáis como era realmente[/Kaylee].- Dijo con tristeza mientras miraba al pequeño.

– [Ed]No estés tan segura. Mira a tu alrededor, Sarah siempre te recordara. Te tiene puesta en un pedestal, literalmente.-[/Ed] Dije refiriéndome al tren que estaba expuesto en la estación para que todos pudieran verlo al pasar. Y seguramente en mi subconsciente hubiese una habitación cargada de buenos recuerdos.

– [Kaylee]Siempre fui un montón de bolitas de luz con forma humana. Ni siquiera sabía lo que era estar viva hasta que fue demasiado tarde[/Kaylee].- Salto del borde de la fuente poniéndose en pie tambaleándose un poco, en un acto reflejo agarre su mano para que no cayera – [Kaylee]Ojalá te hubiera querido como te merecías. Espero que Lucy lo haga por mí[/Kaylee].- Su mano libre se poso en mi cara, y se acerco para abrazarme, ese simple acto solía hacer que el corazón me latiera aceleradamente, pero ya no era así. Pose mi cabeza en su hombre un instante, el momento justo para apreciar esa ausencia de olor a melocotón. Nos separamos y me sonrió, podía parecer una sonrisa triste, pero no lo era.

Se alejo patinando hasta el niño y le agarro la mano, ambos patinaron hacia una tenue luz, hasta que poco a poco acabaron por desaparecer. A mi alrededor la estación había vuelto a aparecer, la gente caminaba de aquí para allá, la fuente volvía a su estado normal, Kaylee se había marchado.

 

Farewall my love…

Comentarios

2 respuestas a «LA DESPEDIDA»

  1. Avatar de dracon
    dracon

    Woo, vamos con Ed en un post que ya parece bastante importante con ese nombre.

    – Ese Ed que se levanta con el acto reflejo de sacudirse el polvo, aunque allí no hay porque Mara y Sarah tienen la subconsciencia muy limpia xD. Pobre hombre, me gusta el detalle de que busque ese punto de luz para quitar el miedo de acabar en una realidad alternativa, bastante tuvo con la vez en la que le llevaron a su realidad de nuevo.

    – Con tanta nube no es capaz de distinguir que hay más allá y la opción de seguir al tren es complicada, así que decide volver a ver si Christopher le ayuda. Bien pensado.

    – Ed es hiperhumano, ese ir con cuidado por las vías por el miedo a caerse por ellas y convertirse en un recuerdo que terminaría por ser borrado, genial. Para él es como estar en una peli de Tim Burton con esa ambientación y persiguiendo un fantasma de su pasado reciente.

    – Me encanta Ed fijándose en la estación de nuevo y pensando cómo ese tren simboliza la relación en construcción de Lucy y Sarah y piensa que terminará donde el resto.

    – Menuda maravilla esa transición en la que la estación queda atrás por un instante y la fuente se amplia dando lugar a una pista de patinaje donde esta esa mujer y ese niño. Asombroso lo bien que nos has guiado por la visión.

    – Pobre Ed, esa caída de espaldas al hielo que duele de verdad. Diana, no seas mala, seguro que es verdad y se rió XD.

    – Esas palabras de Kaylee que hacen que Ed se estremezca, no por el frío sino por sus palabras.

    – OMG, Ed se pregunta donde está y si es que ha muerto dentro del subconsciente de Sarah U__U pobre.

    – Uf, duro golpe, esa Kaylee que no sabe donde está y la intervención de ese pequeño Ethan de cuya pérdida Ed nos transmite su dolor con una simple pincelada. Eso es un arte.

    – Cuando se queda perdido en la mirada de ojos oscuros de Kaylee y le dice que claro que la recuerda, el fandom llora a mares. Qué inmersivo te está saliendo.

    – Qué mítico Ethan XD. Ed se atreve a sincerarse con ella, que no es real, lo que siente verdaderamente por Lucy, sin habérselo dicho a ella aún. Si es que hay que adorar a Ed.

    – Dios que pena esa Kaylee que se lamenta porque no era nada, pero Ed le hace ver que Sarah siempre la recordará y él mismo también tendrá una habitación llena de recuerdos. Ese hotel! *_*

    – Esa tristeza en las palabras de Kaylee y el bien que le desea a Ed. Ese abrazo en el que su olor a melocotón ya no está y el efecto que tenía en su corazón tampoco, es un recuerdo, lo que Kay quería ser es Lucy, es el regalo de Kaylee.

