[b] [align=center]~ Dylan Marc James | Piso compartido | Con Alice & Maximilien ~[/b]
[spoiler] No contiene sexo explícito, pero si palabras hardcore, y en la escena se huele mucho ust. Solo lo aviso.[/spoiler]
Yo seguía jugando con aquella pelota de tenis, lanzándola hacia la pared y recibiéndola. Llevaba así un largo tiempo, y me estaba dando cuenta de que cada vez hacía más ruido, de que la lanzaba con mucha más fuerza que al principio. No me hubiese sorprendido si hubiese hecho un agujero. Y es que no podia aguantar aquel olor, aquella sensación de hambre, aquellas ganas inmensas de morder. Me sentía como un vagabundo que pasa frente al [i]McDonald’s[/i] y ve las hamburguesas de tres pisos llamándole. Como un niño pequeño que para en la tienda de golosinas y su madre se niega a comprarle la piruleta de colorines. O como una obesa en operación bikini, muriéndose de ganas de comerse una pizza cuatro estaciones. Igual, exactamente igual, pero modificando un detalle: la sangre.
Tener a una humana en la misma habitación que Dylan M. James solo puede significar que la pobre víctima no vería la luz del dia siguiente, pero lo tenia prohibido, al menos con aquella humana. Aquella situación era peor que un mal polvo.
Vi a Alice moviéndose por la habitación, como buscando algo. Iba radiante como siempre, sea de dia, sea de noche, esté lloviendo o soleado, Alice nunca repetía conjunto. Y eso me gustaba en ella, por lo demás, nuestra relación se basaba en un odio-amor insoportable. Pero preferia aquello a no tener nada, dato que la susodicha no conocería jamás.
[QUOTE= «FLASHBACK | EXTERIOR DEL SILVER»]Volví a mirar el reloj por enésima vez. [i]Sí que está tardando, yo no soy de los que alargan las cosas. Si quiero acabar el polvo, lo termino. El otro que se quede con las ganas.[/i] Pero aquello no lo podiamos medir nosotros, una fuerza superior nos manejaba como a marionetas de un titiritero barato. A un par de calles más allá del Silver, en un callejón oscuro y lleno de ratas, me encontraba esperándola. ¿Qué hacer para matar el tiempo? Pues alimentarme de alguien, claro está.
El joven universitario que atrapé estaba delicioso, además de tener una cara de rebelde, tenia un cuerpo de infarto, como el que comienza en el gimnasio y a los meses ve los resultados. Y aquel niñato sí que tenia resultados. Después de seducirlo un poco, quitarle la camisa, y satisfacerme visualmente hablando, le rompí el cuello. [i]¡Qué pena nene, podrías haber sido muy guapo si hubieses crecido un poco más![/i]
En aquel momento llegó Alice, despeinada, con el vestido roto y cara de haber sido abofeteada en público. Sin embargo, apesar de su apariencia de abandonada, seguía caminando en sus tacones como si hubiese nacido con ellos.
– [b]Espero que el polvo haya sido satisfactorio, sino mi espera habria sido en vano[/b]- dije mientras me lamía los labios saboreando el dulce sabor de aquel adolescente-[b] ¿cómo ha ido?[/b]
– [b][i]De pena, pero he conseguido lo que venía a buscar, así que supongo que la respuesta es más o menos.[/b][/i]- resopló y se apoyó contra la pared. Su rostro estaba entre triste y pensativa- [b][i]Max no tiene ni puta idea de mujeres. [/b][/i]
– [b]¿Ni sexo oral? Qué triste[/b]- resoplé, con lo sensual que es- [b]Si ya te he dicho yo que Max es gay, lo que no lo quieres aceptar.[/b]
– [b][i]No es gay, es un maltratador.[/b][/i]- suspiró, dolorida supuse.- [b][i]Y lo que más me molesta es que he dejado que se aproveche de mí. YO[/b][/i]- recalcó perfectamente.- [b][i]que puedo tener al tío que quiera menos a ti porque eres una loca rematada. [/b][/i]
Reí ante aquel comentario, siempre que tenia ocasión lo decía para hacerme recordar aquella noche rara: – [b]Tuviste tu oportunidad conmigo cariño, pero tendrias que haber sabido desde el principio que no funcionaria.[/b]- la abrazé con el modo oso amoroso encendido.-[b] Lo que importa es que tenemos lo que buscamos, el jefe no se podrá enfadar con nosotros.[/b]
– [b][i]Siempre serás el único hombre de mi vida, mariquita mía, aunque a veces quiera clavarte una estaca.[/b][/i]- dijo al separarse de mi y coger mi mano para llevarme detrás de un contenedor de basura y hacerme una señal de silencio- [b][i]Falta una cosa más para el jefe. [/b][/i]
Asentí como un niño obediente y cerré el pico. He aprendido que si Alice me lo pide, he de obedecerla. En bastantes problemas nos hemos metido por culpa de mi testarudez, como aquella vez en París, con aquellos guardaespaldas persiguiéndonos con pistolas en las manos…¡Aish, qué recuerdos![/QUOTE]
El sonido de la puerta me sacó de mis recuerdos, pero ni me inmuté.
