[align=center][b][SIZE=6][font=Book Antiqua]Christopher McLeod | Universidad de Moondale[color=maroon] {con…}[/SIZE][/color][/font][/b]
El discurso había terminado, así como los actos oficiales hasta el quince de febrero, donde darían de nuevo comienzo las clases. Mientras algunos alumnos aplaudían y los profesores se estrechaban las manos, bajé las escaleras del improvisado escenario buscando con la mirada a una persona.
Durante mi introducción, había escuchado perfectamente como alguien decía “guapo”, y desde luego, sólo podía imaginarme a una persona detrás, Diana. La vi a varios metros por delante, con una inconfundible sonrisa en la cara. Sonrisa que ahora era algo más habitual en ella. Antes bromeaba, como siempre para enmascarar sus emociones y quitarle hierro al asunto, pero ahora de verdad parecía encontrar cosas por las que sentirse feliz.
Todo estaba un poco mejor desde las fiestas, o casi todo. Después del cumpleaños múltiple y las Navidades juntos, todos estábamos más unidos e incluso habíamos tenido unas vacaciones lúgubres titulares en los periódicos, aunque eso no significaba ni mucho menos que el peligro se hubiese ido, Mason seguía ahí.
Todos necesitábamos ese descanso. Gracias a Sarah éramos un grupo amplio y estábamos unidos. Mientras lo estuviésemos seríamos fuertes.
Esta pausa también me había dejado tiempo para centrarme en la Universidad, si por algo luchábamos, era para poder vivir tranquilos y en paz (con mucho énfasis en vivir, claro), y sin una vida a la que regresar ¿para qué luchar? Ya habríamos perdido antes de presentar batalla.
Hubo mucho que hacer, muchas reuniones, muchas deliberaciones y muy buenas decisiones por parte de la señorita Sheppard y algunos miembros del profesorado. Las habitaciones estaban reestructuradas, los estudiantes podían aprobar las asignaturas que no habían podido cursar mediante trabajos y acogeríamos a nuevos estudiantes gracias al nuevo plazo de matriculación, entre ellos Daniel, que se había matriculado en algo que siempre le había gustado, informática. A él, como a los demás, también le vendría bien tener la cabeza ocupada en algo que no fuese salvar el mundo y cazar demonios. Además, gracias a todo esto, ahora casi todo nuestro “grupo” estaba en la residencia, dónde sería más fácil que se protegiesen unos a otros.
Las cosas iban bastante bien, por eso no se me ocurría un mejor día para la reunión que habíamos acordado cuando huimos de la Iniciativa. Se lo había recordado a algunos en Navidades, y esperaba que el resto no se olvidasen. No podíamos confiarnos, y menos aún con dos frentes abiertos.
Estaba tan sumergido en mis pensamientos mientras esquivaba el mar de gente, que cuando me di cuenta ya estaba frente a Diana. Sin darme tiempo a reaccionar, me cogió por la camisa y me movió suavemente contra la pared.
– [b][i]Fui yo la que te dijo ‘guapo’ cuando estabas ahí arriba.[/b][/i]- aseguró a escasos centímetros de mi cara. Casi podía sentir su respiración y olía su perfume.- [b][i] ¿Sorprendido? [/b][/i] – preguntó.
– [b] Estaría sorprendido si no hubieses sido tú. [/b] – admití con una sonrisa. La verdad es que sabía perfectamente que era ella, ¿quién si no iba a llamarme guapo? Más aún teniendo en cuenta lo que había dormido durante estos meses. Las ojeras se me estaban alargando de forma preocupante y ya me parecía a mi madre, entre eso y el café, estaba pensando cambiarme el nombre a “Delio”
– [b][i] Tendré que cambiar de táctica entonces. [/b][/i]- sonrió todavía sin soltarme.- [b][i]¿Qué tal si ahora me hago la dura? [/b][/i] – preguntó.
