Moondale

SECRETOS A LA LUZ DE LA LUNA

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3] Christopher McLeod | Casa de McLeod, Moondale [color=black]Noche[/color] | [color=#C5B6B6]Luna Llena[/color][/font][/b]

moon

[SIZE=2]

Mientras tanto, en casa de McLeod, Diana y Christopher dormían, o al menos Diana lo hacía, porque al escuchar el aullido él abrió los ojos y se levantó.

Desde la ventana de la habitación observó el cielo mientras sentía como el aullido daba fuerzas a algo en su interior, algo que no podía permitir que saliese, así que bajó al piso de abajo y abrió una de las puertas del mueble de la cocina. Buscó al final del estante y sacó un pequeño paquete de color negro que ocultaba lo que había en su interior.

Mientras calentaba el agua, cogió el utensilio para atenazar las hierbas en las infusiones y lo rellenó con lo que había en el interior del paquete. Cuando el agua estuvo lista lo introdujo y dejó que el agua empezase a teñirse de un amarillo oscuro en el que se distinguían tonos de morado que la hierba que había añadido a la mezcla para que nadie se interesase demasiado por la infusión de color morado no había conseguido tapar.

Cuando estuvo lista se la tomó de unos cuantos tragos largos y fue a sentarse en el sofá del salón. Empezó a notar cómo le hacía efecto y con ello el dolor, se cruzó las manos frente al cuerpo y se dobló. En ese momento volvió a escuchar el aullido y sintió que al dolor de antes se le unía otro distinto, pero conocido, quería liberarse y ni siquiera la infusión lo estaba consiguiendo del todo. El dolor se volvió tan insoportable que cayó de rodillas y apoyó las manos en el suelo mientras le caían gotas de sudor de la frente. Pensó en la tranquilidad que sería desmayarse en ese momento, pero se arriesgaría a que se liberase. Llevó una mano al pequeño cajón de la mesita de café y cogió una caja de pastillas, de la que sacó un par y se las tomó esperando que el dolor remitiese, pero no lo hizo hasta un buen rato más tarde, dejándolo completamente agotado.

Se levantó del suelo y fue a darse una ducha esperando no despertar a Diana. Mientras se relajaba bajo el agua sintió que algo se debatía todavía en su interior, pero gracias a las pastillas el dolor era más leve y había llegado a acostumbrarse. El sonido de la puerta del baño al abrirse lo sobresaltó, pero el pelo pelirrojo que veía a través de la mampara de la ducha le hizo sonreír, y a la vez preocuparse.

– [b] [i] [color=#843181]¿Te ha pasado algo?[/SIZE] [/i] [/b]] – dijo aún medio dormida asomando la cabeza a la ducha.

– [b] [i] [color=#457238]Ahora sí, es que hacía mucho bochorno en la habitación y no conseguía dormir.[/color] [/i] [/b]] – mentí, sintiendo la culpa en cada palabra que salía de mi boca.

– [b] [i] [color=#843181]Ahora eres capaz de haber cogido frío, déjame que entre y te vuelva a “templar”.[/color] [/i] [/b]] – dijo con una sonrisa pícara.

Sonreí con una sonrisa de las que solo ella podía sacarme y conseguí olvidarme de todo lo que había pasado durante el rato que ella estuvo despierta conmigo, pero cuando volvió a dormirse volví a estar solo con los problemas.

[spoiler]¡Sorpresa! Y fin de capítulo[/spoiler]

fin de capitulo

Comentarios

Deja una respuesta