[align=center][b][SIZE=3]Diarios de Destino | Moondale[/SIZE][/b]

[SIZE=2]

El joven enfundado en un traje desdobló el periódico y saludó a su reflejo en primer plano, de nuevo volvía a ocupar las portadas. Lo dobló de nuevo y lo metió en la papelera de la oficina.

Recostado en la silla giratoria echó un buen vistazo a su alrededor, su oficina era enorme, prácticamente podría vivir en ella si se lo plantease, pero su nuevo puesto venía también acompañado de un cómodo apartamento alejado del suelo y los periodistas.

Al principio verse en las portadas del periódico le traía amargos recuerdos del pasado, aunque últimamente había terminado por acostumbrarse, casi reírse de ellos. Solían críticas o sospechas de cómo había llegado a su puesto, si empujando accidentalmente al pobre Alexander Fenris, si pagando a alguien para que lo hiciese después de obligarle a firmar un documento para cederle el control de la compañía…resumiendo, un sinfín de conspiraciones. Si habían conseguido dar con una de sus novias de la adolescencia no les habría costado demasiado indagar un poco en la verdad para darse cuenta de que se conocían desde hacía bastante, desde antes de que el mundo conociese sus nombres.

La verdad es que incluso a él le había parecido extraño. Desde pequeños habían seguido en contacto aunque les separaban bastantes kilómetros, pero hacia ya varios años que lo había perdido por completo, era como si Alexander hubiese desaparecido del radar. Supo que seguía aumentando los beneficios de la empresa de su padre, que se había relajado con su vida de fiestas y su vena filantrópica se había destapado por completo, pero siguió sin saber nada de él hasta que hace unas semanas apareció en su mansión de June para pedirle algo que le sorprendió, su firma para hacerse cargo de la empresa en caso de que ocurriese algo.

Pasaron un rato hablando y Fenris parecía distinto, como si tuviese algo importante e ineludible que hacer, cómo si supiese que algo iba a pasar, y tenía cada pequeño detalle medido al milímetro, incluso había llevado consigo papeles que demostraban que no intentaba engañarle y la empresa iba perfectamente. Al final firmó y su viejo amigo Xander le entregó una cosa más antes de irse, un sobre cerrado con instrucciones que tendría que llevar a cabo si le ocurría algo, le hizo prometer que las cumpliría y desapareció no sin antes decirle que lo que había ocurrido con sus padres no era culpa suya. Recordaría perfectamente ese momento por lo que le sorprendió, pese a llevar bastante tiempo si contacto sabía lo que había pasado con sus padres y le conocía lo suficiente como para saber que le estaba afectando aunque lo disimulase.

Lamentó profundamente que esa fuese la última vez que lo viese antes de caer en coma, ahora tenía una empresa de la que hacerse cargo y una lista de cosas que hacer que no podía eludir, aunque al menos eso le entretenía de lo que le había ocurrido durante los últimos meses.

La donación a la Universidad, con obras a cargo de la empresa incluidas, ya estaba tachada en la lista, pero todavía le quedaban bastantes cosas que hacer, como por ejemplo encontrar a los chicos de los que hablaba en uno de los puntos importantes, llevaba bastante tiempo intentando dar con ellos pero estaban desaparecidos, como si se hubiesen desvanecido de la faz de la tierra. Aunque eso viendo el lugar al que había venido a parar no le extrañó nada, parecía que en este lugar podía pasar casi de todo, como que el cielo se vuelva negro o aparezca y desaparezca un asesino en serie.

Decidió eliminar todas esas tonterías de su cabeza, eran jóvenes, seguramente estarían aprovechando el verano por ahí, lo peor era que él mismo no había podido hacerlo, ahora tenía demasiadas ocupaciones y en el fondo las agradecía, de vez en cuando conviene olvidar que tu padre es un asesino que se acuesta con menores y tu madre se suicidó dejándote solo.

[/SIZE]
[spoiler]Minipost para abrir boca xD Espero que os guste.[/spoiler]