[align=center][SIZE=3][b]Liad Frey | Calles de Moondale[/b][/SIZE]
[SIZE=2]Sabía estaba llegando tarde… O mejor dicho, no había llegado.
Les había dicho que me pasaría por allí, pero tuve que permanecer un tiempo más en la Iniciativa. No fue por placer, pero sí porque yo, como cualquier otro, tenía una serie de obligaciones que no podía desatender, ¿no?
Últimamente, si había percibido aquí abajo que la gente se mostraba mucho más revuelta e incómoda que de costumbre, en la superficie no había tanta diferencia. Tanto los vampiros como los demonios se mostraban cada vez más temerarios al acercarse a nuestro perímetro de seguridad al no tener tanto alimento accesible. Eso era un problema claro, ya que nosotros nos estábamos viendo en una situación bastante similar a esa. Por otro lado, si intentábamos mirarlo de alguna manera no muy negativa, la falta de sustento les estaría debilitando, por lo que no tendrían tanta fuerza como de costumbre, ¿verdad?
Pero no es así. Muchos me habrían dicho (y me dirán) que es una insensatez salir tanto por la ciudad, independientemente sea necesario o no, pero sobre todo, sin ir acompañado. Todos los equipos de superficie estaban compuestos con un número bastante reducido de personas por razones obvias. Al principio fueron cuatro, pero finalmente se vio reducido, al menos los más habituales, a dos personas. Era mucho más sencillo e incluso seguro moverse si no había mucha gente pululando. Al fin y al cabo, en cuanto salíamos, más de uno percibe nuestra presencia humana. Es lo malo de tener más demonios que humanos en la fumar, somos fáciles de rastrear y debemos ser rápidos para intentar que no nos atrapen.
Por supuesto, antes no lo había conseguido. Ahora mismo me encontraba escondido en lo que antes fue una iglesia. Me sorprendía que continuase en pie todavía, sobre todo porque había sido una de las cosas que desapareció en primer lugar. Se mostraba bastante destrozada, las ventanas se encontraban, en su gran mayoría, tapadas con ventanas, y en el interior las paredes se encontraban manchadas de negro por diferentes partes. Otros se habrían reído de mi por meterme en un lugar como este. De hecho, no me consideraba una persona especialmente religiosa, pero sabía que todo aquello que me buscase estaría persiguiéndome durante un buen rato. Y de ningún modo pensaba llevarles a la cabaña para exponerles a todos a ese peligro.[/SIZE]
[QUOTE][SIZE=2]
[i][u]Flashback: Media hora aproximadamente, en las inmediaciones de la desolada Moondale…[/u][/i]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Me sorprende ver a dos grandullones como vosotros dos aquí fuera, ¿lo sabéis? Pensé que nos teníais miedo.[/SIZE] [/i] [/b]
– [b][i]Humano, ¡no digas tonterías![/i][/b] – espetó uno de los demonios.
Me habían sorprendido en medio de la calle. Al principio, tuve que despachar algunos zombies y vampiros a los que debí de parecerles un apetecible bocado. Pero después llegaron los jefes de turno, un par de demonios más grande y más musculosos que de costumbre. El que acababa de hablar tenía la piel rojiza y era igual de peligroso que su “hermano” verdoso.
– [b][i]No volverás a escapar de nosotros.[/i][/b] – dijo el segundo, el que se parecía tanto a Hulk.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Por qué estáis tan seguro de eso?[/color] [/i] [/b] – les pregunté, para obtener mi respuesta más rápido de lo esperada.
Sin que me dieran tiempo a responder, uno de ellos me encajó un potente golpe que me mandó bastante lejos. Chocando contra una pared a medio derruir, atravesé aquel muro sin mucha dificultad.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Vale, hoy les veo demasiado seguros. Será mejor hacerles una visita otro día de estos…[/color] [/i] [/b][/color]
[/QUOTE]
[SIZE=2]Aquella parejita era bastante peligrosa, demasiado para lo que solían ser. El golpe me había dejado algo tocado, no lo suficiente como para dejarme sin sentido pero sí había sido bastante doloroso como para que necesitase un descanso. No me paré a ver si tenía alguna otra lesión, aunque me doliese. Encontraría un momento más tranquilo para curarme, pero no era este, aunque hubiese podido ocultar mi rastro y mi olor gracias a uno de mis ases bajo la manda.
