[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Illya Novak | Casa de los McLeod
[color=#E16C13]Tarde[/color] – [color=black]Noche[/color][/font][/b]
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No estaba, lo que se dice, muy integrada. Pero no era culpa de ellos, si no mía por haberles dicho que les acompañaba cuando propusieron el viaje a Escocia, pero sentía que era lo que debía hacer porque eran mis amigos. Aún así, se esforzaban por pasar tiempo conmigo, pero cada vez que veía a alguno de ellos aquí, desperdiciando sus vacaciones para hacerme compañía, me sentía como un estorbo.
Lo normal era, que siendo un vampiro, le hubiese dicho a Lorne de recuperar todos los días que le debía tras mi prolongada ausencia, pero lo que había hecho era pedirle vacaciones anticipadas. Colarme en el avión había supuesto un esfuerzo titánico no sólo del grupo, si no para Los Búhos que me habían conseguido un pasaporte falso (los muertos no viajan) y habían pagado a toda la compañía aérea, con ayuda de un préstamo que algún día le devolvería a Fenris, para que me dejaran viajar en la zona de mercancías, alegando que era una inmigrante ilegal que deseaba volver a su país para visitar a su padre enfermo.
Normalmente, las mentiras que mejor funcionan son las verdades a medias, por lo que saqué de mi interior mi mejor acento ucraniano, me puse una peluca rubia, cambié radicalmente mi ropa y fingí estar muy afectada por la enfermedad de mi padre que residía en Escocia, cosa que si hubiese estado viva, me habría pasado.
El viaje, pese a los esfuerzos de todos, fue una pesadilla. Me pasé las más de diez horas de vuelo arrinconada entre cajas y maletas, sin espacio para poder moverme, implorando a quien fuera que no se hiciera de día y sobre todo, que no me apurase el hambre, porque no tendría dónde guarecerme ni con qué alimentarme. Por suerte, cuando estaba al borde de la desesperación, llegamos a Escocia y aunque el trayecto en el maletero del coche del hermano de McLeod no fue especialmente placentero, llegamos pronto a casa de sus padres y pude esconderme en el garaje, del que no había sido capaz de salir en unos días.
Me acostumbré pronto a estar rodeada de coches y a dormitar en el viejo sofá, pero aún así, me costaba asimilar el hecho de que fuera la señora McLeod, la que cuando volvía de la compra, me dejase la sangre de cerdo en la nevera para que pudiera alimentarme. Por suerte, como su hermana tenía fama de buena cocinera, a nadie le extrañó que estuviese experimentando con la cocina española, en concreto, con la morcilla.
Aquel día, la mayor parte del grupo se había marchado a Gales por lo que aproveché para estudiar. Así pues, mientras revisaba mis apuntes de Epidemiología percibí un olor que no me resultaba del todo familiar, era una mezcla extraña, olía como a campo y a gasolina. Su corazón, por el contrario, latía de forma pausada y fuerte, como si fuese alguien calmado, al menos, en apariencia. Quizás por eso, decidí acercarme con cautela para ver quién era. Dejé los apuntes sobre el sofá y avancé hasta que estuve a la altura del todoterreno de los McLeod y esperé.
– [b] [color=#0053E3]Ah, perdona, no recordaba que estabas aquí.[/SIZE] [/b] – Dijo la voz disculpándose. Al oírle, di un par de pasos hacia atrás, asustada. Después de lo Ed, no sabía si estaba preparada para estar cerca de una persona a la que no conocía lo bastante. – [b] [color=#0053E3]¿Te encuentras bien?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Quién…anda ahí?[/color] [/i] [/b]- Pregunté con hilo de voz desde las sombras.
– [b] [color=#0053E3]Soy Zack, siento haberte molestado, venía a por una batería para el coche.[/color] [/b]- Se disculpó con un marcado acento escocés.
– [b] [i] [color=#EE5159]Está bien…[/color] [/i] [/b]- Sin salir de mi escondite asomé la cabeza para verle: Era Zack McLeod. Le observé durante unos segundos, en silencio, como si él fuese una gacela y yo, un león, como si fuera una presa. Era un par de centímetros más bajo que McLeod, pero aún así bastante alto y corpulento. Llevaba puesta una camisa de cuadros y un pantalón vaquero, el tipo de ropa de alguien que no se fija mucho en su aspecto. Usaba gafas, igual que su hermano y la verdad, es que era bastante atractivo, aunque ni él mismo debía saberlo.
[b] [color=#0053E3]Perdona, no sé dónde tenía la cabeza.[/color] [/b] – Se quedó callado un segundo, intentando buscar de dónde provenía mi voz La vena de la yugular se movía de una forma que me hipnotizaba. Lillith quería salir y se estaba impacientando. – [b] [color=#0053E3]¿Estás cómoda aquí? Tenemos sitio de sobra dentro.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Sí, estoy…la gente…no…no es lo mío[/color] [/i] [/b].- Me excusé moviéndome por detrás del coche, evitándole. Su olor ahora era más fuerte, en parte debido al esfuerzo que le estaba suponiendo mover las cajas.
– [b] [color=#0053E3]No quiero ser muy pesado y no sé si te ayudará que te lo diga, pero si mis hermanos y los demás confían en ti es que eres capaz de controlarte delante de todos.[/color] [/b] – Argumentó sin dejar de buscar el ¿carburador? – [b] [color=#0053E3]Tengo una hermana que le encantaría jugar contigo.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Gracias, pero…no puedo[/color] [/i] [/b].- Respondí de forma prácticamente inaudible.
