[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Christopher McLeod | Biblioteca de la Universidad [/SIZE][/font][/b]
[SIZE=3][color=#81BEF7][b]MAÑANA[/b][/SIZE][/color]
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Me eché hacia atrás en la silla y ordené mis pensamientos. Este mes no estaba resultando ser uno de los más fáciles, de hecho estaba llegando a resultarme aún peor que el tiempo que estuve buscando una forma de derrotar a Mason y no conseguía dar con nada.
El hecho de no tener a Diana era lo que lo empeoraba todo, ella era quien me animaba en los peores momentos y sin su ayuda no conseguía encontrar las fuerzas para levantarme y enfrentarme a lo que había pasado, el hecho de que se hubiese distanciado de mí por verme convertido en un monstruo, por haberla defraudado al no decirle la verdad antes.
Pensaba en ella a diario y me imaginaba mil y una formas de decirle que lo sentía, cada una con un final distinto, pero luego pensaba en lo que podría salir mal, me asustaba y mi plan se venía abajo junto con todos mis ánimos.
Con el inicio de las clases el día a día era aún más difícil, la veía cuando iba hacia su despacho y me sentía vacío. Como si alguien hubiese absorbido toda la felicidad en el mundo y no quedase nada para mí.
Mientras trataba de concentrarme para preparar las clases en mi despacho y las tareas típicas de la biblioteca, no podía evitar levantar la cabeza cada vez que escuchaba algún ruido o alguien entraba a la biblioteca con la esperanza de que fuese ella, pero no era así, había cambiado la ruta por la que iba a su despacho, seguramente para no verme, y las dos veces que me tropecé con ella n me dio tiempo a decirle hola antes de que se fuese a toda prisa sin mirarme. Así que el tiempo en la Universidad se me hacía eterno.
En casa las cosas eran peor aún, porque allí no tenía que fingir ante nadie que estaba bien, allí podía dejarme caer en la soledad y en la pena echándola de menos al ver sus cosas repartidas por todas las habitaciones. Al principio tuve la esperanza de que viniese a por ellas y así poder explicarle algo de todo lo que había pasado, conseguir que me perdonase, pero no fue así, no vendría, al menos de momento.
Ese último mes había sido tan malo que una noche, mientras cocinaba una triste cena para uno, me eché un vaso de una botella de whisky añejo que se había quedado en el salón porque tenía la forma de un torreón escocés. Me quedé unos minutos mirando el vaso y al final lo cogí, pero en el último momento lo tiré por el fregadero. No lo hice porque pensé en lo decepcionada que estaría Diana, y también todos los demás, pero había estado cerca, así que decidí tirar todo el contenido de la botella. l fin y al cabo, lo que había pasado era culpa mía, no quería meter la pata aún más.
Así estaban las cosas cuando me había sorprendido el anuncio. Tenía claro que las similitudes con nosotros eran demasiado claras, demasiado evidentes, así que alguien o algo había dado esa información, pero quién lo había hecho era dificil de imaginar, porque se me ocurrían distintas personas, desde un desliz de Silver con su programa, pasando por Ann, Jan o Cecil, y sin olvidarme de algún ser sobrenatural que optase por esa estrategia para…¿desmotivarnos? Quizá el que más encajase en eso último sería el tal Doctor, por eso que el actor protagonista fuese David Tennant, que tenía completamente su mismo aspecto físico, pero ¿para qué?
Y por si esos dilemas fueran pocos, ahora se me presentaba una chica emulando a Diana unos años atrás. Por lo que mi humor no estaba…en su mejor momento.
– [b] [i] [color=#457238]¿Es una broma? [/SIZE] [/i] [/b] – pregunté molesto. No me hacía ninguna gracia que alguien imitase a Diana, y menos aún que imitase un momento en el que ella lo había pasado mal.
– [b]No[/b].- respondió completamente en serio.
– [b] [i] [color=#457238]¿Quién eres? [/color] [/i] [/b] – pregunté.
– [b]Miranda Echolls[/b].- repitió. Desde luego la chica era insistente.
– [b] [i] [color=#457238]Me refiero a quién eres de verdad, no quien crees ser. [/color] [/i] [/b] – le dije yo dejando salir toda mi cabezonería.