Pero por desgracia, parecía que no había servido para nada. Alguien había entrado aquí. No sabía qué era y tampoco tenía que pensar mucho en las intenciones que podría tener aquella criatura. Oculto detrás de una de las pocas columnas que todavía continuaba en pie, intenté observar sin hacer mucho ruido, hasta que finalmente, aprecie una figura aparentemente humana. Andaba con lentitud, seguramente buscándome a mí, ya que dudaba mucho que estuviera en medio de este sitio por una simple visita turística. Con unos vaqueros rasgados y una cazadora de cuello, fuera quien fuese aquel chico de cabello castaño se estaba acercando cada vez más, descubriéndome tarde o temprano, a menos que tomase la iniciativa. Saqué un arma corta, una daga. La empuñe con fuerza, escondiéndome lo mejor que pude. En cuanto vi la oportunidad adecuada para reaccionar, me lancé contra él. Este, sin percibir mi presencia, se vio inmovilizado en el suelo, intentando yo que no tuviera muchas oportunidades para zafarse de mí, le deje mi arma bastante cerca de su cuello, listo para cualquier cosa.
O al menos, hasta que vi realmente quién era.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Qué haces tú aquí?[/SIZE] [/i] [/b] – le pregunté mientras fruncía las cejas.
– [b][color=#4F4184]¿Cómo que qué hago aquí? [/color][/b]
No necesitaba sus palabras para saber qué era lo que pensaba. O mejor dicho, por qué se encontraba aquí. Él era mi compañero, mi otra cara de la moneda que solía salir conmigo para realizar reconocimientos, despachar algo o simplemente ayudar Su rostro evocaba sorpresa, pero su mirada alegre desprendía algo de tranquilidad. No era la primera vez que salía sólo yo y él me seguía. [i]“Somos compañeros, ¿verdad? No pienso perderte de vista.[/i], me había repetido varias veces en los últimos años, a veces con una sonrisa en el rostro, en otras ocasiones bastante serio, pero normalmente consiguiendo que le hiciera caso.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Te había dicho que te quedarás en la Iniciativa, no quería que vinieras para esto.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#4F4184]¿No crees que eso tengo que decirlo yo? Somos compañeros, ya te he dicho que no te perderé de vista, y venos estos días.[/color][/b] – repuso todavía en el suelo. Alzó una ceja, mirándome. – [b][color=#4F4184]¿Me vas a dejar levantarme o tendré que buscármelas para conseguirlo?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Perdona, la costumbre.[/color] [/i] [/b] – dije mientras le ayudaba a levantarse. Normalmente, uno no se encuentra a un conocido buscándole estos días simplemente por preocupación. Eso era ya bastante rato en la actualidad.
– [b][color=#4F4184]Ya se me ocurrirá algo para pagarte esto.[/color][/b] – comentó a levantarse mientras lanzaba una de sus sonrisas que conseguían ponerme nervioso. – [b][color=#4F4184]Deberíamos de volver, tal como te veo, te han debido de meter un buen golpe.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Estoy bien, no puedo volver ahora, todavía tengo cosas que hacer.[/color] [/i] [/b] – respondí mientras miraba a nuestro alrededor. – [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Te ha seguido alguien?[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#4F4184]Si te refieres a los demonios que te dieron una buena zurra antes pues no, no me ha seguido nadie. Aunque de eso nunca podemos estar seguros.[/color][/b] – explicó mientras me alejaba de él, sacando uno de mis «botecitos especiales».
