[align=center][SIZE=3][b]Reina | Moondale, Bosques cerca de la montaÑa. CabaÑa de Daniel.[/b][/SIZE]
[SIZE=2]Aterricé junto a él de una forma un tanto seca y algo brusca, pero me vi de bruces en el suelo en un abrir y cerrar de ojos. El efecto de su aumento de velocidad se había desvanecido antes de lo que se había imaginado, no pudiendo terminar el camino establecido y quedando bastante indefensos.
Todavía en el suelo, gateé hasta estar junto a él para tomarle el pulso. Verle así me asustaba, pero no podía quedarme quieto dejando que se muriese. Sin más dilación, al comprobar sus débiles constantes, le agarré como mejor pude, le puse sobre mi espalda y caminé. La cabaña estaba cerca, la había visto en algunas fotos y él me había indicado el camino en otras ocasiones. Lo único que me quedaba era llegar sano y salvo y que hubiera alguien dentro.
– [b][color=#4F4184]¡Ayuda![/SIZE][/b] – grité no muy lejos, al ir notando que cada vez respiraba de forma más débil. De la puerta salió un hombre de mirada cansada, pero que ahora mostró sorpresa al vernos. Ese era Daniel, sin duda alguna.
– [b] [i] [color=#4F5360] ¿Qué ha pasado?[/color] [/i] [/b] – preguntó, ayudándome a entrar dentro de la casa.
– [b][color=#4F4184]Nos atacaron por el camino.[/color][/b] –expliqué mientras le dejaba en el suelo. Desabroché uno de sus cinturones, rezando porque fuera el de su estuche para poder sacarlo con más facilidad. Se lo tendí rápidamente. – [b][color=#4F4184]Busca una botellita incolora, tiene una marca de una hoja en el tapón.[/color][/b]
– [b] [color=#F56828] ¿Es ésta?[/color] [/b] – preguntó la chica rubia mientras estaba en el suelo, buscando dentro del estuche.- [b] [color=#F56828] Soy Kaylee, encantada.[/color] [/b]
– [b][color=#4F4184]Sí, gracias.[/color][/b] – le contesté mientras rápidamente, le quitaba el tapón. Ese era el antídoto contra la mayoría de sus venenos, el único inconveniente era que debía de respirarlo. Poniéndoselo cerca de la nariz, estuve atento para ver si respiraba, si en verdad estaba tomando el remedio para no quedarse en el sitio y que perdiéramos a otra persona más. – [b][color=#4F4184]Soy Reina. Siento no conoceros en mejores circunstancias.[/color][/b] – les sonreí, al menos lo que pude. No me quedaría tranquilo hasta que recuperase algo de su color, o al menos, respirase con normalidad.
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Se va a poner bien el tito Liad?[/color] [/i] [/b]
Alcé la cabeza para encontrarme con el rostro de una niña pequeña un tanto adormilado, pero al mismo tiempo preocupado y asustado. No soltaba la mano de otra de las personas que estaban allí y miraba la escena fijamente, esperando una respuesta. Desde luego, esta debía de ser la pequeña Arya.
– [b][color=#4F4184]Claro que se pondrá bueno, sino hay que regañarle, ¿eh?[/color][/b] – le dije, para después ver que volvía a respirar con cierta normalidad. Dejé escapar un breve suspiro de alivio. Se lo había dado a tiempo… – [b][color=#4F4184]¿Ves? Tu tío es demasiado cabezón para no ponerse bien, sólo necesita dormir un poco. [/color][/b] – la sonreí, intentando tranquilizarla.
– [b] [i] [color=#4F5360] Ayúdame a tumbarlo en el sillón[/color] [/i] [/b].- dijo Daniel. Este iba a acercarse para ayudarme, pero el otro, el que había visto en tantos fotos y que por detrás ponía “Eddie”, intervino para ayudarme en su lugar. No le había podido mirar bien hasta ahora, pero era él, de eso no había duda.
