[Jamie Smith || Casa Echolls || {Con Dominic Williams}[/align]
No me engaño en absoluto si admito que el regalo sorpresa de Sylver, me lo esperaría de acá al fin del mundo. Porque honestamente, era [i]muy[/i] Sylver; es su marca personal. Aunque a mí, en lo personal me ha dejado un poco abrumada todo el show, del que no sé si reírme de toda la situación o directamente girar la cabeza para mirar con tanto interés una planta alta de la casa. Pero es hipnótico todo el show erótico-festivo; por lo que termino optando por reírme. No recuerdo haber ido a una fiesta tan divertida como surrealista. De veras que no recuerdo ninguna de ese estilo.
Observo a Sylver haciendo movimientos tan eróticos, que tiene literalmente a los chicos babeando. Es parte de su encanto, y si a mí no me diese tanto corte, creo que también babearía un poco, porque Sylver emana una energía que te atrapa, de forma seductora. Me alejo un poco de la situación, busco un vaso vacío y lo relleno con agua. Contra todo pronóstico, me estoy divirtiendo bastante. Me apoyo contra una de las paredes, mientras bebo el vaso con tranquilidad y estudiando toda la situación.
Me doy cuenta de que Dom está viendo el espectáculo, y que después de unos minutos se acerca hasta donde estoy, para beber agua. – [b][i]¿Te lo estás pasando bien?[/i][/b]- me pregunta, mientras le da un sorbo al vaso de agua.
– [b]Sí.[/b]- respondo con una leve sonrisa.- [b]¿Y tú? Aunque creo que esto es costumbre para ti…[/b]- pregunto, con una ceja enarcada.
– [b][i]No te creas, a los únicos cumpleaños que he ido son a los de mi hermana…. y a los de Arthur.[/i][/b] – se apoya en la mesa y se cruza de brazos. – [b][i]Y en ellos no suele haber strippers.[/i][/b] – bromea.
Sonrío con suavidad, mientras me acabo el agua. Giro un poco la cabeza para mirar lo que sucede y me río.
– [b]Yo tampoco he ido a este tipo de cumpleaños o fiestas…[/b]- comento, con tranquilidad.-[b] De hecho, podría decirse que soy bastante aburrida socialmente.[/b]- añado, sin darle importancia.
Debería estar incómoda hablando con Dom, pero creo que después de ese beso, de que me quitase el alcohol, y de que hubiese amanecido en mi habitación, la vergüenza ya no existía a grandes rasgos.
– [b][i]A mi no me pareces aburrida. No todo el mundo se acercaría a charlar con un demonio.[/i][/b]
– [b]Eso ha sido un hecho aislado.[/b]- digo, mientras miro mi vaso vacío con sumo interés. La situación con Ben fue un poco tirando a suicida. – [b]Pero gracias por pensar que no resulto ser aburrida, hasta estando sobria.[/b]- añado, con una leve risita.
– [b][i]La ultima vez que te vi estabas combatiendo contra una resaca monumental. ¿Están las cosas mejor con tu abuela?[/i][/b]
Oh, recuerdo demasiado esa resaca monumental. Suspiro, divertida.
– [b]He sobrevivido a mi primera resaca monumental, ¿dónde está mi estrellita?[/b]- bromeo.-[b] Sí, las cosas están bien con mi abuela y de hecho no le caes nada bien…[/b]- añado, encogiéndome de hombros.
– [b][i]Vaya… le has hablado a tu abuela de mí.[/i][/b] – sonríe de lado – [b][i]y por lo que veo no han sido cosas buenas.[/i][/b]
-[b] No, no le caes bien porque eres inglés.[/b]- contesto, intentando reprimir una risita.- [b]Ella adora a los italianos.[/b]
– [b][i]Bueno, seguro que si me conociese cambiaría de opinión ¿no crees?.[/i][/b]
– [b]Oh, no te conviene, créeme.[/b]- le advierto, dándole una palmada en el hombro.- [b]Porque Nana…es terrible.[/b]- añado.- [b]Te sentaría en una silla, te interrogaría hasta agotarte mentalmente y luego…haría que durmieses conmigo y no en el casto sentido de dormir.[/b]- le explico y mentalmente la idea no me suena tan mal.