– [b]Oye tú, cacho de carne con ojos, abre la puerta[/b]- dije despectivamente a la humana que se encontraba con nosotros en el salón.
Era nuestro filtro para vampiros y otros seres indeseados. Con ella en la habitación, nadie ajeno a nosotros podría entrar. Sí, eres nuestra gorila con una lista selecta de gente VIP. Cuando la guaperas abrió la puerta, al otro lado se encontraba un chico alto, con una cara muy sexy y con aspecto de desear pegarle un puñetazo a alguien. [i]¡Satanás, qué morbo![/i] Todo habría sido perfecto si no hubiese reconocido su careto: [b]Maximilien[/b]. Ouch baby, vampiro indeseado.
– [i]Supongo que eres un amigo de ellos, ¿no?[/i]- Dijo la humana quedándose a una distancia prudencial de la puerta.- [i]Pues no puedes pasar, lo siento.[/i]- Zanjó con una sonrisa sarcástica. En aquel momento salió Alice de una de las habitaciones, estupendísima como si saliese de fiesta, vamos, como siempre.
– [b][i]¿Disculpa? ¿Cómo que no puedo entrar?[/b][/i]- entrecerró los ojos y siseó preligrosamente.- [b][i]Me vas a dejar entrar, si quieres seguir con vida, niñata sin cerebro.[/b][/i]
– [b]Eh tú, cállate que estás más bonito así[/b]- dije seriamente.
– [b][i]Mira, versión ridícula oxigenada de Spike, te conviene cerrar el pico, si quieres sobrevivir.[/b][/i]- contestó Max- [b][i]Y Alice, no me seas cabrona y déjame entrar.[/b][/i]- terminó, con mala leche.
Aquel inepto de la vida me sacaba de mis casillas, pero tenia que comportarme. Apreté los puños y decidí escuchar.
– [b][i]No.[/b][/i]- dijo sonriendo mientras se acercaba a la chica y le pasaba la nariz por el cuello.- [b][i]Y ella tampoco te deja, ¿a que no, preciosa?[/b][/i]
– [b][i]Alice, no te conviene cabrearme. Te lo advierto.[/b][/i]- chirrió los dientes el vampiro.
Consecutivamente Alice le hizo una señal a la chica para que se pirase al cuarto dónde teníamos encerrada a Naga. Últimamente estaba muy mal, no soportaba a nadie y no paraba de gritar, y aquello empeoró cuando se enteró de que el estúpido de Max había tocado a Alice.
– [b]Si baby[/b]- le dije a la chica- [b]será mejor que nos dejes a solas. Yo me las puedo manejar con el engendro este.[/b]
Escuché el crujido de los dedos de Max, y su cara de asco me atacó directamente, luego sacó unos billetes y se los tiró a Alice.
– [b][i]Es por lo del vestido.[/b][/i]- explicó.- [b][i]Qué tengas un buen día, Alice. Ni sé porqué me he molestado de venir hasta acá…[/b][/i]
– [b]Vaya Alice, no sabía que ahora cobrarás por tus servicios…[/b]- dije riéndome al ver los billetes en su mano.
– [b][i]Al menos a mí me pagan, tú tienes que pagar para que te lo hagan, rubia frígida.[/b][/i]- me dijo con una ceja levantada.
– [b]Si cariño, pero al menos yo me tiro a tíos más guapos.[/b]- contesté guiñándole un ojo y luego señalando con un movimiento de cabeza a Max.
