Diana Echolls| Club Silver
El Silver a esas horas era todavía un sitio tranquilo en el que sonaba la [URL=http://www.youtube.com/watch?v=Ll7UFxqI2pM]música perfecta[/URL] para que pudieras escuchar la conversación de quien estuviera a tu lado sin necesidad de hablar como si estuvieras en un concierto de U2.
Me encontraba en ese punto en el que el alcohol parece el aliado perfecto de cualquier fiesta. Acababa de enviarle un mensaje a Ann, mi nueva amiga para que pasase por allí y Dominic era realmente divertido. Se podía decir que estaba encantada y lo estaba pasando francamente bien, hasta que alguien nos interrumpió.
– [i]¿Puedo invitarte un trago, mein Liebe?[/i] – Preguntó una voz masculina desde mi espalda.
– [b]Puedes pero no debes[/b].- Me di la vuelta todavía con una sonrisa y vi que era un chico no muy mayor, pero con unas tácticas de ligue que bien le hubieran servido a cualquiera de los amigos del Imserso de mi abuela. Me giré de nuevo y lo ignoré, no me apetecía que nadie me fastidiase justo cuando mejor lo estaba pasando.
-[b][i] Es de mala educación invitar a alguien que ya esta bebiendo con otra persona[/b][/i].- Sentenció Dominic bebiéndose de un trago otro chupito.
– [i]¿Por qué no puedo?[/i]- Preguntó acariciándome el brazo provocando que tuviese ganas de vomitar.
– [b]Porque no me gustan los sobones[/b].- Moví el brazo para quitármelo de encima.- [b]Y además, ya estoy acompañada, gracias[/b].- Ni siquiera me había molestado en mirarlo a la cara.
– [i]Vaya…[/i]- Le indicó a la camarera lo que iba a tomar y volvió a la carga.- [i]En mi defensa, no te estaba sobando, preciosa.[/i]
Resoplé con fastidio y apreté los puños con rabia. Se estaba rifando una bofetada y ese chico tenía todas las posibilidades de ser el ganador.
– [b][i]No le prestes atención[/b][/i].- Al decirlo, Dominic miró de reojo al tipo por si quería intentarlo de nuevo.
– [b]Si sigue así tendré que besarte para que se pire, así que prepárate[/b].- Bromeé mientras nos servía otros dos chupitos.
– [i]Bueno, evidentemente puedo notar que no soy bien apreciado por aquí…[/i]- Dándose por aludido se bebió su copa de un trago y se dispuso a irse.- [i]Si me disculpan, voy en busca de otra chica.[/i]
– [b] Gracias, guapo[/b].- Me volví hasta donde estaba para guiñarle un ojo.- [b]Encantada de que me hayas sobado moderadamente.[/b]
– [i]Aunque…[/i]- Esbozó una sonrisa de medio lado.- [i]podrías dejarme invitarte un trago, charlar unos minutos conmigo y si no te caigo mejor que antes, me retiraré…[/i]- De nuevo sonrió, pero esta vez no me pareció tan pesado, ni tan desagradable. Por alguna extraña razón me apetecía tomarme una copa con él y ver hasta dónde podíamos llegar.
La expresión de Dominic había cambiado completamente, se levantó del taburete con rapidez, agarró la botella de tequila y la roció encima del chico para después sacar un encendedor del bolsillo.- [b][i]¿Cuánto calculas que tardarás en acabar convertido en cenizas?[/b][/i]
– [b]¿Pero qué le estás haciendo?[/b]- Lo miré de arriba abajo esperando una buena explicación de por qué se comportaba así.- [b]Sólo me estaba invitando a tomar algo, ¿es que estás celoso? [/b]
– [i] Seguramente en pocos segundos…[/i]- Concedió el chico.- [i]No eres un cazador, tampoco eres brujo…[/i]- Parecía estar estudiando a Dom con la mirada.- [i]¿Qué clase de ser sobrenatural eres?[/i]
– [b][i]El que te va a prender fuego si no retrocedes.[/i][/b]– Amenazó de nuevo.
– [b]¡Ni se te ocurra![/b] – Grité colocándome justo en medio de los dos. Dominic había perdido el juicio si pensaba que lo iba a dejar hacerle algo a un pobre chico delante de toda la ciudad.
– [i]¿Te parece lo ideal?[/i]- El chico me sujetó por detrás, me apartó el pelo y me pasó la nariz con el cuello de forma seductora. No me resistí, por alguna extraña razón aquello no me parecía raro en absoluto.
– [b][i]Diana piensa un poco, porque no eres consciente de lo que estás haciendo[/i][/b]. – Dominic intentó que me apartase.
– [b]Claro que lo soy[/b]. – Fruncí el ceño.- [b]Estás intentando matar a un pobre chico, ¿es que no estás en tus cabales?[/b]- Pregunté una vez más dando por hecho que Dominic tenía un ataque de celos de proporciones épicas.
– [i]Exactamente, soy sólo un pobre chico que intenta ligar a una chica tan bonita como ella[/i].- Exageró un marcado acento alemán.
