Moondale

EL HOMBRE DE MI VIDA

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Diana Echolls | Casa de los McLeod

[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

dianablanco

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El viaje en avión no había estado mal, pero las diferencias entre viajar en primera clase e ir en clase turista eran demasiadas, entre ellas, que no había azafatos buenorros que te hacían la pelota y estaban obligados por contrato a flirtear contigo. Lo bueno era que se nos había pasado relativamente rápido, excepto a Dominic, que con la perspectiva de estar dos semanas sin sexo, se nos había mareado y no había salido del lavabo, pero aún así, habíamos mejorado la compañía respecto a la vez anterior. Rebecca ya no tenía que aguantar cómo dos machos alfa se peleaban por ella como si estuviéramos en la época medieval, ni tampoco había por qué soportar al niñato de Liad, al que más de una vez deseé darle un par de guantazos. La pena, es que no lo había hecho.

Volver a casa de los McLeod, esta vez como la no-novia de Chris, me provocaba una mezcla de sensaciones de lo más extraña. Estaba segura de que Delly no tenía ni idea de lo que había pasado, porque seguía tratándome como si fuéramos familia, pero aún así, me dolía pensar en que si no me decidía, algún día, él vendría con otra y eso era más de lo que podía soportar.

Me habría gustado decir, que cuando Delia propuso que durmiera en la misma habitación que McLeod, lo acepté con la madurez propia de la edad que en teoría tenía, pero en realidad, me dieron ganas de ponerme a bailar la conga en mitad del pasillo, cosa que por suerte, no hice. Las mujeres éramos así de inconsistentes a veces, porque yo quería estar con McLeod y él quería estar conmigo, pero tenía miedo de algo que no estaba muy segura de qué era.

Por eso, cuando terminamos de cenar y de ducharnos (la cola para la ducha era como la de la Oficina de Empleo) y nos fuimos a la habitación, el corazón empezó a latirme como si fuera la protagonista de una novela para adolescentes.

– [b] [i] [color=#457238]Buenas noches.[/SIZE] [/i] [/b] – Anunció Christopher cerrando la puerta, a la par que se oía cómo todos nos respondían.

Me quedé mirándole un segundo, llevaba un pijama de rayas de color azul que en cualquier persona, habría resultado normal e incluso, poco atractivo, pero que en él era como si llevase un traje a medida. Después me miré a mí, con el pantalón de chándal que me había puesto para ayudar a Delly a cocinar y la sudadera de ‘Los teleñecos’, no era lo que se dice, el culmen de la belleza, aunque pensé en cómo le habría quedado esto a la pobre Siobhan que no tenía ni culo ni tetas y sonreí un poco.

– [b] [i] [color=#843181] No le has dicho a tu madre nada, ¿no?[/color] [/i] [/b]- Pregunté perspicazmente mientras intentaba sacar el pijama de la maleta que era un amasijo de ropa que, seguramente, no me pondría.

– [b] [i] [color=#457238]No sabía cómo…y todavía no he perdido las esperanzas como para darles un disgusto en vano.[/color] [/i] [/b] – Me respondió terminando de colocar su ropa en el armario de forma pulcra. Éramos como el día y la noche.

Me quité la zapatilla y se la tiré a la cabeza, haciendo que él se llevase una mano, dolorido.- [b] [i] [color=#843181] Tienes un morro…[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#457238]Recursos, eso es lo que tengo, y perspicacia, nunca infravalores la cabezonería.[/color] [/i] [/b]- Apuntó colocando la zapatilla en su lado de la cama.

Volví la vista a la maleta y encontré un pijama azul que no era nada sexy. Me arrepentí de no haberle pedido a mi madre uno de esos camisones que tienen todas las madres y que nadie quiere saber si alguna vez los han utilizado.- [b] [i] [color=#843181] Esta noche, no me arrimes la cebolleta: Primer aviso[/color] [/i] [/b].- Levanté el dedo como si estuviera amenazándole, pero era broma.
– [b] [i] [color=#457238]No te preocupes, yo me quedaré con el parquet, no está muy frío con una buena manta encima.[/color] [/i] [/b]- Al decir eso, tiró la manta al suelo y un par de cojines. Si pensaba que iba a permitirle dormir en el suelo, era que no me conocía.

