[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Christopher McLeod | Sala Blanca
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]No dejaba de pensar en lo que había dicho el Doctor antes de que los supuestos Grandes Poderes apareciesen: ¿Y si no éramos más que personajes de rol, meros instrumentos para el entretenimiento de tres chavales? ¿Y si todo lo que habíamos vivido era mentira? ¿En qué posición nos dejaba eso, debíamos rendirnos y dejarnos arrastrar hasta que la historia nos pusiese en el lugar que ellos quisieran o teníamos que luchar, intentar ser más que eso? De cualquier modo, si no existíamos, si no éramos más que letras, no tenía sentido torturarse, ni siquiera tenía sentido no hacerlo, porque no era real.
Me pasé la mano por la frente, intentando eliminar esos pensamientos de mi mente, pero no era capaz de hacerlo. ¿Hay algo peor que dudar sobre tu propia existencia? Naces con la idea de que un día morirás y lo que es peor, tendrás que hacerlo solo, pero no existir es infinitas veces peor que morir, porque ni siquiera has vivido. No eres nada, ni siquiera, materia.
Miré al frente, al vacío que se extendía ante nuestros ojos y me quedé un rato en esa posición, intentando encontrar una explicación razonable: ¿Qué era más probable, que todo esto fuese producto de la imaginación de tres personas o que un mundo con vampiros, licántropos, brujas y cazadoras existiese?
– [b] [i] [color=#843181]¿Estás bien, viejo verde?[/SIZE] [/i] [/b]- Me preguntó Diana, sacándome de mis pensamientos.
– [b] [i] [color=#457238]Sí, sólo estaba pensando más de la cuenta[/color] [/i] [/b].- Le respondí sonriendo levemente.
– [b] [i] [color=#843181]Deberías empezar a pensar menos, te están empezando a salir arrugas[/color] [/i] [/b].- Al oírla, solté una carcajada.
– [b] [i] [color=#457238]Ahora comprendo por qué tienes la cara como el culito de un bebé…[/color] [/i] [/b]- Continué con la broma.
– [b] [i] [color=#843181]¡Oye![/color] [/i] [/b]- Protestó dándome un manotazo en el hombro.- [b] [i] [color=#843181]Pues tenías que verme el culo ahora, desde que a Sarah le regalaron el juego de bailar, no pasa un día en el que no hagamos deporte[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#457238]Estoy deseando verlo[/color] [/i] [/b].- Apunté sonriendo.
Antes de que Diana pudiese responderme, la voz en off de la chica de Los Grandes Poderes, nos interrumpió.- [b] [i] [color=#B20A89]Éste es un regalo para McLeod y también para Diana, espero que os haga ver las cosas con claridad[/color] [/i] [/b].- Anunció un segundo antes de que la sala blanca se transformase en un lugar que me era de sobra conocido: Mi casa.[/color]
[QUOTE=***FLASHBACK*** Unos meses antes…]
[SIZE=2]
Aquel domingo habíamos comido en casa de las Echolls, pero la tarde la habíamos pasado en casa, viendo algunos de mis capítulos preferidos de ‘Los Soprano’, es decir, todos los que pudimos. Cuando nos cansamos, Diana se metió en la ducha y no me dispuse a hacer la cena, que esa noche iba a consistir en pescado al horno.
– [b] [i] [color=#843181]¿Chris, esta noche va a haber mambo?[/SIZE] [/i] [/b]- Me preguntó desde la ducha mientras yo intentaba picar cebolla. Al oírla, casi me corto un dedo.
– [b] [i] [color=#457238]¿Qué?[/color] [/i] [/b]- Exclamé, pensando que quizás hubiera oído mal.
– [b] [i] [color=#843181]QUE-SI-ESTA-NOCHE-VA-A-HABER-MAMBO[/color] [/i] [/b].- Repitió nuevamente la frase.
– [b] [i] [color=#457238]¿De verdad me estás preguntando eso?[/color] [/i] [/b]- Se me escapó una carcajada y solté el cuchillo. Estaba llorando y no sabía si era por culpa de la cebolla o de la risa, pero si los vecinos nos oían hablar a gritos de eso, nos tomarían por locos.
