Moondale

ENCERRADO

[SIZE=2] [align=center][b]William «Bill» Anderson | Iniciativa Awaken[/b][/SIZE]

billparker

[SIZE=2]¿Cuánto puede haber pasado? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? No llevaba la cuenta y la verdad es que tampoco me importaba, solo quería salir de este infierno, volver a ver a mi hija, empezar una vida normal, con ella.

Si no fuese por ella hace mucho que ya me habría rendido, pero cuando tienes un motivo por el que seguir viviendo, sobrevivir se vuelve tu mayor prioridad y en la situación que me encontraba no era fácil.

Hacia días que no comía nada pero no tenía hambre, supongo que se debía a mi constitución como demonio y que puedo aguantar más tiempo. Pero incluso ahora echaba de menos la comida que nos daban al principio que nos dejaba algo calmados al principio pero que con el tiempo dejo de tener efecto.

Llevaba un par de horas sentado en el suelo de mi celda echado contra la pared, notando el frío del suelo por mis manos. A mi derecha se veían las paredes manchadas de sangre pero sin su normal color rojo, era más bien azulado debido a las luces de emergencia, o tal vez realmente era sangre azul. La verdad es que no estaba seguro, todo era azul desde que llegue.

Escuche un gruñido y pisadas acercarse hasta mi celda, al parecer ya se habían decido. La luz de mi celda parpadeo, por la cristalera destruida apareció un demonio de unos dos metros azul, bueno… tal vez fuera de otro color, con varios cuernecillos en la cabeza, de complexión atlética y la típica perilla de chivo de Lucifer.

[b]- Levántate bastardo.-[/b] Dijo con una voz grave propia de asustar a niños de 5 años e intentando amedrentarme [b]- No tengo toda el día.-[/b] Añadió y un poco abajo de la palma de sus manos salieron lo que pareció dos cuchillas. [/SIZE]

[QUOTE=»Flashback – Madrugada de la huida»][SIZE=2]Me deshice fácilmente de lo que parecían ser ninjas o algo así. Cuando seguimos avanzando McLeod y yo una luz me cegó por un momento, cuando volví a abrir los ojos ya era todo azul.

Me encontraba en un amplio pasillo acompañado por un puñado de demonios, algunos aporreaban las puertas metálicas, los otros simplemente estaban igual de confundidos que yo en ese momento. Se escucho un intenso chirrido desde el altavoz.

-[b]Aquí el General Preston al habla.-[/b] La voz se entrecortaba pero llegaba a escucharse todo -[b] Si pensabais que podíais escapar de aquí habéis podido comprobar que estáis equivocados.-[/b] Mientras el general se regodeaba algunos demonios seguían en su empeño de destruir la puerta metálica –[b]No podéis huir, ahora estáis en el lugar al que pertenecéis, bajo tierra, y aquí os quedareis.[/b]

El altavoz se apago y algunos demonios parecieron asustarse algo no muy común en ellos. Por mi parte me metí en una de las celdas, mientras algunos se quedaban en el pasillo mirando a su alrededor. La primera noche solo se escucho el aporrear de la puerta de metal.

El segundo día cambio todo. Empezaron las peleas y las muertes. Desde mi celda intentaba evitar al resto, pero cuando aparecía alguien había que defenderse, matar no es fácil, y menos si es a demonios que parecen estar hormonados.

Mi primera victima fue uno de estos, parecía fuerte y lo era, pero al parecer yo lo era más, era extraño ver como un demonio sin transformarse en tal mandaba a volar por los aires a uno de pura raza. Varios demonios se amontonaron junto al recién fallecido, no comprendía la sorpresa hasta que descubri que ese era uno de los más fuertes. Al parecer Preston no había alcanzado encerrar a todos porque si ese era el más fuerte yo debería de ser una especie de Superdemonio, y no me estoy tirando flores a mi mismo.

El resto de días fue más de lo mismo, dormía con un ojo abierto para evitar sorpresas, y sí, un ojo abierto, es sorprendente lo que eres capaz de hacer cuando aceptas que eres un demonio. A medida que quedábamos menos las cosas cambiaron, pelearon más entre ellos que conmigo.

Lo que nos lleva a mi nuevo invitado de celda.[/SIZE][/QUOTE]

[SIZE=2]Me levante y me sacudí el polvo de encima, el demonio gruño y lanzo una primera cuchillada que esquive retrocediendo para acto seguido dar un paso adelante y golpearle en el estomago. El demonio retrocedió por el golpe saliendo de la celda, si iba a pelear con un demonio con cuchillas mejor en una zona más amplia.

El demonio volvió a embestir y yo me dedique a seguir esquivando golpes. Al principio pensaba que mi poder era completamente inútil, memoria agudiza, ¿para que puede servir eso?. Bueno, cuando comprendes que también lo puedes utilizar en peleas la cosa es algo más distinta. Mi segundo día aquí me dedique a eso, observe a cada uno de los demonios, su forma de moverse y pelear, cuando asimilas eso, los combates son más fáciles, algunos los llamarían trampa, bueno… ¿entonces que es un demonio con dos cuchillas?

No me había dado cuenta de los pocos que éramos, estaba mi nuevo contrincante, yo y dos más un poco más apartados, si terminaba con esto tenía una minúscula posibilidad de salir de esta. A medida que esquivaba las cuchillas golpeaba en ciertos puntos débiles del demonio, llegamos al punto en el que alcance a agarrar sus dos muñecas y terminar con su vida clavando sus propias cuchillas en su pecho. Algunos podrían pensar que me gustaba lo que estaba haciendo, nada más lejos de la realidad, me costaba quitar una vida, aunque fuese un demonio, pero yo tenía algo por lo que seguir luchando.

Los dos que quedaban más apartados se abalanzaron contra mí. Al primero le golpee en la nariz y dejo de respirar cayendo fulminado al suelo. Al segundo primero le rompí los brazos para terminar por partirle el cuello, no era agradable, pero todo había terminado por fin, les había ello un favor, no esperaba un apretón de manos y una palmadita en la espalda de “buen trabajo”, sabía lo que estaba a punto de pasar, pero estaba preparado.

La Luz roja de la cámara de vigilancia que se encontraba encima de la puerta se apago, se escucho un click en la puerta de metal, acto seguido comenzo a abrirse. Tras ella aparecieron varios soldados armados hasta los dientes y levante las manos.

Quitar una vida no es fácil, no es lo mismo matar a un demonio que a un humano, pero ellos me encerraron aquí, y yo, tenía algo por lo que vivir.
[/SIZE]

[spoiler]Preston controlado por Dracon[/spoiler]

Comentarios

Deja una respuesta