Moondale

EN MIS MANOS

Diarios de Destino | Iniciativa Awaken

ZoeBanner13

– [b]No tenéis ninguna opción, si yo muero ella me seguirá.[/b]- Preston movió la mano con la que sujetaba el cuello de Silver y mostró una granada en ella. – [b]Y alguno más también. [/b] – Tenía el pulgar introducido en la anilla, listo para tirar cuando fuese necesario. Pese a ello, parecía no estar ni mínimamente preocupado, ni una gota de sudor recorrió su frente.

La diferencia entre Preston y los demás era que él estaba dispuesto a morir con tal de llevarse a unos cuantos de ellos por delante, mientras que los demás luchaban por sobrevivir. Era difícil enfrentarse a un hombre así y salir ileso.


Preston echó un vistazo rápido a la sala, evaluando todas las opciones para que su mente crease varios planes alternativos, si alguno le garantizaba salir vivo se agarraría seguro a él, sino elegiría el que hiciese caer a más de ellos.

La situación fuera estaba bastante mal, los cautivos más temibles no eran los que estaban ahí dentro, sino aquellos que al liberarse sólo habían buscado una cosa, liberar también su ira contra sus captores y contra todos aquellos que encontrasen a su paso, había demasiados amantes de caos allí fuera. Con los de dentro sin embargo tenía más posibilidades, por lo que sabían de ellos ninguno era un ser sediento de sangre, aunque eso nunca eximiría la abominación de su nacimiento al menos le facilitaba el trabajo a Preston, aunque alguno quizá sí, la mayoría no dejarían morir a un inocente, y los que lo hicieran tendrían demasiado miedo a morir por los efectos de la granada. Sólo necesitaba reducirlos mientras estaban quietos, y había visto la forma adecuada.

– [b]Doctora…[/b] – dijo en voz alta. Saunders levantó la cabeza hacia él instintivamente, parecía incluso algo airada mientras le miraba, pero él no la estaba mirando a ella, sino a la doctora rubia que se encontraba más allá, Zöe Cooper. – [b]Sí, usted. A su derecha tiene una pistola de dardos tranquilizantes.[/b] – En una mesa cercana a la doctora Cooper había ciertamente una pequeña pistola de dardos, junto a una pequeña caja al lado que contenía munición para ésta. – [b]Cójala y dispáreles a todos.[/b] – La tensión pareció recorrer la sala. Preston pareció percatarse y dirigió unas palabras amenazadoras a los presentes. – [b]Si alguien va hacia ella tiro de la anilla.[/b]

Después hubo silencio, parecía que la doctora tenía el control sobre cómo seguiría la historia.

[spoiler]Zoë, está en tus manos…[/spoiler]

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