Edward | Merelia
TARDE
Tras un almuerzo grupal y un viaje de un par de horas por fin llegamos al hotel de Merelia donde nos hospedaríamos y los recién casados celebrarían el banquete. El fin de semana sin duda me vendría bien para desconectar, llevaba meses estudiando mis obligaciones como futuro vigilante y aun seguían planteándoseme dudas. No era todo el conocimiento que debía aprender lo que me preocupaba, era más bien la responsabilidad de adoctrinar a una futura cazadora, el protegerla del mal. Pero como siempre, me preocupaba más el futuro que lo que tenía delante.
Había conseguido que Lucy me perdonara mi repentina huida tras nuestra llegada a Moondale y desde entonces estábamos en una relación, o algo así, Diana solía decirme que sino empezaba a profesar mis sentimientos y se lo demostraba más a menudo cualquier día aparecería un multimillonario peludo que me la robaría a la primera ocasión que se le presentara.
Así que tras terminar de sacar las cosas de la maleta y ordenarlas un poco decidí ir a buscarla para decirle cuanto la quería. En el ascensor se subió una pareja mayor y no pude evitar fantasear con la idea de llegar a esa edad con Lucy rodeados de nietos, eso siempre y cuando Ezra fuese una realidad. Había intentado localizarle con mi poder pero no había señales de él, tal vez ese futuro es tan incierto que el viaje en el tiempo que realizo no llego a ocurrir.
El Hall del hotel estaba ligeramente vacio, me acerque hasta una de las salidas que daba a los jardines y observe como Dom me miraba desde la piscina encima de una colchoneta, levanto un pulgar en señal de aprobación y sonrió mientras le daba un sorbo a su piña colada, era como si supiera lo que iba a hacer.
Las mesas ya estaban puestas y preparadas en su mayoría, faltaban los cubiertos, pero eso lo harían el día siguiente un par de horas antes de la cena. Me acerque hasta donde se encontraba, estaba moviendo un centro de mesa, poniéndolo mejor, me encantaba lo perfeccionista que podía llegar a ser.
Llevaba un vestido amarillo, solían decir que el amarillo daba mala suerte, por eso no se empleaba en obras de teatro, pero en ella ese color la realzaba, y una pamela para protegerse del sol, un sol que pegaba ligeramente a pesar de estar recién entrados en primavera.
– [Ed]¿Necesitas ayuda con algo?.-[/Ed] Pregunte nada más llegar hasta su altura, ella se volvió con una sonrisa en el rostro, una sonrisa que siempre conseguía alegrarme, da igual por lo que estuviese pasando, siempre conseguiría hacerme sentir mejor.
– [Lucy]Creo que está todo exactamente igual que las otras treinta veces que lo he mirado[/Lucy].- Añadió mientras se recolocaba la pamela para que el sol no le diera en los ojos.
– [Ed]Todo esta precioso.-[/Ed] Intente hace énfasis en esto último aludiéndola también a ella, cosa que creo que conseguí por esa sonrisilla que intento camuflar.
– [Lucy]Gracias. No quería decepcionar a Elizabeth y que luego quisiese matarme[/Lucy].- Dijo recogiéndose un mechón de pelo detrás de la oreja. Había decido cortarse el pelo hasta la altura de los hombros por cambiar de estilo, ya que siempre había tenido el pelo largo, o eso recordaba. La verdad es que había acertado, ese corte acentuaba lo preciosa que es.
– [Ed]Creo que ahora está más preocupada por encontrar algo azul.-[/Ed] Sarah y Diana se iban a volver locas buscando algo, y Diana ya había llegado al punto de decir que le iba a teñir el pelo a su madre de azul.
– [Lucy]Si no encuentra nada, seguro que tengo alguna bobina de hilo que puedo dejarle[/Lucy].- Se dejo caer un poco contra la mesa y con una mano comenzó a juguetear con el mantel, no alcance a verlo pero juraría que estaba trazando corazones.