– [b][i]Eso quiere decir que si dormimos juntos antes de conocerla, igual gano puntos[/i][/b] – Bromea – [b][i]No la veo tan terrible, me he enfrentado a cosa peores como… vampiros.[/i][/b]
Me río, agachando la cabeza. Dominic está consiguiendo sacarme los colores, en el buen sentido.
– [b]Los vampiros son nada al lado de Nana. O eso me parece a mí, al menos.[/b]
– [b][i]Tendré que comprobarlo.[/i][/b]
– [b]Si quieres…[/b]- me encojo de hombros.- [b]Sylver está guapa.[/b]- la señalo con la cabeza.
– [b][i]Tú también[/i][/b] – No aparta la vista de mí.
Enarco una ceja. Vamos, soy la que está cubierta, no se me puede comparar con Sylver, que está casi despelotada.
– [b]Mira bien a Sylver y luego a mí.[/b]- le indico, con el ceño fruncido y una sonrisa divertida.
– [b][i]Bueno, ella está jugando con ventaja, está en ropa interior.[/i][/b] – se gira hacia mí. – [b][i]Tú, aún estando vestida, estás radiante.[/i][/b]
No puedo evitar sonrojarme con violencia.
– [b]Erh, gracias…[/b]- murmuro, rascándome la nuca con nerviosismo. Me quedo callada, no estoy acostumbrada a que me digan ese tipo de cosas.
Se inclina hacia mí, y se queda a unos centimetros de mi cara. – [b][i]La última vez me besaste por sorpresa.[/i][/b]
Creo que el corazón se me detuvo en cuando tuve a Dom muy cerca de mi rostro.
– [b]No te besé por sorpresa, me empujaron y…eso.[/b]- me excuso pobremente.
– [b][i]Sí, claro.[/i][/b] – se acerca un poco más – [b][i]¿Quieres intentarlo otra vez? Esta vez sin empujones.[/i][/b]
Creo que esa tontería de que te pueden causar cortocircuitos cerebrales, cuando alguien te dice ese tipo de cosas…es verdad. Bueno, estoy experimentando un cortocircuito cerebral, que no sé como he conseguido alzarme de puntillas y cerrar el espacio entre ambos. Dom pone una mano en mi cintura y me besa con suavidad; mis manos se colocan en sus brazos, tratando de adquirir más altura. El beso es distinto que el del bar, mucho más cálido y personal. Hasta que nos separamos por falta de aire.
– [b]…no sé qué decir.[/b]- murmuro, recuperando un poco el aliento. Aún le siento demasiado cerca mío.
– [b][i]No hace falta que digas nada, llevo queriendo besarte desde que apareciste por la puerta.[/i][/b]
Me quedo mirándole de hito en hito. ¿Acaba de decir exactamente eso? No supe qué decirle, y siento el corazón que me late un poco.
– [b]Dom…[/b]- murmuro.- [b]¿Qué? Perdona, pero creía que ibas a tener algo con Sylver esta noche, de hecho, se notaba a leguas.[/b]- comienzo a trabarme y a confundirme.
– [b][i]Ahora mismo solo puedo pensar en ti.[/i][/b]
Es difícil sentirse especial, al lado de gente casi despelotada y de hecho, siempre fui de sentirme poco especial. Pero Dom está consiguiendo que me sienta especial. No sé cómo explicarlo con palabras, porque hay veces que los sentimientos no se pueden explicarlas con letras, palabras y frases coherentes. Sólo con acciones. Con lo cual, vuelvo a alzarme de puntillas, para besarle de forma casta y me separo.
– [b]Estás consiguiendo que me ruborice mucho y agradezco que haya poca iluminación, porque…[/b]- inspiro aire.-[b] Creo que me moriré un poco de vergüenza.[/b]- admito en un susurro bajo.
– [b][i]Oh, así que te averguenzo.[/i][/b] – bromea haciéndose el ofendido pero sin separarse.
– [b]Sí.[/b]- le pego débilmente. Me siento como un perfecto cliché de película americana de adolescentes.
Dom sonríe antes de volver a besarme, luego se separa de mí y aunque estoy un poco abochornada, trato de fingir que nada ha sucedido, al notar que las luces han vuelto y que el espectáculo parece acabar. Ha sido un beso magnífico, no podría haber pedido más. Esbozo una sonrisa, que a leguas se nota que es tonta y que seguramente daría a entender que algo pasó en la penumbra. Suspiro, mientras miro hacia donde están los demás.
[spoiler]Dominic manejado por Alph~[/spoiler]
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