[align=center][b][SIZE=3]Daniel Arkkan. Centro de Moondale.[/SIZE][/b]
[SIZE=2]
Esa mañana me levanté temprano, como casi todas las demás, a diferencia de que hoy no era un día cualquiera, hoy era el aniversario que nunca querría haber tenido con Sarah, el aniversario de su muerte.
Habíamos decidido pasar este día difícil cenando todos juntos, pero después de tanto tiempo guardándome el dolor para mí solo no sabría cómo me encontraría anímicamente en la cena. Pero la noche pasó y durante algún rato conseguí distraerme mientras veía a muchos de ellos sonreír de nuevo mientras estábamos «juntos y a salvo».
Fue en ese momento, cuando nos vi a todos juntos de nuevo, a todos menos ella, cuando decidí irme a tomar un poco el aire «fresco», necesitaba estar un tiempo a solas y Arya estaría a salvo con ellos. Salí sin apenas problemas porque los guardias ya nos conocían lo suficiente como para dejarnos pasar sin problema. Salí por la puerta principal y bordeé el edificio para quedarme donde nadie me viese.
En un día como éste tenía demasiadas cosas en las que pensar, ya habían pasado cuatro años desde que había perdido a Sarah y al bebé que llevaba dentro, y eso era algo que para alguien como yo resultaba insuperable, no había día en que no la recordase y la echase de menos, en el que imaginase lo que habría sido nuestra vida sin ese demonio por aquí. Era en esos días cuando deseaba gritar al cielo su nombre y enfrentarme a él incluso a costa de mi propia vida.
[/SIZE]
[QUOTE= Flashback | Cuatro años y un mes antes]
[SIZE=2]
Recuerdo una mañana muy parecida a esta, aunque en este mundo todas lo eran. Sarah se había levantado de pronto y había ido corriendo al baño. No quise preguntarle la obviedad en ese momento y porque sabía que le incomodaría que lo hiciese, así que esperé a que terminase.
– [b] [i] [color=#4F5360]¿Estás bien?[/SIZE] [/i] [/b] – pregunté acercándome mientras ella cogía el cepillo de dientes. No había podido acercarme antes porque no quería ser el siguiente en vaciarse el estómago, pero en cuanto todo pasó ya no había problema.
– [b] [i] [color=#BB609C]Eso creo…[/color] [/i] [/b] – dijo sin conseguir terminar la frase, porque las arcadas volvieron y tuvo que dejar el cepillo de lado para volver a reclinarse sobre la taza.
– [b] [i] [color=#4F5360]Son las seis de la mañana…¿y si?…[/color] [/i] [/b] – pregunté sin terminar la frase. ¿Y si estaba embarazada? Este mundo no era el mejor lugar para criar a un niño.
– [b] [i] [color=#BB609C]No.[/color] [/i] [/b] – dijo mientras se levantaba tambaleándose ligeramente.
– [b] [i] [color=#4F5360]Sarah, si lo estás saldremos adelante.[/color] [/i] [/b] – dije para animarla. Pasase lo que pasase estaríamos juntos, y juntos conseguiríamos superarlo todo. – [b] [i] [color=#4F5360]Todo saldrá bien.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]¿En este mundo?[/color] [/i] [/b] – respondió nerviosa volviendo hacia la cama para sentarse. Estaban resultando unos tiempos difíciles, ninguno habíamos conseguido olvidarnos aún de lo que había pasado en Escocia y dudaba que consiguieramos hacerlo algún día. Había perdido de nuevo una familia, igual que McLeod, a Diana le había afectado mucho pero se centraba en animar a McLeod, pero a Sarah le había supuesto un gran shock, les tenía mucho cariño, pero además se culpaba por su muerte igual que por la de cada uno que había muerto a manos de Mason, pero más aún por ellos, porque al fin y al cabo los conocía, el resto siempre te afectarían si te preocupas mínimamente por los demás, pero cuando es alguien que conoces las emociones te traicionan.
– [b] [i] [color=#4F5360]En todos, os protegeré, te lo prometo.[/color] [/i] [/b] – respondí. [i]¿Igual que protegí a los McLeod? ¿Y a mis padres?[/i] Me acordé entonces de Dominic y la promesa que le había hecho a Rebecca, de cómo estaba él ahora, y se me hizo un nudo en la garganta, tanto por lo que le pasaba a mi amigo como por lo que podría pasarme a mí. Sabía que si perdía a Sarah no podría superarlo.
