[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Escocia
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
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Ese año en Escocia el frío se había hecho notar mucho antes y de un día para otro. Las personas pasaron de pasear por la calle con apenas un jersey fino a llevar capas y capas cubiertas por un anorak que no dejase pasar el frío. Los gorros, guantes y bufandas empezaron a aflorar, y en muchas casas las chimeneas y la calefacción empezaron a encenderse para no quedarse congelados al salir de la ducha.
Por las mañanas la temperatura llegaba a duras penas a 0 grados, casi siempre estaba por debajo, y el viento hacía que la sensación térmica se situase más de un par de grados por debajo. No era de extrañar entonces que las primeras nevadas llegaran también pronto.
Delia McLeod estaba haciendo manualidades en la cocina del hogar de los McLeod junto a Stephanie, mientras el señor McLeod se encontraba sentado también en la cocina mirando la televisión y ojeando de vez en cuando el trabajo que hacían sus compañeras de habitación. Cuando Delia vio el primer copo de nieve caer gracias a las gafas que solo se ponía muy de vez en cuando, se levantó y se acercó a la ventana que daba a la terraza. Al comprobar que estaba empezando la primera nieve de la temporada llamó a Stephanie, que se levantó rápida como el viento para observar, seguida al poco de Arthur. Tras mucho insistir, una Stephanie ahora cubierta con una bata bien abrigada, consiguió que salieran a la terraza a ver como caía la nieve. Los tres levantaron la vista al cielo y admiraron los copos blancos resaltando sobre el oscuro cielo nocturno, con una luna casi llena que les recordaba a sus hijos y a sus amigos.
En algún lugar de Escocia, en un bosque bajo esa misma nieve, empezaron a saltar pequeñas chispas, primero separadas y después cada vez más frecuentes, hasta que las chispas formaron una especie de agujero oscuro que empezó a crecer hasta que llegó a lo que debía ser su límite y se contrajo hasta desaparecer, dejando tras de sí un círculo marcado a fuego en el suelo, y en el centro, a una chica joven y desnuda. Levantó la mirada hacia el cielo, haciendo que su dorada cabellera ondease, y observó la nieve caer. Agotada, se desplomó en el sitio. Una lágrima recorrió su mejilla hasta cristalizarse al tocar la nieve del suelo.
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[spoiler]¡Sorpresa![/spoiler]
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