– [b] Mmm… [/b] – hice como si me lo estuviese pensando. La verdad es que en mi mundo feliz las cosas eran más fáciles y ahora mismo la apretaría contra mí y le daría un beso. Pero la realidad era cruel, y en el mundo en que nosotros nos movíamos, más. Es decir, si quieres a una persona, puedes preocuparte por si le ha pasado algo, la han atracado, ha tenido un accidente con el coche…pero en nuestro mundo tenías que preocuparte de si un demonio la había matado como venganza o como ataque estratégico, si la había atacado un vampiro, un licántropo, si la había secuestrado una Iniciativa paramilitar que estudiaba a los seres sobrenaturales, si se había cruzado con Mason, a éstas alturas incluso si la habían devuelto a la otra realidad. Si con una vida normal todo el mundo tiene sus más y sus menos de vez en cuando, no sé cómo nosotros seguíamos en pie.
– [b] Creo que te prefiero así. Si no, no serías Diana. [/b] – ella era así, al menos ésta “ella” era así, y no quería que cambiase. De hecho, era más guapa que “Alterdiana” (o Alterdiana 1.0, osea, no la de Ed) y si bien la otra era buena persona, ésta lo era aún más. Por mi parte tenía mucho que agradecer a los Grandes Poderes, sin ellos no conocería a Diana, y no quería imaginarme volver a una vida sin ella. Ni a Ed. Las cosas habrían sido muy diferentes, y para mí, peores.
– [b][i] Entonces quizás deba pasar al plan B… [/b][/i]- insinuó acercándose un poco más y sacándome así de mis pensamientos. Quizá era por la falta de sueño, pero hoy mi mente divagaba más de lo habitual.
– [b] Diana…creí que habíamos hablado de esto. [/b] – interrumpí. Era muy difícil controlar que mi corazón no me hiciese hacer lo que mi cabeza no le permitía, eso sólo lo haría peor para ella después y no quería volver a hacerle daño. Eso sí, Diana se aseguraba de que fuese aún más difícil.
– [b][i] La B del plan B era de ‘beso’, pero tú te lo pierdes. [/b][/i]- dijo poniéndome un dedo en los labios. Miró a la derecha y añadió. – [b][i] La nueva directora está haciendo un gesto como de que uno de los dos vaya, ¿será que le hemos gustado y quiere proponernos “algo”? [/b][/i]
– [b] Respondiese lo que respondiese, iba a pasar lo mismo ¿verdad? [/b] – ella asintió de forma pícara. Nuestra relación volvía a parecerse un poco a lo que era antes, al menos exteriormente, porque en mi cabeza era bien distinto. – [b] Lo sabía. [/b] – desvié la vista hacia la Rectora. Que en ese momento me estaba haciendo un gesto para que me acercase. – [b] Imagino que tendrá algo que decirme. [/b]
– [b][i] Os dejo solos entonces. [/b][/i]- dijo Diana guiñándome un ojo.- [b][i] Pero cuando termines necesito una tutoría… o varias. [/b][/i]- se rió y sentó en un banco a mirar cómo me iba con “disimulo”, o lo que sería disimulo para Diana.
La verdad es que no sabía muy bien porque necesitaba hablar la Rectora conmigo. Ella había sido la que me había propuesto para la introducción de la presentación, así que imaginé que quizá tenía que comentarme algo al respecto. Cuando llegué a su altura me hizo un gesto para que la siguiese y comenzó a caminar. Continuamos en silencio hasta que llegamos a su despacho.
– [b]¿Quería hablarme de algo? [/b] – pregunté mientras ella se sentaba tras su escritorio.
