V | Club Silver

La sorpresa de V fue mayúscula cuando despertó en este extraño lugar. Cuando echó un vistazo a su alrededor lo primero que le vino a la mente fue el descenso a los infiernos de Dante.

Se apartó ágilmente del camino de un tipo vestido como un vikingo, y dada la furia de su embestida lo parecía. Tras reflexionar un poco recordó los experimentos de Larkhill, y también lo último que estaba haciendo, preparar su obra final, entonces cayó en la cuenta, esto era un nuevo centro controlado por el Gobierno, le habían cogido, pero no sabía como le habían descubierto. De repente, rompiendo sus pensamientos una joven chocó contra él.

– Discúlpeme, soy un desastre.- Se excusó mirándole fijamente a los ojos una sonrisa.- Necesito ayuda. No…no sé qué hago aquí.- Su voz se quebró y rompió a llorar.

– [b]Calma señorita, ya se encuentra bajo el manto de la justicia.[/b] – dijo mientras observaba alrededor si había algún peligro, además de la sala para ser que podría aprovechar para ganar ventaja de sus enemigos. Había luchas por todas partes, todo parecía indicar que se había repetido el suceso de Larkhill, los presos debían haberse liberado y ahora luchaban con sus captores. Parecía que incluso los captores habían sido sujetos de experimento aquí, y después de esas vejaciones aún servían al Gobierno, fanáticos sin duda.
– Muchas gracias.- se limpió las lágrimas grácilmente.- ¿Quién es usted?.- preguntó algo confusa.
– [b]Quien… ‘quién’ es solamente la forma de la función ‘qué’ y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.[/b] – respondió V misteriosamente.
– Si usted lo dice…- Parecía aún más confusa.- ¿Podría ayudarme? No estoy segura de dónde estoy ni de quién es toda esta gente.
– [b]No estoy acostumbrado a aventurar teorías, pero creo que las redes del Gobierno han querido una vez más jugar a ser Dios, y sin duda, han tropezado dos veces con la misma piedra, estamos ante una revolución, disfrute señorita, este es el desorden que precede a la calma.[/b] – la sonrisa permanente en la máscara de V parecía asemejarse a la que en realidad debía tener.
– Sí, sí…- parecía a punto de echarse a llorar de nuevo – ¿Me ayudará entonces? Estoy desesperada.
– [b]Sí, este no es un lugar seguro, estamos en medio del caos y podría salir herida. Sígame, lo más rápido que pueda.[/b] – V comenzó a caminar ágilmente esquivando a la muchedumbre.

De vez en cuando V se detenía para comprobar si la joven seguía detrás, y así avanzaron un tramo del club hasta que V se detuvo frente a un hombre, tenía un punto de mira marcado en la frente, y miraba a V como si fuera una presa, antes de que alguno parpadeara, el hombre lanzó un cuchillo hacia V, pero éste lo esquivó en el último momento, pasó rozando su capa y fue a dar contra una animadora que se sorprendió ligeramente, pero después se lo quitó y la herida se cerró. Antes de que el hombre con el punto de mira sacara otro cuchillo V sacó uno propio y lo lanzó, clavándosele justo en el punto de mira.

– [b]Toda acción tiene una reacción igual y opuesta.[/b] – y tras esto hizo una seña a Gilda para que se acercara.

– [b]Vamos señorita, continuemos avanzando.[/b] – V continuó avanzando hasta que llegaron a una puerta en la que podía leerse «Prohibido el paso». Estaba cerrada con un candado. – [b]Parece que el diálogo no servirá en esta ocasión, sin embargo la fuerza…[/b] – V embistió la puerta y el cerrojo saltó, dejándoles paso a una zona que parecía ser la que utilizaban los carceleros para vigilar las celdas, pero las cámaras parecían estar apagadas. – [b]Parece que este lugar será un buen refugio provisional. [/b]
– Muchas…gracias.- Musitó…
– Vais a decirme qué está pasando aquí.- una mujer, o al menos eso parecía, entró por la puerta de la sala, debía ser uno de los experimentos de este lugar, puesto que su piel era verde. Llevaba unas ropas oscuras como su pelo, y tenía unos ojos que parecían analizarlo todo. – Y quiero las explicaciones ahora.

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Gilda ha sido controlada por Stefy, así como Elphaba.
Bullseye ha sido controlado por mí, así como la inclusión de la animadora.
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