[align=center][SIZE=3][color=black]Cecil Anwalt | Escocia[/SIZE][/color]
[SIZE=2]Los tres caminábamos con firmeza por el aeropuerto, cada uno a un lado de ella, como si de una famosa o alguien super importante se tratase y estuviéramos allí para velar por su seguridad. No habríamos pasado desapercibidos de ninguna manera y seguramente, alguna mirada nos habría estado observando una vez que nos separábamos. Seguro que Sarah, en vez de golpearme con el codo como a veces hacía, me diría algo en cuanto me pillase por banda; o mismamente Liad con una de sus clásicas preguntas o miradas en las que parecía saber más de lo que aparenta.
Pero de una forma u otra, era algo que ni me quitaba el sueño ni me incomodaba. Ya habíamos recibido un toque un tanto macabro por parte de las fuerzas demoníacas. Si no cambiábamos, sino decidíamos vivir, las cosas terminarían mal. Y eso era algo que ninguno estábamos dispuestos a que sucediera, de ninguna manera.[/SIZE]
[QUOTE][SIZE=2][color=black]
[u][i]Flashback: Escocia, Casa de los Mcleod. Hace pocos días.[/i][/u]
Ese pequeño suspiro lo reconocería con los ojos cerrados. Seguramente, se encontraría en algún lugar como la cocina o el pasillo donde pudiera tener cierta tranquilidad. Asomé la cabeza y la vi con el rostro un poco arrugado, manoseando el móvil y seguramente maldiciendo por dentro. Ella y sus muecas, sean felices o no, eran una de sus marcas personales. Eso y el Colacao marca Sarah, como dice el enano de la casa.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Tarde o temprano dará señales de vida, no te martirices, de verdad.[/SIZE] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]No me martirizo, ahora mismo me da igual. Ella sabrá.[/color] [/i] [/b]- Se encogió de hombros.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Ya, ya lo sé.[/color] [/i] [/b] – me acerqué un poco, intentando tranquilizarla de alguna manera. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Es ella quien se está perdido estas vacaciones, pero bueno.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Se fue sin decir nada, no nos dijo qué pasaba, ni da señales de vida…[/color] [/i] [/b].- suspiró.- [b] [i] [color=#BB609C]Quizás le puse demasiado pronto la etiqueta de «mejor amiga»[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E]No sabría decirte, pero aquella pesadilla tan rematadamente real fue suficiente aviso para todos nosotros en cambiar la forma de hacer las cosas. Si es ella la que no se mueve ni nada, nosotros no podemos hacer mucho.[/color] [/i] [/b] – dije, pasándola un brazo por el hombro. Después ella asintió.
– [b] [i] [color=#BB609C]Ésta es la segunda vez que la llamo para ver cómo está, creo que ya he cumplido con mi parte del trato.[/color] [/i] [/b] – Sí, y aunque no la llames, continuará en tu cabeza machacándote durante alguna época. Que te conozco Sarah.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Entonces, a disfrutar y descansar más se ha dicho. Yo es una de las cosas que saqué de todo eso, a no anclarnos en problemas ni demás cosas del pasado. La vida es corta, más siendo nosotros, así que debemos aprovecharla, nos cueste más o nos cueste menos.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Cuando deje de preocuparme por ella, el colgante volverá a nosotras[/color] [/i] [/b].- admitió algo seria.- [b] [i] [color=#BB609C]Por eso intento seguir haciéndolo, aunque cada día me importe menos. Ese colgante es lo único que sostiene nuestra amistad.[/color] [/i] [/b]
Arrugué el rostro al escuchar esas palabras salir de su boca y me quedé sin saber qué decirle. Podía entender por lo que estaba pasando, pero era imposible que no me diera pena e intentase protegerla como otros muchos hacen o ella misma realiza con nosotros. Había visto esa mirada antes en el otro rubio de la casa y ambos me daban el mismo efecto. ¿Qué se le puede decir a alguien en estos casos? Genial, tú no te preocupes, ¿encontrarás personas que te caerán bien y de buenas a primeras desaparecerán sin dejar rastro? ¿Qué descerebrado hace esas cosas y luego regresa, quejándose de que está solo?