– [b][i] Por favor, siéntate. [/b][/i]- dijo señalando hacia las butacas que había frente a su escritorio. Esperó a que me sentase y continuó.- [b][i] Te ofrecería té o café, pero lo más parecido que tenemos en esta Universidad es el agua con el friegan el suelo los limpiadores. [/b][/i]- esbozó una extraña sonrisa. La verdad es que el café de la Universidad era cuanto menos saludable.- [b][i] Creo que te imaginas de qué quiero hablarte, Christopher. [/b][/i]- hizo una pausa y añadió.- [b][i] Espero que no te importe que te tutee. [/b][/i]
– [b] Por supuesto que no. [/b] – la miré directamente a los ojos. Seguía sin imaginarme a qué podría venir esto. – [b] Creo que no estoy seguro de saber la razón. [/b]
– [b][i] De acuerdo. [/b][/i]- se reclinó en la silla y entrelazó los dedos.- [b][i] Digamos que en el mes que he tenido para ponerme al día me ha contado bastantes cosas, ante las cuales preferí hacer oídos sordos. [/b][/i]- suspiró. No estaba muy seguro de qué podían ser esas cosas, pero pasé varios días en el despacho con Diana cuando buscábamos a Sarah y Daniel. Conociendo a la gente de la Junta, seguramente había sido malinterpretado. – [b][i] Después, recibí esto… [/b][/i]- sacó una carpeta de cartón de un cajón del escritorio. Cuando la abrió pude ver como dentro estaba el currículum de Diana junto a una carta. Yo mismo la había adjuntado al currículum para asegurarme de que se ponían en situación cuando fuesen a tomar la decisión.- [b][i] y me imaginé que era sólo una amistad malinterpretada, pero visto lo visto…no sé qué pensar. [/b][/i]- negó con la cabeza.- [b][i] Hasta que no me convenzas de que la aceptemos y me des razones válidas de por qué, lo único que me viene a la cabeza es que quieres que deje de ser alumna tuya para que vuestra relación se haga…más estrecha. [/b][/i]
– [b] Me parece lógico que necesite una explicación. [/b] – comencé. Y desde luego esa explicación debía ser bastante larga para poder ponerla adecuadamente en situación. – [b] Como siempre creo que la franqueza es lo mejor en estos asuntos. [/b] – continué. – [b] Mi relación con Diana es…complicada. Pero no negaré que tengo sentimientos hacia ella. [/b] – no tenía ningún reparo en reconocerlo, negar lo evidente sólo sería engañarme a mí mismo y sentirme como Pedro cuando negó tres veces. – [b] Si bien eso no nubla en absoluto mi juicio. Creo que esto merece que entre en detalles si no le importa. No me llevará demasiado. [/b] – añadí. Tenía que explicárselo todo omitiendo todos los detalles “sobrenaturales”, por suerte, cuando redacté la carta me puse en el papel y ahora no me resultaría demasiado difícil.
– [b][i] Te escucho. [/b][/i]- se le escapó una media sonrisa. Sin duda esto era un cambio refrescante desde nuestra última “dirección”, si es que se le puede llamar así.
– [b] Hace varias semanas, ella me comentó que quería dejar los estudios por ciertas razones que requerirían una explicación demasiado amplia. [/b] – hice un gesto con las manos para apoyar mis palabras. La versión larga de la historia incluiría explicarle que Diana venía de otra realidad, pero eso llevaría a más explicaciones y probablemente a alguna camisa de fuerza. – [b] Me comentó además que pensaría buscar un trabajo, y es entonces cuando consideré una posible solución para ambos problemas. [/b] – la miré de nuevo a los ojos. Parecía una persona bastante comprensiva, pero en su puesto debía dejarle las cosas bien claras, tenía muchas responsabilidades y no podía tomar riesgos así como así. – [b] Dada la necesidad de recursos que tenemos actualmente en la Universidad, pensé que podría encajar bien en el puesto de orientadora. [/b] – hice una pausa para ver si quería intervenir. Cuando vi que no, continué- – [b] Por eso le envié el currículum y una nota adjunta. [/b] – señalé.
-[b][i] Acabas de darme la solución a uno de los problemas, pero el otro, que es el que yo iba a plantearte, creo que se te ha quedado en el tintero. [/b][/i]- hizo un gesto con la mano para que continuase.
