[align=center][b]Sarah Echolls | Casa de las Echolls[/b]
Subí las escaleras de dos en dos con una libreta en una mano y mi teléfono móvil en la otra. Sólo había tenido tiempo de ducharme desde que llegué de entrenarme, pero no podía entretenerme. Daniel y Diana estarían al llegar y no podía enterarse de que estaba organizándoles una fiesta sorpresa – sobre todo porque dejaría de ser sorpresa y perdería la gracia-.
Me senté en la cama de mi habitación y comencé a marcar el primer número. Le había robado el teléfono a Diana esa misma mañana, mientras ella estaba vegetando en el salón y apunté todos los números que encontré. No tenía ni idea de cuál sería la respuesta de la gente ante mi llamada, pero deseaba con todas mis fuerzas que fuera que sí porque ese tricumpleaños tenía que ser un éxito.
Ese primer número correspondía a Silver, una de las chicas que había estado encerrada en la Iniciativa. Suspiré al escuchar el primer tono.
Odiaba con todas mis fuerzas hablar por teléfono y sólo lo hacía en caso de necesidad extrema por lo que podía sentirme orgullosa de mí misma si conseguía no morir en el intento.
– [b]Hola, ¿S-Silver?[/b] – Titubeé al oír que ya habían descolgado al otro lado de la línea.
– [b][i]Antes de que sigas hablando, si eres de Telefónica o quieres intentar venderme una enciclopedia, te cuelgo.[/b][/i]- Amenazó y yo me puse colorada.
– [b]No, no… soy la hermana de Diana…no sé si te suena…[/b]- Me quedé callada tras decir eso.
– [b][i]¿D-Diana? ¿Hermana?[/b][/i]- Se hizo el silencio, probablemente estaba pensando en quién podía ser.- [b][i]Ah sí, ¿bajita ella y rubita? Sí, sí, te recuerdo.[/b][/i]
– [b]No soy tan bajita…[/b]- Me quejé.- [b]Te llamaba para decirte que el día 13 es el cumpleaños de Diana y voy a organizarle una fiesta sorpresa, ¿te gustaría venir?[/b]
– [b][i]¡¿ES EL CUMPLEAÑOS DE DIANA?![/b][/i]- Gritó con toda la emoción del mundo y yo sonreí satisfecha- [b][i]Gracias por avisarme, ahora tendré que buscarle un gran regalo[/b][/i]- hizo hincapié en la palabra “gran”.- [b][i]Me gustaría mucho ir, y despreocupa, de mis labios no saldrá nada.[/b][/i]
– [b]Pues entonces te veo el día 13 a las siete y media en mi casa, ¿vale?[/b]- después añadí a toda prisa.- [b]En realidad, es un tricumpleaños sorpresa, así que por eso tenéis que llegar todos antes que los cumpleañeros.[/b]
– [b][i]Ok, pero ahora es cuando te pregunto, ¿dónde queda tu casa? Puedo buscarla por el Google Maps, pero se me hará más fácil si me das un nombre.[/b][/i]- Se echó a reír.
– [b]Es la casa esa enorme que hay cerca de la tienda de magia.[/b]- Suspiré.- [b]Sí, esa que parece la de las Charmed.[/b]- Expliqué.- [b]Cuento contigo para el tricumpleaños, Silver.[/b]
– [b][i]Será todo un placer, nos vemos allí rubia.[/b][/i]- Silver se despidió de mí y yo taché su nombre de la lista. La primera llamada había ido bien, pero no tenía ni idea de cómo serían las demás.
Marqué el segundo número con rapidez porque era el de McLeod. Estaba preocupada por lo que me diría y por cómo le hablaría después de saber que se había acostado con mi hermana.
– [b]¿McLeod? Soy Sarah…[/b]- Susurré.