– [b]No sé por qué me tratas así…[/b]- dijo reprimiendo las ganas de llorar. Desde luego no era Diana.- [b]Con todo lo que he pasado para llegar hasta aquí…[/b] – Pese a no ser Diana y ser una broma de mal gusto sobre ella, algo que más adelante le haría ver, no podía dejar que se sintiera así de mal por mi culpa, aunque en ese momento el mal humor también estaba bastante presente.
– [b] [i] [color=#457238]Mira, no es mi intención hacerte pasar un mal rato, pero estás emulando a alguien que me importa mucho, y sé que lo que pasó con ella no volvería a repetirse así como así. [/color] [/i] [/b] – si hubiese más «Echolls» a las que le fuese a pasar lo mismo que a Diana, los Poderes lo habrían dicho, esta realidad se formó desde la anterior de Diana y la de Ed, nadie dijo nada de una Miranda.
– [b]Esto debe ser una broma de mal gusto…[/b]- dijo empezando a llorar. En eso sí estaba de acuerdo, pero cada vez me quedaba más claro que la chica se lo creía.
– [b] [i] [color=#457238]Pensamos igual, pero no es culpa tuya. ¿Qué recuerdas de tu vida antes? [/color] [/i] [/b] – pregunté tratando de averiguar algo más.
– [b]Todo[/b].- dijo dejando escapar un hipido. Desde luego la chica era un buen dramaturgo.- [b]Te recuerdo a ti, me…me recuerdo a mí, lo podíamos haber sido…[/b]- dijo quedándose a la mitad porque seguía llorando.
– [b] [i] [color=#457238]Tranquila, tómatelo con calma e intenta hablar. [/color] [/i] [/b] – dije intentando tranquilizarla.
– [b]Me avisaron de que esto podría pasarme[/b].- explicó. Después intentó acercarse a mí y cuando pasó el perímetro de seguridad que dirían las Echolls, me eché hacia atrás.- [b]Antes de que me enviasen aquí, tuve una visión que me mostró a una chica…quizás por eso no me crees[/b].- Diana…¿está intentando hacerme dudar de Diana? ¿De eso irá todo esto? Quizá tenía algo que ver con esa endemoniada serie.
– [b] [i] [color=#457238]Aquí está pasando algo muy extraño…demasiado extraño. [/color] [/i] [/b] – dije esquivándola para salir del despacho e intentar estar en un sitio en el que pudiera acorralarme menos.
– [b]Sé que no me vas a creer, pero la vi apropiarse de mi vida[/b].- dijo mientras salíamos con claro nerviosismo en su voz.- [b]Y seguramente, eso es lo que ha estado haciendo todo este tiempo[/b].- hizo una pausa y me miró fijamente.- [b]¿Cuántos meses hace desde su llegada?[/b] – preguntó.
Puse una mano y seguí caminando. – [b] [i] [color=#457238]Sé lo que he vivido. ¿Quién te envía? [/color] [/i] [/b] – pregunté buscando alguna pista del Doctor o de quien fuese.
– [b]¡Los Grandes Poderes![/b]- gritó. Un chico que estaba estudiando en una mesa nos miró con el ceño fruncido y soltó un shhh.
– [b] [i] [color=#457238]¡Baja la voz! [/color] [/i] [/b] – le dije empezando a molestarme aún más. – [b] [i] [color=#457238]Tengo que ir a hablar con los demás, si de verdad eres quien dices ser espérame aquí hasta que vuelva. [/color] [/i] [/b] – añadí tratando de librarme de ella un rato.
– [b]No me vas a dejar aquí, no voy a permitir que te vayas con la zorra pelirroja[/b].- dijo mientras me agarraba el brazo con fuerza y me miraba con cara de perturbada.
– [b] [i] [color=#457238]¡No vuelvas a hablar así de Diana! [/color] [/i] [/b] – dije con ira. Estaba empezando a perder la paciencia.
– [b]¿Cómo quieres que hable de la persona que me ha robado mi vida? ¿Quieres que le eche flores, que diga lo maravillosa que es? Pues no, es UNA ZORRA[/b].- gritó de nuevo, el alumno se levantó y salió de la biblioteca mirándonos mal todo el camino, le hice un gesto de disculpa pero salió a toda prisa. Noté como las manos se me empezanban a crispar, por un momento, cuando habló así de Diana tuve un flash repentino en el que vi como le cortaba la garganta de un zarpazo, así que tenía que tener cuidado.
– [b] [i] [color=#457238]Está claro que necesitas ayuda, pero no tengo la paciencia suficiente para ayudarte hoy. [/color] [/i] [/b] – dije dejándola allí.
