[align=center][b][SIZE=3][color=black]Christopher McLeod[/SIZE][/color][/b]
Estar de nuevo aquí y además con todos ellos era una sensación extraña, era como una pequeña victoria metida dentro de una burbuja, estaban a salvo mientras que el mal seguía en Moondale. Pero al mal no le pasaría nada por sobrevivir un par de semanas más, mientras que nosotros, si nos presentásemos frente a él sin haber tenido este descanso habríamos caído sin remedio.
Me alegraba ver como los demás estaban aprovechando las vacaciones para relajarse, aunque los nervios y la tensión del Día M siguiesen ahí, al menos, en parte, lo estaban pasando bien. No había mejor indicador que la sonrisa de Sarah para saber que las cosas iban un poco mejor, aunque ella se desvelase algunas noches por la ansiedad.
El sol despuntaba sobre las montañas nevadas dando a la escena que tenía frente a mí un contraste de colores asombroso. Decidí sacarle una foto con el móvil para poder enseñárselo a Diana y a Sarah más tarde. En cuanto saqué la foto el móvil empezó a vibrar y en la pantalla vi un número que desconocía.
– [b] [i] [color=#457238]¿Sí?[/SIZE] [/i] [/b] – respondí tras descolgar.
– [b] [color=#F5682B]¿Christopher?[/color] [/b] – dijo una voz femenina al otro lado.
– [b] [i] [color=#457238]Sí, soy yo.[/color] [/i] [/b] – respondí sin tener ni idea de quién podía ser.
– [b] [color=#F5682B] Soy Kaylee…[/color] [/b]- respondió.- [b] [color=#F5682B] Kaylee Echolls, la hermana de Sarah y Diana. [/color] [/b] – explicó. Con Kaylee me había bastado, no era un nombre muy común y sin duda era una bonita tradición de las Echolls.
– [b] [i] [color=#457238]Ah, perdona, no te había conocido.[/color] [/i] [/b] – reconocí. – [b] [i] [color=#457238]¿Quieres hablar con alguna de ellas?[/color] [/i] [/b]- pregunté sin saber muy bien la razón por la que me había llamado a mí y no a Elizabeth o alguna de ellas. La posibilidad que se me ocurría era que Elizabeth no tuviese cobertura, que Sarah muy probablemente se hubiese dejado el móvil por ahí, en silencio y que Diana no se lo hubiese cogido.
– [b] [color=#F5682B]No.[/color] [/b]- dijo quedándose en silencio.- [b] [color=#F5682B]Quiero decir sí, pero no ahora mismo.[/color] [/b]- continuó con nerviosismo.- [b] [color=#F5682B]Llamaba para preguntarte algo.[/color] [/b] – añadió.
– [b] [i] [color=#457238]Claro, dime.[/color] [/i] [/b] – respondí algo intrigado.
– [b] [color=#F5682B]Lo primero de todo, encantada de conocerte.[/color] [/b]- pude escuchar una leve risa seguramente provocada por los nervios.- [b] [color=#F5682B]Vas a pensar que soy una maleducada.[/color] [/b] – apuntó.
– [b] [i] [color=#457238]En todo caso yo también lo sería.[/color] [/i] [/b] – reconocí. A decir verdad no había recordado que no nos conocíamos en realidad, aunque había hablado algunas veces de ella con Daniel y Sarah, concretamente sobre cómo abordar a Diana con el tema. – [b] [i] [color=#457238]Encantado de conocerte, he oído tanto hablar de ti que ya pensaba que te conocía.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#F5682B]Si todo lo que te han dicho es malo se acercarán a la realidad, si no, siento decirte que estaban mintiendo.[/color] [/b]- bromeó.
– [b] [i] [color=#457238]Creo recordar que no era tan malo como dices, y no se arriesgarían a mentirme.[/color] [/i] [/b] – respondí con sinceridad. Ella sonrió de nuevo con nerviosismo, parecía la típica persona que es tímida pero se ve forzada continuamente a hablar y desarrolla una forma “tímida” de ser extrovertida.
