[SIZE=2][align=center][b]Sarah Echolls | Residencia Universitaria[/b][/SIZE]
Cuando todos se fueron a sus habitaciones de la Residencia, le propuse a Diana ir a ver a Ann al hospital. Aunque estábamos agotados, sabía que era lo correcto porque al fin y al cabo, era mi compañera de habitación y le tenía mucho cariño. Mi hermana aceptó enseguida, por lo que tanto Daniel como McLeod no opusieron ningún problema a acompañaros. Sería una visita breve, pues Ann continuaba en Observación hasta que por la mañana la pasasen en planta, pero aún así, era lo que teníamos que hacer.
El viaje hasta el hospital lo hicimos prácticamente en silencio. Estábamos derrotados física y mentalmente, por lo que no teníamos mucho que decir. En cuanto llegamos, le compramos a Ann un gatito de peluche en la tienda de regalos y una tarjeta en la que acabamos falsificando las firmas de todo el grupo para que fuese más creíble.
Cuando llegamos a la zona de Observación, Silver nos saludó con su efusividad habitual. En ella no había ni rastro de las secuelas que arrastrábamos y todos estuvimos de acuerdo en que sentíamos cierta envidia, pero no era culpa de nadie que un supersoldado de la Iniciativa hubiese suplantado su personalidad. No pudimos entrar a ver a Ann, porque tal y como Silver nos contó, en Observación no se admiten visitas y mucho menos, a las doce de la noche. Ann estaba sedada, pero tenía buen aspecto (al menos todo el buen aspecto que se puede tener cuando estás en el hospital). Tenía un hombro dislocado, el otro con quemaduras de segundo grado y un traumatismo craneoencefálico bastante leve, pero no era nada que no pudiese recuperar con descanso y cariño. Así pues, le dejamos los regalos, le subimos una ensalada y una botella de agua a Silver para que cenase y después, nos fuimos.
Aparqué el coche en el parking de la Universidad y me despedí de Diana y Mcleod que esa noche, pensaban saltarse las normas para dormir en la misma habitación. Di gracias mentalmente porque mi cuarto no estuviese al lado del de ellos porque todos sabíamos que tratándose de Diana no dormirían y me lo confirmó cuando me guiñó un ojo, subió y bajó las cejas varias veces e incluso me dio un puntapié tras pronunciar la palabra “dormir”. Por si me quedaban dudas me contó qué ropa iba a ponerse (o más bien a quitarse) y lo mucho que le gustaba la cicatriz de McLeod porque le daba aspecto de tipo duro. Y con ese exceso de información, me fui a dormir o eso creía yo…
Daniel y yo cenamos juntos en la habitación unas hamburguesas de la cafetería. No era la cena más saludable ni tampoco la mejor hora, pero no teníamos muchas más opciones. Cuando acabamos, nos duchamos (por turnos) y nos pusimos el pijama. La idea era ver unos cuántos capítulos de Parks&Recreation antes de que me durmiese y él pudiera irse a su habitación, pero alguien llamó a la puerta.
Cuando la abrí, me encontré a McLeod con peor cara de lo habitual y se me encogió el corazón.
– [b] [i] [color=#4F5360] Os dejo para que habléis.[/SIZE] [/i] [/b]- Anunció Daniel dándome un beso en la mejilla.
– [b] [i] [color=#BB609C] Ahora nos vemos [/color] [/i] [/b].- Me despedí y le hice una seña para que se sentase en la cama de Ann. Por alguna extraña razón, el corazón se me encogió un poquito más. Quizás era porque desde que Jan se había marchado sin dejar rastro, había albergado la esperanza de que Ann y yo fuésemos amigas, pero en ese momento me parecía que iba a ser imposible. No porque no quisiéramos, si no porque algo parecía impedírnoslo. Suspiré y lo achaqué a la paranoia. Ann volvería pronto y seríamos buenas amigas.
– [b] [i] [color=#457238]Sarah, siento lo que ha pasado, pero sabes que confío en ti.[/color] [/i] [/b]- Comenzó él.
– [b] [i] [color=#BB609C]No te preocupes[/color] [/i] [/b].- Esbocé una sonrisa tranquilizadora.
– [b] [i] [color=#457238]Quería que supieras que siento no habéroslo contado, pero imagínate que lo hubiese hecho, Daniel habría venido seguro, y podría no haber salido de allí.[/color] [/i] [/b]- Entendía sus razones, pero no podía comprenderle del todo. Christopher era como [i]mi padre[/i]. Por suerte, no había tenido relaciones sexuales con mi madre, pero aún así había ocupado el lugar que el de verdad nunca se había molestado en llenar.