– [b] El otro problema está resuelto con una simple condición. [/b] – expliqué. Era un tema que ya había tratado con Diana en las Navidades, y habíamos llegado a un acuerdo. – [b] Si no seguía estudiando, no la ayudaría a conseguir el trabajo. [/b] – finalicé. No iba a dejar que Diana tomase la decisión así como así, estaba seguro de que habría alguna carrera que la llamase, y con ese trabajo podía tomárselo con la calma que hiciese falta. Además, prefería tenerla en la residencia con los demás, donde podrían ayudarla si tenía problemas.
La rectora asintió con un “ajá”- [b][i] Otro punto a tener en cuenta es que su carrera actual, biología, no tiene mucho que ver con la orientación académica y tampoco estos cursos de maquillaje, ni mucho menos las sesiones como modelo. [/b][/i]- echó un vistazo al currículum, mostrando de vez en cuando una cara horrorizada. Éste sí que era un punto débil de mi argumentación, muy débil. La otra Diana, la Diana rubia de esta realidad había sido la pesadilla de cualquier profesor y evidentemente eso repercutía en el currículum de nuestra Diana.
– [b] Digamos que Diana ha tenido una revelación, dejando atrás a su antiguo “yo”. [/b] – estaba seguro de que nunca se llegaría a imaginar cómo de cierta era esa frase. – [b] De hecho, puede comprobar que ha efectuado un cambio de carrera. [/b] – tanto yo mismo, cómo Sarah, Daniel y la señora Echolls la habíamos ayudado a la hora de tomar la decisión. No había estado cómoda en biología porque había sido una decisión rápida, de urgencia, sin apenas poder meditarlo, así que esta vez tenía que tomar la decisión con cuidado. Ese mismo día también habíamos ayudado a Daniel a decidirse cuando nos comunicó que quería aprovechar la reapertura del plazo de matrículas para inscribirse. Estaba seguro de que Daniel quería “matar dos pájaros de un tiro”, por una parte tener una carrera nunca venía mal y el saber no ocupa lugar, pero por otra, todos estaban ahora ubicados en la residencia Hexe, y si quieres un punto estratégico para acudir en su ayuda en caso de que algo pase, sin duda era dentro de la misma residencia. Además, el tercer motivo estaba claro, Sarah, las cosas se habían vuelto más familiares y cercanas entre ellos, llegándome a sorprender incluso lo natural que actuaba Daniel con ella, como si no hubiese nada que no supiesen el uno del otro, así que era lógico que quisiese estar más cerca de ella.
– [b][i] Creo que te refieres al “nuevo cambio de carrera”. [/b][/i]- la rectora Sheppard arqueó una ceja. – [b][i] La señorita Echolls es bastante conocida por la facilidad con la que cambia de vocación y espero, por el bien de todos, que esta vez haya tomado el camino adecuado. [/b][/i]
– [b] Digamos que su “epifanía” ha ocurrido hace un tiempo, pero en su inicio no estuvo bien aconsejada. Ahora parece haber encontrado algo que le gusta. [/b] – hice una pausa para remarcarlo. Concretamente el pasado verano. – [b] Además, considerando lo bajos de personal que estamos, la necesitamos. Y creo que puede hacerlo mejor que muchas personas con cuatro carreras. [/b] – personas con cuatro carreras pero sin precognición claro. Aunque poderes aparte, a Diana se le daban bien las personas. – [b] Si hemos contratado a la mujer del entrenador para entrenar a las animadoras, creo que podemos darle también una oportunidad a ella. [/b] – tanto el entrenador como su mujer eran unas personas encantadoras, pero a ella la habíamos contratado sin experiencia previa ni nada relacionado con ese mundo salvo su marido.