– [b] [color=#F5682B]Supongo que te sonará que estoy en Barcelona, ¿verdad?[/color] [/b] – continuó.
– [b] [i] [color=#457238]Sí, estudiando microbiología si no me equivoco.[/color] [/i] [/b] – recordé. Y trabajando para continuar allí. – [b] [i] [color=#457238]¿Todo bien por allí?[/color] [/i] [/b] – sondeé intentando saber cuál sería el problema.
– [b] [color=#F5682B]Lo de la microbiología es una tapadera, en realidad me vine por las tapas, el sol…[/color] [/b]- bromeó riendo.- [b] [color=#F5682B]Lo que quería decir es que he pensado ir un día o dos a visitaros si no es mucha molestia.[/color] [/b] – añadió al final, al parecer con bastante esfuerzo.
– [b] [i] [color=#457238]Claro.[/color] [/i] [/b] – respondí con mi curiosidad satisfecha. – [b] [i] [color=#457238]No hace falta ni que lo preguntes, aquí tenéis siempre una casa.[/color] [/i] [/b] – añadí al más puro estilo de…bueno de mi madre. – [b] [i] [color=#457238]Así es más o menos como lo diría mi madre.[/color] [/i] [/b] – reconocí.
– [b] [color=#F5682B]Muchas gracias.[/color] [/b]- respondió algo emocionada. No pude evitar sentir pena por ella, al fin y al cabo estaba separada de toda su familia y ahora que Diana había vuelto no conseguían llevarse bien.- [b] [color=#F5682B]No estoy muy acostumbrada a que la gente sea tan simpática conmigo.[/color] [/b]- admitió haciendo que sintiese aún más pena.
– [b] [i] [color=#457238]No sé por qué no, estoy seguro de que a todos les va a encantar la idea de que vengas.[/color] [/i] [/b] – respondí intentando animarla. Estaba seguro de que estarían encantados con una visita más, pero tendría que hablar con Diana del tema y conseguir lo que ya Daniel y Sarah habían intentado. – [b] [i] [color=#457238]Es el remate final para unas buenas vacaciones.[/color] [/i] [/b] – en el fondo lo que nos hace más fuertes a la hora de luchar es la razón por la que lo hacemos, y cuantas más razones tengamos mejor. Si estamos todos juntos aquí pasando unas buenas vacaciones, no sólo guardaremos el recuerdo como un tesoro, si no que lucharemos por recuperarlo hasta con nuestro último aliento.
– [b] [color=#F5682B]Gracias.[/color] [/b]- dijo de nuevo.- [b] [color=#F5682B]Tengo que confesar que ya tengo el vuelo.[/color] [/b]- respondió nerviosa. No pude evitar sonreír, al fin y al cabo era una Echolls y las Echolls siempre consiguen que sonría, aunque creo que también se aplica a los McLeod en general, y por supuesto Daniel es un McLeod.- [b] [color=#F5682B]Si me llegas a decir que no hubiese tenido que venderlo en Ebay.[/color] [/b] – no pude evitar reír de nuevo.
– [b] [i] [color=#457238]Nada, aquí tienes tu casa. ¿Qué día llegas?[/color] [/i] [/b] – pregunté.
– [b] [color=#F5682B]El día siete, ¿os viene bien?[/color] [/b] – preguntó haciendo una pausa.- [b] [color=#F5682B]No quiero ser una molestia.[/color] [/b] – añadió.
– [b] [i] [color=#457238]Siempre nos viene bien.[/color] [/i] [/b] – respondí con sinceridad. Conocía de sobra a mi madre como para saber una cosa, mi casa siempre sería también la casa de las Echolls, porque entre otras cosas, habían acogido a Daniel, y eso no tiene precio. – [b] [i] [color=#457238]¿A qué aeropuerto llegas para ir a buscarte?[/color] [/i] [/b] – continué preguntando.