– [b][i]Hola Sarah.[/b][/i] – Parecía mucho menos..McLeod que normalmente. – [b][i]¿Qué tal va todo?[/b][/i]
– [b]Muy bien.[/b]- Sonreí ampliamente aunque él no me veía.- [b]Espero que tú estés bien…[/b]- Empecé a decir pero me contuve y rectifiqué.- [b]Te llamaba para invitarte a un cumpleaños, pero no puedes negarte a venir. [/b]
– [b][i]Ya me lo ha comentado Daniel.[/b][/i] – Respondió algo apesadumbrado. – [b][i]No sé si verme allí será lo mejor para Diana.[/b][/i]
– [b]Lo es.[/b]- Sentencié.- [b]Diana está enamorada de ti aunque no quiera reconocerlo.[/b]- No quería ni pensar en lo que acababa de decir: ¿Mi hermana enamorada de mi vigilante? Es como cuando te enteras de que papá y mamá se dan besos…y lo que es peor, hacen otras cosas juntas.- [b]Además, es un tricumpleaños, también estarás allí por Daniel que te considera su hermano y por January que necesita apoyo después de la Iniciativa.[/b]
– [b][i]Las lecciones de persistencia eran para las cacerías, no para convencerme a mí de que vaya.[/b][/i] – Después de esa frase parecía algo más animado. – [b][i]Está bien, iré.[/b][/i]
– [b]Gracias.[/b]- Taché su nombre de la lista.- [b]¿Puedo hacer algo para animarte?[/b]
– [b][i]Si, sigue alegre y no te preocupes por nada referente al mundo sobrenatural. Para eso ya estoy yo.[/b][/i]
– [b]Cuídate.[/b]- Lo decía de corazón. Quería a Christopher mucho más de lo que quería a mi padre y verle de esa forma me dolía.- [b]
Espero verte en mi casa el día 13 a las siete y media, ni un minuto más ni uno menos o la furia de la Cazadora caerá sobre ti.[/b]- Me reí.- [b]Un abrazo.[/b]
– [b][i]Allí estaré. Cuidaos mucho.[/b][/i] – Colgó.
El siguiente número pertenecía a una tal Jamie que me sonaba de la Iniciativa, pero no estaba del todo segura de cuál era su relación con Diana. Tecleé con rapidez los números y esperé varios tonos hasta que por fin, alguien descolgó.
– [b]¿Jamie? Hola, no sé si me conoces, soy Sarah, la hermana de Diana.[/b]- Me presenté a toda velocidad por culpa de los nervios.
– [b][i]¿Eh? Discúlpame… ¿pueden bajar el volumen, por favor?[/b][/i]- Le dijo a alguien que evidentemente no era yo.- [b][i]Dime.[/b][/i]
– [b]Hola, eres Jamie, ¿verdad?[/b]- Esa conversación me estaba desesperando. No conocía de nada a Jamie y me sentía ridícula llamándola.- [b]Soy Sarah, la hermana de Diana no sé si te suena o me he equivocado. [/b]
– [b][i]Sí, lo soy. Y creo que te ubico de ya sabes dónde.[/b][/i]- Respondió con seriedad.- [b][i]Discúlpame un momento.[/b][/i]- Se alejó del teléfono y se oyó una puerta cerrarse, después volvió al teléfono.- [b][i]Lo siento, ¿qué sucede?[/b][/i]
– [b]El día 13 es el cumpleaños de Diana, me gustaría saber si podrías venir…[/b]- [i]Y también me gustaría que la gente que hay ahí dejara de molestarte porque me voy a morir de un ataque de nervios[/i].
– [b][i]Oh, no estoy en Moondale, la verdad.[/b][/i]- Se excusó con algo de pena.- [b][i]De hecho, sería un viaje largo si fuese. Lo siento, no me cuentes como invitada, aunque deséale un feliz cumple a Diana.[/b][/i]- Hizo una pausa como pensando en qué decirme.- [b][i]Me encantaría, pero me es complicado ahora.[/b][/i]
– [b]No te preocupes, pero si estás en Moondale pásate, ¿vale?[/b]- Taché el nombre de Jamie con otro color para recordarme que ella no vendría.- [b]Es en mi casa (esa enorme sacada de Charmed cerca de la tienda de magia) a las siete y media. Pásalo bien.[/b]
– [b][i]Gracias por la invitación, que lo pasen bien ustedes, también.[/b][/i]- Colgó.
La llamada a Jamie no había salido como esperaba y me preocupaba que los demás me dijeran lo mismo. Aún así, busqué el siguiente teléfono que era de Edward y le llamé.
– [b]Hola, ¿Edward? S-soy Sarah…[/b]
– [b][i]Oh, hola Sarah, ¿Qué tal?[/b][/i] – Hablaba en un tono alegre. Edward era una persona increíblemente agradable y me encantaba tenerle por aquí aunque fuera a costa de un pasado horrible.