– [b] [i] [color=#BB609C]Lo sé, sólo estaba preocupada por ti[/color] [/i] [/b].- Admití evitando pensar en mi padre, en Ann, en Jan y en todos los que habían formado parte del grupo y nos habían abandonado. Era una sensación absurda porque a la mitad ni siquiera les conocía, pero era una blanda y eso lo sabía todo el mundo. Supongo que por eso, cuando me imaginé que McLeod también podía abandonarme quise echarme a llorar como si fuese una niña pequeña.
– [b] [i] [color=#457238]He estado bien, eran unos profesionales.[/color] [/i] [/b] – Sonrió. – [b] [i] [color=#457238]Y de una mala te habrías librado de las pilas de libros que te hago leer.[/color] [/i] [/b]- En ese punto, le miré frunciendo el ceño.- [b] [i] [color=#457238]Era broma, me queda mucha guerra que dar.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Eso espero[/color] [/i] [/b].- Le respondí volviendo a mi expresión normal.
– [b] [i] [color=#457238]Te lo aseguro.[/color] [/i] [/b] – Afirmó. – [b] [i] [color=#457238]Respecto a lo de no confiar en ti. Creo que es el momento de demostrártelo de nuevo. Espero que lo otro lo guardes a buen recaudo, sé que harás lo mejor.[/color] [/i] [/b] – Se refería a la carpeta que ahora estaba camuflada entre mis apuntes pero que al día siguiente debía enseñarle a Liad, aunque no supiese ni cómo empezar esa conversación.
– [b] [i] [color=#BB609C]Lo guardaré en un sitio tan secreto que seguro que se me olvida dónde está[/color] [/i] [/b].- Me reí recordando que la única Echolls que recordaba lo que guardaba era Kaylee.
– [b] [i] [color=#457238]Perfecto.[/color] [/i] [/b] – Asintió con la cabeza y luego añadió. – [b] [i] [color=#457238]Y lo otro que quería confiarte, es algo que solo mi familia sabe, incluido Daniel claro.[/color] [/i] [/b] – Sacó una petaca del bolsillo, la apoyó en la mesa y vertió su contenido en el tapón.
Mentiría si dijera que en ese momento no me estremecí. Porque lo hice. Me dio tal tembleque que parecía un junco en mitad de un huracán, pero ¿qué podía hacer? Me temí lo peor y como siempre, me equivoqué.
– [b] [i] [color=#BB609C]No creo que me lo merezca, me he portado mal contigo hoy[/color] [/i] [/b].- Dije con un hilo de voz. Prefería no saber cuál era el contenido de esa botella ni por qué tenía que bebérselo en mi habitación.
– [b] [i] [color=#457238]Estabas preocupada, es normal, sé que debería habéroslo contado pero una parte Daniel surgió dentro de mí y me lancé a la aventura para protegeros.[/color] [/i] [/b] – Sonrió dándole un sorbo. – [b] [i] [color=#457238]No sigo bebiendo, al menos no alcohol.[/color] [/i] [/b] – Aclaró provocando que volviese a respirar. – [b] [i] [color=#457238]Esto es algo diferente, algo que tendré que tomar unas pocas veces al mes durante el resto de mi vida.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Estás enfermo o…?[/color] [/i] [/b]- Pregunté todavía asustada.
– [b] [i] [color=#457238]Es un concentrado de lúpulo y otras hierbas.[/color] [/i] [/b] – Por alguna razón, empecé a ordenar las ideas en mi cabeza. La cerveza se hacía de lúpulo y cebada, pero “lúpulo” parecía venir de la misma raíz latina que “lupus” (lobo). Negué con la cabeza. No podía ser eso, Mcleod sólo tenía una cicatriz. Dejé de pensar justo en ese momento. No sabía si me aterraba más la idea del alcoholismo o la de la licantropía. – [b] [i] [color=#457238]Evita que me transforme.[/color] [/i] [/b] – Bajó el cuello de la camisa lo suficiente para que le viese la cicatriz. La miré durante sólo un segundo. A nadie le gusta ver a su padre enseñándole más de la cuenta, pero ya sabía la respuesta a la pregunta que no me había hecho.
– [b] [i] [color=#457238]Ahora entiendes porqué dudé tanto para estar con Diana, ¿verdad?[/color] [/i] [/b]- Asentí e intenté apartar el miedo.
