Moondale

VAMPIROS Y CHUCHOS

[b][Maximilien || Calles de Moondale || {Con Suzanne Sommerville}][/b]

nowrps

Las épocas que más me gustaban, eran el otoño y el invierno. Muchos preguntarían porqué, yo sonreiría tranquilamente, me les acercaría en tono confidente, y antes de encajarles mis colmillos en sus cuellos, respondería en un suave susurro: ‘Porque los días son más cortos’. Y era la absoluta verdad; ya que en primavera y verano tengo que aguantarme esos días largos, casi ayunando, con lo cual me produce constante mal humor y estrés. Nadie debería ayunar ridículamente, por eso es que no entiendo a las descerebradas de las modelos que apenas comen para estar más delgadas, lo que en mi opinión hace que su sangre tenga sabor a asco.

Agradecía que estuviéramos a principios de diciembre, cerca del invierno; el frío me gustaba, me mantenía vivo y ágil. Aunque confieso que las cacerías invernales eran más difíciles de concretar, dado que la comida no solía salir con frecuencia en las noches de pleno invierno. Uno debía rebuscárselas para no morir de ayuno, aunque eso incluyese beber sangre de indigentes perdidos por ahí. Mi paladar es bastante exquisito, debo admitirlo; me gusta más la sangre de chicas rubias, morenas, castañas, pelirrojas, etc. Pero conseguir una de ellas en las noches invernales de principios de diciembre era una tarea ardua. y si las conseguía, era cómo ganarse la lotería.

Y ahí estaba, siguiendo el rastro de una chica rubia, que había decidido para mi suerte, salir a caminar sola. No sabía el peligro que tenía detrás suyo. Sonreí, llegando cada vez más cerca de mi presa, cuando un aroma asqueroso invadió mi olfato. Ignoré ese aroma, dado que no era luna llena esta noche y seguí a la rubia. El aroma seguía impregnándome en el olfato, hasta que comprendí, sumé dos más dos y la rabia se apoderó de mí. Joder, iba a tener que rebuscármelas nuevamente.

– [b]Vaya, ¿no deberías darte un baño con litros de aromatizante?[/b]- comenté, con un ligerísimo mosqueo.- [b]No, deja… que por mucho que te apliques aromatizantes de todas las marcas, nada te quitará ese olor a chucho mojado.[/b]- añadí, encendiéndome un cigarrillo.

La chica se paró en seco y se giró hacia mi voz.

-[b][i]¿Perdona?[/i][/b]-dijo con suavidad-[b][i]¿Que yo huelo a qué?[/i][/b]-Se enderezó en toda su estatura y añadió en un tono más duro-[b][i]Si hay algo que realmente apeste es eso que acabas de encender[/i][/b]-entrecerró los ojos cruzándose de brazos y me miró desafiante.-[b][i]¿Qué eres?[/i][/b]

Di unas cuantas caladas, tomándome todo el tiempo del mundo y sonriéndole de lado. Así que el chucho mojado no tenía mucha idea de sus genes, lo que lo hace más interesante.

-[b] Ya sabes, hueles a chucho mojado.[/b]- dije como si ella no lo hubiese entendido.- [b]¿Nunca has olido a un perro mojado? Bueno, a eso hueles.[/b]- expliqué con pereza, mientras tiraba la colilla a ninguna parte.- [b]¿Y qué soy? Bueno, al menos me jacto de no ser una bola de discoteca brillando a horas del sol…un vampiro, [i]fräulein[/i].[/b]- y cambié mi rostro para demostrárselo.- [b]La diferencia, es que yo no bebo sangre de chuchos mojados, no es muy rica que digamos.[/b]

Dio un paso hacia mí, ladeando la cabeza y mirándome con intensidad analítica.

-[b][i]¿Un vampiro?[/i][/b]-soltó una risita-[b][i]¿Cómo Dracula?[/i][/b]-la risa se volvió una carcajada-[b][i]Pues para no ser un drag-Cullen usas sus chistes sobre licántropos tan bien como uno de ellos[/i][/b]-dijo, con acidez-[b][i]Además, no es que tú huelas especialmente bien ¿sabes? El aroma a cementerio está realmente[/i] demodé.[/b]

Vaya con la lobita, hasta era graciosa, oye. La estudié de arriba hacia abajo, con toda la lentitud posible, adivinando sus curvas sinuosas. Una lástima, seguramente era toda una fiera en la cama.

– [b]Nada que no se pueda ocultar a base de perfumes o colonias…cosa que no pasa en tu situación.[/b]- me encogí de hombros, sin prestarle mucha atención. Lo único que me apetecía era un cuello suave y sedoso, dispuesto a alimentarme.

Ann chasqueó la lengua, dando un paso hacia mí.