El hecho de que Reina viniera aquí había modificado un poco mis planes. Si había demonios o vampiros cercan, seguirían su olor hasta llegar aquí, y cuando vieran que desaparece, comenzarían a desplegarse (si les daba por ahí) para salir a divertirse un rato mientras intentaban darnos caza.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Buenas noticias, hoy te vienes conmigo.[/color] [/i] [/b] – dije cerca de unos ventanales, apartando una de las tablas.
– [b][color=#4F4184]Las malas es que hoy también nos tocará correr, lo habitual, ¿eh?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Desde luego. [/color] [/i] [/b]
Salí con lentitud, comprobando previamente que no tendríamos problemas una vez que estuviéramos fuera. Todo iba saliendo bien, demasiado bien. Pudimos ponernos en camino, avanzando con rapidez sin intercambiar muchas palabras. La verdad no era necesario que hablásemos, desde hace bastante tiempo que ocurría eso. Preferíamos estar concentrados en todo esto, atentos a cualquier cosa que pudiera suceder. Quizás esa era la razón por la que éramos de los pocos equipos que todavía tenía a sus dos integrantes activos, vivitos y coleando.
O quizás no.
Íbamos avanzando con rapidez por una de las calles hasta que me paré en seco al no percibir a Rei cerca. Miré hacia atrás para averiguar entonces lo que estaba ocurriendo. Un vampiro se encontraba a no mucha distancia de nosotros. Mostraba sus ojos amarillos, su horrible ceño y sus colmillos, como si se mostrase ansioso por lo que esperaba que sucediese. Al ver que yo también le miraba, cambio su rostro a uno más humano, dejando paso a un cabello castaño de punta, a unos ojos azules, y a una sonrisa que en un ambiente como este, perturbaría al más duro.
– [b][color=#D65611]Hola Liad, pensaba que ya no volveríamos a vernos.[/color][/b] – comentó sin quitarnos los ojos de encima.
– [b][color=#4F4184]¡Por detrás![/color][/b] – me avisó Rei para que me diera la vuelta.
– [b][color=#8A4256]Mmmm… Hola querido Liad.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]De pronto me siento uno de los protagonistas de una serie de acción.[/color] [/i] [/b]
El nuevo invitado se rio, queriendo pegarle ahora mismo sin importar lo que sucediera. Parecía que ambos se habían puesto de acuerdo para tendernos esta emboscada, y eso era algo bastante preocupante. Mientras James era uno de esos vampiros demasiado incordiones que solía buscar el sitio donde más te dolía para darte, Jacal era un ser al que no podía definir. Ignoraba si era humano, vampiro, demonio o un engendro del mal que ni sabía de dónde venía. Parecía un humano cualquiera ataviado con un traje negro con corbata y sombrero amplio del mismo color. Aunque no hacía sol y su cabello negro era largo, parecía no molestarle ni importunarle. De todas formas, detrás de esa sonrisa pálida y de algunas palabras que podían parecer amables, se encontraba otro amante de la destrucción que sólo tenía un propósito. Buscar rivales más y más fuertes.