Me forcé a sonreír.- [b] [i] [color=#BB609C]Necesito unos segundos para que mi parte fan de Harry Potter de saltos de felicidad por el hecho de tener a su propio Remus Lupin[/color] [/i] [/b].- Bailé por toda lah habitación haciendo que McLeod se riese a carcajadas. Por mucho que Ben lo pensase, no era imbécil y no me parecía que la licantropía fuese lo más divertido del mundo, pero si había alguien capacitado para ser un licántropo era él. – [b] [i] [color=#BB609C]Vale, ya estoy bien[/color] [/i] [/b].- Volví a sentarme.- [b] [i] [color=#BB609C]Tengo que confesar que el haber visto tantas series me hacía sospechar que podías ser un …, pero ahora que lo sé entiendo que tuvieses recelo, aunque a mí no me pareces peligroso ni creo que Diana piense que lo seas[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#457238]Aún no sé muy bien como decírselo, pero sé que tengo que hacerlo.[/color] [/i] [/b] – Diana no lo sabía y si ella no lo sabía, eso significaba que debía saberlo cuanto antes.-[b] [i] [color=#457238]Por suerte esto impide que me convierta, pero también ha cambiado mi dependencia de la luna, ahora me ocurre tres días al mes.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Bienvenido al universo femenino[/color] [/i] [/b].- Sonreí quitándole importancia.- [b] [i] [color=#BB609C]Tendrías que contárselo porque algún días querréis tener hijos y bueno…[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#457238]Lo sé, me preocupa que puedan heredarlo, no hay muchos casos que estudiar.[/color] [/i] [/b] – Se explicó poniéndose en pie. – [b] [i] [color=#457238]Bueno, tengo que irme, os dejo descansar que ha sido un día duro.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Si lo heredan y les enseñas a controlarlo, sería una herencia familiar exactamente igual que la brujería[/color] [/i] [/b].- Fui a darle un abrazo.- [b] [i] [color=#BB609C]Buenas noches[/color] [/i] [/b]
McLeod abrió la puerta y entró Daniel. – [b] [i] [color=#457238]Toda tuya, creo que tenéis algo de lo que hablar.[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#BB609C]¡Buenas noches![/color] [/i] [/b]- Me asomé a la puerta de la habitación para decirle adiós y pude ver a Dominic acompañando a Rebecca a su habitación. Me sentí como una de esas señoras que no tienen vida, pero al ver a McLeod marchase no pude evitar ver también cómo Dominic se despedía de Rebecca con un beso que a él le hubiese gustado que fuese más intenso pero que ella finalizó con rapidez, posiblemente, para dejarle con ganas de más. Les saludé con una sonrisa en los labios, sintiéndome muy feliz por Dominic que parecía haber sentado la cabeza y me metí dentro de la habitación, en la que me esperaba Daniel.
– [b] [i] [color=#457238]Os dejo tortolitos, descansad, os lo habéis ganado.[/color] [/i] [/b]- Escuché justo antes de cerrar la puerta y supe que no sólo lo decía por nosotros.
– [b] [i] [color=#BB609C]Remus Lupin, George el de Being Human, Oz el amigo de Buffy, Tyler en Vampire Diaries…[/SIZE] [/i] [/b]-Entoné como si de una rima se tratase.
– [b] [i] [color=#4F5360] Así que ya te ha contado lo de su «regla peluda».[/color] [/i] [/b] – Le quitó hierro al asunto. – [b] [i] [color=#4F5360] Has tardado lo tuyo, pero eso significa que confía en ti y perteneces al club, bienvenida.[/color] [/i] [/b] – Dijo hacia la puerta para que McLeod lo escuchase antes de alejarse demasiado y a juzgar la risa que se escuchó, lo había oído. Después se quedó un segundo en silencio para darle más teatralidad. – [b] [i] [color=#4F5360] A los nuevos los recibimos con un beso, a ti te he tocado yo.[/color] [/i] [/b]
Me senté a su lado y me eché a reír.- [b] [i] [color=#BB609C]Haré el esfuerzo, porque esperaba a Fenris peeeero…[/color] [/i] [/b]- Puse cara de asco y le di un beso. No hacía falta que le dijera que siempre le preferiría a él, pasase lo que pasase.
Sin decir nada empezó a hacerme cosquillas en los pies. No podía parar de reírme y tenía miedo de que acabase despertando a los de la habitación contigua.- [b] [i] [color=#BB609C]Déjameeee…[/color] [/i] [/b]- Al cabo de un rato, paró y yo me serené.- [b] [i] [color=#BB609C]Debería decírselo a Diana[/color] [/i] [/b].- Comenté con preocupación.
[b] [i] [color=#4F5360] Lo hará, pero dale algo de tiempo, todavía acaba de atreverse a estar con ella.[/color] [/i] [/b] – Comentó mientras yo me tumbaba en la cama. – [b] [i] [color=#4F5360] Lo pasó muy mal cuando ocurrió aquello, se culpaba de la muerte de las dos chicas y además tenía que lidiar con la transformación.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Lo sé, pero Diana es…distinta[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#4F5360] ¿Distinta?[/color] [/i] [/b]- Preguntó sin saber a qué me refería.