– [b] [color=#F5682B]Edimburgo.[/color] [/b] – respondió.
– [b] [i] [color=#457238]Vale, te acribillaré con una última pregunta, ¿a qué hora llegarás?[/color] [/i] [/b] – pregunté pensando dónde apuntarlo para que no se me olvidase.
– [b] [color=#F5682B]Un segundo.[/color] [/b]- respondió alejándose del teléfono. Se escucharon voces alejadas en español, probablemente unos vecinos ruidosos. Un chico decía “Mamá, ¿Qué hay hoy para comer?” mientras que una mujer respondía “Lentejas, si quieres las comes y si no…no haber venido ayer a las tantas, vago”. De nuevo no pude evitar reír, por suerte tenía un “traductor incorporado” que conseguía que no me perdiese estos momentos por no entender que decían. – [b] [color=#F5682B]A las diez de la mañana. Siento haceros madrugar.[/color] [/b] – habló Kaylee volviendo a coger el teléfono.
– [b] [i] [color=#457238]No es ninguna molestia, allí estaremos esperando.[/color] [/i] [/b] – respondí. La pobre era todo agradecimientos y disculpas, nos iba a costar hacerle entender que no hacía falta. – [b] [i] [color=#457238]Supongo que es secreto ¿no?[/color] [/i] [/b] – pregunté al final para saber si podía hablarle a alguien del tema.
– [b] [color=#F5682B]Sí.[/color] [/b]- respondió.- [b] [color=#F5682B]Ah, una cosa más, necesito que me digas algún hotel cerca de tu casa, por favor.[/color] [/b] – añadió al final.
– [b] [i] [color=#457238]¿Hotel? Tenemos sitio de sobra no te preocupes, tu ten un buen viaje y el resto corre de nuestra cuenta.[/color] [/i] [/b] – respondí sin darle importancia, porque la verdad es que no la tenía, había sitio de sobra y bueno, no éramos ricos pero donde comen veinte comen veintiuno.
– [b] [color=#F5682B]No sé qué decir…gracias.[/color] [/b] – dijo con timidez.- [b] [color=#F5682B]Sólo serán dos días, el día diez tengo que volver porque el quince tengo un examen.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#457238]Cuanto más tiempo puedas mejor, ya somos una veintena, uno más no es ninguna molestia, y menos la hermana de Sarah y Diana.[/color] [/i] [/b] – y menos aún si conseguimos que Diana intente llevarse bien con ella.
– [b] [color=#F5682B]Nos vemos el día siete, cuñado.[/color] [/b]- bromeó.- [b] [color=#F5682B]Gracias por todo. Dale un abrazo a todos de mi parte aunque no me conozcan.[/color] [/b] – añadió reafirmando mi idea de que tenía que conseguirle esa oportunidad con Diana, no sólo por ella, sino por las cuatro.
– [b] [i] [color=#457238]Les abrazaré en secreto.[/color] [/i] [/b] – bromeé. – [b] [i] [color=#457238]No me des las gracias, no es nada.[/color] [/i] [/b] – añadí. – [b] [i] [color=#457238]Hasta el día siete, cuñada.[/color] [/i] [/b] – me despedí continuando con la “broma”.
Cuando colgué el teléfono lo tuve claro, tenía que ir a buscar a Diana y contárselo aunque sólo fuese a ella y conseguir que le diese una oportunidad, así que entré a mi casa. Mientras pasaba por la planta de abajo me crucé con mi padre que iba hacia la cocina donde estaba mi madre y le saludé. Miré hacia la cocina y vi a mi madre haciendo la comida, ella se giró al ver a mi padre acercarse y me vio a lo lejos, le sonreí y la saludé. Antes de seguir se me pasó una idea por la cabeza así que me giré y fui hasta la cocina.
– [b] [i] [color=#457238]Mamá, tengo que comentaros una idea.[/color] [/i] [/b] – dije mientras me acercaba.
