Moondale

EL AULLIDO DE UN LOBO NUNCA ES PRECISO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Edward MacLay | Caernaforn, Gales

[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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Daniel consiguió localizar con rapidez la señal del móvil de Christopher por lo que nos pusimos al instante en su busca. Por si fuera poco la señal de su móvil las profundas huellas que iba dejando en la nieve también eran una buena guía de seguimiento.

Íbamos todos juntos en un pequeño corrillo, hacia frío, estaba oscuro y no era plan de ir separados. Daniel, el cual iba iluminando ligeramente el camino, Sarah y Diana iban al frente. Tras ellos Rebecca y Kaylee en el centro y Dom y yo a los lados respectivamente.

Mire preocupado a Kaylee, era una bruja como Diana pero no practicaba la magia, lo que la hacia un blanco fácil junto a Rebecca a cualquier peligro. Ella giro la cabeza hacia mí y yo aparte la mirada hacia otro lado. Note su mano agarrar la mía y cuando volví a mirarla me sonrió. Dentro de mí volví a notar esa extraña sensación de la noche anterior.

[b]Flashback | La noche anterior[/b]
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La luz de la luna entraba ligeramente por la ventana de la habitación por lo que no me encontraba en una oscuridad absoluta. No se si serian los nervios de dormir en la misma habitación junto a Kaylee o la dureza del colchón.

Le di al móvil para ver la hora que era y rápidamente lo escondí bajo las sabanas, estos móviles de hoy en día parecían linternas. Tras ver que eran casi las 2 de la madrugada mire hacia la izquierda donde se encontraba la cama de Kaylee. Estaba girada hacia la pared por lo que no podía ver si dormía.

– [b] [i] [color=#266EAC] ¿Estas dormida?.-[/SIZE] [/i] [/b] Pregunte casi en un susurro.

– [b] [color=#F56828]No soy capaz…[/color] [/b]- Dijo girándose en la cama hacia donde estaba.

– [b] [i] [color=#266EAC] Perdona… no quería molestarte.-[/color] [/i] [/b] Me disculpe por molestarla, lo mismo estaba intentando conciliar el sueño y la había despertado como esas veces en las que parece que te has caído.

– [b] [color=#F56828]No es culpa tuya[/color] [/b].- Dijo junto a una ligera sonrisa que alcance a oír – [b] [color=#F56828]¿T-tú por qué no puedes?[/color] [/b]- Pregunto ligeramente nerviosa.

-[b] [i] [color=#266EAC] Se nota que este colchón es nuevo, esta duro como una piedra.-[/color] [/i] [/b] Respondí. Opte por esa versión a decirle que me ponía nervioso volver a dormir en la misma habitación que ella. Unos de mis nuevos recuerdos de infancia era precisamente ese, quizás todos esos recuerdos de mí nueva vida eran lo que me atraía de ella.

– [b] [color=#F56828]Tendrás que saltar sobre él para ablandarlo[/color] [/b].- Propuso riendo esta vez un poco más alto. Le hice caso y pegue un par de botes con fuerza, ella soltó una carcajada al igual que yo, y nos callamos rápidamente ya que el resto de la casa estaría durmiendo.- [b] [color=#F56828]N-no quiero irme…-[/color] [/b] Soltó de repente, por como lo había dicho parecía apenada.

-[b] [i] [color=#266EAC] Siempre puedes pedirle a tu jefe unos días más.-[/color] [/i] [/b] En mi cabeza estaba aun presente la otra opción de decirle que yo tampoco quería que se fuera, pero no era justo que le dijera eso, era su vida y debía hacer lo que quisiera. No iba a ser yo el que encerrara a ese espíritu libre como le llamaba Diana.  -[b] [i] [color=#266EAC] ¿Que tal es?.-[/color] [/i] [/b]Le pregunte, yo ya sabía como era, al fin y al cabo era mi padre e iba a descubrir porque de repente esa fijación en ella.

– [b] [color=#F56828]Un jefe…[/color] [/b]- Añadió suspirando, esos suspiros de ni fu ni fa – [b] [color=#F56828]No me trata mal, pero a veces…es demasiado «cordial»[/color] [/b]- No le vi muy bien la cara pero por como lo había dicho parecía  un poco asqueada.

-[b] [i] [color=#266EAC] ¿Que es lo que sueles hacer?.- [/color] [/i] [/b] Le pregunte interesado en ver como era su día a día.

– [b] [color=#F56828]Nada importante…actas de reuniones, llamadas a socios…[/color] [/b]- Añadió sin mucha emoción. Parecían las típicas labores de secretaria pero ella estaba mucho más cualificada que solo para eso.

-[b] [i] [color=#266EAC] Me alegro que encontraras algo. La cosa no esta nada fácil hoy en día.- [/color] [/i] [/b] Dije alegrándome por ella. La escuche levantarse y cuando me quise dar cuenta estaba dándome un abrazo. El corazón me latía con tal fuerza que escuchaba retumbar los latidos en mis oídos.