– [b] [i] [color=#843181]No te rías de mí, esto es serio, necesito saberlo para ver si tengo que depilarme o puedo seguir mi carrera para convertirme en la nueva doble de la mona Chita[/color] [/i] [/b].- Apuntó, parando el agua de la ducha, para no tener que gritar.
– [b] [i] [color=#457238]Diana…tengo una edad[/color] [/i] [/b]- Me defendí avanzando en dirección al baño de la planta de abajo. El pescado podía esperar.
– [b] [i] [color=#843181]Precisamente por eso, tenemos que aprovechar antes de que te de la pitopausia y no…ya sabes[/color] [/i] [/b].- Comentó desde la ducha.
– [b] [i] [color=#457238]Voy a entrar ahí y te voy a dejar con el culo al aire en el jardín: ¡Abre![/color] [/i] [/b]- Exclamé poniendo voz de loco (del estilo de la del protagonista de ‘El resplandor’) mientras tocaba a la puerta como un maníaco.
– [b] [i] [color=#843181]¡Socorroooo![/color] [/i] [/b]- Chillaba Diana desde la ducha.
Abrí la puerta y me la encontré dentro, ya estaba a punto de salir y tenía la toalla puesta, así que imité la música de ‘Psicosis’ (ya sabés, la de “chin, chin, chin…”) y la cargué sobre mi hombro.- [b] [i] [color=#843181]¿Dónde me llevas, pedobear?[/color] [/i] [/b]- Me preguntó a la par que golpeaba mi espalda con los puños como si intentase liberarse.
– [b] [i] [color=#457238]Ahora lo verás[/color] [/i] [/b].- Compuse una sonrisa misteriosa y abrí la puerta de la cocina, la que daba al jardín trasero, que estaba tapado por unos altos setos que impedían que se viera el interior de la casa, los anteriores dueños así lo habían querido.- [b] [i] [color=#457238]Aquí te quedas por decirme viejo[/color] [/i] [/b].- La posé en el suelo y eché a correr en dirección a la casa, porque aunque era mayor que ella, seguía siendo ágil.
– [b] [i] [color=#843181]¡No te atrevas a dejarme aquí![/color] [/i] [/b]- Gritó al ver que estaba dentro de la cocina y ella fuera, en pleno mes de Abril.- [b] [i] [color=#843181]¡Si me dejas aquí me quito la toalla y que me vean el culo todos los vecinos![/color] [/i] [/b]- Me amenazó acercándose hasta el cristal que estaba frente al fregadero.
– [b] [i] [color=#457238]Estoy deseando verlo…[/color] [/i] [/b]- La reté esbozando una enorme sonrisa.
– [b] [i] [color=#843181]Te vas a enterar[/color] [/i] [/b].- Al decirlo, me devolvió la sonrisa, aunque la suya era bastante más pícara.
Lo peor (y lo mejor) de Diana es que normalmente, hace todo lo que uno espera que no haga, así que os podéis imaginar cómo acabó esto y si no, os doy una pista: A la mañana siguiente, todavía estábamos en el jardín trasero, pero por suerte, nadie nos había visto, aunque no sabéis lo difícil que es quitar el verdín de ciertas partes del cuerpo…[/color][/QUOTE]
[SIZE=2]
La sala volvió a ser blanca, pero nadie se atrevía a hablar. Acababa de verme ser el hombre más feliz del mundo al lado de la mujer de mi vida y eso, por mucho que El Doctor se empeñase, no era algo que se pudiese fingir. Si había algo que fuese real en este mundo, era lo que sentía por ella y aunque ahora estuviéramos en una pausa, tenía esperanza de que superaríamos el bache. Como siempre habíamos hecho.
Por eso, cuando la busqué con la mirada y la encontré sonriéndome, empecé a ver la luz al final del túnel. Me sentí menos cansado y los años se me fueron quitando poco a poco de encima. Me sentía como la rana que es besada por la princesa y se transforma en príncipe, aunque por el momento, los besos tendrían que esperar. Ya nos los daríamos más adelante, éramos especialistas en recuperar el tiempo perdido.
La esperanza se convertía ahora en certeza . La certeza de que volveríamos a estar juntos a cualquier precio. Y la certeza, no es algo que tengan los personajes de un rol.
¿O sí? [/SIZE]
[spoiler]Éste es para Dani. No hace falta que diga más :heart: :heart:[/spoiler]
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.