– [b] [i] [color=#843181] Ni que fuera la primera vez que dormimos juntos. Anda, no seas ridículo[/color] [/i] [/b].- Espeté, buscando el cepillo de dientes.

– [b] [i] [color=#457238]Será mejor que duerma en el suelo…que luego seguro que no puedo responder de mis actos.[/color] [/i] [/b] – Aunque estaba bromeando, se le notaba dolido.

– [b] [i] [color=#843181] Soy consciente de lo buena que estoy, me veo todos los días[/color] [/i] [/b].- Apunté, sujetando el pijama y el cepillo de dientes.- [b] [i] [color=#843181] Pero estás acostumbrado y creo que podrás aguantarlo. Si no, te das un par de duchas frías y no te la vuelves a ver en un mes[/color] [/i] [/b].

[b] [i] [color=#457238]Estaré bien, hazme caso.[/color] [/i] [/b] – Volvió a la carga, el muy cabezón.

Inconscientemente, fruncí el ceño para parecer más amenazadora.- [b] [i] [color=#843181] Si no duermes conmigo, no volverás a hacerlo[/color] [/i] [/b].- Sólo esperaba que me dijese que iba a dormir conmigo, porque si no…no quería pensarlo.

– [b] [i] [color=#457238]Que cabeza tienes…[/color] [/i] [/b] – Recogió sus cosas del suelo y puso la manta en mi lado de la cama, que esta vez, al contrario que en su casa, era el que daba a la ventana – [b] [i] [color=#457238]La necesitarás, todavía no estás tan acostumbrada al frío como los norteños.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181] Sé que estás intentando picarme para que duerma en pelotas, pero no lo vas a conseguir[/color] [/i] [/b].- Esbocé una amplia sonrisa y le hice una seña para que se diera la vuelta, era absurdo que sorteara la cola que había para ir al baño sólo para ponerme el pijama. Además, no era la primera vez que nos veíamos…de esa forma.

[b] [i] [color=#457238]Está comprobado científicamente que es la mejor forma de entrar en calor.[/color] [/i] [/b] – Comentó entre risas.

– [b] [i] [color=#843181] Tú mismo sabes que no quieres que duerma en pelotas, porque morirías de dolor de huevos…como el pobre Ed[/color] [/i] [/b].- Me di la vuelta y me bajé el pantalón de chándal, que al contrario que en los libros eróticos, no cayó de manera sensual. Miré hacia mi ropa interior y vi que había vuelto a fastidiarla, esta vez, porque en vez de llevar puesto un tanga o unas bragas de encaje, me había puesto unas de color morado, con el dibujo de unas vacas. Aún así, recé porque no estuviese mirando y me puse el pantalón. Después, me quité la sudadera y la camiseta y procedí a desabrocharme el sujetador, que no era tampoco nada del otro mundo. Cuando conseguí quitármelo, dejé que cayera en el suelo y exclamé.- [b] [i] [color=#843181] ¡Libres tetas y pesetas![/color] [/i] [/b]- Sin dejar de reírme.

– [b] [i] [color=#457238]Tu quieres que me dé algo.[/color] [/i] [/b] – Miré por el rabillo del ojo y me lo encontré rebuscando en su maletín para sacar un libro.

[b] [i] [color=#843181] Te he dicho que te girases y no has querido, ahora te tocará ponerte hielo[/color] [/i] [/b].- Le guiñé un ojo y me puse la parte de arriba del pijama, recogí la ropa sucia y fui hasta el baño para echarla en el cesto y lavarme los dientes.

– [b] [i] [color=#457238]¡Ay, qué vida ésta…![/color] [/i] [/b] – Se quejó, estirándose en la cama, mientras me veía llevar la ropa.

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Cuando volví, cerré la puerta y él me sonrió. Busqué entonces las gafas que usaba para leer (algún defecto tenía que tener este cuerpo…), coloqué las almohadas y saque el libro que había empezado a leer en el avión. Al vernos, a los dos tumbados en la cama, leyendo como dos niños buenos, exclamé– [b] [i] [color=#843181] Somos imbéciles…[/SIZE] [/i] [/b]- Exclamé haciendo que él también se riera.