– [b][i]Hace un momento pasabas de él, ¿y ahora dejas que te huela el cuello? ¿Te parece normal?[/b][/i] – Chasqueó los dedos delante de mi cara, tiró de mí para apartarme y sacó una estaca de madera de la manga. – [b][i]No lo repetiré otra vez. Aléjate.[/b][/i]
– [b]Lo que te molesta es que tú no has podido olerme el cuello[/b].- Me crucé de brazos enfadada como si de una niña pequeña me tratase. Estaba tratándolo como si fuera un vampiro y yo sabía de buena tinta que no lo era. Las brujas teníamos un don natural para detectar a los seres sobrenaturales y en ningún momento había sospechado de él.
– [i]Vaya, vaya…[/i]- Levantó los brazos.- [i]Veo que has decidido convertirte en el caballero salva damiselas en apuros…muy de novelas de mi siglo, viejo amigo[/i].- Chasqueó la lengua con desdén.-[i] Hay dos opciones…o me dejas jugar con tu chica, o te divides entre tu chica y aquella chica…[/i]- Se refería a la chica que me había presentado McLeod {JAMIE}.
Entonces caí en la cuenta, mi cabeza comenzó a funcionar con normalidad y me percaté de que efectivamente, Dominic tenía razón y aquel era un asqueroso chupasangres que había utilizado su poder de ilusión para engañarme. Miré a mi acompañante con una sonrisa maliciosa y después me giré hacia el vampiro murmurando [i]‘Flamma’[/i] entre dientes para que una bola de fuego apareciese en mis manos. Porque sí, aquel vampirucho del tres al cuarto me había tocando tantísimo las narices que me importaba tres pimientos quién pudiera verme.
– [b]Da la casualidad de que su chica es una bruja…[/b]- Amenacé con voz cantarina.
– [i]No suelo ponerme de mala leche en general…pero apenas he ingerido mi alimentación cotidiana, así que…[/i]- Se encongió de hombros y me empujó contra Dominic justo cuando la bola de fuego se había desvanecido. Lo vi alejarse entre la multitud y no pude distinguir si durante su trayecto se encontró con alguna pobre chica.
– [b][i]¿Estás bien?[/b][/i]- Preguntó Dominic con algo de preocupación.
– [b]Sí…mas o menos…siento haberme comportado como una estúpida[/b].- Me puse una mano sobre la frente, intentando no morirme de vergüenza ahí mismo.
– [b][i]No pasa nada. No eras consciente de lo que decías[/i][/b].- Dijo cuando nos apartábamos el uno del otro y mirábamos el estropicio que habíamos provocado – botella hecha añicos en el suelo y vasos de chupito volcados-.
-[b] Gracias…[/b]- Lo miré durante unos segundos y me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla. Me había salvado y era lo único que se me ocurría hacer para compensar lo que había hecho.- [b]Espero que ninguna de tus fans me haya visto o soy bruja muerta. [/b]
Me dedicó una amplia sonrisa y tras pagar lo que habíamos bebido añadió. -[i][b]Deberíamos marcharnos ya, no me gusta cómo me están mirando esos seguratas[/b][/i].- Miré en dirección a los de seguridad y no me pareció que nos estuvieran mirando.
– [b]Llámame malpensada, pero suena a proposición indecente, ¿no querrás aprovecharte de una pobre chica que está un poco borracha?[/b]- Dije entre risas.
– [i][b]Te recuerdo que no le entro a las chicas borrachas[/b][/i].- Sonrió – [b][i]Sólo lo decía para acompañarte a donde sea que vayas, quién sabe si ese vampiro sigue ahí fuera.[/b][/i]
-[b] Ohhh…[/b]- Dije continuando la broma.- [b]Había quedado con mi amiga Ann aquí, ¿no podemos esperar un poco más, por favooor?[/b] – Puse ojitos y le tiré de la camiseta.
– [i][b]Bueno…[/b][/i]– Miró su reloj – [b][i]Vale. Pero se acabó la bebida por esta noche.[/i][/b]
– [b]Aburrido[/b].- Le saqué la lengua.
Suspiró. – [b][i]Si sigues bebiendo al final tendré que llevarte en brazos[/i][/b].- Dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
– [b]Mmm…tentador…[/b]- Me acaricié la barbilla como si sopesase los pros y los contras de algo muy importante.
– [b][i]Siempre podemos montar una escena como en ‘Oficial y caballero’[/b][/i].- Lo miré con los ojos abiertos de par en par y parecía completamente serio. Porque sí, mi cabeza seguía pensando en McLeod pero no podía negar que esa frase había hecho que mi estómago diera un vuelco. Hablarle de ‘Oficial y caballero’ a una chica despechada era toda una declaración de intenciones. ¿Quién no había fantaseado con la idea de que un chico la cogiese en volandas?
– [b]Haré como que no te he oído porque decirle a una chica eso de ‘Oficial y caballero’ es sinónimo de tenerla babeando a los tres segundos y créeme, con una relación por hoy ya tuve suficiente[/b].- Hice una pausa.- [b]Pero mañana ya veremos[/b].- Me eché a reír.- [b]Oh mira, ahí está Ann[/b].- Di unos cuantos saltitos y moví la mano para saludarla.
Él sonrió y me siguió unos pasos por detrás en mi recorrido por el Silver en busca de Ann.
[spoiler]Cada personaje ha sido controlado por su dueño.[/spoiler]
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