– [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Sabes lo que te diría Liad en estos casos?[/color] [/i] [/b] – me separé de ella, poniendo la cara que supongo que él pondría, intentando imitarle para que al menos, ella sonriera y dejara de darle vueltas al asunto. –[b] [i] [color=#3B7B6E]La amistad no es solo un colgante, no es desaparecer sin dejar señales de vida de ningún modo. Es cuidar a las personas que te importan, es estar allí sin pedirlo, y no tener que estar llamando para saber en qué estado se encuentran o para que aparezcan.[/color] [/i] [/b] – pausa. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Como cualquier otro Sarah, yo os perdí, perdí todo por mi culpa, por la forma que tuve de llevar las cosas. Era un drogadicto que había conseguido que mi padre se suicidase, mi madre estaba prácticamente loca y todos aquellos que había conocido en el pasado eran, o vampiros, o comida de colmillitos (yo incluido en este último grupo, por su puesto. ¡Viva el masoquismo!). Es lo que recuerdo, pero aun así, con todo ese caos, tu apareciste, y después los demás. Y aunque debí de liarlo todo por completo, no estaba solo, siempre aparecíais cuando podía necesitaros. Eso sí que es amistad, no ir abrazándose a todo el mundo como si nada ni tonterías similares.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Supongo que tienes razón[/color] [/i] [/b].- contestó bastante seria.- [b] [i] [color=#BB609C]La cuestión no es que no haya venido a Escocia, es que desde que quedamos en el bar de Lorne, no hemos vuelto a hablar[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Supongo que tendrá sus razones como cualquier otro.[/color] [/i] [/b] – paré de hablar durante unos segundos. ¡Rayos! Al final le seguirá dando demasiadas vueltas y eso no es nada bueno. – [b] [i] [color=#3B7B6E]De todas formas, ¡me tienes a mí como mejor amigo! … Porque lo soy, ¿no?[/color] [/i] [/b] – sonreí ampliamente, levantando una ceja, procurando sacarle, al menos, una sonrisa o una pequeña carcajada.
– [b] [i] [color=#BB609C]Secreto de sumario[/color] [/i] [/b].- sonrió y me dio un abrazo.-[b] [i] [color=#BB609C]Gracias[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E]No me las des tonta.[/color] [/i] [/b] – contesté mientras la estrujaba un poco.
– [b] [i] [color=#BB609C]Anda, vete a ligar con la vecina…[/color] [/i] [/b] – dijo al separarse, después de darme un golpecito amistoso en el hombro.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Lo haría, pero ya tiene al llavero Dominic como para tener otro acosador a tiempo completo. Mejor hacer movimientos precisos que muchos y mal realizados.[/color] [/i] [/b] – comenté, pensativo. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Pero aun así, hoy es el día de Sarah, así que no intentes que me marche para irte con Daniel para pasar a segunda base, ¿eh?[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Haré como que no he oído eso y me marcharé con dignidad…[/color] [/i] [/b]- dijo, comenzando a andar de espaldas, sin quitarme la vista de encima mientras se ríe.- [b] [i] [color=#BB609C]Pase lo que pase con la vecina, no estropees tu amistad con Dominic. Los amigos y las amigas antes que las chicas[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Yo eso lo tengo bastante aprendido.[/color] [/i] [/b] – me encogí de hombros. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Solo espero que él también, no me gustaría que por problemas de este tipo se torcieran las cosas otra vez.[/color] [/i] [/b] – Sí, otra vez. Quitadme unos cuantos años, poned a la típica chica que cualquiera querría tener y a un mejor amigo que no se toma bien que la tenga yo y no él. –[b] [i] [color=#3B7B6E]Pero bueno, cambiando de tema… ¿sabes quién me ha llamado? Te daré alguna vista. Es un tío, está en Londres y seguramente esté de camino hacia aquí.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Dominic es el fiel escudero, dudo mucho que se olvide de sus lealtades, pero aun así, por Helena de Troya empezó una guerra. No os piquéis[/color] [/i] [/b].- dijo de broma pero hablando en serio, después se quedó pensativa. Desde luego, no estoy seguro de cómo sería Helena de Troya (me pinta como rubia, la verdad…), pero no me importaría que fuera como Rebecca, no señor. – [b] [i] [color=#BB609C]¿Tu primo?[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Deja de leerme la mente Sarah, ya hemos tenido bastantes… llamémoslo personas que nos metían mano a la mente.[/color] [/i] [/b] – le lancé una de mis supuestas muecas de enfadado, aunque tiraba más a broma, por supuesto. –[b] [i] [color=#3B7B6E]Aunque claro, te lo atribuyo a que me conoces bien bien.[/color] [/i] [/b] – le puse la mano en el hombro, incitándola a que saliéramos un poco de allí.-[b] [i] [color=#3B7B6E]¿Sabes? Creo que deberíamos de ir a la tele, a esos programas en los que te preguntan cosas sobre tu compañero y si aciertas, ganas el premio gordo. ¿No?[/color] [/i] [/b]
Seguro que con lo que ganásemos, podríamos retirarnos, tener casas contiguas en la playa y, dentro de muchos años, sentarnos en el jardín, porche o lo que tuviéramos. Beberíamos limonada o yoque se y recordaríamos momentos y viejas batallitas.
