Nathan Summers | Sede de la Iniciativa. Subterraneo uno.
[i]Hoy era el día.[/i]
Por fin iban a culminar los años de preparativos, por fin ella iba a estar libre y a salvo, por fin haría algo bueno después de haber servido a monstruos durante mucho tiempo. Todo lo había hecho para protegerla y conseguir que se recuperase en un principio, y para conseguir que fuese libre después, pero justificarse no servía de nada, era el dueño de mis propias decisiones y tenía que seguir adelante con ellas.
Pero como siempre, el factor humano puede cambiar los planes y así había ocurrido. Preston había elegido justo a quien no debía elegir, Sarah Echolls.
Fui en busca del único cabo suelto que quedaba, [i]Juliet[/i]. Todo estaba preparado para improntarla más tarde para que estuviese lista para esta noche. Era el momento perfecto, habría menos guardias y tardarían más tiempo en darse cuenta de lo que ocurría, pero ahora todo tenía que adelantarse, tenía que improntar a [i]Juliet[/i] ahora mismo.
Mientras caminaba giré la vista hacia el piso de arriba, dónde estaba la sala de la silla y vi a McLeod, Diana y Bill saliendo de allí en dirección al cuarto de las armas. Cómo les había dicho el día anterior, allí encontrarían, además de armas de varios tipos, un armario protegido con una cerradura electrónica, cerradura que se abría con la tarjeta que les entregué. Todavía tenía que explicarles cómo funcionaban las armas que encontrarían, eran borradores a distancia que les servirían para librarse de los guardias sin derramamiento de sangre, después de todo, la mayoría era gente inocente.
Busqué por la planta de abajo hasta que conseguí dar con ella, estaba podando un bonsái plácidamente, parecía tan calmada, tan inocente, sólo mirarla me hacía darme cuenta de hasta cuanto merecía la pena lo que estaba haciendo. Me acerqué hasta su cuidadora.
– [b]Necesito llevarme a [i]Juliet[/i] un momento, creo que el último borrado no fue del todo bien.[/b] – su cuidadora, era sin duda un gran inconveniente. Aprovecharía cualquier excusa para trepar puestos y no quería ser la siguiente excusa.
– [b][i]¿Seguro?[/b][/i] – dijo arqueando una ceja y colocando un brazo en su cadera.
– [b]Completamente, puedes hablar con Saunders si quieres, pero cuanto antes termine con esto mejor. Tengo cosas más importantes que hacer.[/b] – respondí seriamente.
– [b][i]Puedes llevártela, pero da por hecho que hablaré con Saunders. No me fío ni un pelo de ti.[/b][/i] – [i]Es mutuo.[/i] pensé. Mientras me acercaba a [i]Juliet[/i] noté su acerada mirada en mi espalda.
– [b]¿Te gustaría un tratamiento?[/b] – pregunté a [i]Juliet[/i]. Desde tan cerca percibí su olor a vainilla y los recuerdos me asaltaron, pero me forcé a reprimirlos de momento. [i]Juliet[/i] asintió y me siguió hasta la sala de la silla. McLeod, Diana y Bill ya habían vuelto y nos miraban mientras llegábamos.
– [b][i]Por fin has vuelto, Nathan y parece que traes compañía. [/b][/i]- saludó con una sonrisa. – [b][i]¿Es “ella”? [/b][/i]- preguntó con curiosidad.
– [b]Sí.[/b] – respondí. No estaba seguro de cómo había sonado mi respuesta porque estaba ansioso, nervioso, preocupado y concentrado al mismo tiempo. – [b]Escuchad, tengo que prepararla, no tardará mucho pero será mejor que os adelantéis y despejéis el camino a las escaleras de emergencia, ella se reunirá con vosotros enseguida.[/b]
– [b][i]¿Podrá llegar sin que la vean?[/b][/i] – preguntó McLeod. Había dado en uno de los puntos principales de mi preocupación, que alguien los viese dirigirse hacia la salida, principalmente la cuidadora de [i]Juliet[/i].
– [b]Tranquilos, estará preparada para librarse de los que se interpongan. Antes de nada, las armas que habéis encontrado borran las improntas de los Activos, nunca las uséis con ella cerca, nunca.[/b] – después me acerqué a ellos y comencé a despedirme. Le di la mano a McLeod y Bill e intenté darle un abrazo a Diana, pero en su lugar me dio dos besos y sonrió. Le devolví la sonrisa, para después entregarle un paquete rectangular. – [b]Por favor, cuídalo. Ábrelo solo en caso de que algo le pase a ella. Gracias por todo y buena suerte.[/b] – vi como se dirigían hacia la salida del Subterráneo uno. Ella se reuniría allí con ellos dentro de poco. Tendrían que usar las escaleras porque el ascensor quedaría inutilizado enseguida. Sin más demora me volví hacia ella.
– [b][i]Trato de dar lo mejor de mí.[/b][/i] – dijo [i]Juliet[/i] al girarme.
– [b]Siempre serás la mejor.[/b] – aseguré. – [b]¿Lista para el tratamiento?[/b] – ella asintió y se sentó en la silla, dentro de unos segundos volvería a verla. Mi Abigail.
[spoiler]
Diana ha sido controlada por Stefy.
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