[align=center][b][SIZE=3]Diarios de Destino | Lugar desconocido[/SIZE][/b]

[SIZE=2]La figura enfundada en una gabardina caminó por las ruinas de la ciudad. Representaban ya vívidamente el mundo en el que se encontraba, el mundo que el mismo había arrasado, pero quizá demasiado deprisa, apenas había tenido tiempo de divertirse lo suficiente.

Todavía quedaban algunos reductos humanos muy reducidos, pero con la radiación del ambiente durarían poco, lo curioso es que eso era algo que ellos mismos habían provocado.

No merecía la pena continuar en ese mundo, así que se concentró y frente a él comenzó a aparecer un portal, un portal que le llevaría a un brillante nuevo mundo, que esta vez apagaría más lentamente.

Comenzó a caminar hacia el portal, pero cuando estaba a punto de entrar un demonio se abalanzó sobre él y mientras caían hacia el portal sintió una punzada en la espalda cuya intensidad aumentaba a medida que el acero se hundía más y más en su carne. Después el portal se cerró.[/SIZE]

[align=center][b][SIZE=3]Algún callejón de Moondale.[/SIZE][/b]

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El vagabundo rebuscó en la basura, sabía que la pequeña pizzería tiraba montones y montones de bordes de pizza, y si había suerte, muchas veces porciones enteras con solo algún mordisco de las ratas. Las malditas siempre llegaban primero.

Era su día de suerte, un trozo de pizza en perfectas condiciones, después de haberle quitado una molesta piel de limón. Mientras saboreaba un poco su comida, vio como los cubos de basura empezaban a vibrar cada vez con más intensidad hasta que empezaron a reunirse en el centro del callejón. Unos segundos después los cubos salieron disparados en distintas direcciones mientras una especie de agujero se abría y de él salía una figura humana.

Al principio le pareció humano, pero cuando se fijó mejor vio que era una especie de mezcla entre un Ken bastante feo (bastante parecido a un adicto a las metanfetaminas que había conocido en la calle) y una especie de batidora. Se puso en pie y miró hacia su pecho y una de sus piernas donde faltaban varios trozos de carne.

– [b]Daños superficiales. Piezas de recambio necesarias.[/b] – el monstruo miró al vagabundo y uno de sus ojos brilló. – [b]Fuente de recambios encontrada.[/b] – fueron las últimas palabras que escucharía el vagabundo en su vida. – [b]Legión sobrevive. Somos Legión.[/b]
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[align=center][SIZE=3][b]CAPÍTULO CERRADO[/b][/SIZE][/align]