– [b] [color=#7411AD]Dime. ¿Quieres uno?[/color] [/b] – dijo mientras echaba café en dos tazas, uno solo y el otro con leche, era el ritual de mediodía de mis padres, y el de media tarde, desayuno, comida y cena, solo variaba si mi padre se lo tomaba con leche o solo. Yo negué con la cabeza, aún tomaba cafés pero mientras recordase la pesadilla que tuve que vivir tomaría bastante menos.
– [b] [i] [color=#457238]Estaba pensando que os parecería si los llevamos a ver el lago Ness mañana por la tarde.[/color] [/i] [/b] – sugerí.
– [b] [color=#7411AD]Iba a limpiar los azulejos ya que tengo tiempo.[/color] [/b] – respondió mi madre a modo de evasiva para no tener que salir. Para paliar los nervios, los habituales, mi madre se relajaba limpiando y si le sumamos que había visita tenía que limpiar aún más por dos razones: la primera que no pensasen que lo tenía todo manga por hombro y la segunda que estaría ligeramente más nerviosa de lo habitual porque todo saliese bien.
– [b] [i] [color=#457238]Está muy limpia.[/color] [/i] [/b] – respondí ya con años de práctica. – [b] [i] [color=#457238]Tienes tiempo otro día y podemos ayudarte así que no te libras.[/color] [/i] [/b] – añadí.
– [b] [color=#7411AD]Sí, sí.[/color] [/b] – respondió. De base no lo entenderéis, pero significaba algo así como “sí claro, de limpia nada, tengo mucho que hacer pero me has convencido” – [b] [color=#7411AD]Eso díselo a tu padre, yo no conduzco.[/color] [/b] – finalizó. Eso era un sí por su parte y un sí seguro por la de mi padre que siempre estaba dispuesto a un viaje o una excursión pero miré hacia él para esperar la respuesta.
– [b] [color=#74651D]A mí no me mires, va a conducir Sarah.[/color] [/b] – respondió mi padre dando por hecho que Sarah llevaría el coche. Parecía que había encontrado alguien en quien delegar para conducir y así poder ir viendo el paisaje así que él encantado, y Sarah encantada de ir conduciendo.
– [b] [i] [color=#457238]Vale entonces luego se lo comento a los demás.[/color] [/i] [/b] – respondí. – [b] [i] [color=#457238]Voy un momento a ver a Diana.[/color] [/i] [/b] – añadí para después dirigirme a la segunda planta a la habitación que ambos compartíamos.
Allí estaba Diana, colocando la ropa de la maleta en el armario porque el día anterior no habíamos tenido tiempo. – [b] [i] [color=#457238]Diana, te estaba buscando.[/color] [/i] [/b] – cuando me escuchó dio un salto asustada.
– [b] [i] [color=#843181]ME CAGO EN…[/color] [/i] [/b]- se giró y cuando me vio se apoyó en la maleta y se atusó el pelo bromeando.- [b] [i] [color=#843181]Dime.[/color] [/i] [/b] – me acerqué mientras sonreía.
– [b] [i] [color=#457238]Tengo que contarte algo, que se supone que es secreto pero creo que tenemos que hablar de ello.[/color] [/i] [/b] – expliqué. Lo difícil era saber cómo empezar, no quería que se lo tomase a mal o que fuese a estar nerviosa o incómoda el resto de días, en especial cuando Kaylee estuviese aquí.
– [b] [i] [color=#843181]¿Estás embarazado?[/color] [/i] [/b] – preguntó mientras me miraba y sonreía.
– [b] [i] [color=#457238]¿Es tu forma de decirme que estoy en baja forma?[/color] [/i] [/b] – respondí bromeando. Aunque la verdad es que no estaba como en mis “tiempos jóvenes” antes de aquel encuentro desafortunado.