-[b] [color=#F56828] No tienes por qué esperarme[/color] [/b].- Añadió separándose y quedándose sentada a un lado de la cama.

-[b] [i] [color=#266EAC] La espera es algo que siempre he llevado bien en mi vida.-[/color] [/i] [/b] Había tardado una vida en conocerla, esperar un poco más no iba a suponer un problema.

– [b] [color=#F56828]Ya, p-pero…aún así[/color] [/b]- Dijo agachando un poco la cabeza.

-[b] [i] [color=#266EAC] Aún así esperare.-[/color] [/i] [/b] Añadí posando mi mano en su barbilla para que levantara la cabeza.

-[b] [i] [color=#843181] ¡Bésale!.-[/color] [/i] [/b] Se escucho gritar a Diana al otro lado de la pared.

– [b] [color=#F56828]Tengo una idea…[/color] [/b]- Dijo levantáronse. Actor seguido empiezo a saltar en la cama y me hizo un gesto par que me levantara e hiciera lo mismo. – [b] [color=#F56828]¡Vamos![/color] [/b]- Exclamo Kaylee. Ya sabía lo que estaba haciendo era como en esa película de esa chica pelirroja, solo esperaba que no acabara dándome un puñetazo en el estomago. Por unos instantes Diana se quedo callada.

– [b] [i] [color=#843181]¡Degenerados! ¿Pero es que nadie piensa en los niños?[/color] [/i] [/b]- Grito Diana dando golpes en el tabique. A Kaylee se le empezó a escapar la risa.

-[b] [i] [color=#266EAC] Gracias Diana.-[/color] [/i] [/b] Dije como si me faltara el aire, en cierta forma me faltaba de lo que habíamos saltado en la cama. Diana pensando en lo que creía haber ocasionado se quedo callada y Kaylee se dejo caer en la cama sonriendo.

– [b] [color=#F56828]Nunca le cuentes la verdad[/color] [/b].- Dijo en voz baja y tan cerca de mi oído que me dio un escalofrío, pero de los buenos. – [b] [color=#F56828]Que se fastidie por cotilla[/color] [/b].

-[b] [i] [color=#266EAC] Lo mismo así deja de meterse con nosotros.-[/color] [/i] [/b] Tampoco es que me molestara que lo hiciera ya que sabía que era broma.

– [b] [color=#F56828]Lo dudo…[/color] [/b]- dijo riéndose bajito para que no le escuchase Diana. -[b] [color=#F56828]Eres…increíble[/color] [/b].- Sin darme tiempo a reaccionar me dio uno de esos besos fugaces, pero viniendo de ella para mi eso fue suficiente. – [b] [color=#F56828]¿P-puedo dormir contigo?[/color] [/b]- Pregunto ligeramente cortada.

-[b] [i] [color=#266EAC] Cla… claro.- [/color] [/i] [/b] Dije nervioso, ella se tumbo de espaldas a mi, agarro mi mano y la paso por encima de ella para que le abrazara. Estaba tan cerca de ella que podía oler el olor a melocotón de su pelo, y tras eso, me quede dormido.

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Iba tan ensimismado en mis pensamientos que casi me choco con Sarah cuando paramos en seco. Al mirar alrededor vi como un grupo de unos 10 vampiros nos rodeaban. Tenían un aspecto desaliñado y parecían vivir por este bosque, lo más seguro es que no se atrevieran a entrar en la ciudad por las potenciales, y se alimentaran de animales salvajes, o con suerte, de excursionistas y cazadores.

Kaylee apretó con fuerza mi mano y le dije un tranquila inaudible que leyó de mis labios. Diana conjuro una bola de fuego y yo hice lo propio, parecíamos el team pirómano conjurando siempre lo mismo, ¿pero acaso algo funcionaba mejor contra los vampiros? ¿Qué íbamos a hacer, echarles agua para bañarlos?

Daniel aumento su poder y en un suspiro calcino a dos. Dom con su telequinesis mando volar a otros dos empalándolos contra las ramas de los árboles cercanos. Sarah le metió tal guantazo a dos que incluso me dolió a mí y con suma facilidad estaco a ambos. Diana lanzo dos bolas de fuego a dos que intentaban huir con gran acierto y yo hice lo propio con uno que tenía cerca. El último que quedaba intento sorprenderme por detrás, Kaylee que aun iba cogida de mi mano invoco una bola de fuego con su mano libre sin darse cuenta y acabo con él.

No se si fue la tensión del momento pero la acerque hasta mi y la bese. Tras separarnos y pensar en lo que acababa de hacer me quede cortado y ella sonrió tímidamente. Dom levanto los pulgares en señal de aprobación y Rebecca le dio un codazo en la barriga para que se cortara.

El aullido de un lobo nos hizo reagruparnos de nuevo con rapidez y continuar la marcha a gran velocidad, parecía estar cerca, pero el aullido de un lobo nunca es preciso, podía estar a kilómetros y nosotros haberlo escuchado. Esperemos que fuese lo primero.
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