Moondale

UN MONSTRUO QUE MATA MONSTRUOS

Sarah Echolls | Sala de experimentacion | Subterraneo tres

sarahsorpresa

Intentar no mirar a alguien cuando ha dejado de ser una persona para convertirse en un lobo no es una tarea difícil, si no imposible. Por más que procuraba que mi vista no se desviase hacia el lado donde hacía unos segundos estaba January y ahora un enorme [i]chucho[/i], mi instinto de supervivencia me gritaba que debía mirar y estar preparada por si quería matarme.

Mi mente no conseguía asimilar la idea. January y lobo en una misma frase. La palabra licántropo resonaba dentro de mi cabeza. ¿Cuándo había dejado de ser la chica que no tenía ni idea del mundo sobrenatural y había pasado a ser una [i]licántropa[/i]?

Giré la vista, no podía verla así. No si pretendía que siguiese confiando en ella, porque estaba convencida de que cuando un hombre lobo te mordía debías saberlo, ¿no?

Al apartar la vista hacia el otro lado, vi a la Doctora Saunders hablando con una mujer rubia. Al parecer, le daba indicaciones para lidiar con la bola de pelo antes conocida como January.

No volví a mirarla hasta que no supe que habían acabado de experimentar con [i]ella[/i], al menos de momento, cuando dejé de oírla gruñir y aullar desesperadamente.

[i][b]Está estable. El inhibidor ha funcionado.[/b][/i] – Suspiré aliviada al escuchar a uno de los investigadores decir eso. Por lo menos estaba viva.

El alivio me duró exactamente dos segundos, el tiempo que la doctora de las cicatrices se tomó para hacer algo que no vi y después, casi sin inmutarse habló.- [i][b]Pasemos a Epislon 2. Empezad con las pruebas base[/b][/i]. – Hizo una pausa para después continuar.-[b][i]Recordad que es una cazadora. Por los que sus constantes suelen salirse de la escala. Y tomad más de una muestra de sangre.[/b][/i]

– [i]Interesante…un monstruo que mata monstruos.[/i]- A Preston se le dibujó una sonrisa de felicidad en su horrible cara.

Tras esas indicaciones, tres investigadores –dos mujeres y un hombre- se acercaron hasta mí. Les dediqué una mirada de profundo desprecio. Me daba igual si eso para ellos no era más que un trabajo o si no les dejaba dormir por las noches, pero hacerle eso a cualquier ser…por despreciable que les pareciese los convertía en más monstruosos que todos los demonios juntos.

A la vez que el hombre se dedicaba a medir mis constantes al lado de una máquina, las mujeres comenzaron a tomarme muestras de pelo, uñas, saliva e incluso se atrevieron a pincharme en un brazo para sacarme sangre. Procuré no inmutarme para que pensasen que me daba igual estaba allí y que no les tenía miedo. Me mantuve serena, mirando la luz fluorescente que tenía encima. Si Preston quería ver cómo mis constantes se alteraban, iba a necesitar mucho más que unas simples muestras.

– [i]¿Las cazadoras son más resistentes de lo normal verdad[/i] – Miré a Preston que parecía disfrutar enormemente con lo que me estaban haciendo.

– [b][i]Sí, tienen una resistencia mayor a la humana.[/b][/i]- La doctora aparentaba tener más consideración con los que estábamos encerrados.

– [i]Dime qué sabemos de ella.[/i]- Ordenó Preston haciendo un gesto con la mano.

– [b] [i]Sarah Echolls, 21 años…[/i][/b] – Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar esos detalles: ¿Quiénes eran y por qué sabían tantas cosas sobre mí?

– [i]Ve a lo esencial, habilidades y demás características.[/i]- El general no era un hombre de mucha paciencia.

– [b][i]Fuerza, resistencia y curación superiores a las humanas. Además tiene una habilidad no asociada a su raza[/b][/i]. – Preston le indicó que continuase. – [b][i]Manipulación molecular, no sabemos a qué nivel aún.[/b][/i]

– [b]¡¡¿MANIPUQUÉEEE?!![/b]- Pregunté en voz alta. No tenía ni idea de qué estaban hablando. Yo no tenía ninguna habilidad sacada de los héroes de Marvel que tanto le gustaban a Daniel.