– [b][i] Esto parece una ONG… [/b][/i]- negó con la cabeza, se levantó y miró por la ventana durante unos segundos.- [b][i] Christopher, ya que has sido franco conmigo lo justo es que yo lo sea contigo. [/b][/i]- me miró a los ojos y continuó.- [b][i] En la Junta de la Universidad hay un grupo mayoritario que no me mira con buenos ojos. [/b][/i]- no quise interrumpirla, pero en la Junta no se miraban con buenos ojos ni entre ellos. – [b][i] Margaret Cleaver entró aquí gracias a sus contactos…en todos los sentidos de la palabra. [/b][/i]- absolutamente en todos, el Consejo, sus maquinaciones ocultas y su…falta de dignidad y ganas de trepar costase lo que costase… – [b][i] y todavía hay gente que considera que ella es el mejor ejemplo de cómo dirigir a una Universidad. [/b][/i]- suspiró. Yo no era una de esas personas. No lo había sido en ningún momento cuando era una “compañera” Vigilante, aunque sólo lo había sido por la muerte de su marido, un verdadero Vigilante, y mucho menos lo sería ahora que sabía que nos había traicionado. Había muerto, sí, pero sería un falso si hablase bien de ella. – [b][i] Precisamente, ese grupo de personas que ahora mismo son la mayoría de la Junta debido a la cantidad de muertes extrañas y desapariciones, cree que no soy un buen ejemplo para los estudiantes. [/b][/i]- eso era así porque para ellos ser un ejemplo para los estudiantes se resumía en cobrar, cobrar y cobrar. – [b][i] Sin profundizar mucho en mi vida privada que desde luego no creo que te interese, diremos que mis gustos eran diametralmente opuestos a los de la señorita Cleaver. [/b][/i]- eso quedaba claro desde el principio, no había complejos de superioridad, falsa modestia ni caminaba como si tuviese un palo metido en el culo. Además, sin duda era inteligente, no como Margaret Cleaver * – [b][i] Lo que quiero decir es que si voy a dar la cara por ti tienes que garantizarme que cumpliréis una serie de normas y también has de saber que me deberás una. [/b][/i]
*[SIZE=2][i]En inglés sería algo cómo: She certainly was clever, not like Margaret Cleaver[/i][/SIZE]
– [b] Le aseguro que no la dejaré en una posición comprometida. Y aquí me tendrá cuando sea necesario. [/b] – aseguré. – [b] Respecto a la “señora” Cleaver… [/b] – comencé enfatizando el “señora”, porque desde luego era muchas cosas, pero no una “señora” en el completo sentido de la palabra. Si Nathan no me hubiera mostrado algo de la historia de la Iniciativa para ponerme en antecedentes no habría sabido cómo era en realidad, lo culpable que era de todo. A veces no te das cuenta de cómo son las personas que tienes delante, o no quieres. Es verdad que nunca me había gustado, pero eso, sencillamente no me lo esperaba. – [b] podríamos decir que la conocía bastante bien, tanto como “persona”, por amigos en común… [/b] – o al menos parecía que teníamos eso en común. Más tarde demostró que el Consejo sólo era un medio para cumplir sus fines. –[b] como Rectora. Y le aseguro que en ninguna de sus dos facetas destacaba, más bien lo contrario. [/b] – no había tenido ocasión de darme cuenta de cuánto resentimiento le guardaba, y era totalmente fútil, enfadarse con alguien que ya estaba muerto sólo era un cúmulo de frustraciones. – [b] Como dije en la presentación, estamos en un periodo complicado, pero creo que usted es la indicada para llevarlo a buen puerto. [/b]