– [b] [i] [color=#843181]Estás tan bueno como siempre.[/color] [/i] [/b]- dijo acercándose hasta mí para darme un abrazo.- [b] [i] [color=#843181]No te enfades.[/color] [/i] [/b]- añadió. No sé porque las Echolls me inspiraban distintas dotes, Sarah paternal, Kaylee fraternal y Diana…bueno eso creo que ya se sabe.- [b] [i] [color=#843181]Ya me pongo seria, dime.[/color] [/i] [/b] – añadió y le sonreí.
– [b] [i] [color=#457238]Verás, alguien más va a venir a quedarse unos días.[/color] [/i] [/b] – continué poco a poco. Ella arqueó una ceja sin saber que decir así que continué. – [b] [i] [color=#457238]Es Kaylee.[/color] [/i] [/b] – en cuanto la nombré puso mala cara y no dijo nada. – [b] [i] [color=#457238]Diana, tienes que intentarlo.[/color] [/i] [/b] – le pedí, aunque no había sido el primero, aunque si el tercero, si había un poco de suerte se cumpliría el refrán.
– [b] [i] [color=#843181]No.[/color] [/i] [/b]- respondió cruzándose de brazos.
– [b] [i] [color=#457238]Sé que Sarah ya te habló de esto, ¿quieres decepcionarla?[/color] [/i] [/b] – pregunté. Sabía lo que había significado para ella reunirse con Sarah de nuevo, recuperar a su hermana. Eso lo había conseguido Daniel, había razonado con Sarah porque la quería y porque había visto que Diana lo merecía, así que ahora era mi turno de repetir un rol similar. – [b] [i] [color=#457238]Y más aún, podrías tener la oportunidad de tener otra hermana, una como la que no tenías antes, ¿vas a perderla?[/color] [/i] [/b] – argumenté.
– [b] [i] [color=#843181]Sí.[/color] [/i] [/b] – dijo simplemente.
– [b] [i] [color=#457238]Haz lo que quieras Diana, pero te arrepentirás y ya no habrá vuelta atrás.[/color] [/i] [/b] – dije algo molesto. Esperé a que respondiese.
– [b] [i] [color=#843181]¿Es que no importa lo que yo opine?[/color] [/i] [/b] – preguntó también algo alterada.
– [b] [i] [color=#457238]Sabes de sobra que sí, pero ¿lo has intentado alguna vez con ella?[/color] [/i] [/b] – pregunté. – [b] [i] [color=#457238]No es Megan.[/color] [/i] [/b] – añadí. No tenía nada que ver con la hermana de la que me había hablado, con la que nunca dio nada por ellas y las abandonó para volver un tiempo más adelante convertida en una vampiresa cuya personalidad no había cambiado demasiado, seguía queriendo lo mejor para ella misma.
– [b] [i] [color=#843181] Tampoco es mi hermana.[/color] [/i] [/b] – respondió.
– [b] [i] [color=#457238]Si la dejas, Kaylee si lo será.[/color] [/i] [/b] – argumenté de nuevo. No iba a darme por vencido aún, sabía que ella entendería qué era lo correcto. – [b] [i] [color=#457238]Antes cuando hablé con ella me dijo que no estaba acostumbrada a que fuesen tan simpáticos con ella…[/color] [/i] [/b] – dije con sinceridad.
– [b] [i] [color=#843181]Sé que no me entiendes, pero es mucho más difícil de lo que te imaginas.[/color] [/i] [/b] – respondió girándose un poco para que la mirase directamente.
– [b] [i] [color=#457238]No te digo que no lo sea.[/color] [/i] [/b] – respondí acercándome más a ella. – [b] [i] [color=#457238]Lo único que te digo es que…[/color] [/i] [/b] – hice una pausa mientras pensaba como ordenar mis pensamientos para soltarlos. – [b] [i] [color=#457238]A veces si no hacemos algo en su momento no podremos hacerlo nunca más, y nos arrepentiremos.[/color] [/i] [/b] – dije algo más serio. Yo mismo había recibido esa lección hace poco. – [b] [i] [color=#457238]Es importante llevarse bien con aquellas personas que demuestran merecerlo porque nunca se sabe lo que puede pasar, y para nosotros es aún más importante porque nos arriesgamos mucho más de lo habitual.[/color] [/i] [/b] – cada día podíamos no regresar a casa, por eso era importante no perder las oportunidades que se nos ofrecen, vivimos un tiempo prestado y tenemos que sacarle todo el partido posible, nosotros más que nadie.
