[i]Cuando Nathan Summers vio a la chica que estaba en la silla abrir los ojos, pudo darse cuenta de que allí ya no estaba Juliet, si no Abigail Grey.[/i]
Abigail Grey | Sala de la silla |[URL=http://dilandau.com/cgi/play.cgi?id=ce3532376443851003c9c570a357c1bf929eafd4〈=es]Musica del post[/URL]
Para Abigail sólo habían pasado unos segundos desde que se despidió de Nathan después de haberse sentado en esa misma silla, pero sabía, que en realidad, había pasado más tiempo. Lo notó en su cuerpo, en el ligero mareo que sintió al incorporarse y en que Nathan no la miraba como siempre. Bueno, en realidad sí la miraba como siempre, sólo que en ese momento tenía lágrimas en los ojos que no dejaba caer.
Se levantó poco a poco, como un niño que empieza a caminar y necesita la ayuda de sus padres. Sintió miedo de no estar curada y de que hubiese sido una pérdida de tiempo, pero algo en su interior le decía que todo estaba bien. No dejó a Nathan que la ayudase a ir hasta él, es más, lo obligó a que se alejase un poco más lejos, esbozando su enorme sonrisa, esa que todo el mundo decía que era contagiosa, alegando que [i]las cosas que más difíciles nos resultan, son de las que mejor recuerdo guardamos[/i]
Y así, paso a paso, poco a poco. Ayudándose con el mobiliario que tenía a su alrededor llegó hasta donde estaba él. Al principio, no sabía muy bien qué decirle, ni qué hacer, porque para ella se habían visto hacía sólo unos minutos que para él debían haber sido siglos. Se miraron durante unos segundos que parecieron horas y sólo cuando ella volvió a sonreír, él sonrió con ella.
Ella dio un paso más y él otro. No dejaban de mirarse, pero ninguno se atrevía a tocar al otro. Tenían miedo de romper la magia, de que cuando se besasen, todo aquel sueño maravilloso que estaban seguros de estar viviendo, se desvanecería y Abigail volvería a no estar allí, sólo quedaría una chica que se parecía a ella, pero que no era ella.
– [i][b]Todavía no puedo creer que seas tú de nuevo…te he echado tanto de menos…[/b][/i].- Nathan extendió su brazo y la apretó contra su pecho, rodeándola con él. Casi no podía hablar, tenía demasiado que decir y muy poco tiempo.
– [b]Te quiero[/b].- Murmuró la chica en su oído y él respondió algo parecido que ella no logró escuchar bien porque sus bocas se buscaron para darse el beso que tanto habían esperado.
Estuvieron besándose durante varios minutos. Los dedos de él jugueteaban con su pelo, como habían hecho siempre. Ya daba igual lo que pasase porque estaban juntos.
– [b][i]¿Cuánto tiempo ha pasado?[/b][/i]- Preguntó la chica cuando se separaron, sólo unos milímetros y se miraron directamente a los ojos.
-[b] Demasiado.[/b] – El chico hizo una pausa y la vio entrecerrar los ojos,
haciéndole ver que necesitaba más información, por lo que añadió. – [b]Casi tres años.[/b]
Ella volvió a abrazarlo. Habían estado mucho separados. La chica nunca sería consciente de cuánto la había echado de menos.
– [b][i]Abby, las cosas han cambiado mucho. El ejército está cargo de Dollhouse desde hace casi un año y…[/b][/i] – No encontraba las palabras adecuadas por más que lo intentase.– [b][i]Tienes que irte.[/b][/i]
– [b]¿Qué?[/b].- Abby no daba crédito a lo que estaba oyendo. ¿Cómo iba a irse ahora que acababa de llegar? Y sobre todo, ¿adónde?
– [b][i]No hay tiempo para explicártelo todo, pero en este lugar están experimentando con personas capturadas contra su voluntad. He ideado un plan de huida para que te vayas con ellos. Ahora que he conseguido liberarte de la enfermedad tienes que ser libre.[/b][/i]- Tenía el semblante serio cuando dijo eso. Él más que nadie sabía lo doloroso que sería separarse de nuevo.
– [b]Dime que vendrás conmigo y entonces lo haré.[/b]- Lo dijo mientras apoyaba su cabeza en el pecho de él y lo abrazaba.
– [b][i]No puedo, tengo que asegurarme de que podáis escapar.[/b][/i]- Sabía que hablaba completamente en serio. Nathan no era el tipo de persona que bromeaba con esas cosas.
– [b]Está bien[/b].- Asintió separándose de nuevo.- [b]Prométeme que saldrás de aquí en cuanto puedas y que no morirás.[/b]- Al decir esto último una sonrisa se dibujó en su cara, intentando animarle.
– [b][i]Te lo prometo. Ahora déjame explicarte: debes salir hacia las escaleras de emergencia de este nivel, te parecerá extraño pero ya sabes cómo llegar. Allí encontrarás a tres personas que te contarán el resto del plan.[/b][/i]-No estaba segura de entender del todo lo que le estaba diciendo, pero confiaba en él plenamente, así que asintió con la cabeza una vez más.
– [b] Y ahora por los señores de Kobol[/b].- Dijo la chica en tono de broma, mencionando la serie favorita de él.- [b]¿Vas a despedirte de mí como deberías? ¿O te parece una proposición indecente para alguien que se ha vuelto tan serio como tú?[/b] – Bromeó cogiendo a Nathan de la chaqueta y acercándolo hasta ella.
– [b][i]Llevo años esperando este momento. Es más difícil aún de lo que pensaba despedirme de ti. Te quiero tanto Abby, y te he echado tanto de menos[/b][/i]. – Se notaba la emoción en sus palabras y también en sus ojos, que como los de ella, ahora estaban humedecidos.
– [b]Yo también te quiero…[/b]
Acercaron sus bocas y se besaron. Después llegó la hora de despedirse. Abigail no pudo contener las lágrimas y empezó a llorar. Él puso su mano en la mejilla de la chica y recogió una lágrima para que no se cayese, como si tuviera miedo de que si lloraba demasiado acabase desapareciendo.
Después se despidieron con un abrazo. Ella abandonó la sala como le había dicho y él se quedó sentado en la silla mirando hacia ninguna parte y sin ver cómo se marchaba porque era demasiado doloroso y en ese momento se juró que volvería a verla, aunque fuera lo último que hiciera en su vida.
[spoiler]Tercera persona porque si no, se me hubiera ido la olla xDD Nathan ha sido controlado por Daniel, como siempre.
Este post ocurre a la vez que el de Sarah que irá justo después.[/spoiler]
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