– [b]¡NO ME DEJES AQUÍ! SOY EL AMOR DE TU VIDA[/b].- empezó a gritar todavía más alto. En ese momento entró la Rectora Sheppard y nos miró a ambos antes de preguntar:- [b] [color=#6A9145]¿Qué está pasando aquí?[/color] [/b]
– [b] [i] [color=#457238]Eso me gustaría saber a mí. [/color] [/i] [/b] – le dije sinceramente. – [b] [i] [color=#457238]Esta chica cree conocerme, pero no es así. [/color] [/i] [/b] – expliqué de forma breve.
– [b] [color=#6A9145]Me parece estupendo, pero los problemas amorosos de puertas para fuera y a ser posible, en el programa de Oprah[/color] [/b].- dijo mirando a la chica.- [b] [color=#6A9145]Si no eres estudiante o profesora, tengo que pedirte que abandones la biblioteca[/color] [/b]. – aunque me llevase parte de la bronca, menos mal que había llegado, o me habría terminado comiendo a la loca.
– [b] [i] [color=#457238]Siento todo este inconveniente. Le buscaré ayuda. [/color] [/i] [/b] – dije tratando de disculparme.
– [b]¿CÓMO TE ATREVES?[/b]- volvió a gritar. – [b] [color=#6A9145]Tranquilo, ya la acompaño yo a la puerta[/color] [/b].- en ese momento no pude estar más agradecido. La Rectora le hizo una seña para que saliese pero ella se negó.- [b] [color=#6A9145] En esta universidad, más que la rectora parezco el perro guardián[/color] [/b].- dijo para sí.
– [b] [i] [color=#457238]Lo siento, si necesitas algo aquí estaré. [/color] [/i] [/b] – le dije disculpándome una vez y a la vez dándole las gracias por librarme de ese peso. Me quité las gafas un momento y me pasé la mano por la cara para despejarme ligeramente, el día de hoy tenía pinta de ser agotador.
Cuando ya pensaba que me había librado de ella, Miranda la Loca se sacó unas esposas y echó a correr y se esposó a la barandilla de las escaleras.- [b]¡SOY EL AMOR DE TU VIDA![/b] – Mercy me miró, en su cara se notaba que estaba intentando no morirse de risa.
– [b] [i] [color=#457238]Esto no puede ser verdad. [/color] [/i] [/b] – pensé en voz alta.
– [b]TE AMO, CHRISTOPHER MCLEOD, TE AMO[/b].- siguió gritando la loca. Me fui tras la mesa de recepción y allí me puse a buscar algo que me venía estupendamente en este momento. Cuando lo tuve, salí de la biblioteca seguido por Mercy, cerré las puertas con llave y colgué lo que acababa de coger, un cartel que ponía: «Estamos ordenando los libros, pronto volveremos a abrir, disculpad las molestias».
– [b] [color=#6A9145]Vas a tener que trabajar muchas horas extra para que se me olvide esto[/color] [/b].- dijo con lágrimas en los ojos de la risa que aún se contenía.
– [b] [i] [color=#457238]¿No se me nota en la cara que ya las hago? [/color] [/i] [/b] – le dije de manera informal, una de las cosas buenas de haberse metido en la Iniciativa con el grupo con el que ella trabajaba era que de vez en cuando podía tomarme algunas licencias, como la noche en la que me transformé, en la que pude explicarle que el jarrón roto había sido culpa de algo que había entrado en la Universidad y a lo que habíamos tenido que contener. Aún así no me libré de echar alguna hora de más para compensar pero conseguí que los demás cobrasen algo para remodelar la nave, la pena es que todo eso llevase un mes parado porque el grupo estaba tratando de adaptarse a lo que había pasado. – [b] [i] [color=#457238]Lo siento mucho pero no he tenido nada que ver…esta vez. [/color] [/i] [/b] – añadí. Mientras caminabamos en dirección contraria los gritos de la loca se seguían escuchando. Miranda la Loca me quería con locura y Diana ahora no podía ni verme…unos tanto y otros tan poco diría mi madre. Aunque lo de Diana me lo había buscado yo mismo.
Sin tener muy claro dónde ir, porque cuando pasaban estas cosas era a mí a quien venía a preguntar el resto, decidí ir a la residencia y ver a Sarah, me venía muy bien su mente analítica en estos momentos.
[spoiler]A ver si os gusta XD[/spoiler]
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