Moondale

LA PARTE MAS DIFICIL

[align=center][SIZE=3][b]Illya Novak | Merelia[/b][/SIZE]

illschunga

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Que el cumpleaños de Sarah pareciese una boda gitana, es algo a lo que me acostumbraría con el tiempo: Regalos, visitas de familiares y amigos, fiestas e incluso, un mini concierto de Coldplay cortesía de Fenris que, incluso en su estado, seguía siendo la persona más generosa del mundo, claro que no todo el mundo tenía a alguien como John Doe. Nada que ver con los cumpleaños de mi infancia en Velze a los que, casi siempre, sólo asistían mis padres. Y mucho menos, con mi último cumpleaños cuya celebración consistió en comerme un cupcake de limón sola en mi apartamento mientras suturaba un plátano para practicar. Si hubiese sabido que iba a morir poco después, habría disfrutado mucho más de mi vida…

‘La parte más difícil’, que dirían los de Londres, fue cuando Jaime Darcy, el tío de Rebecca, nos dejó su casa de la playa de Merelia durante una semana. A los miembros del grupo a los que les latía el corazón les pareció una idea estupenda: Siete días de piscina, sol y arrumacos, porque hasta Ed que solía acompañarme en eso de la soltería, intentaba por activa, por pasiva, por subjuntiva y por imperativa, ligarse a Kaylee y ella se dejaba querer, claro.

Al principio, me negué a ir de vacaciones, pero a Sarah y a Diana es una misión imposible negarles algo, así a regañadientes, acepté. El viaje hasta Merelia lo hicimos de noche, repartidos en varios coches, pero cuando llegamos allí ni quería ni podía pedirles que se pasasen la vida dentro del “minúsculo” piso (si tenemos en cuenta que tenía tres habitaciones y nosotros éramos ciento y la madre) esperando a que anocheciese, por lo que me pasaba los días leyendo todos los libros que me encontraba en la estantería de Jaime, que no eran muchos y mirando por las rendijas de la ventana que daba a la piscina, lo que hacían los demás. De vez en cuando, Sarah, Daniel y Ed me acompañaban jugando a lo que Diana había denominado ‘Scatergories’ y ‘ Pictionary’ baratos, pero eran como lanzarle un flotador para niños a un señor obeso que se está ahogando. Durante unos minutos (como mucho, unas horas) , se me olvidaba que era un vampiro y fingía ser una chica normal, pero después, volvía a los libros de Jaime (porque no me habían dejado traerme los míos), a sentarme en la oscuridad sola, a pensar en cómo hubiese sido mi vida si aquello no me hubiese pasado.

Las noches eran más entretenidas, porque cenábamos todos juntos lo que había preparado y después, jugábamos a las cartas, pero cuando llegaba cierta hora, los vivos se iban a dormir y yo me quedaba despierta. El culmen de mi desesperación llegó la noche en la que tuve que empezar a leer ‘A tres metros sobre el cielo’, de Federico Moccia. Me había retirado a una de las habitaciones (la que compartía con Kaylee, porque Ed como buen caballero se había ofrecido a dormir en el sofá) y tenía la ventana abierta. Escuchaba las risas de los demás, de cómo habían convencido a Rebecca para que se pusiese un minúsculo biquini en lugar de un bañador “de abuela” (según Diana) y de la cara de un pobre chico que se quedó mirando más tiempo del debido y acabó impulsado hacia el agua sin saber cómo. Como no era mi mejor día, acabé levantando la persiana y sentándome en el marco de la ventana para leer sin que las risas me distrajesen. Fue entonces cuando el ensordecedor sonido de una moto de gran cilindrada me sacó de mis pensamientos. Si hubiese tenido corazón, se me había acelerado. “Logan Villiers, Logan Villiers, Logan Villiers..”. La cabeza me retumbaba con su nombre una y otra vez. No era posible, no podía haberme encontrado allí, en Merelia. No podía haber entrado en una urbanización cerrada, nadie en su sano juicio…pero claro, no era alguien en su sano juicio, era Logan Villeres. Aún así, no era lógico, no después de tantos años sin habernos visto, desde aquella noche en la que le dije que al día siguiente quedaríamos y después…

Cerré el libro de golpe, lo tiré sobre la cama, apagué la luz y fui caminando a oscuras, dejando que mis sentidos me guiasen. A pocos metros me encontré la moto, aparcada en cualquier sitio, como haría él y seguí avanzando. En ese momento, los caminos de la urbanización estaban desiertos y algunas farolas apagadas, pero sabía que había alguien allí. Podía sentirlo. De pronto, me detuve, en uno de los apartamentos vacíos, un bajo al que se podía acceder con facilidad desde el jardín, me pareció ver cómo una luz se iluminaba tenuemente durante un segundo y después, se apagaba. Logan estaba jugando con un encendedor y de paso, conmigo.

– [b] [i] [color=#EE5159] Sé que estás ahí[/SIZE] [/i] [/b].- Amenacé sin llegar a acercarme a la ventaba que estaba abierta, sin parecer forzada.