“Naturales” y sobrenaturales, como todo esto.
[u][i]Fin del Flashback[/i][/u][/color][/color] [/QUOTE]
[SIZE=2]No empezar una pequeña Guerra entre un aesir y un brujo en la que seguramente, ni uno ni el otro acabaríamos en buenas condiciones. Esas palabras de Sarah no las había escuchado ahora, en el pasado había sido yo mismo quien las formuló, y aun así, continuaban sonando en mi cabeza como si se tratase del mismísimo eco. No desaparecerían, lo sabía, no l harían hasta que cambiase algo.
Dominic era mi amigo, mi compañero de armas. Pocas veces uno encontraría alguien en el que realmente, en una situación de tensión (de esas que solemos repetir tantas veces al mes), se pudiera confiar de forma absoluta. Pero aun con esas, con el “puesto” que ocupábamos en todo esto, los dos somos personas de carne y hueso, que tenemos un corazón palpitante en nuestro interior y que sentimos, queremos y anhelamos cosas. En este caso, ambos teníamos puestos los ojos (o al menos los míos, a saber qué es lo que tendría él, no quiero ni pensarlo) en ella. En la vecina.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Entonces, ¿durante el curso estarás en la residencia Hexe como los demás?[/SIZE] [/i] [/b] – pregunté, intentando sacar algún tema de conversación para ambos.
– [b] [color=#CC858A]Sí[/color] [/b].- asintió con la cabeza- [b] [color=#CC858A]Vosotros también, ¿verdad?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#383A72]Sí.[/color] [/i] [/b]- contestó Dominic, asintiendo también.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Claro, seguro que coincidiremos en más de una ocasión.[/color] [/i] [/b] – contesté, para luego encontrarnos los tres en otro silencio que parecía no tener fin.
– [b] [color=#CC858A]No hacía falta que me acompañaseis, podíais haberos quedado con los demás[/color] [/b].- dijo al poco.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]No es ninguna molestia, no te preocupes.[/color] [/i] [/b] – dije mientras la sonreía levemente.
– [b] [i] [color=#383A72]No tengo nada mejor que hacer.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A]Dom…inic, tengo manos[/color] [/b].- señaló las maletas que él cargaba sin ningún problema. Tramposo, usas tus poderes de aesir, anda que no sabes.
– [b] [i] [color=#383A72]No es molestia. Además no pesa.[/color] [/i] [/b]
Ya, claro. Si fuera lo suficientemente cabrón, ahora mismo debería de aumentar el peso de las maletas de forma considerable para ver cómo te las arreglas, ¿eh? Pero no, prefiero jugar limpio y… no picarnos como dice Sarah, no, no y no. Lástima que estamos ya en la puerta de embarque, que si no…
– [b] [color=#CC858A]Bueno chicos, voy…subiendo[/color] [/b].- asintió con la cabeza, quedándose parada, sin saber muy bien que hacer.- [b] [color=#CC858A]Gracias por todo[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#383A72]Buen viaje.[/color] [/i] [/b] – dijo Dominic, acercándose a ella y plantándole un beso en la mejilla. -[b] [i] [color=#383A72]- Nos vemos en unos días.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A]Nuestro trato sigue en pie[/color] [/b].- después de aquel gesto, le sonrió, algo sonrojada. ¿Trato? ¿Qué trato?- [b] [color=#CC858A]Si superas la prueba, hablaremos en Moondale[/color] [/b]. – ¿Prueba? ¿En plan Anatomía de Grey, en el que Addison le dice a Sloan que si está sesenta días sin sexo, sería suya? Por-fa-vor.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Mmm bueno. [/color] [/i] [/b] – carraspeé un poco con la garganta, para dejar más que claro que estaba yo aquí. Le sonreí un poco, o al menos lo intenté. – [b] [i] [color=#3B7B6E]No te diré que tengas buen viaje ni que tengas cuidado porque eso ya lo supongo, pero igualmente, nos veremos en unos cuantos días todos por la universidad, así que ya hablaremos… o lo que sea.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#CC858A]Eso espero[/color] [/b].- contestó, sonriendo con la misma timidez de antes y dándome un abrazo leve. Desde luego, fueron segundos, pero sentí como si fueran más y como si de pronto, el aeropuerto tuviera puesta la calefacción a plena potencia e hiciera calor, mucho calor. Después se separó, y parecía que iba a embarcar ya, pero no. En estas cosas siempre tiene que pasar algo más, ¿verdad?