-[b][i]Si de verdad crees que Massimo Dutti puede enmascarar tu duuuulce aroma…[/i][/b]-dijo en tono sarcástico-[b][i]… es que de tanto chupar te has quedado lelo, monada[/i][/b]-resopló, alzando una ceja apretando los puños con los brazos cruzados-[b][i]Y si quieres mirar a alguien así[/i][/b]-lo señaló con la barbilla, haciendo referencia a como la había mirado-[b][i]te vas a una streaper[/i][/b]-añadió, con brusquedad.

Se alejó de mí un par de pasos.

-[b][i]Y ahora, pese a que siento privarte de mi compañía, me largo[/i][/b]-añadió, dándose la vuelta y alejándose.

Negué con la cabeza, divertido. Esa niñata no tenía ni la más puta idea de con quien trataba. En un rápido movimiento la empotré contra un árbol y la miré a los ojos, abriendo mi poder de ilusión. Le hice creer que la besaría, cuando en realidad sólo tanteaba apenas a un par de milímetros de sus labios rosados. Noté el ligerísimo suspiro que intentaba ocultar ella. Sonreí, alejándome de la chica y mirándola nuevamente con cierto apetito sexual.

-[b] Lástima que seas un chucho mojado…nos hubiésemos divertido mucho en la cama.[/b]

-[b][i]¿Chucho mojado? ¿Nosotros en una cama? ¿Qué pasa? ¿Te mola lo de que tenga rabo?[/i][/b]-soltó una risita, alejándose del árbol sin darle la espalda ni un segundo-[b][i]Seguramente tú te lo hubieses pasado bien[/i][/b]-me soltó, ladeando la cabeza para mirarme, con una sonrisa condescendiente-[b][i]Pero yo me habría aburrido[/i][/b]-añadió volviendo a girarse y alejándose-[b][i]… al fin y al cabo estás muerto[/i][/b]-añadió, colocándose bien el bolso sobre el hombro.

¿La lobita acaba de insinuarme que yo tengo tendencias homosexuales? Ah no, eso sí que no. Me importaba un pimiento si estaba muerto o no, a mí no se me acusaba de tener tendencias homosexuales en la cama. La furia me invadió, mi rostro se transformó nuevamente y la sujeté del cuerpo, impidiéndole escaparse.

– [b]Escúchame bien, mocosita…[/b]- le susurré al oído.- [b]Ten mucho cuidado con lo que dices, porque podrías salir lastimada.[/b]- le gruñí para advertirle y pese a que me daba asco la sangre licántropa, le mordí con furia para que viera que yo no bromeo con mis advertencias. Luego la empujé y escupí su sangre hacia la calle.

Ann se llevó la mano al mordisco que le había pegado y comprobó que apenas había sangre, pues ya había cicatrizado.

-[b][i]¡Estás loco! No, en serio ¡estás como una jodida regadera![/i][/b]-se sacó el bolso en el que tenía todos sus libros y lo blandió contra mí-[b][i]¡¿Pero qué coño te has creído?! ¡No soy un burrito! Si tienes hambre te haces una hamburguesa[/i][/b]-entrecerró los ojos, dejando de pegarle con el bolso-[b][i]Te juro por dios que como vuelvas a acercarme esos sucios colmillos te parto la cara ¿está claro?[/i][/b]

Retrocedí, completamente divertido. ¿Intentaba matarme con un bolso lleno de libros? No me hacía nada de dolor, en lo absoluto.

– [b]¿Tú? ¿Partirme la cara? Deja que me ría, [i]meine Liebe[/i].[/b]- me reí en su cara.- [b]Con lo diminuta que eres y lo frágil, lo veo un poco difícil el hecho de que intentes partirme la cara, porque antes de que pudieras encajar siquiera tu puño en mi rostro, yo ya te maté torciéndote del cuello.[/b]- le guiñé con descaro.

-[b][i]Eres un completo gilipollas[/i][/b]-masculló volviendo a colgarse su bolso al hombro-[b][i]En serio[/i][/b]-entrecerró los ojos y se cruzó de brazos-[b][i]Aunque si taaaan diminuta soy[/i][/b]-puso cara de malas pulgas-[b][i]métete con alguien de tu tamaño[/i][/b]-espetó girándose y alejándose.

La vi irse, y me sonreí para mí mismo. Había estado entretenido tener una batallita con un enemigo acérrimo. Le miré el culo con descaro, lamentándome saber que ella era una licántropa. Bufé, tenía hambre e iba a ser difícil encontrar comida por allí, así que opté por ir al bar de siempre y beber alcohol.

[spoiler]Ann manejada por Thals.
Intuiré que ya es de noche.[/spoiler]

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