[align=center][font=Bookman Old Style] [SIZE=3]4 Julio de 2010[/SIZE][/font] [/align]
[align=center][b][SIZE=3][color=black] Louna[/SIZE][/color][/b]
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El coche gris metalizado con las ventanas tintadas entro en el subterráneo de lo que ha simple vista parecía ser un edificio de oficinas. La gente entraba y salía muy bien arreglada con sus trajes de Armani, sus maletines de cuero y una sonrisa en la cara. Pero lo que nadie sabía es que ese edificio era al que acudiría hasta el mismísimo Lucifer, si Lucifer tuviese problemas legales claro, Wolfram & Hart.
El coche se detuvo en una plaza de aparcamiento próxima al ascensor y con una placa en la pared con el nombre de Delilah Morgan. La mujer bajo del asiento del copiloto y se arreglo el vestido y se atuso el pelo mientras los dos hombres que le acompañaban bajaban al joven conocido como Liad.
El chico no dejaba de agitarse hasta que consiguió liberarse del hombre que le agarraba por el cuello de la camisa, corrió de un lado a otro sin saber muy buen por donde iba a consecuencia del saco que llevaba en la cabeza. Dio un par de vueltas en círculo y acabo golpeándose contra una pared. Los aplausos de Delilah resonaban en el subterráneo.
-[b] Es una pena que ya no existan los bufones, la Reina Isabel se reiría mucho contigo.-[/b] Añadió mientras seguía aplaudiendo y los dos hombres arrastraban por el suelo al chico hasta el ascensor.
La señorita Morgan pulso el último botón del ascensor el cual estaba apartado del resto y se aparto a un lado cruzando sus manos tarareando la canción que salía del ascensor mientras Liad seguía agitándose hasta que uno de los hombres le golpeo en el estomago haciendo que se quedara quieto y cesará el llanto que les había acompañado desde que salieron de la casa de las Echolls.
Las puertas del ascensor se abrieron y ante ellos solo había una sala de espera acompañada de una recepcionista y una enorme puerta. La recepcionista alzo la cabeza de la revista que estaba leyendo y como si el chico con el saco en la cabeza no existiera pulso el interfono.
[b][color=#2E2E83]- ¿Si?.- [/SIZE] [/b] Pregunto una voz masculina al otro lado del interfono.
[i]- Señor Scott, la señorita Morgan esta aquí, ¿le digo que pase?.-[/i] Tras preguntar la pompa de chicle que estaba haciendo exploto.
[b][color=#2E2E83]- Si. Que pase.- [/color] [/b] Añadió el hombre y acto seguido se corto la comunicación. La secretaria se levanto de su asiento e hizo un gesto con la mano para que pasaran para acto seguido volver a sentarse y seguir con su revista.
La puerta rechino más por grande que antigua. Al otro lado de la puerta un hombre balanceaba con cuidado un palo de golf y golpeaba una pelota hacia una taza de café en el suelo.
[b][color=#2E2E83]- ¿Algún problema con la extracción?.- [/color] [/b] Pregunto John Scott, antiguo abogado en la sede de Nueva York y recién ascendido presidente en la nueva sucursal de Wolfram & Hart en Los Ángeles.
-[b] Buenos días jefe.-[/b] Añadió la señorita Morgan con un marcado acento británico del cual se sentía orgullosa –[b] La extracción ha ido estupendamente, tenemos aquí al sujeto. Me gustaría apuntar, además, que no opusieron mucha resistencia.[/b]
[b][color=#2E2E83]- ¿Qué tal estaba mi hijo?.- [/color] [/b] Pregunto el señor Scott mientras los dos hombres sentaban a Liad en una silla y él le levantaba poco el saco con la punta del palo de golf [b][color=#2E2E83]– No parece gran cosa. [/color] [/b]
-[b] Permítame decirle que sus compañías no me parecen las más recomendables, esperaba algo más del hijo del presidente de Wolfram & Hart.-[/b] Dijo con desdén pero haciéndole la pelota a su jefe mientras miraba como le levantaba el saco un poco –[b] No, no lo es, pero él lo cree y lo que es peor, no para de decirlo.[/b]
[b][color=#2E2E83]- De ahí el esparadrapo en la boca.- [/color] [/b] Añadió el señor Scott dejando el palo de golf en uno de los sofás que decoraban el imponente despacho. Se acerco hasta la silla de su mesa y se sentó en ella. Con un chasqueo de dedos señalo a los dos hombres [b][color=#2E2E83]– Vosotros dos, llevadlo abajo. Espero que no te hayas acostumbrado a la vida en el exterior porque vas a volver a una capsula.- [/color] [/b] al decir eso Liad se agito de miedo en la silla y Delilah sonrió maliciosamente. Los dos hombres cogieron a Liad en volandas y se lo llevaron hacia su nuevo “hogar”.
-[b] ¿Necesita algo más, jefe?.-[/b] Pregunto la señorita Morgan en un intento de complacer más a su jefe para seguir ganando puntos.
[b][color=#2E2E83]- No.- [/color] [/b] Dijo el señor Scott dándole un sorbo a su vaso de whisky –[b][color=#2E2E83] Solo una cosa. No vuelva a desprestigiar a mi hijo y sus compañías. Si no fuera por la magia que rodea a este sitio sabrían perfectamente donde está el chico. [/color] [/b]
-[b] Descuide, no volveré a hacerlo. Ha sido una imprudencia por mi parte.-[/b] Añadió agachando la cabeza. En realidad le daba igual, pero debía comportarse ante el presidente de la compañía.
[b][color=#2E2E83]- Qué tenga un buen día señorita Morgan.- [/color] [/b] Añadió el señor Scott mientras abría un archivo que tenía en la mesa.
-[b] Lo mismo le digo.-[/b] Añadió ella parpadeando gentilmente en un intento de flirtear con su jefe. Acto seguido salió del despacho y dejo al señor Scott estudiando el archivo del chico.
Un chico que fue abandonado por su madre el día de su graduación. La primera vez que Wolfram & Hart lo vio lo desecho como si de un papel se tratará dejándolo para la compañía rival, La Iniciativa Awaken.
Viendo las mejoras que La Iniciativa había conseguido en el chico el famoso bufete de abogados se apresuro a recuperarlo. En el archivo podía apreciarse los diseños de una incubadora parecida a la de La Iniciativa pero mejorada, la Cryad XII – Cryogenic Advantages, donde el chico pasaría el resto de su vida.
Con el tiempo el niño con ínfulas de tirano daría frutos hasta terminar siendo un monstruo sin sentimientos, sin escrúpulos, sin alma, el que estaba destinado a ser, como su padre, el General Preston, y su querida madre, Margaret Cleaver.
[spoiler]Delilah controlada por Stefy[/spoiler]
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