– [b][color=#4F4184]Creo que debería de despertarse dentro de un rato.[/color][/b] – les comenté mirándoles.
– [b] [color=#F56828] ¿Quieres tomar algo? ¿Agua…?[/color] [/b] – me propuso Kaylee y la miré agradecido. Incluso hoy en día, la hospitalidad no había desaparecido.
– [b][color=#4F4184]Ya os hemos trastocado lo suficiente con esto, perdonad.[/color][/b] – comenté mientras miraba a Daniel. Al fin y al cabo, quizás habrían estado durmiendo, al menos la pequeña, por lo que debía de haberlos despertado. – [b][color=#4F4184]Estabamos demasiado lejos de la Iniciativa como para que me diera tiempo a llevarlo allí.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#4F5360] No te preocupes este también es un refugio para quien lo necesite.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#4F4184]Gracias. Llegáis a tener más recursos y seguro que tendríais más visita. Allí abajo el aire está demasiado viciado ya.[/color][/b] – comenté agradecido.
Aunque fuera se notaba, no había ni punto de comparación el estar en la superficie que el permanecer día tras día bajo tierra. La verdad era que prefería estar aquí que allí. Desde siempre me había sentido incómodo, siendo presa de las miradas de todos los demás, temerosos por si en algún momento se me cruzaban los cables. Ni que fuera alguien que adora la lucha y las tripas ajenas, por favor.
De la misma manera en que las cosas se movilizaron cuando llegamos, se tranquilizaron. Mientras intercambiábamos algunas palabras, fui quitándole las armas y demás utensilios que pudieran molestarle mientras estaba allí tumbado. La espada era demasiado grande para guardarla en la mochila, pero las pistolas, por ejemplo, preferí dejarlas bien guardaditas y alejadas de la niña. Lo único que dejé fuera, por precaución más bien, fue su estuche, por si llegaba a necesitarlo una vez más.
Al hacer una vista rápida de la casa, se notaba que le querían, que era alguien importante para ellos, porque ninguno apartó la vista. Esperaban a que sucediera algo, a tener una señal de que en verdad estaba mejorar, para así quedarse más tranquilos. Y es que les entendía, ya que me sentía exactamente así. Incluso la pequeña no se separaba del sofá, jugando con su peluche encima de Liad mientras ella permanecía en el suelo.
– [b] [i] [color=#BB609C]¡Tito Liad![/color] [/i] [/b]- exclamó la pequeña al notar que se estaba despertando. Se levantó de un brinco, abrazándole con fuerza y dándole besitos con el muñeco con su mano libre.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Menudo despertar.[/color] [/i] [/b] – comentó él mientras se estremecía y la devolvía el abrazo lo mejor que podía. No sería grave, pero seguramente, los cortes que Jacal le había dado debían de molestarle bastante.- [b] [i] [color=#8A3C3C] Así da gusto abrir los ojos Arya.[/color] [/i] [/b] – añadió mientras le daba un beso en la frente y después le frotaba la mano en la espalda en plan cariñoso.
– [b] [color=#F56828] ¿Estás mejor?[/color] [/b] – preguntó Kaylee mientras sonreía ampliamente.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Me siento como si viera doble ahora mismo, pero bueno.[/color] [/i] [/b] – dijo mientras le ayudaba a sentarse. Al verla, medio sonrió, bastante cansado. – [b] [i] [color=#8A3C3C] No me digas que llegaste hace mucho tiempo Kaylee. Con lo que me gusta ver cuando alguno de vosotros regresas y esta vez me lo he perdido.[/color] [/i] [/b]
– [b] [color=#F56828] Sólo hace un par de días[/color] [/b].- asintió con la cabeza.- [b] [color=#F56828] Me alegro de verte[/color] [/b].- dijo con sinceridad.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Yo también.[/color] [/i] [/b] – le sonrió, intentó levantarse pero volvió a dejarse caer en el sofá. Después muy serio, añadió. – [b] [i] [color=#8A3C3C] Dadme un minuto y os abrazo como se debe.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#4F4184]No hagas esfuerzos, no después de la pelea de antes.[/color][/b] – Había estado otras veces bastante peor, pero igualmente, ya había recibido suficientes golpes hoy como para que continuase forzándose una vez más.