– [Ed]¿Te apetece dar un paseo?.-[/Ed] No entiendo porque dije esto, ya estábamos a solas, quizás intentaba ser romántico, o tal vez aun estaba buscando las palabras que decirle.
– [Lucy]Me apetecen más cosas, pero podemos empezar paseando[/Lucy]- Me guiño un ojo riéndose. Mentiría si dijese que no me ruborice un poco.
Lucy se engancho a mi brazo y bajamos por un pequeño caminito de piedra que llegaba hasta una pequeña cala. La escuchaba hablar pero en mi mente resonaban guitarras, mire tras de mi pensando que provenían del jardín y eran los músicos ensayando. – [Lucy]…Al final tuve que ponerle un volante a la falda de la hija, porque se le veía el conejito[/Lucy].- Dijo Lucy riendo.- [Lucy]Ed, estás en las nubes[/Lucy].
Note una suave brisa, y detrás de ella apareció una figura que se desvaneció en un parpadeo, y fue entonces, como si algo me hubiese poseído, comencé a cantar.
[Ed]Awake with the wings of morning
To the light of a new day
Now my eyes are open
Through the darkest times
I find you
I find you, always[/Ed]
Lucy abrió los ojos sorprendida. En una pequeña estrofa de una canción había dicho eso que sentía que no sabía cómo decirle. Era mi luz de un nuevo día. Esos momentos en los que a pesar de la oscuridad que reinara, ella sería mi camino para salir de ellas.
[Ed]Cover me
With your hands
Make me see
All I am
Though I fall
I’m willing[/Ed]
Agarre sus manos y las bese. Ella había conseguido hacerme alguien mejor, me había hecho volver a vivir.
[Ed]I could break
Fall back into sorrow
Give me life
Make my faith much stronger
Now my eyes are open
Though I feel I’m lost (I feel I’m lost)
I find a way
(I find a way)
I find a way to you[/Ed]
Lucy miro extrañada un momento a su alrededor al escuchar el coro, pero no había nadie, solo estábamos nosotros.
[Ed]This is the now
No longer will I wait my time
Can’t lose faith
There’ll be days of grace
I’d give it all
I’d give it all
To see redemption reign[/Ed]
Pensé en lo que acababa de imaginar hace un momento, una vida envejeciendo juntos, tal vez en una casita a las afueras con un par de animales, a Lucy le encantaban las cabras.
[Ed]Cover me
With your hands
Make me see
All I am[/Ed]
Paso una mano por mi mejilla acariciándola seguido de una sonrisa y un ligero brillo en los ojos.
[Ed]Though I stumble
Though I stumble
Though I fall, I’ll live for you[/Ed]
Daba igual a lo que nos enfrentáramos, dejaría de tener miedo, porque viviría por ella. Tome un poco de aire en cuanto termine de cantar y la música ceso.
Lucy retrocedió hasta llegar a un banco para sentarse.- [Lucy]¿Desde cuándo sabes cantar?[/Lucy]
– [Ed]Desde pequeño, aunque nunca suelo hacerlo en público.-[/Ed] Respondí. Es lo que ocurre cuando de pequeño no tienes muchos amigos y no eres un gran aficionado de los deportes. Hice una pausa de unos segundos, no era por dar dramatismo, sabía muy bien lo que quería decirle, pero cuando solía ponerme nervioso tartamudeada y las palabras salían entrecortadas. No quería que estas palabras salieran asi, quería que fueran ciertas y seguras, así que respire y las solté. – [Ed]Lucy, te quiero.[/Ed]
– [Lucy]Ven, anda, que creo que se te ha quedado un beso mío atrapado en la lengua y tengo que soltarlo[/Lucy].- Añadió estirando los brazos para que me acercara. Me acerque y me arrodille para estar a su altura, sus manos se posaron a ambos lados de mi cara y me llevo hacia ella para besarme. Sonaron trompetas como si de una película romántica se tratara, pero no le di mayor importancia.
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