Moondale

NO CONSEGUIRIA NADA

[align=center][b][color=black][SIZE=3]Cecil Anwalt | Casa de las Echolls[/SIZE][/color][/b]

cecilanwalt

[SIZE=2][i]”Porque es muy cercano. Porque es muy importante. Por eso es tan difícil de superar. (FF Dissidia)[/i]

Hacía tiempo que no me sentía de esta manera. Estaba cansado, muy cansado. No habíamos dormido, tampoco podía considerarse que hubiéramos estado recuperando fuerzas, simplemente, estábamos allí, bajo su influjo, luchando en nuestra mente más de lo que muchos llegarían a hacer en su vida, desgastándonos poco a poco.

El tiempo parecía que apenas había pasado, tanto aquí fuera, en la “realidad”, como en la película de humor negro del demonio. Y eso era una de las cosas que podía ser más desconcertantes. Me revolví un poco en la cama, intentando encontrar una postura cómoda con la que el cuerpo, el cuello o cualquier otra zona no se viera perjudicada por las extrañas posturas en las que estuvimos todos durante bastante rato. Dejé escapar un leve resoplido, aunque rápidamente miré a mi lado, rezando porque no lo hubiera hecho especialmente alto. para no molestar al rubiales.

Tapado levemente hasta el abdomen, con una camiseta corta o cualquier otra prenda a modo de pijama, busqué el cobijo de las mantas para intentar sacar a la fuerza el frío que me recorría. No muy lejos, en la otra cama, estaba el pequeño de la casa, seguramente intentando dormir como el resto, aunque sin consiguiéndolo, al menos de momento. Me había subido pronto, quizás demasiado comparando a las horas a las que solía dormirme, pero no se me ocurría otra cosa que pudiera hacer. Podíamos hablar, sonreír, mantener una conversación o incluso llegar a reírnos, pero siempre regresábamos al punto de partida. Toqueteé mi colgante algo nervioso. Quizás manoseándolo me quedaría más tranquilo. O por el contrario, encontraría ese [i]algo[/i] que podría necesitar ahora para… no sé, algo tan sencillo como dormir, ¿no?

Habíamos ganado, continuar viviendo era la principal prueba de ello. Al menos, de momento. Era lógico que esto nunca acabaría, que siempre vendría otro, y otro, cada enemigo más poderoso que el anterior. Y mi lado pesimista estaba aflorando con fuerza, pero lo sucedido en las horas pasadas, todo lo que habíamos vivido o lo que Los Grandes Poderes dijeron me impedía, en cierto modo, dejar que ese sentimiento saliera. Si no hacía caso a todo eso, no habría aprendido nada, ¿verdad? Todo ese sufrimiento, ese odio y esa tristeza continuarían aquí, sin necesidad de que un demonio metiese su humeante mano en nuestras cabecitas. Él se había aprovechado de todo lo que temíamos, de nuestros traumas, de todo aquello de lo que nos arrepentíamos… Estaba en nuestra mano marcar una diferencia y continuar hacia adelante.

Pero… ¿Por qué? ¿Por qué nos ocurre esto justamente ahora? Es que de verdad, ¿esos poderes tan peculiares nos quieren preparar para algo que supongamos, vendrá cuando derrotamos (porque debemos derrotarlo) a Mason? ¿Qué es lo que pudieron ver ellos o el demonio para marcarnos con esa estrellita no de especial, sino de personas extraordinarias para salvar ese mundo?

Me incorporé, apoyando mi espalda, quedándome más incorporado, al notar cómo la puerta se cerraba de forma silenciosa y breve. Miré un segundo a mi lado y comprobé que la cama estaba vacía. El pequeño de la casa se había levantado como otras noches había hecho, sacándome de mis pensamientos y, sin poder evitarlo, sintiendo lástima por él. Siendo el más joven, o al menos, eso pensábamos, estaba metido en lo mismo que nosotros sin encontrar la respuesta a una pregunta tan simple: ¿Por qué? Me hubiera encantado levantarme, decirle algo, alguna palabra que pudiera consolarle o ayudarle, pero ahora de poco ayuda podría serle. Por mucho que le dijese yo, que le recordase Daniel o que Diana le dijese mientras sonreía con ese aspecto maternal suyo, ahora mismo poco efecto surtirían.

Todos y cada uno de nosotros necesitábamos algo de tiempo, aunque fuera una noche, pero teníamos que pensar, reflexionar. Esto, viéndolo de otra manera, parecía un aviso, una manera de decirnos que nos estábamos perdiendo muchas cosas por quedarnos estancados en el pasado.

Y era verdad, eso nadie podría negarlo. De todas formas, había sacado al menos una cosa que no olvidaría. Estábamos todos, o al menos, todos aquellos que nos molestásemos en estar y preocuparnos por los demás. De ese modo… sería más sencillo cumplir con nuestro, cometido, ¿no?

Sencillo y divertido, claro, siempre y cuando no tuviéramos al demonio o a la persona del día que estuviera jodiendo, ¿verdad?

Puede parecer eso muy fácil al decirlo de esa manera pero… es así, ¿no? La dificultad únicamente irradia en los propios límites que la persona se ponga. Si yo no quisiera, si no tuviera el sentimiento, la [i]voluntad[/i] de realizar ese cambio, de… ¿mejorar? Pues no conseguiría nada. Supongo que esa es la razón por la que somos elegidos, porque hay algo en nosotros distinto, algo que nos hace no rendirnos, lo hagamos mejor o peor.
Parece un buen comienzo para una historia bastante prometedora, ¿no?
[/SIZE]

[spoiler]Sé que es cortito, pero es que no tengo mucho más para añadir de este post, principalmente porque no quiero hacerlo tedioso, sí procurando que sea algo fluido para que las cosas no se estanquen. Espero que os resulte agradable ^^U. Además, como todos, Cecil tiene cosas que pensar y reflexionar.[/spoiler]

Comentarios

Deja una respuesta