– [b] [color=#843181]Pero no es mi hermana.[/color] [/b]- suspiró.- [b] [color=#843181]Salió de la nada, ni siquiera existiría de no ser por mi decisión.[/color] [/b] – añadió.
– [b] [i] [color=#457238]Pero existe e inevitablemente la verás de vez en cuando.[/color] [/i] [/b] – expliqué. – [b] [i] [color=#457238]¿Prefieres que cada vez que la veas sea un momento incómodo? ¿O prefieres ver como es en realidad y descubrir que tienes a alguien más a quien recurrir cuando te haga falta?[/color] [/i] [/b] – yo tenía a mi hermano, pero también tenía a Daniel y a Stephanie que eran como hermanos para mí, no iba a dejar que Diana se negase a si misma eso.
– [b] [color=#843181]No lo sé.[/color] [/b]- dijo con los nervios saliendo poco a poco a través de sus poros. Las lágrimas que reprimía se empezaban a condensar en sus ojos.- [b] [color=#843181]Es…no sabes lo que fue…Megan…[/color] [/b]- añadió con la barbilla temblorosa. Me acerqué más hasta ella y la abracé.
– [b] [i] [color=#457238]Pero ella no es Megan, es alguien distinto, no sé cómo era ella, pero Kaylee me recuerda más a Sarah….y a ti.[/color] [/i] [/b] – expliqué.
– [b] [i] [color=#843181]Pero no es de verdad…[/color] [/i] [/b]- respondió sin separarse.
– [b] [i] [color=#457238]Si ella no lo es, todos los demás tampoco.[/color] [/i] [/b] – sabía muy bien que no había querido decir, que lo había dicho sin pensar porque estaba nerviosa, pero tenía que hacerle entender algo. – [b] [i] [color=#457238]Sé que es difícil todo ese cambio, pero…no sé cómo explicarlo, es como si ellos fuésemos nosotros, no sé muy bien como ocurrió todo, si este mundo ya existía o si empezó a existir al consumirse ese, el caso es que éste es tu hogar.[/color] [/i] [/b] – puede que no fuésemos exactamente los mismos pero lo que importaba es lo que éramos ahora, los lazos que teníamos ahora. – [b] [i] [color=#457238]Y ellas tus hermanas.[/color] [/i] [/b] – añadí.
– [b] [i] [color=#843181]¿Es simpática?[/color] [/i] [/b] – preguntó con lágrimas en los ojos. No pude evitar sonreír de alegría, esa era mi Diana. Ella era de la que me había enamorado irremediablemente, la que bromeaba y era simpática me encantaba, pero la que había en el fondo, buena y frágil aunque lo ocultase, era inimitable.
– [b] [i] [color=#457238]Sí, y algo tímida aunque intenta que no se den cuenta de eso.[/color] [/i] [/b] – respondí dándole un beso en la frente.
– [b] [i] [color=#843181]Si me besas en la boca a lo mejor me pienso lo de ser simpática.[/color] [/i] [/b] – bromeó pegándose más.
– [b] [i] [color=#457238]No seas chantajista, soy más una persona de recompensas.[/color] [/i] [/b] – dije sonriéndole.
– [b] [i] [color=#843181]Está bien, ¿te apetece una recompensa por ser tan buena persona? [/color] [/i] [/b] – preguntó.
– [b] [i] [color=#457238]Ya la tengo.[/color] [/i] [/b] – había problemas, siempre los había y en un mundo como el nuestro más peligrosos aún, pero si dejábamos aparte eso, no podía pedir nada más. Todo lo que me faltaba en la vida me había llegado hacía algo más de medio año, ella era mi recompensa de por vida.