– [b] [i] [color=#383A72]Lo siento pero…-[/color] [/i] [/b] – dijo Dominic, acercándose a ella y dándole un leve beso en los labios.- [b] [i] [color=#383A72]Tenía que aprovechar que tu tío no estaba delante y hacerte ver que el trato sigue en pie.[/color] [/i] [/b] – Él la miró, ella le miró a él y después al suelo, nerviosa, sin saber otra vez más qué decir y sobretodo, muy colorada.
– [b] [color=#CC858A]Em…no sé qué decir[/color] [/b].- Un “No Dominic, a ti no te quiero” estaría genial, pero hoy es demasiado pedir, ¿verdad? Sí, es demasiado pedir.
La gente continuaba pasando, pero nosotros tres estábamos parados, sin hacer nada (algunos) y sin decir mucho (todos), como si estuviéramos esperando a que cualquiera, sobre todo el que tuviéramos delante, actuase. Al igual que ella, miré también al suelo y durante ese breve momento, pude verme reflejado en el suelo. Una medio sonrisa, con una ceja arqueada y seguramente, si no fuera yo el que estuviera aquí, estaría mordiéndome la lengua o algo para no hacer ninguna estupidez. Como pegarle un buen puñetazo, una patada donde más le duele o algo así… Cecil, eres más creativo, ni se te ocurra hacer esas cosas, ¿eh?
Porque al fin y al cabo, en estas cosas, uno pierde el rumbo y hace más tonterías de lo normal, ¿verdad?
Una parte de mí quería que ella se marchase, que no le dijera nada y fuese simplemente eso, nada. Pero sabía que no era así, que nunca sería así, y aunque apreté los puños, rogando a los cuatro vientos que todo esto que estaba pensando nadie pudiera escucharlo, quise darle una buena tunta, de esas que hacen historia y en la que él terminaría corriendo como si del correcaminos se tratase. Pero eso no era inteligente, ni sensato, ni nada de lo que se suponía que había aprendido. Podía tener muchos defectos, pero no era la primera vez que estaba en una situación más o menos de este tipo y no perdería los estribos. De ninguna manera.
Aun cuando mi mente se encontraba algo… alelada ante aquella escenita típica de las películas, una parte de ella trabajaba con cierta rapidez, ya que sabía que si no hacía algo, cualquier cosa, el que se quedaría con algo medianamente roto sería yo, y eso era algo de lo que no pretendía hacer a la idea, aún no. Tecleaba el móvil con rapidez, haciendo lo único que podía hacer en un momento como este, y esperando que realmente, no fuese en vano. Mandé el mensaje, interrumpiendo este momento cuando ella , al darse cuenta de que su móvil vibraba, sonaba o algo así (el ruido no era nuestro amigo ahora mismo), metió la mano en su bolso, rebuscando durante unos segundos. Miró la pantalla fijamente, pero no dijo nada, sólo respiró.
Una larga bocanada, como si algo le oprimiese el pecho, y ese algo éramos nosotros.
– [b] [color=#CC858A]Demasiadas emociones para alguien que está a punto de subirse en un avión[/color] [/b].- alcancé a oírla decir mientras jugueteaba con algo que no podía ver. Estaba bastante nerviosa, inquieta. Después de esto, a saber qué viaje va a tener.- [b] [color=#CC858A]Lo dicho, gracias…y espero que volvamos a vernos[/color] [/b].