– [b]Bien, ¿tú?[/b]- Pregunté y sin darle tiempo a responder continué.- [b]Te llamaba para invitarte a la fiesta de tricumpleaños sorpresa de Diana, January y Daniel que es el día 13 en mi casa a las siete y media. [/b]
– [b][i]¡Vaya no sabía que lo celebraran los tres juntos![/b][/i]- Exclamó.- [b][i]Puedes contar conmigo, allí estaré.[/b][/i] – dice con tono alegre.
– [b]Ha sido idea mía, ellos piensan que sólo celebramos el cumpleaños de uno de ellos.[/b]- Me reí con malicia orgullosa de mi gran idea.- [b]Nos vemos allí, ¿vale? [/b]
– [b][i]Lo suponía.[/b][/i]- Admitió riéndose también. – [b][i]Muy bien, nos vemos Sarah, y disfruta del resto del día. [/b][/i]- Colgué y acto seguido llamé a Dominic que también me sonaba de la Iniciativa. [i]Va a parecer una reunión…[/i] – Pensé.
– [b]¿Dominic? Hola…[/b] – Me quedé en silencio sin saber cómo continuar.
– [b][i]Sí, soy yo. ¿quién llama?[/b][/i]
– [b]Soy Sarah, la hermana de Diana.[/b]- Me mordisqueé el labio inferior con nerviosismo.- [b]Te llamaba para invitarte a su cumpleaños sorpresa, bueno también al de January y Daniel en realidad. [/b]
– [b][i]Vale, ¿y de que día estaríamos hablando?[/b][/i] – Dominic era mucho más formal que los demás con los que había hablado al teléfono y eso me ponía nerviosa.
– [b]El día trece a las siete y media de la tarde, ¿podrás venir? [/b]
– [b][i]Creo que si ¿Donde lo celebráis? ¿En el Silver?[/b][/i]
– [b]No, en mi casa, ¿sabes dónde está?[/b]
– [b][i]No. Dime la dirección.[/b][/i]
– [b]En la misma calle de la tienda de magia, sólo tienes que subir un poco y verás una casa enorme.[/b]- Sonreí. De seguir así nunca aprendería el nombre de la calle en la que vivía.- [b]Gracias por venir, Dominic.[/b]
– [b][i]De nada, allí estaré.[/b][/i]- Tras eso colgó y tras tachar los nombres de Edward y Dominic, marqué el teléfono de Ann. La chica rubia que Cecil y yo habíamos conocido al salir de las celdas.
De pronto algo me impidió pulsar el botón de llamada. Me acordé de Cecil y pensé que se lo habría pasado bien en la fiesta. Sonreí y pulsé el botón instintivamente.
– [b][i]¿Sí?[/b][/i] – Tenía voz de recién levantada.
– [b]Hola, ¿eres Ann?[/b]- Pregunté con timidez.- [b]Soy Sarah, la hermana de Diana, no sé si te suena…[/b]
– [b][i]Sí soy Ann.[/b][/i] – Respondió con jovialidad-[b][i]¿Sarah? Sí, sí, creo que te conozco.[/b][/i]- Se quedó pensativa probablemente preguntándose por qué la llamaba- [b][i]¿Está bien tu hermana?[/b][/i]
– [b]Está como siempre, no sé si eso es bueno.[/b]- Me reí.- [b]Quería invitarte a su cumpleaños que es el día trece, bueno en realidad es una fiesta sorpresa de tricumpleaños.[/b]
– [b][i]¿Tricumpleaños?[/b][/i]-Soltó una risita. -[b][i]¡Claro! ¿Dónde?[/b][/i]
– [b]En mi casa a las siete y media el día trece.[/b]- Hice una pausa y taché su nombre de la lista.- [b]Mi casa es la que está cerca de la tienda de magia con aspecto de pertenecer a brujas.[/b]- Sonreí.
– [b][i]Oído cocina.[/b][/i]- Volvió a reírse de nuevo. -[b][i]Allí me tendrás. ¿Necesitas que vaya antes a echarte una mano?[/b][/i]
– [b]Toda ayuda es bienvenida.[/b]- La sinceridad se había apoderado de mis palabras.- [b]Si quieres venir antes te lo agradeceré mucho. [/b]
– [b][i]Vale, pues estaré ahí a eso de las seis ¿te parece? Así te ayudo con todo.[/b][/i]
– [b]Muchas gracias.[/b]- Gracias a Ann mi madre y yo no moriríamos intentando tenerlo todo listo para las siete y media. – [b]Nos vemos el día trece. Un abrazo, Ann.[/b]
– [b][i]Vale, nos vemos, guapa. Un besote.[/b][/i]- Y colgó.