– [b] [i] [color=#BB609C]Aún así no lo estoy.[/color] [/i] [/b] – respondió.
– [b] [i] [color=#4F5360]Mañana iré al centro comercial, había una farmacia, seguro que todavía quedan algunas cosas. Podría tratar de encontrar algo que te sacase de dudas.[/color] [/i] [/b] – le ofrecí. Lo mejor sería saberlo cuanto antes.
– [b] [i] [color=#BB609C]De todas formas saldrá que no.[/color] [/i] [/b] – negó de nuevo. Volvieron a darle arcadas y corrió a toda velocidad al baño, justo a tiempo. – [b] [i] [color=#BB609C]Es sólo la cena que me ha sentado mal.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#4F5360]A estas alturas dónde estará ya la cena. Además, no es que las verduras que cenamos fuesen muy fuertes precisamente.[/color] [/i] [/b] – respondí. El pequeño huerto conseguía mantenernos pero sólo conseguíamos algo de variedad en las comidas cuando iba a buscarla al centro comercial, y a estas alturas no quedaba demasiado. Los primeros pillajes habían arrasado con varias televisiones, ordenadores y otros aparatos que de poco les servirían ahora a quienes los hubiesen robado. Después la gente empezó a darse cuenta de que la comida era más valiosa, y empezaron a llevársela. – [b] [i] [color=#4F5360]Estaremos bien, pero no te enfrentarás a él.[/color] [/i] [/b] – le dije esperando convencerla, aunque sabía que me costaría mucho más que eso.
– [b] [i] [color=#BB609C]Ya veremos.[/color] [/i] [/b] – respondió frunciendo el ceño.
– [b] [i] [color=#4F5360]Te quiero, me encargaré de que todo salga bien. [/color] [/i] [/b] – prometí de nuevo, jurándome a mí mismo que no me perdonaría si no cumplía estas promesas.
– [b] [i] [color=#BB609C]Yo también te quiero.[/color] [/i] [/b] – respondió mientras se acercaba para darme un beso, pero se lo pensó mejor y me abrazó. – [b] [i] [color=#BB609C]Vamos a tener que comprarnos una tele…[/color] [/i] [/b] – bromeó.
– [b] [i] [color=#4F5360]Si solo fuera comprarla…[/color] [/i] [/b] – apenas teníamos ya electricidad, media Moondale estaba derruida y muy pocas tiendas permanecían abiertas. Ella me dio un golpe en el hombro y sonrió. Esas sonrisas hacían que el cielo se despejase para mí, solo recordarlas y pensar que no volvería a verlas hacía que las lágrimas cayesen por mis mejillas.
– [b] [i] [color=#BB609C]Ojalá todo esto acabe pronto.[/color] [/i] [/b] – dijo con un suspiro.
– [b] [i] [color=#4F5360]Espero que sí.[/color] [/i] [/b] – dije algo pensativo. – [b] [i] [color=#4F5360]Lo de Escocia…[/color] [/i] [/b] – añadí entristecido. – [b] [i] [color=#4F5360]Pero será mejor pensar en algo más alegre.[/color] [/i] [/b] – finalicé.
– [b] [i] [color=#BB609C]Por ejemplo, en que si la cena no me ha sentado mal y esto es un niño, me gustaría llamarle Edward.[/color] [/i] [/b] – dijo con una sonrisa. Todo era más fácil con ella cerca.
– [b] [i] [color=#4F5360]Me parece perfecto.[/color] [/i] [/b] – respondí. Dominic era mi mejor amigo pero Ed venía de un mundo demasiado parecido ya a éste, dónde todos habíamos muerto, no merecía menos. – [b] [i] [color=#4F5360]¿Y si es niña?[/color] [/i] [/b] – pregunté. Había demasiados nombres que me gustaban, pero la mayoría era para recordar a personas: Lillian, Delia, Stephanie…
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Qué tal Lillian como tu madre? ¿O Diana? Ya lo pensaremos.[/color] [/i] [/b] – Diana también lo merecía, desde que nos conocímos no pude pedir una cuñada mejor, una que era también una gran amiga para mí, casi como una hermana, aunque nunca la compararía con una hermana de nuevo porque volvería a hacer el chiste.