Recuperó aquel formalismo suyo, alejándose de nosotros con cierta firmeza. Una vez que pudo pasar por el caminito que la conducía al avión, paró, girándose hacia nuestra dirección, mirando hacia el lugar en el que nos encontrábamos nosotros, uno a cierta distancia del otro. Después continuó su camino, desapareciendo y dejándonos, o al menos a mí, con bastantes cosas que reflexionar.
– [b] [i] [color=#383A72]¿Que le has escrito?[/color] [/i] [/b] – preguntó Dominic, girándose para mirarme directamente.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Tanta curiosidad te da saberlo?[/color] [/i] [/b] – pregunté, sonriendo, procurando sonar lo más tranquilo posible. Lo que menos quería era problemas.
– [b] [i] [color=#383A72]La verdad es que no.[/color] [/i] [/b] – contestó él mientras se llevaba las manos a los bolsillos. Ya, claro. Por eso preguntas, ¿no? Pues tío, es bastante obvio lo que he escrito, o al menos, de qué iba.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Bueno.[/color] [/i] [/b] – contesté. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Te vienes, ¿no? Yo todavía tengo que esperar a que lleguen los pasajeros de Londres, y para que estemos solos por aquí pululando, mejor ir juntos hasta la hora de comer, ¿no?[/color] [/i] [/b] – pregunté, procurando cambiar de tema. Era algo que había pensado desde que bueno, ví que él también iba a quedarse por aquí. Al margen de… digamos lo sucedido, mi conciencia, mi voz interior o mis Pepitos Grillos particulares (que a veces tenía la voz de Sarah y a veces no) me susurraban que eso era algo que no podía dejar pasar, que aunque ahora mismo las cosas no estaban tensas, sino lo siguiente, aquí no podíamos ir cada uno por un lado, pasar mutuamente e ignorarnos. Porque se empieza por aquí y eso pasa a tener una mala relación, a un descuido en una pelea, y no.
– [b] [i] [color=#383A72]Si, todavía queda un rato para ir donde hemos quedado, así que me quedare haciéndote compañía.[/color] [/i] [/b]- dijo él, sentándose a esperar.
Bueno, al menos no todo está saliendo tan malo (ahora, antes ni me molesto en comentarlo) como parecía. No he sido el único que ha pensado en bueno, no desaparecer. Pero igualmente, aunque estuviéramos sentados el uno junto al otro, la espera estaba siendo bastante largo, incómodo. Miraba bastante el reloj, el móvil, esperando a que algo o alguien me dijera que ¡tachán!, el vuelo ya había llegado, estaba buscándome o algo así. Todo por ver a una cara algo más amiga en este preciso momento, con la que poder hablar, guitar y desahogarme.
Pero no. El destino se estaba poniendo en contra y quería que esto fuera largo, que aprendiese (mos) [espero] que, como dijo Sarah, es más importante la amistad que las faldas, que no dejemos estropear las cosas por eso, etc. ¿Destino? ¿Poderes? Dejad de dar por culo, al menos hoy por favor, que cuando el día amanece gris, es bastante difícil que termine soleado.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Os vi en el lago a Liad y a ti hablando, ¿os fue bien?[/color] [/i] [/b] – pregunté, sonriendo un poco, intentando sacar algún tema de conversación.
– [b] [i] [color=#383A72]Si, estaba interesado en aprender a jugar al póker. Le dije que ya le enseñaría. Supongo que cuando volvamos a Moondale.[/color] [/i] [/b] – comentó Dominic mientras pasaba una página del periódico. Sí, se lo había llevado debajo del brazo, en plan abuelito.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Jugar sabe, pero lo que quiere con eso es… estar más a nuestra altura, jugar de igual a igual con todos nosotros.[/color] [/i] [/b] – explique, arqueando una ceja. Después el móvil sonó y esperé que fuera Matt. No fue así, pero tampoco fue algo malo, por supuesto. Era [i]ella[/i].
[i]SMS de Rebecca: Hablamos en Moondale, ¿vale? Será lo mejor. Cuídate y saluda a Liad de mi parte :)[/i]
Sonreí, al menos durante unos segundos, hasta que luego pensé. ¿Eso era bueno? ¿O era malo? Como cualquier otro, tenía que gastar carrete, dar el todo por el todo y no darme por vencido hasta que bueno… ella actuase.