– [b][i]Sabes que cuando salgo voy sin gafas y no veo lo que me tiro…[/b][/i]- sonrió.
A todo esto Max nos miró, negó con la cabeza, se encendió un cigarrillo y se giró, dispuesto para irse.
– [b][i]No vuelvas a buscarme, Alice.[/b][/i]- advirtió- [b][i]La próxima no seré complaciente.[/b][/i]
– [b][i]Ya tengo todo lo que necesitaba de ti.[/b][/i]- Le guiñó un ojo.- [b][i]Creo que el jefe nos lo agradecerá lo suficiente, ¿verdad osito rubito?[/b][/i] – me dijo con una sonrisa de diva.
– [b]No me vuelvas a llamar osito rubio, perraca[/b]- le dije zanjante.
– [b]Cállate, vaca.[/b]- me devolvió el insulto.
– [b][i]¿Sabes?[/b][/i]- escuchamos la voz de Max al tiempo que se giró para mirar a Alice.- [b][i]Recuerdo esa noche que te encontré deambulando por ahí, justo después de que Spike te abandonase por Drusilla…¿y qué crees que hice? ¿Abandonarte?[/b][/i]- la miró a los ojos.- [b][i]Creo recordar que te cuidé por un tiempo, hasta que te pusiste en pie y te largaste sin avisar ni nada ¿y así es como me lo pagas?[/b][/i]- alzó una ceja.- [b][i]Pero bueno, como quieras.[/b][/i]- terminó dándose la vuelta.
Justo entonces Alice salió al pasillo del edificio, y yo no tuve otra opción que seguirla.
– [b][i]¿Tú no te aprovechaste de mí, Max? [/b][/i]- Dijo apoyándose en el quicio de la puerta.
– [b][i]No, no lo hice.[/b][/i] – se giró hacia Alice.-[b][i] Te he buscado comida fresca y a tu gusto. Pero aprovecharme de ti, no. Fue al revés. Despecho, le dicen.[/b][/i]
Me acerqué a Alice, le posé la mano en el hombro y con voz de padre justo le reproché: [b]-Ay Alice, ¿cuándo aprenderás?[/b]
– [b][i]Nunca, ya sabes que soy una cabeza hueca, a veces parezco rubia.[/b][/i]- Sonrió mirándome. Ésa era su forma favorita de atacarme, el objetivo de sus bromas era mi cabellera perfectamente rubia. Pues nena, seré rubio pero no tonto.- [b][i]Max no me vengas ahora haciéndote el ofendido.[/b][/i]- Suspiró con desgana y se acercó un poco hasta él sin llegar a tocarle.- [b][i]Tú te aprovechaste de mí y yo me aproveché de ti, somos malos: a nadie le importa.[/b][/i]- Respondió como si fuera lo más obvio del mundo.
-[b] Oh yeah babe, somos los malos[/b]- dije con voz porno a parte de la conversación. No pude evitarlo.
– [b][i]Diviértete con Naga.[/b][/i]- se enderezó.-[b][i] Por cierto, no te metas en el camino de Mason…por lo que he oído, no es bueno ni con los de su raza, pero como quieras. Conociéndote, te meterás en su camino, eres así de kamikaze.[/b][/i]
– [b]Y te queremos asi Alice, no te preocupes[/b]- usé de nuevo mi modo cabronazo poniéndole la mano en el hombro, como consolándola.
– [b][i]Mason no nos hará nada por la cuenta que le trae.[/b][/i]- Sonrió con suficiencia.- [b][i]Los hay más malos que él y más peligrosos, pero gracias por preocuparte por mí. Eres adorable cuando no decides invadir demasiado mi espacio personal.[/b][/i]
– [b]Sí, y más adorable aun cuando te marches[/b]- contesté guiñándole un ojo a Max.