– [b][color=#4F4184]Parece que estos James y Jacal se han puesto de acuerdo.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Soy el rey de las fiestas, ¿recuerdas? Quieren repetir y no sabían cómo pedirme que montase otra.[/color] [/i] [/b]
No era la primera vez que les veía, pero siempre había sido por separado. James había tenido un puñado de vampiros que le obedecían, llegando a ser bastante molesto tener que lidiar contra él, ya que solía molestar en zonas cercanas a la Iniciativa. En cuanto al Dr. Jacal… había aparecido hace varios años en Moondale y nuestro único encuentro terminó conmigo en cama más de una semana, por lo que si había regresado aquí… malo.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Nos vais a decir qué hacéis aquí? Porque dudo mucho que sea una visita de cortesía, de esas en las que nos preguntáis que tal estamos, nos decís que qué bien nos veis y luego nos despedimos alzando la manita.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#8A4256]Por supuesto que no Liad, todos tenemos asuntos que resolver aquí.[/color][/b]
– [b][color=#D65611]Recuerda no matarle, tengo planes para él.[/SIZE][/b]- le dijo el vampiro al que parecía ser su compañero. – [b][color=#D65611]¿Será suficiente castigo ser uno de los nuestros y matar a tu compañero por lo que me hiciste?[/color][/b]
– [b][color=#4F4184]Vaya, no me esperaba eso. ¿De verdad me matarías?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Por supuesto, que me caes muy mal.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#4F4184]Lo dudo mucho.[/color][/b] – se rió, para después prepararse. – [b][color=#4F4184]¿Crees que podrás tú solo contra Jacal?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Eso sólo lo averiguaremos en unos instantes queridos espectadores, no cambien de canal.[/color] [/i] [/b]
Nos lanzamos contra nuestros propios adversarios, empezando la batalla. Alzando el puño, se lo lancé al “humano” trajeado lo mejor que supe. Ya no era el mismo que hace unos años atrás, nunca lo sería. Podía ser un humano, podía tener muchas debilidades, pero también tenía mis fortalezas. Junto a mí estaba la fuerza de todos aquellos que habían perecido por mi culpa, por mi falta de experiencia. Por no a ver podido hacer nada para ayudar a Sarah y a los demás en su momento, por no saber cuidarlos mejor para que no se perdiesen… Había cometido muchos errores, había tenido que aprender mucho para que ningún otro muriese por mi insensatez. Pero aquí estaba. Tenía que pensar que todos y cada uno de ellos estaban junto a mí ayudándome de cualquier manera. Era algo que no podía cuestionar.
– [b][color=#8A4256]¿Es todo lo que has aprendido en los últimos años querido Liad?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¡Por supuesto que no![/color] [/i] [/b] – le espeté mientras continuaba con mi danza.
Recordaba lo que había sido esta pelea años atrás y no podía cometer los mismos errores. Sabía que me estaba probando, divirtiéndose para saber sí había mejorado y cuánto. Intentaba encajarle cualquier patada o puñetazo, pero sus reflejos y su resistencia eran mucho más evolucionadas que las mías propias.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Me decepcionas.[/color] [/i] [/b] – canturreé con cierta sorna en la voz. – [b] [i] [color=#8A3C3C]Te recordaba mucho más implacable. ¿Los años te han deteriorado?[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#8A4256]Por supuesto que no Liad, ¿es que no puede ver uno todo lo ha crecido su amigo?[/color][/b] – preguntó con cierta simpatía.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]SI realmente fuéramos amigos, no estarías haciendo esto.[/color] [/i] [/b] – añadí, para escuchar una breve risita por parte suya. – [b][color=#8A4256]Por supuesto, entonces no sería divertido, ¿no te parece?[/color][/b] – ¿Divertido? ¿Qué hay de divertido en buscar el dolor ajeno de las personas, sólo para demostrar lo fuerte que eres?
Con una sonrisa en el rostro y casi sin poder verle yo la mirada, alzó el brazo, generando una serie de pequeños cuchillos entre la comisura de sus dedos, en ambas manos. Conocía esa técnica, ya la había utilizado contra mí, pero la última vez habían sido esas armas de un color blanquecino, mientras que en este caso compartían el color de la sangre. Se encaró contra mí, preparando para pasar a otro nivel esta lucha. Me dirigí contra él, procurando esquivar su primer ataque, o al menos, eso fue lo que creí hacer. Cuando ambos estuvimos a cierta distancia prudencial, noté cómo, ante la mirada tranquila y divertida de Jacal, una parte de mi cuerpo se veía desgarrado, dañado. Poniendo una mano en la herida le miré, enfadado.
– [b][color=#8A4256]¿Qué?[/color][/b] – preguntó con cierta voz melosa e “inocente”. – [b][color=#8A4256]¿Pensabas que eras el único en mejorar? Mis armas pueden atacarte sin rasgar tu ropa, ¿no estás contento?[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Claro, mucho.[/color] [/i] [/b] – repuse mientras le perdía de vista.