– [b] [i] [color=#383A72]Quiere aprender a tirarse faroles.[/color] [/i] [/b] – Quiere aprender a tirárselos [i]mejor[/i], que hay una diferencia, oye.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Para ganarnos a todos, ¿te imaginas? El más pequeño y el que termine haciéndonos polvo. Sería bastante curioso, la verdad…[/color] [/i] [/b] – La verdad es que sí, sería un momento bastante peculiar en el que todos acabásemos en esa situación.
– [b] [i] [color=#383A72]Algo parecido le dije. Que al final acabaría ganándonos a todos.[/color] [/i] [/b]
No le contesté, tampoco le dije más. Ya había intentado tirarle de la lengua, sacar una conversación o algo para no hacer esto más incómodo de lo que estaba resultando, pero todos tenemos un límite y yo, al menos estando los dos solos, ya había llegado. Me levanté de mi asiento sin hacerle mucho caso, mirando a las personas que comenzaban a salir, algunas concienciadas de dónde debían de ir, mientras que otros buscaban a su alrededor a cualquier persona conocida.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Espero que este sea el vuelo y no estemos esperando para nada.[/color] [/i] [/b] – comenté, porque en verdad, no me haría nada de gracia que nos hubiésemos equivocado o que él hubiera perdido el avión.
– [b] [i] [color=#383A72]Dime que aspecto tiene, no vaya a pasarnos de largo.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Pues se supone que es como yo, pelo oscuro, ojos claros… Seguramente llevará cascos y aparecerá cuando menos nos lo esperemos.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#383A72]¿Es aquel que sale por la puerta?[/color] [/i] [/b]
Había señalado a una de las últimas personas que acaban de salir. Se encontraba ligeramente despeinado, quizás por alguna postura un tanto extraña a la hora de dormir en el asiento. Miró de refilón a una de las azafatas para luego buscar, con los mismos ojos que él y yo compartíamos, si estaba cerca. Comencé a acercarme, no de la misma manera que Sarah fue hacia su otra hermana, pero sí bastante firme. El alivio y la alegría que sentía al ver a mi primo, después de tanto tiempo, era algo que nadie podría quitarme.
– [b] [color=#C9314E]Ehh… veo que tenías ganas de que llegará Cecil.[/color] [/b] – dijo él, dándome unas palmaditas torpes en la espalda.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Ni te lo imaginas primo, ni te lo imaginas.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#C9314E]Ya me pondrás al día, porque parece que en nuestras conversaciones telefónicas en las que había más personas que nosotros dos no me contesta algo, ¿verdad?[/color] [/b]
Sonrió, cargando la maleta detrás de él sin muchos problemas. ¿Os podéis hacer una idea del [i]shock[/i] que puede ser, estar con un familiar gran parte de tu vida, criarte con él, y que de buenas a primeras, por intervención de otros, el contacto pase a ser mínimo? Y lo mejor de todo, que una vez que crecemos, que se supone que maduramos y tenemos nuestras vidas, parece que el tiempo no ha pasado y que esa relación sigue igual de fuerte que antes.
Una vez que dejamos atrás las presentaciones, andamos un poco, buscando algún sitio en el que parar y tomar algo mientras, bueno… Seguramente hablaríamos Matt y yo, Dominic observaría sin decir mucho más en, lo que imagino, sería una conversación “de primos” y para mis adentros, desearía que el tiempo pasase a toda velocidad, que llegasen los demás o simplemente, tuviera un respiro en el que decir las cosas tal y como las pensaba.
[align=center][i]”En pocos segundos podría decir y hacer muchas cosas, pero no en [b]tan[/b] pocos. Sé lo que haría, sé lo que diría y sé por lo que lucharía. Desde hace tiempo no tenía las cosas tan claras como ahora.
¿Cuánto hace que nos conocemos, días? Eso es algo irrelevante, el tiempo es algo que pasa a ser secundario en estas cosas. Pero aun así, con esas, he vivido lo suficiente como para no permanecer de brazos cruzados. No diré nada ahora, pero pienso luchar por lo que creo, por lo que quiero. Hoy, mañana, pasado y el tiempo que haga falta.
Porque yo soy así, esa es mi cruz. No me daré por vencido, contigo no.” (SMS de Cecil a Rebecca (durante la escena del besito)[/i][/align]
[/color]
[spoiler]Cada personaje manejado por su respectivos dueños, espero que os guste ;;[/spoiler]
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