– [b][i]¿Sabes? Si quisiera, te quebraría el cuello.[/b][/i]- adviertió Max, sujetandome con un brazo y rodeando mi cuello, con el otro brazo sostenia mi cabeza.-[b][i] Pero le importas demasiado a Alice y ella me importa a mí, aunque yo para ella sea nada.[/b][/i]
– [b]Si te me acercas más, no respondo de mis actos. Te recuerdo que a pesar de mis años en este mundo, las hormonas de los 19 años siguen moviéndose, y tú me podrias servir como un buen objeto sexual.[/b]
– [b][i]Así me gusta, baby.[/b][/i]- dijo Alice chocándo su mano con la mia.- [b][i]Para mí eres…déjame que piense…[/b][/i]- se rascó la cabeza teatralmente.- [b][i]¿Qué es para mí, osito rubito?[/b][/i]
-[b]Ummm…deja que lo piense…¿como un chocho artificial para una marica loca? Es decir: nada útil o utilizable[/b]- y al decir aquello ultimo sobé mi trasero con la delantera de Max. [i]¡Vaya, sí que está bien equipado el vampirito este![/i]
– [b][i]Serías polvo, antes de siquiera poder enrollarte conmigo, mein lieber…[/b][/i]- luego miró a Alice.-[b][i] Es evidente lo que soy para ti: nada.[/b][/i]
– [b][i]Si le tocas un solo pelo a Dylan te prometo que te clavo la estaca que llevo en el liguero y esto no es un farol.[/b][/i]- Dijo con seriedad, luego se levantó el vestiro y enseñó el liguero, dónde se encontraba la estaca de la que hablaba. Luego se volvió a tapar.
– [b][i]Atrévete, Alice.[/b][/i]- la amenazó.
– [b][i]Prefiero hacerte sufrir.[/b][/i]- Sonrió con malicia y se pasó la lengua por un colmillo.
– [b][i]Pues, estamos en el mismo juego, nena.[/b][/i]- cerró la llave que tenia alrededor de mi cuello, y aquello pudo conmigo. Lanzé un orgasmo notorio, mientras cerraba los ojos y disfrutaba del dolor.
– [b]Oh sí Max, más fuerte.[/b]
Alice me acompañó con su orgasmo e hicimos un coro de voces porno. Luego añadió: – [b][i]Cómo me pones, nene.[/b][/i]- sumado a un golpecito en mi trasero.
Pero me paré en seco, dramatizando la situación muy teatralmente: – [b]Alice ¿qué te he enseñado? Nada de chicas en mis actos sexuales.[/b]
– [b][i]Es que estás muy bueno, rubiales.[/b][/i]- Se abanicó con la mano.- [b][i]Y una es una insatisfecha sexual, ya sabes que a Naga siempre le duele la cabeza[/b][/i]- Bostezó
– [b]Eso quiere decir que éste de aqui no te satisfase [/b]- reí al acercar más mi cuerpo al de Max. Hasta que finalmente no pudo con mis indirectas y me soltó, empujándome con fuerza hacia Alice. Se encendió otro cigarrillo y se giró hacia las escaleras.
– [b][i]Enfermos.[/b][/i]- dijo de espaldas.
– [b]Qué pena me estás dando ahora, mein lieber…[/b]- imité la forma en la que lo decía. Escuché su risa por encima de cualquier sonido.
– [b][i]Mira, oxigenado…me da igual si se la chupas a Alice o a Naga o a cualquier marica del barrio, pero no te metas conmigo.[/b][/i]- advirtió, con el rostro pegado al mío.- [b][i]Estoy siendo demasiado complaciente…pero no va a durar mucho.[/b][/i]
– [b][i]Oh vamos, Max.[/b][/i]- dijo Alice acercándose hasta él y mirándolo con cara de cachorrito.- [b][i]Sabes que estamos de broma, ya nos conoces.[/b][/i]
– [b]¿Desde cuando tienes pene Alice?[/b]- dije apartando su cara de la mia- [b]Cariño, no me servirías ni para llegar a mi orgasmo fingido, olvidate de mi.[/b]
Sucesivamente, Max se giró hacia Alice, la sujetó por el cuello y le quitó la estaca del liguero.
– [b][i]Por cierto, esto es peligroso para ti.[/b][/i]- levantó la estaca, colocándosela a la altura del corazón.- [b][i]Nunca se sabe qué pueda pasar…[/b][/i]
Sin pensarlo dije en bajo: [b]¿Ése no era tu consolador?[/b]
– [b][i]¿Esto es lo que me quieres?[/b][/i]- Dijo Alice empujándole para quitárselo de encima- [b][i]¿Serías capaz de matarme por unas cuantas bromas?[/b][/i]- Jugueteó con su pelo sin darle importancia y luego me miró, y eso que pensé que mi comentario no se habia escuchado- [b][i]Tengo cientos de consoladores como éste Dylan, cuando quieras te presto alguno pero te advierto que están usados. [/b][/i]
– [b]Creo que ya he usado alguno y se me quedan pequeños, ya conoces la anchura de mi ano[/b]
– [b][i]En tu culo cabe un país entero, marica mala.[/b][/i]- Respondió con dignidad aunque de broma, sabe que ése es mi insulto favorito.