– [b] [i] [color=#BB609C]El amor de su vida o como quieras decirle[/color] [/i] [/b].- Suspiré al apoyar la cabeza en la almohada.- [b] [i] [color=#BB609C]Si lo es de verdad, lo aceptará sin problemas. Por eso es importante que lo sepa[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#4F5360] Lo sé, lo hará pronto, estoy seguro, pero aún tendrá miedo.[/color] [/i] [/b] – Me apartó el pelo de la cara. – [b] [i] [color=#4F5360] Fue Arthur quien descubrió la mezcla, que bauticé «matalobos»…[/color] [/i] [/b] – Sonreímos al escuchar eso. – [b] [i] [color=#4F5360] …sabemos que evita que se transforme, pero no sabemos si evita que lo propague.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Aprendiendo a controlarlo, será una característica más[/color] [/i] [/b].-Bostecé. Estaba más cansada de lo que pensaba.- [b] [i] [color=#BB609C]Como ser rubios, morenos, brujos…[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#4F5360] …la Elegida.[/color] [/i] [/b] – Se tumbó a mi lado para abrazarme. – [b] [i] [color=#4F5360] Has estado muy bien antes, eres toda una líder.[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#BB609C]Una elegida que no mide ni un metro sesenta y que tiene la habitación de una niña de doce años[/color] [/i] [/b].- Disfruté de la sensación de tener a Daniel tan cerca. Notaba respiración en mi nuca, su corazón acelerado y lo bien que olía.- [b] [i] [color=#BB609C]Tú estás bueno…digo bien siempre[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#4F5360] Una Elegida que es la mejor.[/color] [/i] [/b] – Se acercó hasta mí y me dio un beso. – [b] [i] [color=#4F5360] Y a la que tengo que comprar más barbies en su cumpleaños.[/color] [/i] [/b] – Cerré los ojos y sonreí pensando en mi colección de barbies. Habían sido mi juguete favorito y también el de mis hermanas, por lo que cuando crecimos en vez de tirarlas, las guardé todas en mi habitación y las coloqué en una estantería. La estantería era a estas alturas bastante descomunal, sobre todo porque de vez en cuando me compraban una porque sabían que les tenía mucho cariño, pero me gustaba tenerlas cerca recordando las niñas que una vez fuimos las tres.
– [b] [i] [color=#BB609C]Espero que Mason no se entere nunca de eso…[/color] [/i] [/b]- Dije casi sin pensarlo porque estaba medio dormida.
– [b] [i] [color=#4F5360] Si, mejor, seguro que intentaría robártelas.[/color] [/i] [/b]- Al decir eso sonreí y me quedé dormida.
[align=center][b]***[/b][/align]
[i]Cuando Sarah abrió ojos ojos supo que no se encontraba en su cama, si no en un lugar muy diferente: El parque Bellamy de Moondale. Se levantó del suelo y miró al cielo que era de un negro abismal. No había estrellas, ni nubes, ni siquiera la luna. No era que no estuvieran, era que ni siquiera existían. Sarah supo entonces que en el mundo ya no quedaba luz, sólo oscuridad.
Echó un vistazo a su alrededor y vio a la mayor parte de sus amigos tirados en el suelo, quería creer que estaban inconscientes, pero ella sabía que no era así. Sólo quedaban en pie Dominic, Diana, McLeod y Daniel, pero no aguantarían mucho más. Parecían extenuados, al límite de sus fuerzas.
La Cazadora suspiró y miró al frente. Pudo ver a Mason, el vampiro milenario, la muerte a medianoche y sintió miedo. Por sus amigos, por ella, por todos los que sabía que morirían. No tuvo tiempo de hacer nada, sólo se aferró a su estaca y observó cómo Mason se envolvía de un humo negro, casi tan negro como aquella noche en la que sólo alumbraban las pocas farolas que habían sobrevivido a la reyerta. Mason acabó cubierto de oscuridad, de esa oscuridad que manaba de su interior y que se alimentaba de todo lo bueno. Después, esa oscuridad se fue extendiendo hasta que lo cubrió todo y Sarah no pudo ver más.
Lo último que escuchó fueron los gritos desgarrados de sus amigos, pero ya era demasiado tarde.[/i]
[align=center][b]***[/b][/align]
Cuando me desperté vi que Daniel estaba de pie con la luz encendida y me miraba con preocupación. Estaba empapada en sudor y las lágrimas corrían por mi rostro como si hubiese estado llorando. Me di cuenta de que había tenido una pesadilla que todo había sido un sueño, pero este sueño era diferente: Era una profecía. Ni siquiera me duché, ni quise hablar del tema. Le pedi a Daniel que me acompañase y corrimos por los pasillos en dirección a la habitación de Diana.
Ese sueño sólo podía significar una cosa: Si no hacíamos algo cuanto antes, Mason nos mataría a todos.
[spoiler]Daniel, Mcleod y el ambiente (así como las pautas de la visión) controladas por Dracon. El resto, por mí. Espero que a Alph no le importe que le moviese a Dom ^^ [/spoiler]
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