Ella hizo como que me miraba mal y después habló: – [b] [i] [color=#843181]Yo voy a acercar mi boca a la tuya si se topan es que estabas en medio…[/color] [/i] [/b] – sonreí levemente y acerqué mis labios a los suyos, que se unieron en un beso corto y cálido. Después me separé hacia atrás, pronto, muy pronto, si todo salía bien podría darle el beso que deseaba darle hace mucho.
– [b] [i] [color=#457238]Tengo tu recompensa preparada, junto a mi expiación.[/color] [/i] [/b] – respondí. Ya había decidido cómo hacerlo y lo demás estaba todo hablado, así que no podía echarme atrás. – [b] [i] [color=#457238]Mañana por la tarde.[/color] [/i] [/b] – le sonreí de nuevo.
– [b] [i] [color=#843181]¿Dónde?[/color] [/i] [/b] – otro rasgo común de las Echolls incluida la madre, aunque no sabía si Kaylee lo compartía, era la curiosidad por los regalos y las sorpresas, Diana indagaba todo lo que podía pero Sarah se ponía nerviosísima.
– [b] [i] [color=#457238]Luego te contarán donde vamos. [/color] [/i] [/b] – añadí sonriendo para mantener la sorpresa.
– [b] [i] [color=#843181]¿Y no me puedes dar una pista? [/color] [/i] [/b] – ya empezaba a indagar y en cuanto salía la palabra pista era que no iba a ceder hasta que le dieses una, el problema era que después pediría otra. Pensando un poco en ello, seguramente Diana, ambas Dianas, lo hiciesen cuando eran pequeñas y Sarah las imitaba, podía ser un punto en común de Diana y la Diana rubia porque al fin y al cabo la Diana rubia se había “echado a perder” cuando ya tenía unos dieciséis. Era muy difícil pensar respecto al pasado de Diana y para las Echolls aún lo sería más, tenía que pensar sobre ello e intentar buscar alguna solución.
– [b] [i] [color=#457238]Me lo pensaré.[/color] [/i] [/b] – dije para hacerla rabiar.
– [b] [i] [color=#843181]Entonces yo me pensaré algunas cosas…[/color] [/i] [/b] – dijo ella.
– [b] [i] [color=#457238]No seas mala.[/color] [/i] [/b] – respondí.
– [b] [i] [color=#843181]Oh sí, soy malísima…MUAHAHA[/color] [/i] [/b] – dijo ella caminando fuera de la habitación. Era chantaje, lo sabía.
– [b] [i] [color=#457238]Bueno entonces creo que tendré que cancelar mis planes…[/color] [/i] [/b] – contraataqué. Ella frunció el ceño mientras me miraba. – [b] [i] [color=#457238]Lo siento, si eres mala no puedo hacer nada. Mira que era una buena idea y te iba a gustar…qué pena.[/color] [/i] [/b] – dije para tentarla.
– [b] [i] [color=#843181]Me lo pensaré a cambio de pistas.[/color] [/i] [/b] – dijo volviendo a la carga.
– [b] [i] [color=#457238]Una pista a cambio de ser buena.[/color] [/i] [/b] – ofrecí. Ella asintió casi antes de que terminase la frase. – [b] [i] [color=#457238]Tiene que ver con un lago y un paseo.[/color] [/i] [/b] – respondí lo más críptico posible. Ella se acercó a mí y me dio un abrazo sonriendo.
La vida era dura, siempre lo sería, y para unos más que para otros, pero estaba en nuestras manos que fuese un poco mejor. Siempre es mejor eso que refugiarse cada uno en su cueva odiando a la humanidad y al mundo por lo que nos ocurre. Querer es poder y yo quiero lo mejor para todos.
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Espero que os haya gustado. Este post casi se llama «La expiación», la de McLeod y la de la pobre Kaylee.
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