– [b] [color=#F56828] Los abrazo yo por ti.[/color] [/b] – se ofreció Kaylee.
Dicho y hecho. Sin que se la dijera nada más, se acercó a cada uno de los que estábamos en la habitación. La pequeña Arya se rió cuando su tía (porque era su tía, ¿no? Es que son tantos que a veces me hago un lío…) la abrazó, aunque se la vio sonreír mucho más cuando Edward les acompañó en ese momento. Daniel la sonrió brevemente cuando ella se acercó, mientras que Liad la sonrió y cerró los ojos cuando se abrazaron. Después se acercó hacia a mí quedándose un poco parada (como yo) y nos dimos un breve abrazo, de esos de “No te conozco, pero me caes bien” o algo similar. La verdad era que, desde hacía bastantes años, estas cosas normalmente habían desaparecido, o al menos, para aquellas personas que estuvieran solas.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Siento la intrusión.[/color] [/i] [/b] – dijo Liad después de un rato, encogiéndose de hombros. – [b] [i] [color=#8A3C3C] No tenía intención de venir con algunos regalitos de esta manera.[/color] [/i] [/b] – les miró a todos, aunque sobre todo a la pequeña. Hoy era el día que les llevaba algunas provisiones, aunque conociéndole, seguro que algo se le habría ocurrido para alegrar a la niña de la casa.
– [b] [i] [color=#BB609C]¡Regalitooooooos![/color] [/i] [/b]- exclamó, dando saltos, bastante emocionada.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Busca en mi mochila anda.[/color] [/i] [/b] – me miró y señalé con la cabeza dónde la había dejado, aunque me acerqué junto a Arya. Sería mejor que le sacase yo lo que le había traído, ya que así podría mantenerla lejos de las armas. – [b] [i] [color=#8A3C3C] Puede que no sea muy bonito, pero espero que te guste.[/color] [/i] [/b]
Conocía el peluche, ya que era de él, de sus “años mozos”, por decirlo de alguna manera. El otro regalito era una muñeca. La había intentado arreglar lo mejor que pudo, aunque la pobre se encontraba en bastante mal estado como para ser arreglada. Es lo que ocurre después de los apocalipsis. Las tiendas cierran, las fábricas también y cosas tan básicas que podíamos tener en el pasado en un segundo, se habían esfumado en poco tiempo.
– [b] [i] [color=#BB609C]Gracias, tito Liad[/color] [/i] [/b].- dijo una vez que sacamos todo. Le dio un besito en la mejilla y después, se fue corriendo por el resto de la casa bastante más animada que antes.- [b] [i] [color=#BB609C]¡Regalitooooooos![/color] [/i] [/b]
Contemplando la escena desde una de las ventanas, mientras vigilaba, no podía evitar sentir cierta envidia por todo esto. Antes de todo esto, de que el mundo [i]casi[/i] se acabase, no es que tuviera una gran familia con la que disfrutar los días. No tenía hermanos, tampoco primos. Tenía un padre que se pasaba bastantes horas al día trabajando, por lo que muestras de cariño o de calidad eran bastante raras, por no decir escasas, para mí.
– [b] [i] [color=#266EAC]¿Vampiros?[/color] [/i] [/b] – preguntó Ed.
– [b] [color=#F56828] Lo importante es que ahora estáis bien gracias al antídoto que llevaba…[/color] [/b]- comenzó a decir Kaylee mientras me miraba. La sonreí para que no se preocupase. No era la primera vez que me ocurría esto.