-[b][i] No me hagas la pelota Christopher, porque ya has conseguido lo que querías. [/b][/i]- bromeó, aunque su rostro como siempre, era más serio de lo que correspondía.- [b][i] La norma más importante es que la señorita Echolls deberá aprobar todas las asignaturas de cada curso con una calificación más que aceptable. Además tendrá que elaborar un registro diario de todas las visitas que recibe y cómo ayudó a la persona en cuestión que tendrá que entregarme al final del día. Podrá seguir viviendo en la Residencia ‘Hexe’ como estudiante que es. Deberá vestir adecuadamente y tiene permiso para faltar a las clases que considere oportunas siempre y cuando sea para ejercer su trabajo, pero deberá ponerme al corriente con antelación. El puesto que se le concede es de vital importancia en estos tiempos tan difíciles, así que espero que desempeñe con la mayor seriedad posible o será despedida. [/b][/i]- hizo una pausa para mirarme. Por suerte mi memoria era una de mis pocas cualidades, porque de lo contrario no habría forma de recordarlo todo.- [b][i] Eso es en el ámbito profesional.[/b][/i]- hizo una pausa.- [b][i] En el ámbito personal, espero que sean conscientes de que siguen siendo compañeros de trabajo en el mejor de los casos, por lo que no quiero muestras de afecto públicas que vayan más allá de una sonrisa cordial o un apretón de manos. Aunque lo que pase de la puerta de su despacho hacia dentro no es de la incumbencia de nadie. [/b][/i]- dijo con disimulo.- [b][i] Espero por tu bien que te estés arriesgando por alguien que vale la pena porque a la mínima que no cumpla uno de estos requisitos estaremos los tres de patitas en la calle y créeme, por las buenas puedo resultar…tratable, pero por las malas me convertiré en tu peor pesadilla. [/b][/i] – y la creía, vaya que sí. Pero dudaba mucho que nunca llegásemos a ese punto, me parecía una persona muy razonable y la verdad es que podía decir que me caía bien. Si Daniel estuviese aquí seguro que habría tenido “good yuyu” con ella.
– [b] Le aseguro que a Diana le confiaría algo más que mí puesto de trabajo. [/b] – respondí sinceramente. Le confiaría mi vida, tanto a ella como a Daniel, Sarah, Edward…eran gente en la que sabía seguro que podía confiar. A veces me sorprendía la forma tan madura en la que sobrellevaban algunas cosas teniendo en cuenta su edad. Estaba seguro de que mucha gente mucho mayor que ellos no habría llevado sus situaciones mejor. – [b] En cuanto a las condiciones de trabajo, me parecen adecuadas. [/b] – asentí con la cabeza. – [b] Y por lo que se refiere al terreno “sentimental”, le aseguro que lo que haya, será de puertas para adentro. [/b] – afirmé. Pasase lo que pasase entre Diana y yo, estaba claro que no iríamos por los pasillos besándonos como quinceañeros a la mínima oportunidad delante de todo el mundo. Para eso se inventaron las puertas.
– [b][i] Espero que sea un hombre de palabra. [/b][/i]- el sonido del teléfono la interrumpió en el momento preciso. Pulso la tecla del altavoz y se escuchó la voz de la secretaría al otro lado, un verdadero ejemplo del recorte de requisitos que habíamos tenido que tomar a la hora de contratar al nuevo personal. La secretaría dijo que la señorita “Remy” Reynolds no se había presentado a la cita, el nombre me recordó a Gámbito, pero imaginé que sería un error de la secretaría. La rectora Sheppard puso los ojos en blanco y le dijo que en unos minutos podía pasar la siguiente.
– [b] Soy un hombre de muchas palabras, todas ciertas y todas las podría mantener hasta el día de mi muerte. [/b] – afirmé.
– [b][i] Me alegra saberlo y por cierto, sobre lo de antes… [/b][/i]- se quedó pensativa unos segundos y después añadió.- [b][i] Discúlpame, no recuerdo qué iba a decirte. [/b][/i]- se levantó para acompañarme a la puerta. Antes de irme, me dio un apretón de manos y me dijo:- [b][i] Siempre que haya esperanza, habrá libertad. [/b][/i]
– [b] Siempre que haya libertad, habrá esperanza. [/b] – respondí algo extrañado. Había escuchado o leído esa frase en algún sitio no hace mucho, pero no conseguía recordar dónde. Ella alzó una ceja, parecía sorprendida.
