Nathan Summers | Sede de la Iniciativa. Subterraneo uno.
Me quedé sentado en la silla de las improntas viendo cómo se alejaba. Tenía tantas cosas que decirle y tan poco tiempo que al final tuve que guardármelas casi todas y decirle un simple “Te quiero”, aunque ninguna palabra abarcaría nunca mi amor por ella.
Dejarla ir después de haberla recuperado tras tres años separados me había dejado peor de lo que imaginaba. Supuse que sería más fácil, siempre y cuando fuese por su bien, por ser más feliz, pero sólo me mentía a mí mismo, en realidad la quería conmigo pasase lo que pasase pero tenía que hacer el sacrificio y que fuese libre.
Le prometí reunirme con ella enseguida, pero no estaba seguro de que eso fuese posible. Preston era el gran inconveniente, si el plan para quitarlo de en medio hubiese funcionado sólo hubiese quedado Saunders al cargo durante un tiempo. Con ella al cargo no estaría tan vigilado, y si me descubría simplemente tenía que borrarla y reimprontarla. Pero Preston no era un Activo y además era demasiado astuto como para no sospechar de alguien. [i]Acabará llegando hasta mí[/i]- pensé. Tendría que arreglármelas cuando llegase ese momento.
Mientras esperaba el aviso de McLeod no pude evitar pensar en los acontecimientos que se desencadenarían de esta noche. Habría más de una muerte, por un lado estaban los Activos improntados cómo guardias de seguridad de élite y por otro lado algunos de los presos sí merecían estar allí, vampiros, demonios devoradores de carne…Daniel y Sarah no lo tendrían demasiado fácil, ni ninguno de los demás. Tan sólo esperaba que todo saliese medianamente bien…
Sentí el comunicador vibrar en mi bolsillo, Abigail había llegado con McLeod, Diana y Bill. Ya era hora de poner en marcha el dispositivo.
Me levanté de la silla y salí de la sala en dirección a mi despacho. Allí colocado a buen recaudo estaba el dispositivo que les daría el marco perfecto para la huida. La pequeña esfera de metal me había llevado una semana de trabajo, bajo la capa de metal y la de circuitos se encontraba el núcleo energético de la esfera, que iba a ser capaz de emitir suficiente energía como para que los circuitos la transmitieran en forma de un pulso de energía electromagnética que anularía incluso la energía de emergencia de las instalaciones. Cómo consecuencia habría un apagón total y además, gracias a un pulso secundario de distinta frecuencia que se emitiría antes, las celdas se abrirían.
Cogí la esfera de metal en las manos listo para crear el caos. [i]Ordo ab chao[/i], el lema de los masones, sería verificado esta noche. Después del caos regresaría el orden colocando las cosas en su sitio, libres los que deberían serlo. Por desgracia algunos se quedarían por el camino.
Respiré hondo un par de veces, despejé de mi mente lo que podría pasar esa noche porque el plan tenía que seguir adelante y pensé solamente en ella.
– [b]Luces fuera. Qué empiece el show.[/b] – Después pulsé el botón y la oscuridad lo cubrió todo.
[spoiler]
Veamos ronda explicativa:
1. El aparato que tiene Nathan mediante el que le avisa McLeod es una especie de busca diseñado para funcionar dentro del complejo, a pesar de las paredes de hormigón.
2. El dispositivo como ya dije abrirá las cristaleras de las celdas y anulará el funcionamiento de todos los aparatos eléctricos incluido el generador de reserva.
3. El apagón ocurre justo cuando se relata en el post de Stefy.
[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.