Ann era encantadora y muy agradable. Mientras marcaba el teléfono de Jan fantaseé con la idea de que Edward y Ann podrían casarse y tener muchos bebés tan majos como ellos.
– [b]Hasta luego.[/b]- Dije a modo de despedida.- [b]Eres la mejor. [/b]
– [b][i]Lo sé.[/b][/i]- Se echó a reír y colgó.
La conversación con January fue tan larga que cuando colgué tenía la oreja roja y dolorida, pero hablar con ella siempre era genial. Era la primera amiga que tenía en mucho tiempo y esperaba que siempre estuviéramos ahí la una para la otra. Además, gracias a ella tenía el teléfono de Alexander Fenris y como buena casamentera que soy tenía que obligar al chico de sus sueños –millonario- a venir.
El número de Alexander lo marqué como pude porque las manos me temblaban. No lo conocía prácticamente de nada y además, era guapísimo, millonario y un conocido playboy por lo que hablar con él me iba a costar horrores.
– [b]Hola, ¿eres Alexander?[/b]
– [b][i]Si…¿y tú eres…?[/b][/i]- Preguntó con naturalidad. Como si fuera normal para él recibir llamadas de chicas a todas horas.
– [b]Soy Sarah Echolls, no sé si me conocerás…[/b]
– [b][i]¿De un crucero?…ah no, del maravilloso tiempo en la suite sin lujo y con barrotes.[/b][/i] – Cuando dijo eso musité algo que prácticamente no se entendía pero era un intento de hechizo para que la tierra me tragase justo en ese momento – [b][i]¿Puedo ayudarte en algo Sarah?[/b][/i]
– [b]Eh…sí, soy amiga de January…la-la chica…[/b]- Intenté decir como pude.
– [b][i]Si January es una chica, eso lo recuerdo, pero…[/b][/i] – De nuevo, me había puesto colorada y al ver que Fenris se reía de mí (probablemente sin mala intención) empezaba a pensar que acabaría mutando en un muñeco Gusiluz.
– [b]V-voy a celebrar su cumpleaños el día trece, bueno en realidad es un tricumpleaños sorpresa y…y me gustaría que vinieses.[/b]- Titubeé.
– [b][i]Podías haber empezado por ahí. Estaré encantado.[/b][/i] – Por su tono, parecía animado. – [b][i]Imagino que uno es de January, ¿conozco a los otros dos?[/b][/i]
– [b]Sí, sí uno es el de Jan y los otros son de mi hermana Diana y de Daniel, creo que los conoces.[/b]
– [b][i]Claro, reunión de compañeros de celda.[/b][/i] – Bromeó. – [b][i]¿Puedo llevar unos cuantos bates y un muñeco a escala del General?[/b][/i]
– [b]Me conformo con que lleves un regalo para January, porque sé que le hará mucha ilusión.[/b]- Taché su nombre de la lista y añadí.- [b]Te esperamos el día trece a las siete y media en mi casa que te tendré que decir dónde está.[/b]
– [b][i]Me vendría bien que me enviases la dirección si, envíame un mensaje porque si no se me olvidará.[/b][/i] – Hizo una pausa – [b][i]¿Necesitas que lleve algo en concreto o lo dejas a mi elección?[/b][/i]
– [b]No hace falta que gastes…[/b]- Suspiré.- [b]Ahora te mando la dirección con un mensaje de texto.[/b]
– [b][i]Tranquila, tengo la firme creencia de que gastar dinero es como donar sangre.[/b][/i] – Respondió en un tono relajado. – [b][i]El dinero necesita renovarse y servir para algo, sino para qué lo quiero.[/b][/i]
– [b]Yo siempre quise un pony…[/b]- Bromeé aunque hablaba completamente en serio. Siempre quise tener un pony. – [b]Cuento contigo el día trece. Un saludo, Alexander.[/b]
– [b][i]Cuenta conmigo. Ya te llamaré en otro momento para llevar algo para los demás.[/b][/i] – Antes de colgar añadió. – [b][i]Espero que tengas espacio para el pony.[/b][/i]
Colgué satisfecha por mis habilidades de convicción y marqué el último número que pertenecía a un chico llamado Ben que no tenía ni idea de quién podía ser.
– [b][i]¿Sí?[/b][/i]
– [b]¿B-Ben?[/b]
– [b][i]Sí.[/b][/i]- Dijo en un tono cortante.- [b][i]¿Quién eres? [/b][/i]
– [b]Soy Sarah, tú no serás Ben…Ben, ¿no?[/b] – Pregunté temiéndome que fuera el mismo Ben demonio con el que acababa de vivir una de las situaciones más raras de mi vida.