– [b] [i] [color=#457238]¿Qué lees? ¿Lobos?[/color] [/i] [/b] – Me preguntó, muy interesado.

– [b] [i] [color=#843181] Es una historia de amor entre una chica y un licántropo[/color] [/i] [/b].- Me excusé algo avergonzada. Estábamos de vacaciones y no tenía ganas de leerme otra biografía de Freud o de Watson…o de la madre que los parió.

– [b] [i] [color=#457238]¿A lo Crepúsculo? Dime que no…[/color] [/i] [/b]- Me pidió.

– [b] [i] [color=#843181] No tan…así, pero es para adolescentes[/color] [/i] [/b].- Me encogí de hombros- [b] [i] [color=#843181] Le dije a Daniel que quería algo ligero para las vacaciones y me dio éste, es…entretenido[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#457238]Así que recomendación de Daniel…espero que no traten muy mal a los licántropos.[/color] [/i] [/b] – Comentó, ligeramente preocupado.

– [b] [i] [color=#843181] No son licántropos, son…cambiaformas que en invierno son lobos y en verano, personas. Una cosa un poco rara, pero mejor esto que ’50 sombras de Grey'[/color] [/i] [/b].- Aclaré. Eran unos libros casi desconocidos que aunque no eran maravillosos, servían para no pensar en vacaciones.

– [b] [i] [color=#457238]En eso estoy totalmente de acuerdo.[/color] [/i] [/b] – Asintió y yo volví a leer, pero me lo encontré mirando por encima de mi hombro. – [b] [i] [color=#457238]La chica no escribe mal.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181] Estabas mirándome las tetas, no leyendo. Ahora no disimules[/color] [/i] [/b].-Le di con el libro en la cabeza sin dejar de reírme.

– [b] [i] [color=#457238]Va en serio, no me dirás que no comparto tus gustos, escribe bien, y suelo fijarme en esas cosas.[/color] [/i] [/b]- Se defendió sin negar que me estaba mirando las tetas.

– [b] [i] [color=#843181] Estás intentando convencerme de que eres el hombre de mi vida, pero siento decirte que eso ya lo sé[/color] [/i] [/b].- Puntualicé- [b] [i] [color=#843181] Desde Moondale 1.0, de hecho[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#457238]Todo claro entonces.[/color] [/i] [/b] – Me respondió y después de una pausa breve, habló. – [b] [i] [color=#457238]Tienes que pillarme pronto, imagínate que ahora que es invierno me pasa como a ese licántropo y me transformo.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181] Si te pasa eso, te traigo a Freya para que te desahogues[/color] [/i] [/b].- Me reí.

Él puso cara de asco. – [b] [i] [color=#457238]Agh…no digas marranadas.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181] A veces no entiendes este humor que tengo tan sofisticado…[/color] [/i] [/b]- Sonreí y me quedé mirándole, como si fuera una colegiala. Sin darme cuenta, le pasé la mano por el pelo para revolvérselo, como hacía cuando estábamos juntos y al darme cuenta de lo que había hecho, me quedé callada.- [b] [i] [color=#843181] Cómo llueve…[/color] [/i] [/b]- Comenté sin saber qué decir.

– [b] [i] [color=#457238]Con este tiempo entiendes que tanto Daniel como yo compartamos alguna que otra afición.[/color] [/i] [/b]- Añadió él para no dejarme en la estacada.

– [b] [i] [color=#843181] Friki…[/color] [/i] [/b]- Le di un pellizco en el abdomen de forma cariñosa.- [b] [i] [color=#843181] Lo siento, a veces se me olvida que estamos en la friendzone[/color] [/i] [/b].- Aclaré.

– [b] [i] [color=#457238]De friendzone nada…[/color] [/i] [/b]- Murmuró él mirándome.

[b] [i] [color=#843181] Te noto falto de actividad sexual, así que voy a dejar de leer y apagaré la luz[/color] [/i] [/b].- Negué con la cabeza, me quité las gafas y puse el libro en la mesita.