    – Los dos se alejan hacia una luz y vuelve a estar en la habitación, sin ellas. Qué cierre más maravilloso, es sencillamente increíble.

    Resumiendo, OBRA MAESTRA, te ha salido una absoluta maravilla, sin duda haciendo honor al nombre del capítulo, has construido un momento mágico, con un Ed más Ed que nunca y una Kaylee maravillosamente interpretada al ser un cúmulo de los recuerdos de todos ellos. Las descripciones son geniales, te metes de lleno en la escena. Increíble cierre de una época *_*

  2. Avatar de Stefy

    Post de Ed :DDDD Está hasta guapo en esa foto y eso en Ed es decir mucho, porque el pobre….xDD

    ¿Soy yo o hace tres millones de años desde el último post de Ed?

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    – Ed se levanta y se sacude el polvo, porque es un muchacho muy CURIOSO. Pero en los subconscientes no hay polvo, salvo que seas un adolescente salido *ba dum tss*
    – La primera opción es volver, porque total, hay demasiadas nubes para seguir andando xD Este Ed no es un hombre de acción.
    – No quiere perderse y acabar siendo un recuerdo que se desvanece, pero la rubia sigue por ahí y ya sabemos el problema de Edisio con las rubias. Ni película de Tim Burton ni nada, lo que pasa es que ve unos pelos rubios y tiene que echar a correr detrás de ellos.
    – El tren de Lucy está en construcción, pero dentro de poco estará en pleno funcionamiento.
    – La fuente se ensancha y aparece una pista de patinaje en la que hay una mujer rubia y un niño. Esto se pone MUY interesante.
    – Ay pobre, cuando se cae 🙁 Diana seguro que se ha descojonado, pero yo no, que conste en acta. Pobrecito mi niño. Es igual de torpe que yo para el patinaje sobre hielo xDD
    – No me extraña que se asuste cuando piensa que se ha muerto. Qué mal rollo :S
    – El pobre Ethan tampoco va a nacer nunca, porque su realidad se ha desvanecido. Con lo majete que era 🙁
    – Ed se nos pierde en los ojos de Kay y en ella, que sigue pareciendo real.
    – Kaylee resentida diciéndole que se ha olvidado de ella por Lucy XDDD Eso es tan de verdad, que no pude evitar decirlo.
    – Ed, no. O SEA, NO. NO ME VALE QUE DIGAS QUE ESTÁS ENAMORADO DE LUCY SI ELLA NO LO SABE. Madre mía, este niño tiene que ir a clases de ligar. Ligar 101 para Ed.
    – La habitación llena de buenos recuerdos <3 Qué pena es acabar siendo eso. Solo un montón de recuerdos en un rincón de la cabeza.
    – Oh, Ed ayudando a Kay para que no se caiga *-* El corazón de Ed ya no late a toda velocidad cuando Kay le abraza, ni siquiera huele a melocotón 🙁
    – Kaylee se ha ido. Ahora sí, para siempre 🙁

    Bueno, a ver, antes de empezar con la reflexión final y decirte la maravilla que es, tengo que confesar que en mi vida he shippeado el Edaylee, porque nos salió que daba pena. El pobre Ed estaba hasta arriba y Kaylee se dejaba querer sin mucho entusiasmo, así que me ha sorprendido lo mucho que me ha llegado este post. Por eso y porque normalmente evitas los sentimientos, supongo que porque nos conoces y te da vergüenza ponerte a decir «oh, te quiero/te adoro» (hombre, es raro llevar una pareja con una amiga, pero hay que tomárselo como un papel, no como si te me estuvieras declarando XDD). En cambio, este post es PERFECTO. Creo que trasmites muy bien lo que sentía por Kaylee y que eso ahora ha dado paso a Lucy. Es un post de cierre y de despedida sin exceso de lágrimas, porque Ed ya ha sufrido lo suyo y se merece ser feliz.

    Si había alguien en la sala que shippease Edaylee, no se puede quejar. Y ahora, me debes un post diciéndole «te quiero a Lucy». No te vas a librar.

    GENIALIDAD ABSOLUTA. Una obra maestra 😉

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