– [i]Bien, si es tan resistente, usa el Catalizador H.[/i]- Todos hicieron oídos sordos a mi comentario. Al parecer, lo que yo tuviese que decir al respecto no era importante.

– [b][i]Señor…[/b][/i] – La doctora le dedicó una mirada de profundo desprecio. Debía odiarlo tanto o más que nosotros.– [b][i]No sabemos el daño que podría causar, incluso a nosotros.[/b][/i]

– [i]Utiliza lo que necesites. Podemos esperar fuera mientras alguno inyecta el compuesto.[/i]- Ordenó sin inmutarse. Y yo me asusté. Me asusté muchísimo. No sabía de qué narices estaban hablando pero temí por mi vida.

– [b][i]Utiliza los autoinyectadores, uno con Catalizador H y otro con inhibidor H. Programa el del inhibidor para cinco minutos después de que se inyecte el catalizador. Después salid fuera.[/b][/i]- Saunders permaneció unos segundos en silencio y después, le dijo eso a la doctora rubia que se había encargado de cogerme muestras. Busqué su mirada y no sé ni siquiera si me vio mirarla implorándole que no me hiciera lo que le habían pedido.

Pero lo hizo. Sin perder tiempo me soltó las correas de los brazos, puso en mi brazo derecho un bracelete de metal que tenía dos agujas, una de ellas con temporizador. La primera jeringuilla se clavó en mi piel y el líquido comenzó a recorrer mis venas, quemándome por dentro y mientras lo hacía, la rubia, Saunders, Preston y los otros dos investigadores abandonaron la sala. Quise escupirle en la cara a la tiparraca esa que me había puesto el brazalete, pero me contuve o tendría que gritar. Me retorcí en la camilla. Conteniendo mis gritos de dolor, pero si seguía así tendría que gritar, llorar o patalear para que alguien se apiadase de mí lo más rápido posible.

De pronto, el dolor cesó. Ya no me quemaba por dentro. Miré a la zorra rubia, que estaba detrás de la cristalera, con todo el odio que pude y me incorporé ligeramente, sin poder moverme demasiado por las correas que tenía en los pies. La muy valiente había salido corriendo, así que giré la vista y vi que January no se movía. Era como si el tiempo se hubiese detenido. Como si [i]yo[/i] hubiese detenido el tiempo. Durante unas milésimas de segundo sentí algo parecido a una emoción friki. Embrujadas había sido una de las series favoritas de mi infancia (aunque mi madre siempre decía que si lo que ellas hacían era brujería que bajase Dios y lo viera) y en ese momento, tenía el mismo poder que Piper Halliwell.

Sonreí satisfecha. Ahora a ver quién era capaz de toserme. Miré hacia los que estaban fuera, apoyados contra el cristal que rodeaba la sala de experimentación y levanté dos dedos en señal de victoria. Con ese movimiento y de forma completamente involuntaria hice que frente a mis ojos empezase a desaparecer el aparato que se encargaba de medir las constantes vitales. Recé porque January todavía estuviese paralizada y en efecto, continuaba así. Poco a poco, el aparato fue dividiéndose en montones de partículas que se esfumaban como si les estuviese dando el viento. Ya no era divertido, si podía hacer eso con un aparato no quería pensar qué podía hacer con una persona.

Me metí las manos debajo del culo. Cualquiera que fuese mi poder no era como para andar jugando.

Justo en ese momento, cuando tenía las manos debajo de ese lugar en el que la espalda pierde su casto nombre y fui a buscar una mirada de aliento en January, todo quedó en la más absoluta oscuridad. De pronto, no veía nada. Todas las luces del Subterráneo tres (y sospechaba que habría unas cuantas más) se habían apagado.

[spoiler]
Apagón general *-* ¿Nacerán bebés nueve meses después como en el de aquel anuncio? 😀
El entorno, Preston, Saunders, los investigadores, que Zoe estuviese por allí, así como que January fuese paralizada o que acabase su transformación es cosa de Dracon.
Sólo falta un post…máster*se hace la interesante*[/spoiler]

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