– [b][i]Sí. [/b][/i]-miró a Alice.- [b][i]Ya me conoces, no soy asiduo a las bromas y mi paciencia no es mucha. Además…por si no te has dado cuenta, te he perdonado por no dejarme indirectamente de cenarme a esa mujer y su hija, y sobre todo, por no seguir lo que estábamos haciendo en el callejón.[/b][/i]
– [b]Bueno, que si quereis seguir: ¡yo me marcho a jugar con Naga eh![/b]- dije levantando las manos como dándome por vencido.
– [b][i]Mira, perra manipuladora asquerosa…[/b][/i]- se acercó a la vampira, invadiendo su espacio personal.- [b][i]Ya veo que te gusta dejarme a medias, venimos décadas con este tira y afloja…y puedo soportarlo bastante bien.[/b][/i]- rozó su nariz contra el cuello de ella.- [b][i]Pero no pretendas que soporte a ese marica oxigenado de polla corta.[/b][/i]- sacó sus colmillos y la mordió ligeramente, bebiendo un poco de su sangre.-[b][i] Como siempre, sabe bien tu sangre, Alice.- añadió susurrándole al oído.[/b][/i]
– [b]Eh tú, ¿cómo te atreves?[/b]- dije justo cuando la mordió y los separé- [b]Cuidado con lo que muerdes perraco.[/b]
– [b][i]A ti te encantaría que te mordiese, ¿a que sí, James?[/b][/i]
– [b]Cómo me conoces[/b]- le guiñé un ojo
– [b][i]Demasiado, diría yo.[/b][/i]
– [b][i]¿De qué vas, Max? [/b][/i]- La voz de Alice sonó potente y cabreada. Luego le devolvió un empujón.-[b][i] Anoche te aguanté porque no me quedaba más remedio, pero la próxima vez que me pongas un dedo encima sin que te lo pida te cortaré en trocitos pequeñitos.[/b][/i]- y hecha una furia se dio la vuelta y entró en el piso.
– [b][i]Disculpáme…¿aguantarme? Viniste a interrumpirme, como siempre, así que no te quejes, puta asquerosa.[/b][/i]- gritó Max para hacerse oír.
[i]¡Uy cariño, la has cagado, esa palabra está prohibida![/i]
– [b]Bueno Max, ahora que estamos solos[/b]- dije acercándome peligrosamente- [b]Creo que hay algo que me debes. Ya que dices que me conoces, intenta averiguar qué haré a continuación[/b]- sonreí sarcásticamente y esperé un momento a que contestase, como no lo hizo, respondí sus dudas mordiéndole en el cuello ferozmente- [b]La sangre se paga con sangre[/b]- luego escupí- [b]¡Qué mierda tienes dentro! [/b]
Lo dejé allí, con cara de incrédulo y le cerré la puerta en las narices. Me encontré a Alice sentada en el sofá. Ya no sé si estaba entre enfadado, divertido y cachondo, joder con mis estados de ánimo.
-[b]¡La proxima vez, espero que nuestro jefe nos asigne a alguien menos cachondo![/b]- dije como quien saluda, luego la señalé y mantuve mi vista en sus ojos- [b]¡Ah, por cierto! Que sea la última vez que alguien te llama puta delante de mi, sabes que solo yo lo puedo hacer.[/b]
Luego le di la mano y fuimos a la habitación de Naga, quizás con la rabia contenida se habia comido a la humana. Si yo fuese ella, habria aprovechado este momento de tensión para hacer algo que llevo queriendo desde hace días.
[spoiler] Dylan is out, bitches. Tened cuidado chicos guapos de Moondale, que Dylan tiene las hormonas alborotadas y no responde de sus actos.
Personajes movidos por sus respectivas y awesome dueñas, Stefy & Euge.
Espero que se diviertan taanto como nosotros rolearlo, y que no haya sido muy largo :D[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.