– [b][color=#4F4184]Llámame Rei si lo prefieres.[/color][/b] – me encogí de hombros. Al menos, es como suelen llamarme la mayor parte del tiempo. Menos este, claro. Cada día me llama de una forma según se le ocurre. – [b][color=#4F4184]De todas formas, no soy yo el que usa venenos para luchar, es tu hermanito.[/color][/b] – contesté mientras le señalaba.
Asintió al escucharme, sin añadir mucho más. Habíamos llegado de una manera un tanto abrupta, normal que pareciese que estuviéramos en una peli de terror con toda esta tensión acumulada, esperando a ver qué se no presenta por la puerta, ¿verdad? En estos casos uno pone la tele, pero es que tampoco hay de eso ya.
Mirando a Liad, pude ver a quién le estaba prestando su atención ahora. El que debía de ser el más adulto de nosotros estaba quieto, callado, sin decir nada, pero sobre todo, muy serio. Ambos intercambiaron una mirada significativa, como si uno estuviera esperando a ver qué le decía el otro aunque intuyese lo que era.
– [b] [i] [color=#4F5360] No deberías arriesgarte tanto.[/color] [/i] [/b] – dijo con seriedad.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] No lo busco, ellos me buscan a mí.[/color] [/i] [/b] – comentó bastante incómodo, desviando aquella mirada seria. Desde luego, debo decir que esta es de las pocas veces en que le veo en esta tesitura. – [b] [i] [color=#8A3C3C] Además, Jacal es demasiado peligroso. Si vino a mí fue no fue precisamente para jugar a las palmitas.[/color] [/i] [/b]
Aunque Liad tuviera razón en eso último, era cierto que se había arriesgado. Quizás había sido porque estaba yo, y el tener que preocuparse por alguien más que uno mismo le hacía plantearse las cosas de otra manera. También, quizás, fuera por todos ellos. No eran humanos cualquiera y aunque no estuvieran en plena forma, si Jacal llega a descubrirlos, iria a por ellos también para divertirse y probar cuánto entretenimiento podían ofrecerle. En cualquiera de los casos, había usado uno de sus venenos más fuertes, había calculado mal el tiempo y la distancia, casi perdiendo la vida. Porque es así. Si no llego a estar aquí para administrarle el antídoto, ya que dudo que ellos supieran que hacer al verle en ese mismo estado, se hubiera quedado en el sitio… ¡Maldición! Como te pille Jacal, de verdad, ¡cómo te pille! No volverás a molestarle a él ni a nadie, ¡lo prometo!
– [b] [i] [color=#8A3C3C] Huimos antes de darle alguna oportunidad para acabar con nosotros.[/color] [/i] [/b] – contestó bastante serio, no le gustaba explicar demasiado lo que sucedía cuando salía, no solía ser nada agradable. – [b] [i] [color=#8A3C3C] No ves a nadie, ¿verdad?[/color] [/i] [/b] – me preguntó mientras me miraba a mí. Negué con la cabeza, ya que no quería interrumpirles.
Continuó sin decir nada, esperando. Pero no hubo palabras, tampoco ninguna sonrisa o gesto de alivio. Simplemente, Daniel se marchó de la salita, dirigiéndose a otra zona, dejándonos a todos callados, sin saber qué decir para romper este silencio tan incómodo.
Observando el camino por el que se había marchado, Liad se quedó parado unos segundos, conservando esa palidez suya, sin hacer nada. Hasta que finalmente se levantó. Sin mirarme a mí o a los demás, sin pedir ayuda, se levantó, ignorando el cansancio y las heridas, dispuesto a buscarle.
[spoiler]Cada personaje manejado por su dueño, salvo Reina, que es mi creación. Espero que os guste y este bien, de verdad ._. porque estoy ko y hoy, mirad las horas que son, no doy más de sí xD Y sí, dedicado a Stefy, porque le dije que meteria a este pj en el universo de Moondale y aqui lo tiene. ¡Espero que lo disfrutes![/spoiler]
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