– [b] [i] [color=#4F5360]Me gustan, y también Delia y Stephanie. Pero habrá tiempo para todo.[/color] [/i] [/b] – prefería esperar a la prueba para no ilusionarnos en vano. Al fin y al cabo, incluso en un mundo así, un niño es una alegría.
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Nos vamos a la cama?[/color] [/i] [/b] – preguntó. – [b] [i] [color=#BB609C]Pero a dormir.[/color] [/i] [/b] – advirtió bromeando.
– [b] [i] [color=#4F5360]Tenemos que aprovechar ahora que la pequeña llorona se ha dormido.[/color] [/i] [/b] – respondí mientras la abrazaba con una sonrisa y nos acercábamos para observar la cuna dónde nuestra pequeña Arya dormía plácidamente. Sarah sonrió mientras la miraba, cuando estaba con ella era una de las pocas veces a lo largo del día en las que podía descansar de todas sus presiones y simplemente ser madre, con las presiones que eso conllevaba también, pero al menos no consistían en salvar el mundo.
[/QUOTE]
[SIZE=2]
La imagen se mantuvo en mi mente, tratando de aferrarme al rostro de Sarah lo mejor que podía. Recordaba haberla besado y justo después irnos a la cama, el día siguiente fui al centro comercial y dio positivo, recuerdo que los dos lloramos de felicidad, pero esa felicidad duraría poco, muy poco.
Contuve las lágrimas lo mejor que pude porque sabía que me lo notarían en cuanto me viesen por mucho que hubiese pasado, y no quería que sintiesen lástima, no era el momento, lo que necesitaban ahora era esperanza no que les recordasen lo mal que estaba todo y que por mucho que venciésemos aún quedaría mucho camino, y sin duda no viviríamos para ver este mundo sanado. Lo hacíamos por los demás, por los que vendrían y por los que se habían ido, el muro que estábamos construyendo era por ellos y tenía que ser construido con cuidado para que cada pieza encajase perfectamente, porque si una fallaba todo se vendría abajo.
Aunque había contenido las lágrimas tenía los ojos y la nariz hinchados, así que caminé un poco para que la brisa obrase maravillas y no se me notase. Seguí bordeando la Iniciativa mientras el viento cada vez más fuerte me azotaba el rostro, y entonces, cerca ya de la parte de atrás del complejo, me detuve. Desde hacía ya muchos años el viento era una simple brisa por culpa del cielo cubierto, pero este viento era fuerte y el aire olía a humedad. A veces, cuando llovía, algunas gotas traspasaban la capa de nubes negras, pero era muy leve, esta vez sin embargo parecía que no iba a ser así, me recordaba a las súbitas tormentas de verano que podías prever unos minutos antes porque el viento mecía las hojas consiguiendo que sonasen como la lluvia. Había algo que no me gustaba en todo esto, y pronto se confirmó.
Escuché algunos ruidos lejanos, que estaban siendo amortiguados por el del viento, y seguí caminando hacia la parte de atrás. Miré hacia lo lejos, hacia el bosque que ya apenas podía llamarse así, y allí vi varias figuras lejanas moviéndose, eran más que un ejército y cuando agudicé un poco más la vista comprobé que eran demonios y vampiros, iban a acabar con el Refugio y con él nuestras últimas esperanzas.
Salí corriendo hacia la puerta y en cuanto entré me dirigí al primer guardia que vi. – [b] [i] [color=#4F5360]Hay demonios en el bosque.[/SIZE] [/i] [/b] – avisé sin más demora. –
[b] [i] [color=#4F5360]Son cientos y se dirigen hacia aquí, da la alarma.[/color] [/i] [/b] – añadí. Al momento el guardia se dirigió a una sala y por el complejo las luces de emergencia creadas por Nathan se tiñeron de color rojo.
Una legión de demonios y vampiros, junto a otras criaturas que no habría podido distinguir desde tan lejos, se dirigía hacia la Iniciativa, hacia mi hija, no podía permitir que pasasen, no perdería a mi hija en el aniversario de la muerte de su madre y de su hermano, antes la muerte.
[/color]
[spoiler]No me salió muy allá pero espero que os guste, es que la primera semana de trabajo descolocó.[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.