– [b][color=#8A4256]No te preocupes, esto no acabará tan rápido. Quiero ver tu auténtico potencial, querido Liad.[/color][/b] – urg, ¡cállate, joder! Tanto querido tanto querido se te va a atragantar en la garganta a este paso, ¿sabes?
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Estate contento entonces.[/color] [/i] [/b] – Y pírate de una vez de esta ciudad. – [b][color=#8A4256]Ohh, ¿y por qué?[/color][/b] – me preguntó justo cuando lancé mi siguiente ataque.
Y no, no saqué a Fénix para que interviniese en esta batalla con su filo. Tampoco le intenté golpear, ya que él lo esquivaría. Desde mi espalda, tanteando una botellita de mi estuche, me moví, de tal manera que el aroma de este veneno le cercase lo mejor posible. Al principio no sucedió nada, pero pronto se retorció, alejándose y quedando agachado mientras vomitaba algo de sangre en su guante blanco.
– [b][color=#8A4256]Desde luego, no me esperaba una sorpresa así.[/color][/b] – dijo mientras volvía a reírse.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Te gusta mi Veneno de la Corrosión? Puede que a ti no te mate, pero te molestará lo suficiente como para pensarte en acercarte otra vez dos veces.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#8A4256]Me pregunto qué otros ases tienes escondidos bajo la manga. ¡Me emociono sólo de pensar hasta donde puedes llegar![/color][/b]
Estaba enfermo, definitivamente le faltaba un tornillo, o quizás un par de ellos. Aunque podía parecer alguien más o menos amigable, la salud mental de esta… ¿persona?… había sido degenerada hasta más no poder. Sus instintos y deseos se veían reducidos únicamente a luchar, sin tener nada que perder.
Volvió a levantarse recuperado, ignorando el daño que le había realizado hacía poco. Consiguió asustarme, para qué negarlo. Era mucho más fuerte que antes y como continuásemos así, ninguno de nosotros saldría ileso de esta batalla.
– [b][color=#4F4184]¡Eh, cambiemos![/color][/b] – me espetó Reina a no mucha distancia.
No estaba muy lejos. De hecho, permanecía guardándome las espaldas, negando de la misma manera que yo hacía a su contrincante la posibilidad de atacarnos desde un punto ciego. Nos cambiamos de posiciones lo más rápido que pudimos y de buenas a primeras, vi como el vampiro James sonreía con su cara monstruosa al verme delante de él.
– [b][color=#D65611]¿La verdad? Prefiero tenerte a ti como adversario.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Vaya novedad.[/color] [/i] [/b]
– [b][color=#D65611]Pagarás por lo que le hiciste a Christine.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Fuiste tú el que la apadrinó. Serás tú el que pagará y no yo.[/color] [/i] [/b]
Reina le había dejado bastante tocado, pero no debía fiarme. James ya nos había sorprendido bastante en el pasado y no caería otra vez en la misma piedra. La última vez que sucedió lo mismo, hace más de un año, había desaparecido nuestra “tercera a bordo”, la chica que formaba equipo conmigo y con Reina, Christine. Pensábamos que no la volveríamos a ver… Hasta que una noche se alzó contra nosotros. Entendía por qué a ese vampiro le había llamado tanto la atención, me la había llamado ella a mí, siendo la primera chica que me gustaba de verdad. Pero también se fue, como otros tantos.
No solían gustarme los vampiros, y aunque a este en concreto le tenía muchas ganas, me hubiera gustado tener la fuerza de Rei a mi lado. Pero no podía ser así. Él se encontraba haciendo frente a Jacal y yo tenía que terminar con este lo antes posible para ayudarle. Morir no podía ser una opción. El rugido del vampiro me sacó de mi ensoñación, abriendo la batalla una vez más.
Se encontraba furioso, sediento por cobrar su venganza y lo sabía. Su fuerza y su rapidez vampírica le otorgaban bastante ventaja, por lo que yo, por el momento, sólo podía esquivar. Esquivar y rebajar la potencia de sus golpes para poder encontrar un punto flaco en aquel ataque tan a la desesperada. Me quedé agachado justo cuando me dio un buen golpe en el abdomen, consiguiendo que soltase un sonidito de dolor un tanto extraño.