– [b][i]Es una frase muy interesante si te paras a pensar en ella lo suficiente, ¿verdad? [/b][/i]– preguntó.-[b][i] Aunque lo bueno es que no todo el mundo la conozca[/b][/i].- alzó las cejas. Tenía que recordar dónde había leído u oído esa frase, y qué intentaba decirme la Rectora con eso.
Me pasé el camino de vuelta desde el despacho de la Rectora hasta dónde estaba Diana tratando de recordar, pero como siempre que intentas recordar algo con ahínco, fui totalmente incapaz, así que decidí posponerlo para no frustrarme más aún. Todavía tenía muchas cosas en las que pensar de cara al futuro. Había mucho de lo que hablar esta noche.
Me subí la cremallera de la chaqueta cuando salí de nuevo. Vi a Diana todavía sentada en el banco así que fui hacia allí.
Me saludó con la mano, se levantó de un salto y fue hasta mí.
– [b][i]Tranquila muñeca, si te ha hecho daño, dímelo y la mataré tan pronto como saco el revólver de mi fajín o…lo que sea que llevemos en el Oeste.[/b][/i]- bromeó imitando la voz de Clint Eastwood y haciendo como que escupía en el suelo su tabaco de mascar.
– [b]Puedes enfundar vaquero, sólo estábamos solucionando unos problemas de reses.[/b] – respondí continuando con la broma. De pronto me vino a la mente la imagen de Margaret Cleaver con la cabeza de una vaca. No pude evitar sonreír tanto por una cosa como por la otra. – [b]Hemos hablado del trabajo que te hablé…[/b] – Daniel me había dicho una vez que Sarah era increíblemente curiosa e impaciente para las sorpresas, y después me había dado cuenta de que Diana también, así que dejé la frase en el aire para picarla un poco.
– [b][i]¿Y?[/b][/i] – preguntó haciendo gestos para que siguiese.- [b][i]No me hagas sufrir porque puedo ser muy mala.[/b][/i]- añadió sonriendo de forma maliciosa enarcando las cejas de forma sugerente.
– [b]Pues hemos hablado…y ya lo hemos solucionado.[/b] – seguí en mi línea para sacarla un poco más de quicio.
– [b][i]No me hagas sufrir más o te besaré hasta que no te quede más remedio que caer rendido a mis pies.[/b][/i]- amenazó con una sonrisa.
– [b]Quizá sea yo el que tenga que hacerlo.[/b] – en realidad, ya estaba a sus pies, así que no hacía falta que hiciese nada más. Sólo que se alineasen siete planetas en un eclipse solar y todo lo que ahora mismo me preocupaba se solucionase. – [b]Bueno, te lo diré. Lamento comunicarte…[/b] – dije imitando un tono serio y formal. – [b]…que vas a empezar a trabajar para la Universidad de Moondale. Bienvenida al “maravilloso” mundo del profesorado, créeme, se ve mejor desde el otro lado.[/b] – en realidad, yo estaba del todo encantado en mis dos profesiones, pero quizá se debía a que en la Universidad trabajaba en la biblioteca rodeado de libros y dando clase del tema que mejor conocía, y que se relacionaba directamente con mi “verdadera” profesión. – [b]Fuera de bromas, creo que estarás muy bien, la Rectora me ha comentado algunas normas pero son razonables.[/b]
– [b][i]Tengo un dilema[/b][/i].- se puso un dedo en la boca simulando estar pensativa.- [b][i]¿Dos miembros del profesorado que son sólo amigos pueden darse un beso de película que sea toda una declaración de intenciones pero que en realidad no signifique nada?[/b][/i].- suspiró. Si esos dos miembros éramos nosotros, desde luego significaría algo, por eso era mejor evitarlo.- [b][i]Es que no tengo ni un duro, así que sólo te puedo pagar lo que has hecho por mí con besos.[/b][/i]
– [b]Págamelo en sonrisas. [/b] – dije sinceramente. – [b] Acuérdate que esta es la noche en la que hemos quedado en el bar de Lorne.[/b] – le recordé.