– [b]Perdona, no pretendía parecer un acosador.[/b] – Me respondió sin salir de las sombras.– [b]Solo estaba tomándome un descanso en la oscuridad.[/b]

Ni siquiera tuve que verle la cara para darme cuenta de que [URL=http://i960.photobucket.com/albums/ae82/Whedonverso/Moondale/frankumbra.png][u]no era Logan[/u][/URL]. La decepción se reflejó en mi rostro y bajé la vista, azorada.- [b] [i] [color=#EE5159] Siento haberte molestado,…he…debido confundirte con alguien[/color] [/i] [/b].

– [b]Espero por mi bien que alguien guapo.[/b] – Levanté la vista y me permití mirarle a la cara. Pelo rubio a la altura de los hombros, barba, chaqueta de cuero, cigarrillo en la mano y un lunar muy cerca de la boca. Si hubiese estado viva, habría dicho que era guapo. Si hubiese sido un vampiro de verdad, habría intentado comérmelo. Pero no era ninguna de las dos cosas . – [b]No hace falta que te vayas, hay oscuridad suficiente para todos. [/b]

– [b] [i] [color=#EE5159] Me…eh…están esperando[/color] [/i] [/b].- Murmuré sin mucha convicción.

– [b]Pero parece que tú estás esperando algo más.[/b] – Me comentó acercándose un poco más. – [b]¿Ayuda divina para solucionar los problemas?[/b] – Le dio una calada.

– [b] [i] [color=#EE5159] Mis problemas no tienen solución… y no creo en Dios[/color] [/i] [/b].- Me giré sobre mis talones y me dispuse a irme. No era el momento de ponerme a discutir sobre mis problemas con un desconocido.

– [b]Somos almas gemelas entonces.[/b] – Dejó escapar una sonora carcajada. – [b]He debido parecer un maníaco, y ni siquiera me he presentado. Frank Umbra.[/b]

Me quedé en silencio un segundo. Dos. Tres. Hasta que volví a mi posición inicial.- [b] [i] [color=#EE5159] Illya…Solem[/color] [/i] [/b].- Sonreí levemente y vi que su mano se acercaba hasta la mía. Me lo pensé bastante, pero al final acabé estrechándosela durante un segundo y una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo. Si hubiese estado viva habría dicho que era deseo, no en sentido sexual, pero sí en sentido…humano.

– [b]Ya veo…Encantado señorita Solem.[/b] – Extendió la mano hacia atrás y escuché un ruido extraño. -[b]¿Un poco de sangre?[/b] – Me ofreció con rapidez, moviendo frente a mi cara lo que a priori parecía una botella de ron.

– En mi rostro debió reflejarse el pánico. No por la sangre, porque sería absurdo que una médico frustrada se asustase al verla, pero sí por el hecho de que supiese lo que era y lo aceptase con tanta naturalidad. La palabra “trampa” se instaló en mi cerebro, retumbando en mis oídos. El pánico se apoderaba de mí por momentos y empecé a retroceder.- [b] [i] [color=#EE5159] Yo..eh…nos…eh…[/color] [/i] [/b].

– [b]No te preocupes es de ternera, con un poco de ron para amenizar la noche.[/b] –Me miró largamente, quizás deteniéndose demasiado en partes de mi anatomía que hasta yo misma desconocía– [b]La gente no entra en mi dieta.[/b]- No hizo falta que me mostrase el ceño para saber que lo era. Ese “algo” que había sentido al tocar su mano, era una señal de mis instintos: Frank Umbra era un vampiro. Quería echarme a reír por haber sido tan tonta por no haberme dado cuenta: ¿Qué persona se llamaría a sí misma Umbra? – [b] [i] [color=#EE5159] Eres…[/color] [/i] [/b]- Me quedé en silencio disfrutando de lo que estaba a punto de decir.- [b] [i] [color=#EE5159] …como yo[/color] [/i] [/b].

– [b]Vampiro, pero podemos dejarlo en que nos gusta la noche. A mí concretamente me gusta pasar las noches con chicas guapas…a las que les gusta la noche.[/b]- Dio una calada a su cigarrillo, ya casi consumido y después, bebió un trago de la botella.

– [b] [i] [color=#EE5159] Esta chica no…[/color] [/i] [/b]-Volví a quedarme callada. Todo el mundo, vivo o “no muerto” tenía derecho a disfrutar. Todo el mundo, menos yo. Odiaba ser un vampiro, me daba asco pensar en la abominación en la que me habían convertido, pero esa noche necesitaba disfrutar, aunque fuera sólo un poco. [b] [i] [color=#EE5159] …te va a dejar ni un trago[/color] [/i] [/b].- Sin pensármelo dos veces, le arrebaté la botella, di un trago largo y esperé, pero Frank no parecía dispuesto a seguirme, así que sonreí levemente y eché a correr en dirección a la playa, pero antes le lancé la botella que él recogió con un rápido movimiento.

– [b]Hasta la vista, chica nocturna.[/b]- Se despidió, descubriendo que, en efecto, la botella estaba vacía.

Cuando llegué a la playa, ésta estaba desierta. Frank no me había seguido y los del grupo seguían en casa sin darse cuenta de que me había marchado. Así me di cuenta de que la parte más difícil no era estar en Merelia.

[align=center]
[i]Everything I know is wrong
Everything I do just comes undone
And everything is torn apart
Oh and it’s the hardest part [/i][/align]

[spoiler]Sé que deboe l que roleamos, pero éste es un regalo para vosotros :heart:[/spoiler]

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