– [b] [color=#0053E3]Bueno, si en algún momento quieres venir con los demás, estás en tu casa.[/color] [/b]- Comentó cuando ya había encontrado lo que buscaba en una de las cajas. Se paró un segundo y secó el sudor de la frente, provocando que su olor se expandiera un poco más. Lillith me estaba volviendo loca.
[b] [i] [color=#EE5159]Gracias…[/color] [/i] [/b]- Me asomé un segundo y él se giró para mirarme, por lo que automáticamente bajé la cabeza para que no viera mi cara en caso de que apareciese el ceño.
– [b] [color=#0053E3]Así podrías ayudarme, siempre he querido saber un poco más primeros auxilios y he oído que eres toda una genio.[/color] [/b]- Me propuso con una sonrisa en la boca que pude ver de refilón.
– [b] [i] [color=#EE5159]Si no hay nadie herido…no creo…[/color] [/i] [/b]- Intenté encontrar el argumento más convincente para no salir de allí, pero no encontré nada, porque mi cerebro bastante tenía con luchar contra Lillith que deseaba arrinconarle contra el coche y morderle.
– [b] [color=#0053E3]No sé si sabes que trabajo con el consejo de Vigilantes, recuperando reliquias perdidas.[/color] [/b] – Se explicó, apoyándose en el coche de su padre, en un gesto que demostraba su cansancio – [b] [color=#0053E3]Y me encuentro con trampas a menudo, no me gusta perder a la gente que llevo en el equipo, pero ya me ha pasado, quizá si supiera algo más de medicina.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Bueno, si quieres…creo que algo podría enseñarte…aunque no tenemos mucho tiempo, ni el instrumental adecuado[/color] [/i] [/b].- Di un par de pasos en su dirección, luchando contra Lillith que deseaba salir para morderle. Me di cuenta de que Lilith evaluaba desde mi interior cómo atacarle y cómo escapar después de haberse alimentado. Por su culpa, me había convertido en un monstruo peor del que ya era.
– [b] [color=#0053E3]Todo lo que pueda aprender será bien recibido, tenemos una biblioteca en casa, seguro que encuentras algún tomo que te interese también.[/color] [/b] – Se pasó la mano por la parte de atrás del cuello, que debía dolerle y dejó a la vista su yugular. Apetecible. Indefensa. Esperando a que alguien la rasgase. – [b] [color=#0053E3]Y si necesitas algo puedes llevártelo.[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Gracias…[/color] [/i] [/b]- Le respondí con toda la emoción que una muerta podía demostrar y nos quedamos en silencio. Un silencio que quedaba amortiguado por el constante latido de su corazón.
– [b] [color=#0053E3]¿Quieres que te enseñe el camino? A mi madre le encantará que conozcas la casa.[/color] [/b]- Me preguntó sin dejar de mirarme.
– [b] [i] [color=#EE5159]No sé si será…buena idea[/color] [/i] [/b].- Di un par de pasos hacia atrás. En la casa había más gente viva, entre ellos, una niña y todavía no sabía qué era lo que le gustaba a Lillith.
– [b] [color=#0053E3]Si quieres, podemos hacer un trato, si no te encuentras cómoda, yo mismo te acompaño de vuelta.[/color] [/b]- Comentó con una sonrisa.
– [b] [i] [color=#EE5159]¿Por qué…eres agradable conmigo?[/color] [/i] [/b]- Le pregunté extrañada, tras un largo silencio.
– [b] [color=#0053E3]¿Por qué no debería de serlo? Tengo mucho aprecio a mis hermanos y también a sus novias y amigos y tú les has ayudado muchas veces, además, se nota a la legua que no eres una mala persona.[/color] [/b]- Si hubiese tenido capacidad para sentir, habría esbozado una sonrisa, porque con esa frase no podía negar de quién era hermano.
– [b] [i] [color=#EE5159]No soy una persona…[/color] [/i] [/b]- Protesté con un hilo de voz.
– [b] [color=#0053E3]Por supuesto que eres una persona.[/color] [/b] – Razonó él – [b] [color=#0053E3]¿Chris, Daniel o Sarah dejan de ser personas por ser diferentes?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]No…[/color] [/i] [/b]- Se lo dije con un hilo de voz y mis pies me llevaron casi hasta donde estaba. No sabía por qué, pero Zack me atraía.
– [b] [color=#0053E3]Pues tú lo mismo.[/color] [/b] – Sentenció sonriendo ampliamente y yo intenté devolverle una, pero me salió una mueca extraña.-[b] [color=#0053E3]Bueno, vamos entonces, te encantará la biblioteca aunque no es demasiado grande.[/color] [/b] – Echó a andar invitándome a que le siguiera. – [b] [color=#0053E3]¿Sabes quién es Draculaura?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#EE5159]Sólo conozco a Drácula…[/color] [/i] [/b]- Le contesté sin saber a qué se refería.
– [b] [color=#0053E3]Ya se encargará Stephanie de contarte toda su historia.[/color] [/b] – Él sonrió y me dejó pasar primero, después, cerró la puerta del garaje tras nosotros.
En un acto reflejo miré hacia el cielo y vi que la luna estaba en cuarto creciente, casi llena. Había pasado casi todo el día estudiando y no me había dado cuenta. En ese momento, no pude evitar pensar en McLeod, que también tenía un monstruo en su interior y que pronto haría acto de presencia.
La diferencia estaba en que él tenía el matalobos a su alcance y aunque terminaría por matarle, no suponía ningún peligro para nadie, excepto para él mismo, mientras que yo, era todo lo contrario.
Sólo deseaba que Lillith se comportase para no decepcionarles, porque jamás me lo perdonaría.
[spoiler]Al lado del post del abuelo de Daniel, este post es una mierda, pero bueno…xDDD[/spoiler]
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