Daniel Arkkan | Subterráneo tres
[URL=http://www.youtube.com/watch?v=PJlnSbhygyA]Banda sonora del post[/URL]
[QUOTE]
– ¡Joder! – el grito parecía proceder de la celda de mi izquierda, me acerqué a la rendija y pregunté: [b]¿Hay alguien ahí?[/b] – parecía una tontería, porque evidentemente había alguien, pero no sabía qué narices preguntar.
[/QUOTE]
Mientras esperaba algún tipo de respuesta, me senté en el suelo, mirando a Sarah. Se había puesto a colocar las sábanas y mullir su almohada. Si había algo que hubiese mejorado esto, habría sido tenerla cerca, al menos podría apoyarla, podría hablar con ella, pero estaban demasiado lejos, lo único que podía hacer era seguir pensando una forma de salir.
Después de un rato allí sentado, una voz me sacó de mis pensamientos.
– [b][i]Daniel.[/b][/i] – en un principio pensé que la voz procedía de la celda de mi izquierda, pero un segundo susurro me dejó ver que procedía de la otra celda.
– [b][i]Tengo que hablar contigo, pero tienes que actuar con disimulo, las celdas están monitorizadas.[/i][/b] – eso no era nuevo, lo había descubierto investigando la habitación, la cámara estaba situada en una de las esquinas, de modo que me senté dándole la espalda para que no se apreciara como movía los labios, quedando frente a la pared de cristal.
– [b]¿Quien eres? ¿y cómo demonios sabes mi nombre?[/b] – pregunté. La voz al otro lado no tardó mucho en responder.
– [b][i]Un amigo, tuyo y de Sarah, tengo una forma de ayudaros a salir, pero necesito algo de tu parte.[/b][/i] – mi «amigo» había obviado la parte dónde le pregunté cómo sabía mi nombre, y ya estaba pidiendo algo por parte de Daniel, no tenía muy buena pinta.
– [b]Aún no me has dicho por qué sabes mi nombre.[/b] – la conversación no avanzaría hasta que no estuviera seguro.
– [b][i]Sarah, tú y yo tenemos un amigo en común, no puedo decirte más por el momento, ya estoy arriesgando mucho viniendo aquí.[/b][/i] – dijo la tenue voz.
– [b]Aceptaré eso por el momento. Dime cómo piensas sacarnos de aquí.[/b] – aunque podía ser prefectamente una trampa, no podía arriesgarse a perder la oportunidad en caso de que no lo fuera.
– [b][i]Tengo una cosa que os ayudará a salir de las celdas, después tendréis que guiaros hasta la salida. Tengo que atar algunos cabos sueltos, pero antes necesito que hagas algo.[/b][/i] – de nuevo la petición con pocas respuestas.
– [b]Dime, pero después seré yo quien pida algo.[/b] – sentencié con voz seria.
– [b][i]No me ha sido dificil darme cuenta de que has dejado de comer, si los guardias se dan cuenta, Preston vendrá a por ti.[/b][/i] – hizo una breve pausa y continuó. – [b][i]Tienes que comer y pasar desapercibido hasta que consiga librarme de algunos inconvenientes.[/b][/i] – así que esta era su forma de intentar que comiese, pensé que intentarían primero con la fuerza bruta.
– [b]Ya veo, así que te han enviado para convencerme de que coma y vuelva a estar débil. No lo haré.[/b] – si tenía alguna oportunidad de salir, necesitaría toda mi fuerza.
– [b][i]Sí, la comida tiene un sedante que te debilitará, pero si no comes vendrán a por ti, y Sarah se quedará sola, ¿es eso lo que quieres?[/b][/i] – la pregunta me golpeó con más fuerza que un puñetazo, me hizo pensar en Sarah sola aquí dentro, y eso me hizo reflexionar.
– [b]¿Cómo sé que puedo confiar en ti?, ¿cómo sé que no es un truco para debilitarme? Ni siquiera me has dicho tu nombre[/b] – estaba lleno de dudas, pero por Sarah arriesgaba cualquier cosa.
– [b][i]Mi nombre es Nathan. He hablado con Sarah, ella confió en mí, y me dijo que lo hicieras por ella, igual que ella lo hace por ti, y después titubeó tratando de decir…bueno, en el fondo seguro que sabes lo que trató de decir, también dijo que trataría de hacerte alguna señal.[/b][/i] – entonces miré hacia Sarah y ella se dio cuenta, como si me hubiera estado observando todo el tiempo. Se levantó y se acercó al cristal. Vi como asentía con la cabeza, y después algo que no me esperaba, se llevó una mano a los labios, le dio un beso y la puso contra el cristal. Sin darme cuenta, yo ya estaba de pie cerca del cristal, coloqué una mano en él y asentí.
– [b]Te quiero.[/b] – susurré. Sarah sonrió levemente. – [b]Está bien, confió en ti porque ella lo hace. Pero dime, ¿por qué nos ayudas?[/b] – pregunté con voz serena, sin dejar de mirar a Sarah.
– [b][i]Porque yo también quiero a alguien, y lo daré todo para que sea libre. Esa es mi condición, cuando huyáis, ella estará preparada, y necesito que me prometáis que estará a salvo.[/b][/i] – esa respuesta me sobrecogió, el tono de su voz parecía transmitir la tristeza de su corazón, esta vez me hizo creer en él.
– [b]¿No vendrás con nosotros?[/b] – pregunté intrigado.
– [b][i]Si lo consigo, si. Pero si veo que es muy peligroso para ella me quedaré.[/b][/i] – cada vez que hablaba de ella su voz cambiaba completamente.
– [b]Está bien, comeré.[/b] – había algo dentro de mí que me instaba a confiar en él, sentía que nos parecíamos. – [b]Pero escucha…saldrás de aquí con nosotros, no aceptaré un no por respuesta.[/b] – no iba a dejar a nadie atrás, nunca más.
– [b][i]Gracias, Daniel. Tengo que irme, pero volveré para manteneros informados.[/b][/i] – respondió.
– [b]Gracias a ti.[/b] – respondí.
Cuando Nathan se marchó, me quedé pensando en todo lo que habíamos hablado, pero sobretodo en una parte: «en el fondo seguro que sabes lo que trató de decir». [i]Lo sé, eso es lo que me da fuerzas para seguir luchando.[/i]
[spoiler]
Sarah ha sido controlada por Stefy, Nathan y Daniel por mí.
[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.