– [b][i]Que yo sepa, sí que soy Ben.[/b][/i] – Dijo con sorna.
– [b]Está claro que eres el mismo.[/b]- Me reí.- [b]Llamaba para invitarte a un tricumpleaños sorpresa.[/b]
– [b][i]¿Un tricumpleaños? ¿Sarah?[/b][/i] – Después de unos segundos de silencio por habló y se echó a reír.- [b][i]Sarah. Rubia. Bajita.
Cazadora. Eres ésa Sarah, si mi oído no me engaña. Y me llamas para invitarme a un tricumpleaños.[/b][/i] – Se quedó callado de nuevo y continuó.- [b][i]Qué hospitalarios sois en esta ciudad.[/b][/i]
– [b]Dije que haría lo posible para sacar lo bueno que hay en ti y siempre cumplo mis promesas.[/b]- [i]Aunque eso suponga hacer elridículo hasta límites insospechados[/i].- [b]Además, Diana tenía tu teléfono por lo que supuse que erais amigos o…algo más, con Diana nunca se sabe.[/b]- Me temí que Ben fuera uno de sus novietes de turno.
– [b][i]¿Diana?[/b][/i] – Suspiró.- [b][i]No somos amigos. Conocidos. Y de una sola conversación.[/b][/i]
– [b]¿Eso quiere decir que no vas a venir?[/b] – Puse una vocecita triste. No iba a tolerar que me dijeran que no otra vez. Con Jamie ya había tenido bastante.
– [b][i]¿Qué pinto yo allí, Sarah?[/b][/i] – Se río.
– [b]A mí me caes bien…[/b]- De nuevo, fui sincera. Sí, era un demonio y también poco hablador, pero no parecía mal tipo.- [b]¿Eso no te vale? Pasarías un rato divertido, conocerías gente y además probarás mis brownies si es que no se queman…[/b]
– [b][i]¿Y nadie intentaría prenderme fuego al grito de ¡demonio, demonio!?[/b][/i] – Bromeó.
– [b]Lo dudo mucho porque tenemos (así contando a ojo) un aesir, tres licántropos y varios brujos. No sé si me dejo a alguien.[/b]- Dije con naturalidad tachando su nombre de la lista. Estaba segura de que vendría.- [b]En este cumpleaños lo normal es no ser normal.[/b]
– [b][i]Vale.[/b][/i] – Se rindió.- [b][i]Me pasaré si crees que no molestaré.[/b][/i]
– [b]¿De verdad?[/b] – Esbocé una enorme sonrisa.- [b]Muchísimas gracias, Ben. Al final sé que dejarás de pensar que estoy loca y te acabaré cayendo bien o al menos me soportaras…[/b]
– [b][i]Y seguro que aún así seguirás siendo una caja de sorpresas.[/b][/i]- Se rió entre dientes.
– [b]Sé que querías que se me olvidase, pero yo tengo una memoria de elefante…Muahaha.[/b]- Me reí de forma malvada.- [b]Te espero el día trece a las siete y media en mi casa que supongo que no sabrás cuál es, ¿verdad?[/b]
– [b][i]No tengo ni idea.[/b][/i]
– [b]En la calle de la tienda de magia, sólo tienes que subir un poco y verás una casa enorme.[/b]- Seguramente, con esas indicaciones se perdería.- [b]Si te pierdes me llamas y salgo a buscarte.[/b]
– [b][i]Allí estaré.[/b][/i]
– [b]¿Prometido?[/b]- Pregunté para asegurarme.
– [b][i]¿Cambiaría algo si te dijera que no? [/b][/i]
– [b]Te buscaré y te obligaré a venir.[/b]- Me reí.- [b]Nos vemos el domingo.[/b]
– [b][i]Hasta entonces.[/b][/i]
Tras eso colgamos y yo me eché sobre la cama con una sonrisa de satisfacción dibujada en mi rostro. Podía patear culos de vampiros y organizar cumpleaños sin despeinarme con mi escaso metro y medio de estatura. Para que luego digan que no es verdad eso de que las grandes esencias se guardan en frascos pequeños.
[spoiler]Sí, la conversación con January no está entera porque va en el próximo post de Lae ~
Cada personaje ha sido movido por su dueño ^^ [/spoiler]
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