[b] [i] [color=#457238]Estás como un furby.[/color] [/i] [/b] – Protestó. En parte, tenía razón. El jet lag, estar intentando dejar de fumar y depender menos de la medicación, me tenía agotada.

[b] [i] [color=#843181] Y tú como un conejo de Duracell[/color] [/i] [/b].- Hice una pausa, pensándome mejor la referencia, ¿qué me estaba pasando? – [b] [i] [color=#843181] De los que tienen pito[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#457238]Pues ya sabes lo que dice el anuncio.[/color] [/i] [/b]- Apostilló él.

– [b] [i] [color=#843181] No hay que fiarse de la publicidad[/color] [/i] [/b].- Me quedé callada, mirando al techo, todavía no habíamos apagado la luz.- [b] [i] [color=#843181] Se va acercando el momento de que tengamos «la conversación»…[/color] [/i] [/b]- Pensé en voz alta.

– [b] [i] [color=#457238]¿Cuál?[/color] [/i] [/b]- Preguntó intrigado.

– [b] [i] [color=#843181] La de qué somos[/color] [/i] [/b].- Le respondí con sinceridad, no tenía sentido mentirle.

– [b] [i] [color=#457238]Yo sé lo que quiero que seamos, el tema es si tú quieres que seamos lo que yo quiero que seamos…bueno me entiendes.[/color] [/i] [/b]- Se explicó como pudo y yo me quedé sin palabras.- [b] [i] [color=#457238]Será mejor que pienses en otra cosa, tengo pensado algo que espero que te haga decidirte, pero no te agobies de momento.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181] Gracias[/color] [/i] [/b].- Me giré y le di un beso en los labios, bastante leve. Quería darle un beso en la mejilla, pero los cálculos me habían fallado o a lo mejor, yo misma quería hacerlo así.

– [b] [i] [color=#457238]¿Si repito lo que acabo de decir me gano otro?[/color] [/i] [/b]- Me preguntó sonriendo ampliamente. Volvía a ser McLeod. Casi.

Al verle sonreír le di otro, esta vez mucho más largo, más sentido. Él me cogió la cara con ambas manos, para que no me separase, pero lo hice.- [b] [i] [color=#843181] Y ahora, a leer o a dormir o a cascártela como un mono, lo que quieras, pero deja de ponerme caras de pena[/color] [/i] [/b].- Me reí y él forzó más la cara de pena. – [b] [i] [color=#843181] Creo que me voy a ir a la cocina o a molestar a Ed y a Kaylee…[/color] [/i] [/b]- Hice ademán de levantarme de la cama, pero él me sujetó por el brazo.
– [b] [i] [color=#457238]Vale vale, ya me callo y te dejo dormir.[/color] [/i] [/b] – Se recostó mirando hacia arriba y sin pensármelo, me acerqué hasta él para darle otro beso. Mucho más largo que los dos anteriores.

– [b] [i] [color=#843181] Éste te lo has ganado[/color] [/i] [/b].- Me reí, tumbándome en la cama y apagué la luz.

Al poco, me di cuenta de que McLeod estaba pensando, todavía no había cerrado los ojos y parecía no conciliar el sueño. Como no habíamos puesto separación entre nosotros, tanteé por debajo de las sábanas y busqué su mano para apretarla con fuerza.- [b] [i] [color=#843181] Anda duerme, deja de pensar[/color] [/i] [/b].- Me quedé callada, esperando a que dijese algo.- [b] [i] [color=#843181] Buenas noches, cariñ…digo McLeod[/color] [/i] [/b].- Bostecé, a punto de quedarme dormida, mi subconsciente había estado a punto de traicionarme.

– [b] [i] [color=#457238]Buenas noches, vida.[/color] [/i] [/b] – Él lo dijo conscientemente y apretó mi mano para que no se la soltase. La pena, es que estaba tan profundamente dormida, que al día siguiente me contó, que mi respuesta había sido darle una patada en los huevos.

Y a la mañana siguiente, nos despertamos abrazados.

[spoiler]Espero que os guste[/spoiler]

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