– [b][color=#D65611]Me estás aburriendo, ¿sabes? Creo que te mataré en vez de convertirte como sigas así. Le diste mejor batalla a él de la que me estás dando a mí.[/color][/b]
– [b] [i] [color=#8A3C3C]¿Eso crees?[/color] [/i] [/b] – le pregunté mientras me incorporaba. Tenía el arma adecuada para quemarle desde dentro. – [b] [i] [color=#8A3C3C]Equivocado estás.[/color] [/i] [/b]
Con un puño cerrado, guardando mi arma secreta, le golpeé con el que tenía libre lo mejor que pude para después, mandarle una patada. Esto último lo paró, riéndose por mi supuesto intento por pegarle. Hasta que esta vez notó algo que le recorría por su interior, como si de un torrente de energía se tratase, pero no era así.
– [b] [i] [color=#8A3C3C]Que seas un vampiro no quiere decir que seas inmune a esto.[/color] [/i] [/b] – le dije, enseñándole un botecito con un líquido anaranjado. – [b] [i] [color=#8A3C3C]El veneno de fuego. A cualquier otro le dañaría, quemándole desde su interior. Pero sabes lo que le pasa a los vampiros ¿Cuándo se queman?[/color] [/i] [/b] – pregunté, sin quitarle los ojos de encima.
Se convierten en cenizas… Normalmente, esta era una sustancia que solía utilizar en mí mismo. Era un veneno, eso es cierto, por lo que me permitía expulsar por la boca algunas pocas llamaradas, a veces lo suficientemente fuertes para incinerar a algún chupasangres. Pero, mi garganta, la cual expulsaba dicho elemento, sufría los mismos efectos que cualquiera, y tenía que esperar varios meses a que las llagas se curasen.
Al girarme para ver la otra pelea, tuve que pensar con rapidez. Jacal estaba ganando incluso contra él, y como como continuásemos de esta manera, no sólo no saldríamos con vida, sino que atraeríamos a cualquier otra criatura hacia aquí para complicar aún más las cosas. Debíamos marcharnos y rápido, antes de que fuese demasiado tarde. Y sólo se me ocurría una manera para conseguirlo…
En mi estuche había uno de los venenos que menos solía utilizar, principalmente porque lo reservaba para situaciones extremas. Era peligroso si no tenía cuidado, pero si todo salía bien, podía salvar a más de uno. El [i]Veneno de la Aceleración[/i] me permitía aumentar la velocidad y los reflejos, dándome el subidón de energía que en momentos malos uno podría necesitar. Con eso tendría cinco minutos para poder salir de aquí, ir a la cabaña y tomar el antídoto. Sí todo salía bien, claro.
Sin continuar pensándolo más, olí por primera vez su aroma picante, sintiendo una descarga eléctrica por todo mi cuerpo en señal de que estaba activado su efecto. Volví a hacerlo y esta vez lo guardé. Me dirigí hacia el sitio donde estaban peleando, agarré a Reina como mejor pude y nos marchamos de allí, dejando a medio terminar un encuentro que habríamos perdido seguramente. Nunca había llevado a nadie conmigo en este estado, por lo que cometí un error de cálculos al no tener la posibilidad de moverme con tanta rapidez junto a este peso extra. El veneno me debilitaba, restándome fuerzas antes de lo que me esperaba. No puedo utilizarlo así otra vez…
Una vez que su efecto desapareció, sentí como desacelerábamos y acabábamos en el suelo. Después, todo se volvió negro.[/color]
[spoiler]Liad, Reina, James y Jacal manejados por mí xD Supervisado por los geniales masters. Mañana mas y mejor. ¡Esto no se acaba así! ¿Qué le pasará a Liad? ¿eh eh eh? Espero que os guste ^^U[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.