– [b][i]Está bien…[/b][/i]- esbozó una de sus caras de pena y miró al suelo.
Después levantó la mirada más alegre.- [b][i]Muchas gracias por…todo lo que has hecho por mí desde el momento en el que nos vimos cuando…llegué aquí.[/i][/b]- pude notar que estaba emocionada. Era algo difícil de percibir en ella, porque no dejaba que la viesen vulnerable. A Sarah le pasaba algo parecido, pero con sus sentimientos en general, y con cosas que pensaba, una vez que tenías confianza con ella no había problema, pero sino, era difícil de leer. Al menos a mí me había costado, pero Daniel era harina de otro costal y había conseguido ver a través de esa coraza desde el principio. – [b][i]Creíste en mí, me apoyaste siempre, has sido mi mejor amigo y ahora…esto.[/b][/i]- Diana sorbió por la nariz y se limpió una lágrima que nunca llegó a caer.- [b][i]Después te parecerá raro que esté enamorada de ti.[/b][/i]- se rió.- [b][i]Exceso de sinceridad, lo siento.[/b][/i]
La abracé para consolarla. – [b]No lo sientas, sabes lo que siento por ti, pero sabes que tengo asuntos pendientes. Y no quiero volver a hacerte daño.[/b] – la miré a los ojos intentando que entendiese lo mucho que me costaba, lo que desearía estar con ella. Después volví a abrazarla durante varios minutos.
– [b][i]De seguir así nuestra historia se venderá por fascículos en los kioscos[/b][/i].- suspiró de nuevo y se separó.- [b][i]Muchas gracias por todo[/b][/i].- dijo sonriendo.- [b][i]Nos vemos luego en el bar de Lorne[/b][/i].- me dio un beso en la mejilla y se giró dispuesta a irse.
– [b]No vayas sola ¿vale?[/b] – le pedí. Nunca sobraba ser prevenidos, ahora oscurecía antes y por mucho que hubiesemos tenido unos meses tranquilos de «él» no quitaba que cualquier otro vampiro o demonio pudiese cogerlas por sorpresa.
– [b][i]Llamaré a Silver e iré con ella, últimamente parece que está más sensible de lo habitual y necesita compañía, creo que lo pasa mal en navidades porque echa de menos a su familia…[/b][/i]- esbozó una leve sonrisa y asintió con la cabeza.- [b][i]Tú tampoco vayas solo.[/b][/i]
– [b]No te preocupes, me las apañaré.[/b] – le respondí con una sonrisa. Tenía que pensar con claridad en lo que íbamos a hacer, en las opciones que teníamos, y para eso necesitaba el sillón de mi casa y un café. Después iría al bar de Lorne, el “Séptimo Cielo”. – [b]En cuanto a Silver, me parece muy buena idea, dale ánimos de mi parte. Espero que pronto se encuentre mejor.[/b] – me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla para despedirme.
– [b][i]Hasta luego.[/b][/i]- me dijo adiós con la mano y vi cómo se alejaba caminando. Cuando la perdí de vista, fui hacia el aparcamiento para coger el coche e ir a tomarme un descanso en casa. Si es que a eso se le podía llamar descanso.
Unos minutos más tarde llegué al coche, tenía los dedos congelados así que encendí la calefacción para entrar en calor. Sentí como los dedos me ardían por el contraste. Encendí la radio y suspiré. Aún me quedaba toda una tarde para pensar y planear, y después, al “Séptimo Cielo”.
[spoiler]
Diana y Mercy han sido controladas por Stefy, y McLeod por mí.
Espero que os guste porque a mí no me termina de convencer del todo la parte de McLeod. Eso sí, estoy enamorado de Diana (y de Sarah xD que ya mismo le toca post porque la echo de menos), y me encanta Mercy.
[/spoiler]
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